Mi consejo es que, siempre que puedas, recurras a un decorador profesional para esa tarea, porque el resultado será perfecto. Pero si no tienes presupuesto o quieres hacerlo tú, hay una serie de pautas que debes tener en cuenta para acertar con la decoración de tu boda.
Aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar...
1.- Ten claro el presupuesto que quieres dedicar a la decoración de tu boda. Esto es importante, puesto que si no lo planificas, puedes terminar gastando mucho más dinero del que sería conveniente. Haz una lista de qué necesitarás y cuánto dinero tienes previsto dedicar a cada partida de la decoración. Y, ojo, ponlo por escrito, así te será más difícil olvidarte de tus previsiones.
2.- Personaliza la decoración de tu boda todo lo que puedas. No cedas a la tentación de que los responsables de los espacios decidan por ti la decoración floral, las invitaciones, los programas de la boda, los menús... Es más cómodo, pero la boda terminará siendo una más entre todas las que celebren allí, que pasará sin pena ni gloria. Y esto no significa que tengas que gastar mucho más dinero, sólo tienes que preocuparte por darle un toque personal. Te pongo un ejemplo: el menú de la boda. Si la minuta entra dentro de presupuesto del banquete y no quieres gastar un euro más, pero quieres algo diferente, puedes personalízalo de alguna manera: enrolla cada menú y ponle un lazo, colócale encima una flor, pégale un adorno DiY...
3.- Parte siempre de una línea única a la hora de decorar todos los espacios de la boda. No quieras utilizar todas las tendencias y estilos que hayas visto al mismo tiempo, porque es el pasaporte a la catástrofe total. No se puede mezclar el estilo años 20, el barroco, el boho, el shabby chic, el minimalista, el industrial... y no terminar pareciendo una tienda de decoración low cost en período de liquidación.
4.- Si deseas una boda temática, márcate un único leitmotiv para la decoración de la boda. Ten claro si deseas que la temática sea total o si sólo quieres dar pequeñas pinceladas que la recuerden. Mi consejo siempre será moderación con la tematización, porque es fácil excederse y acabar pareciendo un plató de cine o, peor aún, un parque de atracciones. 5.- Inspírate, pero no copies. Pasa por el tamiz de tu personalidad y estilo todo lo que veas y te guste: fotos de las revistas de novias y decoración, imágenes de Pinterest, reportajes de bodas reales en Internet, decoraciones en bodas de amigos y familiares... Si sólo te dedicas a copiar, te equivocarás, seguro.
6.- Crea primero un diseño mental de todos los espacios que deberás decorar, para tener claro qué zonas decorar y cómo hacerlo, para que formen un todo armónico. Imagínate cada espacio por separado y luego como un todo y comprueba si lo que tienes pensado encaja.
7.- Planifica ese diseño en papel (o en formato digital), con planos, medidas y fotos. No es lo mismo lo que tienes en la cabeza que lo que luego se puede llevar a cabo en la realidad. Por cierto, no te olvides de sacar fotos de los espacios para una mejor planificación.
8.- Ten claro cómo llevar a la práctica ese diseño, porque es importante. Piensa en cómo colocarás, clavarás, pegarás, sostendrás y enchufarás cada elemento decorativo. Puede parecer una tontería, pero es necesario hacer un programa con cada acción que deberás realizar para decorar, cuánto tiempo estimas que te llevará cada una, qué elementos necesitarás, cuántas personas harán falta para llevarla a cabo, etc. Es la mejor forma de que no se olvide nada y que tengas en mente cuánto tiempo necesitarás para terminar tu tarea.
9.- Debes decorar con cabeza, no colocando elementos y mobiliario sin ton ni son. Todo tiene que tener una coherencia y una razón de ser. De ahí la necesidad de una planificación previa.
10.- Ten claro el uso y función de cada uno de los espacios y decóralo en consecuencia, eso sí, teniendo en cuenta que cada zona aislada forma parte de un todo. No es lo mismo decorar la zona de la entrada a la recepción que la zona lounge, aunque todo deba tener un hilo argumental.
11.- Adapta la decoración a los lugares donde celebres la ceremonia y la recepción, a la época del año, a la hora del día, etc. Por ejemplo, en una boda que vaya a comenzar a mediodía y que esté prevista que termine por la noche, deberás ir decorando cada uno de los espacios teniendo en cuenta el momento en que se vaya a utilizar. Durante el día podrás tener una decoración más clara y ligera y luego, poco a poco, podrás ir enriqueciéndola hasta llegar a la noche, aunque sigas una misma línea. Es como un maquillaje de día al que le das unos cuantos toques estratégicos, para convertirlo en uno de noche y salir de fiesta desde el trabajo. Tu rostro es el mismo y la base de tu maquillaje es la misma, sólo cambian los detalles lujosos de última hora. 12.- Procura pedir varios presupuestos a diferentes proveedores, porque los precios pueden variar enormemente de unos a otros. Te sorprenderá cuánto dinero puedes ahorrar si buceas un poco para buscar buenos precios.
13.- Si puedes unificar el pedido de varios elementos o mobiliario en un sólo proveedor, te podrás ahorrar algo de dinero. No sólo en el transporte (si no lo vas a recoger tú en tienda), sino que también podrás negociar alguna rebaja o extra al comprar o alquilar más de un artículo.
14.- Ten presente que alquilar también es una opción y que puede salirte más económica que la compra. Esta es una solución ideal si se trata de mobiliario o grandes elementos decorativos.
15.- Gasta
el dinero necesario en la decoración, no más. Hay tiendas y grandes
superficies que tienen artículos y mobiliario con un buen precio y mucho
potencial decorativo. No te preocupes porque sean elementos muy
conocidos, porque según cómo los combines o los personalices, pueden
verse realmente especiales. 16.- Haz un plan de compras para adquirir todos los elementos con tiempo y con acierto. No dejes esto para última hora, porque te generará más estrés del que deberías tener en esos momentos previos a la boda.
18.- Planifica una paleta cromática para seguir en la decoración, tanto de la ceremonia como del banquete. Recuerda que la boda es un todo. No tiene ningún sentido que decores la iglesia en un blanco impoluto y el espacio de la recepción en colores cálidos y profundos, sin un ápice de ese blanco inicial. Parecerá que son dos bodas distintas.
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| Con dos o tres colores bien elegidos es suficiente para decorar |
20.- No te excedas ni te quedes corta con la decoración, busca un punto medio, en el que centres la atención en los espacios que más te interese destacar. Si sólo te centras en un punto, la decoración quedará pobre. Si colocas zonas especiales por todas partes, los invitados acabarán saturados y no apreciarán ninguna de ellas; por lo que tanto esfuerzo y tanto gasto no habrá servido para nada.
21.- Elige elementos decorativos bonitos, pero cómodos y funcionales para tus invitados. Si tus invitados deben estar apartando objetos para verse la cara en la mesa, no pueden tocar nada por miedo a que se desmorone o se rompa o tienen que estar esquivando mobiliario para ir de un espacio a otro... la decoración es un fracaso.
22.- No utilices flores de plástico, sobre todo si se trata de la decoración del lugar de la ceremonia o las mesas de la recepción. Mejor flores naturales o plantas, incluso secas o tratadas. Y también puedes tener en cuenta la opción del alquiler de flores para la boda. 23.- Haz las pruebas que sean necesarias para cerciorarte de que tu idea queda bien en la práctica. Preferentemente en los lugares donde se celebre la ceremonia o la recepción, pero también puedes ensayar los montajes en casa, por ejemplo.
24.- Si vas a decorar tú misma, ten presente que necesitarás ayuda y tiempo para decorar la boda. Deberás tener margen para poder decorar los espacios uno o dos días antes y tener a alguien que se encargue de lo más importante in situ ese día. Piensa que el día de tu boda no tendrás tiempo para hacerlo tú misma, por mucho que te empeñes. Y, claro, también nos puedes contratar a nosotros para que te ayudemos.
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La primera vez que apareció este post fue en el blog de ¿Quién dijo boda?
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