22 febrero, 2017

Cosas que Odian las Novias de Sus Invitados

La boda, desde la petición de matrimonio hasta su celebración, es un proceso realmente apasionante. Ninguna novia olvida el día su boda ni lo que supuso organizarla, te lo garantizo. La prueba del vestido, la elección del ramo, la redacción de los votos, el momento de verse en el espejo lista para salir hacia la ceremonia, la cara del novio al verla por primera vez... todo eso permanecerá en su memoria para siempre. Pero hay cosas que querrán olvidar, porque sí, hay cosas que las novias odian.


Hay invitados que pueden pensar que estas cosas que molestan a las novias son simples caprichos de niña malcriada, pero lo cierto es que el trabajo, el tiempo y el estrés que conlleva organizar una boda, justifican que ellas esperen un mínimo de consideración con sus expectativas. Y, al fin y al cabo, son los novios los que invitan y los asistentes los que aceptan esa invitación.  


A continuación te detallo algunas de esas cosas que detestan...

 
Cosas que odian las novias de sus invitados
  

Las críticas


Las novias aborrecen las críticas en general. Sobre el vestido, el tocado, el ramo, los zapatos, el lugar de celebración, el menú, la música, la barra libre, los detalles para los invitados... Y es que si se trata de una boda, las críticas no son nunca bienvenidas, ni siquiera por parte de las personas más cercanas. La organización de una boda supone trabajo, cariño, tiempo y dinero; así que si se critica cualquier detalle, la novia lo considerará una afrenta personal hacia toda esa dedicación. Incluso si la novia pide opinión, es importante dársela con la mayor delicadeza posible.

 
Hablando de críticas concretas, probablemente las que afectan al look de la novia son las peores. Comentarios desagradables durante la prueba del vestido, críticas al físico de la novia, opiniones malintencionadas sobre el maquillaje o el peinado... todos estos comentarios negativos tienen como diana la autoestima de la novia y se deben evitar siempre. Y aunque se quieran vestir de críticas constructivas, lo cierto es que son simple y llanamente ataques personales. Una cosa es que la novia le pregunte en la prueba a sus acompañantes cómo le queda un determinado vestido y le digan que quizás otra hechura le sacaría más partido a su figura, a que el comentario sea que el vuelo de la falda le hace parecer un buque mercante. 

 
Otra de las apreciaciones negativas que las novias odian es acerca del menú. Es el equivalente a que te inviten a comer en casa de alguien y le digas a la anfitriona que la comida estaba malísima. Por no hablar de que la comida y la bebida es una de las partidas más cuantiosas del presupuesto, y a nadie le gusta que le digan que ha tirado el dinero
 

Los comentarios desafortunados


A las novias también les desagradan mucho los comentarios impertinentes sobre la mesa que han asignado a los invitados o los compañeros de mesa que han elegido para ellos. Elaborar la distribución de los asistentes en el lugar de la recepción es una tarea complicada y tediosa para los novios, que procuran siempre encontrar la solución mejor para todos. Mi experiencia me ha llevado a presenciar incluso que algunos invitados hayan decidido que no les gustaba la disposición de las mesas y han obligado a los camareros a montar otra mesa con compañeros a su gusto. 


Mesa boda

 
También conviene evitar las comparaciones con otras bodas, especialmente si los novios salen perdiendo.


Otro tema que puede enfadar a la novia es el pasado. Relaciones anteriores, discusiones de la pareja, meteduras de pata pasadas, manías infantiles... no es necesario sacarlos a relucir el día de la boda... ni en ningún otro, si a eso vamos. 


Las bromas pesadas tampoco son bienvenidas en la boda. Una cosa es el humor y otra muy distinta el mal gusto. 

 
Discusiones y reproches

 
Las novias aborrecen las típicas discusiones derivadas de la propia boda: padres separados que utilizan la boda para dañar al cónyuge anterior, intentos de imponer invitados, familiares que aprovechan la ocasión para pelearse antes o durante la boda con cualquier excusa, suegras que quieren imponer su criterio y se enfurruñan cuando no consiguen lo que quieren... Las personas que participan de la boda deben pensar que los verdaderos protagonistas de la boda son los novios, dejando de lado su ego y sus preferencias. 

 
Otras de las discusiones que más molestan a las novias son las que tienen con los proveedores de la boda. Los motivos, muchos: que no escuchen sus peticiones, que les digan que ellos saben lo que es mejor para ellas, que les impongan normas arbitrarias, que traten su boda como una más, que no cumplan lo prometido o que se descuelguen con imprevistos de última hora. 


Imposiciones y consejos varios


Las novias detestan las imposiciones de todo tipo. Cuando eran los padres de los novios los que pagaban la boda, no había más remedio que aceptar todo tipo de exigencias, pero ahora las parejas suelen ser autónomas y no tienen por qué aceptar obligaciones en un momento tan especial. Eso no significa que no puedan ceder en ciertas cosas como muestra de cariño o de buena voluntad, por supuesto. 


Otro tema delicado son las tradiciones. Hay novias que no quieren seguir ninguna y otras quieren respetarlas todas, y ambas elecciones son perfectas. Nadie tiene que augurarle mil desgracias a la novia si no cumple las tradiciones ni tampoco tiene que tacharla de antigua si lo hace.  


Tradición de no verse antes de la ceremonia


También son de lo más inapropiado los consejos no solicitados. A partir del momento en el que una novia anuncia que se va a casar, le ocurre lo mismo que a las embarazadas: todo el mundo tiene un consejo (o varios), una opinión o algún caso truculento que contar.

 
Faltas básicas de educación

 
El que no se responda si se incluye el S.R.C. (se ruega contestación/se ruega confirmación) o R.S.V.P. (répondez si'l vous plaît) en la invitación. La novia espera saber con cuántos invitados contará al final, al menos de forma aproximada. La mayor parte de proveedores de gastronomía da un plazo para indicar el número definitivo de asistentes; si se excede este plazo, cobrará todos los cubiertos reservados, aunque no acudan los asistentes previstos. 

 
Y por el contrario, si hay quiénes se presentan sin estar invitados o lo hacen con compañía inesperada, también puede suponer un problema para la novia. Tendrá que pedir que se añadan cubiertos nuevos en el último momento, con las molestias que conlleva: gastos que no estaban previstos, cambio en la organización del salón, necesidades  inesperadas para el proveedor de restauración que no siempre está preparado para asumir, etc. 


También odian que no se respeten los deseos expresados en las invitaciones, desde el protocolo en el vestuarios hasta el que se presenten con niños cuando se ha indicado que prefieren que sea una boda solo para adultos. No es cuestión de estar de acuerdo con esos deseos, sino de respetarlos en caso de asistir a la boda. Y si por lo que sea no se pueden cumplir estos requisitos, lo mejor es consultarlo previamente con los novios, al fin y al cabo hablando se entiende la gente.  

 
Odiados son también los invitados que no se preocupan de leer ni las invitaciones ni la información de la web y pregunta una y mil veces dónde y cuándo es la boda. Algunos incluso llegan a llamar a la novia pocos minutos antes de la ceremonia para preguntar dónde está el parking más cercano, doy fe de ello.

 
Otro asunto que molesta a las novias es que los invitados no estén dentro del lugar en el que se va a celebrar la ceremonia cuando ella llega. Lo correcto es esperarla en el interior para que se cree ese momento mágico en el que la novia y el padrino caminan por el pasillo nupcial al son de la música, con todos mirándoles. Si los invitados están fuera, la novia y el padrino entrarán con el recinto vacío, mientras que se organiza un tremendo revuelo al entrar todos detrás de ella, comentando y haciendo ruido al sentarse. 


Qué decir del espinoso tema de las felicitaciones. Si todos los invitados se lanzan sobre los novios según se han dado el "sí, quiero", impedirán a los más cercanos que les den la enhorabuena, les impedirán firmar la actas y hacerse algunas fotos. Lo correcto es esperar al momento apropiado, bien a la salida de la ceremonia o durante el cóctel o la recepción.  

 
Y todo lo contrario, las novias también se enfadan (y mucho) con los invitados que no saludan y no felicitan en ningún momento.

 
El vestuario de los invitados también puede ser un dolor de cabeza para la novia. Invitadas vestidas de blanco, con escotes vertiginosos, con minifaldas con categoría de cinturones anchos, con outfits que tienen como única finalidad opacar a la novia o con desaliño de tamaño XXL. Invitados con looks demasiado casual, o todo lo contrario, con chaqué o esmoquin cuando no lo llevan ni el novio ni el padrino.


Otro detalle que está en el top ten de los más odiados entre las novias es que sólo vayas a la recepción o que llegues tarde a la ceremonia. Si lo haces, no lo dudes, la novia se va a enterar, así que discúlpate lo antes posible. 
 

Llevar el regalo para los novios en mano a la recepción. Es totalmente inadecuado, porque ese día la pareja no debe preocuparse de guardar y llevarse un paquete aparatoso, o tener que entregárselo a un amigo o familiar que lo custodie. Resulta realmente desconcertante ver a parejas elegantemente vestidas para la boda con la típica bolsa de plástico conteniendo un paquete de regalo de la mano, arrastrándolo desde la ceremonia hasta la recepción hasta que consiguen soltárselo a los novios. En otros países es habitual tener una mesa para exponer los regalos en la boda, y en ese caso es de lo más adecuado, pero aquí no lo es. 


Regalos boda


Si se entrega dinero como regalo el mismo día de la boda, la novia se enfadará mucho si se hace sin un sobre y sin una tarjeta siquiera para identificar a quien regala. Esos sobres anónimos son una molestia para los novios, porque no sabrán a quién deben agradecer cada obsequio cuando termine la boda. 

 
También les suele molestar mucho que los invitados se pasen con el alcohol, que se utilice la boda para ligar desaforadamente o que insistan en que suene música que los novios han vetado.


Y más...


Las novias detestan que haya invitados que se exceden con sus requisitos alimentarios. Una cosa es informar de que se tiene alguna necesidad especial y otra muy diferente ser demasiado puntilloso con la comida y su composición. La novia le comunicará a la persona encargada de la restauración si hay invitados celíacos, vegetarianos o con restricciones de consumo de sal. Esa persona lo comunicará a la cocina y se encargará de que los camareros sirvan los platos especiales a los invitados que lo necesiten. En caso de duda, deben ser los propios invitados ese día los que consulten con el maître si tienen alguna duda sobre la composición, jamás deben molestar a la novia con estos detalles.  


Hablando de molestar con detalles, es importante no acudir a la novia con problemas, ni grandes ni pequeños, ese día. En caso de que haya una wedding planner, se encargará ella. Y si no se ha contratado una, será el coordinador del espacio en el que se celebre la boda o una persona de confianza de los novios.

 
¿Se te ocurre alguna cosa más que puedan odiar las novias? ¿Qué detestarías tú que sucediese en tu boda?





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La primera vez que apareció el post Cosas que Odian las Novias de Sus Invitados fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?


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2 comentarios:

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