Flores para Bodas Según la Temporada

A la hora de elegir las flores para tu ramo o para la decoración de tu boda, siempre te recomiendo que sean flores de temporada. Por tres motivos: estarán en su mejor momento, tendrán un precio mucho más asequible y serán más fáciles de encontrar. 


Piensa en unas ricas cerezas. Ahora puedes encontrarlas casi durante todo el año, pero no estarán tan ricas en julio como en diciembre. Ni tendrán el mismo precio, porque son importadas y llegan a tener precios astronómicos. Ni las encontrarás en todas las fruterías. Pues con las flores ocurre lo mismo.


A continuación encontrarás un listado de flores por temporada, para que te sirva de orientación. Ten en cuenta que no se podrá aplicar en todos los climas, regiones y países. Pero te podrás hacer una idea aproximada de qué encontrar en cada estación.  En cualquier caso, te recomiendo consultar siempre a tu florista de confianza a la hora de escoger las flores de tu boda.

Los nombres de las flores pueden cambiar según el lugar en que te encuentres. 


He incluido un enlace a distintos sitios de jardinería e información general, para que puedas leer más acerca de cada flor y ver sus fotografías.
 

Primavera

Abelia
Anémona
Amaryllis o amarilis
Cala, lirio de agua o alcatraz
Caléndula
Crocus 
Estatice
Gardenia
Guisante de olor o guisante de flor
Hortensia o hydrangea
Iris
Jacinto
Jazmín
Lila
Lilium o azucena
Lirio del valle o muguet
Magnolia
Margarita
Narciso
Peonías
Ranúnculo o francesilla
Tulipán
Verónica o hebe


Verano

Abelia
Anturium o anturio
Amaranthus o amaranto
Amaryllis o amarilis
Astilbe
Cala, lirio de agua o alcatraz
Caléndula
Dalia 
Estatice
Gardenia
Gerbera o margarita africana
Girasol 
Gladiolo
Hibisco o hibiscus
Hortensia o hydrangea
Iris
Jazmín
Lavanda o espliego
Lilium o azucena 
Lirio del valle
Magnolia
Peonía
Tagete, clavel chino o damasquina
Verónica o hebe


Otoño

Abelia
Anémona
Áster
Crisantemo
Dalia
Gerbera o margarita africana
Gladiolo
Hortensia o hydrangea
Jazmín
Nerine
Pensamiento 
Protea
Tagete, clavel chino o damasquina


Invierno

Áster
Anémona
Bouvardia 
Crocus
Helleborus 
Jacinto
Nerine
Pensamiento
Poinsetia o flor de Pascua
Protea
Ranúnculo o francesilla
Tulipán


Todo el año

Astromelia, alstroemeria o lirio del Perú
Clavel
Estatice
Fresias o fresillas
Orquídea
Paniculata 
Rosa 
Violeta africana 

Como adoro las flores, escribir este post ha sido una verdadero placer. Espero que tú lo hayas disfrutado también a la hora de leerlo.





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20 Errores en las Bodas de Exterior

Las bodas de exterior son preciosas, es cierto. Los espacios al aire libre están llenos de posibilidades, no sólo en primavera o verano. También los lugares con otoños e inviernos suaves pueden ser perfectos para celebrar bodas al aire libre en mañanas y tardes. 


Los espacios abiertos, la sensación de libertad, la luz, la naturaleza... todo se alía para que una ceremonia o una recepción sean perfectas. 


Pero es fácil cometer errores a la hora de organizar una boda de exterior, puesto que todas las ventajas que antes he mencionado pueden convertirse en inconvenientes si no se tienen ciertas precauciones. 


A continuación te detallo algunos de los errores más frecuentes, para que puedas evitarlos.   
 
 

1.- Programar la boda a la hora más calurosa del día, en las bodas de primavera y verano. Por muchos elementos que pongas para paliar el sol y el calor, tus invitados se resentirán. 


Incluso la decoración puede verse afectada, especialmente si se trata de velas, flores y otros elementos delicados. Es mejor retrasar la ceremonia y la recepción para una hora en la que el ambiente sea más llevadero.

 
2.- Planificar una boda exterior en una época y/o localización en la que haga mucho frío. Con el mal tiempo, sucede lo mismo que con el sol y el calor, si es excesivo, será muy incómodo para los invitados. Por muchas soluciones que intentes dar al frío intenso, ten por seguro que saldrás siempre perdiendo.

 
3.- No tener un "plan B". Tener alternativas a las distintas situaciones e imprevistos que puedan darse es imprescindible, pero mucho más si se trata de una boda en exteriores. Procura concertar con tu proveedor posibles soluciones en caso de lluvia, viento, etc. 


Aprovecho para recordarte que hay servicios meteorológicos de pago, con una capacidad de previsión casi al minuto, no los descartes en estos casos. Y también ten presente los seguros de boda.

 
4.- No tener presente que una celebración de exterior con mucho calor o mucho frío supone gastos extras. Las soluciones de las que te hablaba en el punto anterior cuestan dinero, en ocasiones mucho. Así que procura planificar tu boda en una época o lugar que tenga un clima más amable.

 
5.- No tener clara la posición del sol durante el evento, en caso de las bodas de mañana y tarde. 

Si no sabes dónde estará en sol durante todo el evento, puedes tener más de un inconveniente: deslumbramiento justo en el momento del sí quiero en la ceremonia, luz poco apropiada para las fotos, invitados achicharrados (literalmente) porque el sol cae a plomo sobre sus cabezas...


6.- No saber cuándo se pone el sol, en caso de las bodas de tarde-noche. Si no sabes será el ocaso, puedes encontrarte con una ceremonia deslucida, porque ni tienes suficiente luz del sol ni iluminación alternativa para darle brillo, por ejemplo.


7.- No tener previstos lugares donde resguardarse, tanto del sol si hace calor, como del frío y la lluvia si hace mal tiempo. 


Estos lugares pueden formar parte de la decoración para poder darles un doble uso. Sombrillas pintadas a mano que decoran el jardín y protegen del sol, entoldados que aportan un aire boho-chic para resguardarse de los rayos solares o la lluvia, porches y terrazas cubiertas decorados y habilitados para que se guarezcan los invitados...


8.- No tener planificados elementos para combatir el sol y el calor en bodas de primavera y verano: sombrillas y parasoles, gafas de sol, protectores solares, abanicos, paypays... 


Imprescindibles si quieres que los invitados estén protegidos y cómodos. Además, si están bien presentados se pueden integrar en la deco de la boda.


9.- No contar con métodos para repeler insectos en las ceremonias y recepciones de primavera y verano, especialmente por la noche. Obviamente, un ataque mosquiteril en toda regla puede estropear la boda más bonita y animada.


10.- No preparar carpas, paraguas, mantas y sistemas de calefacción en caso de mal tiempo. Si se prevé lluvia, viento o frío, es necesario, sino contratarlos desde el primer momento, sí tenerlos presupuestados y listos en caso de ser necesarios.


11.- No prever soluciones si en la época del año o el lugar es fácil que haga mucho viento. No sólo el frío o la lluvia, también el viento puede arruinar una boda de exterior. 


Te aconsejo que te fijes en ello cuando visites los espacios, porque puede dar mucha guerra. Todavía recuerdo con horror cómo volaban los pétalos de rosa que la novia se empeñó en poner en la zona de entrada de una boda, a pesar de que el viento era previsible; no habría manera de que se quedasen en su sitio, daban ganas de asegurarlos uno a uno con una grapadora...  


Y eso sin hablar de las molestias que puedes sufrir tú con tu vestido y velo o las invitadas con sus vestidos vaporosos.


12.- No señalizar los distintos espacios en la boda, si hay mucha distancia entre ellos o si es fácil despistarse. Y no hablo de los carteles simplemente decorativos, sino de los que son útiles para los invitados. 


Si los integras en la decoración, perfecto; pero sobre todo deben dar una idea a los invitados de dónde será la ceremonia, el cóctel, la recepción o la zona de aseos, en caso de que sean zonas muy distantes entre sí.


13.- No señalizar escalones o zonas que puedan ser peligrosas cuando el sol se haya ido. En muchos jardines y espacios abiertos con zonas verdes y agrestes, es fácil que los invitados puedan caerse o tener algún percance si hay lugares con desniveles, escalones o salientes en caso de que no haya luz suficiente. Señalarlos con velas, luces LED o recursos similares es una buena forma de mantenerles seguros.

 
14.- No adecuar la decoración a los espacios exteriores en los que se desarrollará la boda. La decoración en las bodas exteriores debe apropiada para ellos. 


Te aconsejo que esté bien asegurada, en caso de que haga viento. Que no pueda dañarse con el sol o el calor en caso de que vaya a a estar expuesta durante mucho tiempo. O que no utilices decoraciones delicadas si se prevé lluvia.

 
15.- No contratar un menú que encaje con la época del año o las condiciones climatológicas. El menú debe ser apropiado en cuanto a su consistencia, a sus ingredientes, a su preparación y a su presentación. 


También es necesario contar con la conservación de los platos en el exterior si hace mucho calor.


16.- No poner bebidas y platos calientes en bodas de exterior en otoño. Si vas a celebrar tu boda con tiempo fresquito en un jardín, lo ideal es que pongas a disposición de los invitados algo más que refrescos o alcohol. Cafés, tés, chocolates y comida caliente y energética son una buena forma de calentar el ambiente entre tus invitados. 

 
17.- No poner a disposición de los asistentes una buena cantidad de bebidas refrescantes y agua. Si hace mucho calor, es importante que tus invitados se puedan hidratar bien desde el minuto uno de la boda. 


No esperes a poner bebidas frescas hasta el cóctel y coloca botellas de agua o dispensadores de zumos y bebidas no alcohólicas en la zona de la ceremonia.


18.- Poner demasiado alcohol en bodas de exterior cuando hace mucho calor, porque provoca la deshidratación. Evidentemente, los invitados esperan cerveza, vino, combinados y cócteles en la boda, pero tú debes también facilitarles el acceso a bebidas no alcohólicas. 


Y es que el alcohol y el calor son malos compañeros, puesto que ambos deshidratan una barbaridad y tus invitados pueden acabar en muy malas condiciones rápidamente.


19.- No informar a los invitados acerca de las condiciones meteorológicas que se esperan y el tipo de vestuario que se aconseja. No está de más que les des pistas acerca de si hará mucho calor o mucho frío, tanto en persona como en las invitaciones o la información accesoria. Así les será más fácil acertar con su vestuario y calzado para ese día.


20.- No tener en cuenta los tacones de las invitadas y no prever protectores tanto individuales como generales. Si alguno de los espacios tiene grava, césped o arena, deberías avisarlo a las invitadas, proveerlas de protectores de tacones o colocar alfombras o tarimas que puedan facilitarles el acceso a las distintas zonas de la boda.  


Todavía tengo presente una boda en la que la decoradora (no la que escribe, of course) puso una alfombra hacia el altar, consistente en un papel grueso tipo kraft, colocado sobre grava... las invitadas hacían malabarismos para no agujerear el papel y no hundirse con los tacones en la grava. 


¿Se te ocurre algún error más que pueda cometerse en una boda celebrada en exteriores?



 
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Lo que No te Contaron Sobre la Búsqueda de Tu Vestido

La novia, desde que era una niña, tiene una foto del vestido de sus sueños. Cuando su príncipe azul le pide matrimonio, se dirige llena de dicha a un atelier maravilloso, atendido por una encantadora y sabia asesora. Casi antes de pisar el umbral del establecimiento, ella ya sabe que encontrará su vestido, igualito que el de la foto que guardaba desde la infancia. Y dicho y hecho, según se prueba el primer traje (el segundo, si queremos darle un poco más de emoción), sin una gota de maquillaje y con unas botas de cowboy, porque ella está fantástica sin apenas arreglarse. Su cara se ilumina poco a poco, sus ojos se llenan de lágrimas de felicidad y se pone a bailar, porque lo ha encontrado. Sí, es su vestido de novia... Bonita historia para una película de Hollywood, pero la realidad es bien distinta. 

 
Encontrar el vestido de novia que te enamore no es una tarea fácil, sobre todo porque hay muchas cosas que desconoces y que nadie te ha dicho.

 
Para que conozcas todos los trucos que necesitas para encontrar tu vestido de novia, aquí tienes algunos consejos. 

Antes de nada


Si has visto el vestido que te vas a probar en Internet o en un catálogo, ten en cuenta que no te sentará igual a ti que a la modelo de la foto. Incluso aunque tengas unas medidas perfectas, no tendrás ni el fotógrafo, ni el iluminador, ni el maquillador, ni el peluquero, ni el Photoshop que tiene ella. Sé realista y no te fijes en cómo le quedaba a ella, sino en cómo te sienta a ti.

 
Si tienes un vestido de tus sueños en mente, ten presente que quizás sea eso, de tus sueños, pero no de tu realidad. Puede que cuando te lo pruebes en el atelier no te guste nada, así que no te decepciones. No es que tú no seas adecuada para el vestido, sino que él no es apropiado para ti. 


Las tendencias que verás en la Red son una cosa y lo que encaja contigo otra diferente. Analiza lo que se lleva y adopta sólo lo que te favorezca. Y si no hay nada, marca tú la tendencias.   


Pide cita en el atelier o la tienda cuando sepas que vas a tener tiempo disponible para dedicarle a la búsqueda de tu vestido. Ir con prisas es lo peor que puedes hacer en estos casos. 

 
No compres el vestido con una antelación excesiva, porque lo que hoy te parece muy bonito, dentro de más de un año te puede parecer anticuado. Por no hablar de que irán apareciendo tendencias que te enamorarán... cuando ya tienes tu vestido comprado. 


Prepárate


Ve a probarte vestidos con un peinado bonito. No hace falta que vayas a la peluquería, pero sí que te veas bien. Si te pones un traje de novia con el pelo no muy limpio y recogido de mala manera con una pinza, no te verás bien con él, por muy bonito que sea. Prohibido acercarse a un vestido de novia un bad hair day. 

 
Y maquíllate. Aunque no lo hagas habitualmente, deberías llevar algo de maquillaje, tal y como lo harás el día de la boda. Piensa que un vestido de novia, sobre todo si el blanco, revela tus imperfecciones de manera alarmante. Verás tus ojeras más profundas, el color menos uniforme y tu expresión más triste. Eso sí, te recomiendo que utilices base y barra de labios no transfer. Olvídate ese día del gloss, salvo que quieras arriesgarte a manchar el vestido. 

 
La ropa interior es clave para que un vestido de novia siente bien (o muy mal), así que no te olvides de llevar más de un tipo de sujetador a la prueba. Te recomiendo que al menos lleves uno sin hombreras, otro con hombreras y uno multiposición.

 
También te recomiendo que lleves más de un par de zapatos, con el tipo de hechura y tacón que te gustaría llevar el día de la boda. Piensa en los estilos que te gustan y lleva calzado que podría encajar con ellos. Ya sé que tendrás que llevar varias bolsas, pero los acompañantes también están para eso. 


El día que vayas a probarte vestidos te verá desnuda mucha gente (la asesora, la modista, tus amigas...), así que estate preparada. Es un momento no apto para tímidas. 

 
Y también deberás estar dispuesta a que hablen de tu físico sin demasiados tapujos. Tanto la asesora, como la modista o tus acompañantes hablarán de si ese modelo te hace las caderas anchas o te aplana el pecho. No tomas esos comentarios como críticas hacia ti, sino apreciaciones acerca de cómo el vestido se adapta (o no) a tu cuerpo. Y si hay alguien que aprovecha para hacerte sentir mal, ni caso, es tu día, no permitas que te lo arruinen.


Tu vestido va a necesitar arreglos, sí o sí, salvo que esté hecho a medida. Así que no pienses que vas a salir con tu traje en una bolsa, aunque sea el vestido de tus sueños y prepárate a hacer varias pruebas y esperar. 


Las tallas

Ten en cuenta que el tallaje de los vestidos de novia no es el mismo que el del resto de la ropa, así que no insistas en entrar en un vestido sólo porque tiene que ser tu talla.

 
Y hablando de tallas, no compres jamás un vestido más pequeño pensando en que vas a adelgazar para la boda, porque puede que no lo hagas y que te encuentres con un verdadero problema. Es más fácil achicar un vestido que agrandarlo.


El día de la prueba


Sé sincera con la asesora, porque si no no te podrá buscar modelos que te gusten y que entren dentro de tu presupuesto. 


Ten claro que vas a pasar calor, mucho calor. No sólo porque los vestidos de novia son menos ligeros de lo que parecen, sino porque los nervios y el hecho de probarse te acabarán haciendo sudar. Procura utilizar un buen antitranspirante ese día y lleva una botellita de agua para hidratarte.  

 
Prepárate, porque cuando veas los vestidos en las perchas es fácil que te decepciones. Ese vestido que parece tan bonito en la web de la firma, puede tener aspecto de disfraz barato cuando está en el colgador. Dale una oportunidad y pruébatelo a pesar de esa primera impresión, porque los trajes de novia necesitan estar puestos para poderse apreciar. 


No te pruebes nada que se salga de tu presupuesto, porque sólo puede terminar en desastre. Bien porque acabes cayendo en la tentación y gastándote más de lo que debes, bien porque tengas que renunciar a un vestido que te enamora y que acabe no gustándote ningún otro que te pruebes. Y es que los vestidos más caros suelen gustarnos más, no sé si porque son más bonitos o porque los deseamos más al estar fuera de nuestro alcance. En todo caso, quien evita la tentación, evita el peligro.  

 
Pruébate el vestido con los zapatos puestos, nunca descalza. El efecto será totalmente distinto. Y, por favor, no te dejes puestos los calcetines, necesitas verte tal y como lucirías el día de la boda. 

 
Bájate del pedestal donde te subirá la asesora, y no lo digo en sentido figurado. Porque el efecto no es el mismo cuando estés sobre el suelo y camines. En la plataforma todas estamos estupendas, porque parecemos más altas y estilizadas.


Procura verte en más de un espejo, no sólo en el del probador. Así te verás desde distintos ángulos y te sentirás más libre para moverte. 

 

Pide que te dejen algún complemento, como un ramo de novia

Muévete con el vestido haciendo todo tipo de gestos y movimientos. El día de la boda tendrás que subir y bajar escaleras, entrar en el coche, saludar, sentarte en la recepción, posar para las fotos, bailar... y debes poderlo hacer con el vestido puesto. 


Pide que te presten algún accesorio para verte más novia con el vestido. Un ramo, un velo o un tocado pueden hacerte decidir si es el vestido adecuado.  


Si compras on-line


No compres vestidos por Internet que no te hayas podido probar antes. Aunque puedes devolverlos sin problemas, puedes verte inmersa en una pesadilla interminable de compro-devuelvo y quedarte sin tiempo para comprar off-line si no llegas a encontrar ningún modelo que te convenza.   


Si compras on-line, cerciórate de que la tienda tiene la sede física en tu mismo país (o al menos alguna sucursal cerca de tu localidad), tiene una empresa identificable y que cumpla la legislación vigente y que no tiene críticas negativas en Internet. Lo ideal es poderte probar el vestido físicamente y, si luego lo encuentras más barato en Internet, comprarlo.

No pasa nada si tardas un poco más en encontrar tu vestido

Y sobre todo...


No te agobies si no encuentras el vestido a la primera. No siempre ocurre lo que en las películas o en los realities de TV, en los que la novia se prueba un traje, se queda sin palabras y llora y baila de alegría porque ha encontrado su vestido. En muchas ocasiones las novias tienen que probarse varios vestidos antes de dar con el suyo. 






 
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Financia Tu Boda con Crowdfunding

Seguro que habéis oído hablar del crowdfunding. Por si no lo tenéis muy claro, os diré que es un sistema de financiación colectiva o micromecenazgo, que tiene como finalidad la puesta en marcha proyectos de todo tipo.


¿Y qué es la organización de una boda sino un gran proyecto que necesita de financiación? De hecho, si lo pensáis, las bodas siempre han sido financiadas a través de crowdfunding, muchos años antes de que a alguien se le ocurriese acuñar el término. El dinero que los padres han puesto tradicionalmente para la boda de sus hijos, una forma de crowdfunding. Los regalos de los invitados en cash o a través de la lista de bodas, también micromecenazgo. Incluso la anticuada costumbre de cortar la liga de la novia o la corbata del novio también es una forma de financiar en parte el coste de la recepción o de la Luna de Miel.


Por eso no es de extrañar que cada vez más parejas recurran a las plataformas de crowdfunding para financiar la boda. Así que, a continuación encontraréis información sobre esta forma de costear los gastos que supone la boda.

Los pasos a seguir


1.- Decidid qué queréis costear con la campaña de micromecenazgo y divididlo en apartados para que el invitado pueda elegir qué parte paga y si quiere (y puede) hacerlo en todo o en parte.


Desde dividir el viaje en kilómetros y valorar cada uno de ellos con un precio (teniendo en cuenta la distancia y lo que os costará el desplazamiento, el alojamiento y otros gastos), para que cada invitado os financie una cantidad. O hacer packs en los que os puedan costear el ramo de novia, una sesión de spa en un balneario, el DJ, la sesión de fotografía preboda o el corner de sushi en la recepción.

Decidid qué queréis financiar

Es importante que tengáis claro este punto, porque es la mejor forma de que realmente os salga rentable y sea atractivo para los mecenas. La cantidad que queráis conseguir será la meta a lograr con la campaña de crowdfunding.


2.- Os recomiendo que antes de nada, hagáis una lista de personas a las que queréis informar de la próxima boda e invitar a que os financien. Esta lista puede ser (mucho) más nutrida que la de los invitados a la boda, puesto que podéis incluir a mucha gente a la que le gustaría tener un detalle con vosotros, pero que no es tan cercana como para asistir a la boda.


3.- Decidid si vais a ofrecer algún tipo de recompensa. El micromecenazgo, cuando se trata de proyectos de negocios, suele conllevar algún tipo de recompensa: conseguir entradas de cine, si se trata de una película; comprar el primero y con un descuento, si hablamos de productos... O con la única recompensa de haber participado en una causa con un fin social, cuando se trata de iniciativas sin ánimo de lucro.


En el caso de las bodas, mi consejo es que aunéis ambos conceptos. Más adelante encontraréis algunas ideas para compensar a vuestros mecenas.


4.- Elegid una o varias plataformas en las que queréis aparecer. Hay muchas donde elegir, tanto en España como en otros países, aunque no todas admiten las bodas como proyectos aceptables.


5.- Abrid cuentas en las redes sociales para la boda. Así podréis crear más expectación y podréis promocionar mejor vuestra campaña. Y también os aconsejo que creéis un hastag.


6.- Haced ruido con la campaña. Enviad mensajes por WhatsApp, correo electrónico, chats o SMS. Llamad por teléfono o contadlo en personas. Si no le dais visibilidad, no conseguiréis la financiación.


7.- Si no tenéis ninguna, abrid una cuenta en PayPal, porque os hará falta con casi toda seguridad.


8.- Registraos en la plataforma que hayáis escogido. Antes de hacerlo, os aconsejo que leáis cuidadosamente las condiciones de uso, la política de privacidad, las comisiones, las plataformas de pago que usan y las FAQ's del sitio. Así podréis conocer exactamente en dónde os estáis embarcando y no os llevaréis sorpresas posteriores. Ya sé que es algo bastante tedioso, pero es un esfuerzo que merece la pena.

Contad vuestra historia, así recaudaréis más

9.- Cread la campaña, es decir, la información de la boda. Procurad contar vuestra historia, hacedla lo más atractiva posible. Cuanto más emotiva sea la información, más dinero recaudaréis. Las fotos de buena calidad y los vídeos son un buen recurso. Y que no se os olvide ir actualizando los contenidos con cierta frecuencia.


10.- Tened en cuenta que la campaña de vuestra boda debe tener un plazo de finalización, como en el caso de los negocios. Ojo, que si no se llega a la meta económica en el plazo fijado se devuelve el dinero a los invitados... y vosotros no veréis ni un euro. Por eso es tan importante darle visibilidad por todos los medios y emocionar a vuestros posibles mecenas.


11.- Si habéis llegado a la meta, pasados unos días desde el final del plazo, os entregará el dinero. No recibiréis la cantidad que hayáis marcado como meta, porque la plataforma se habrá quedado una pequeña parte en concepto de comisión.


Consejos

• Poned en marcha la campaña con tiempo suficiente. Un plazo muy razonable está entre los 3 y los 6 meses, incluyendo su diseño y su promoción.

• Cread recompensas atrayentes: una foto dedicada, un vídeo de la boda o del viaje de novios, un detalle similar al que recibirán los invitados a la boda, una galleta con vuestra imagen, una invitación a tomar algo con vosotros, una postal desde el destino de la Luna de Miel...

• Enviad una tarjeta de agradecimiento a todos los participantes, hayáis conseguido la meta o no. Si ellos se han molestado en poner dinero para vuestra boda, es lo menos que podéis hacer.

• Tened en cuenta que el micromecenazgo está sujeto a impuestos, como no podía ser de otra forma. Os recomiendo dos cosas: que leáis este artículo sobre tributación del crowdfunding y que consultéis con un asesor fiscal para no cometer ninguna infracción. Y aprovecho para recordaros que Hacienda también vigila las bodas.

Algunas plataformas interesantes


Si os decidís por el crowdfunding aquí tenéis algunas plataformas que os pueden interesar:


Españolas


Funddy
Monta Tu Luna de Miel 


Extranjeras


Honeyfund 
Honeymoon Wishes
Wanderable
Go Fund Me





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