La organización de boda supone una sucesión casi interminable de gastos, eso es bien sabido. Y para que esos gastos no se vayan de las manos, nada mejor que establecer un presupuesto cuidadoso para que la economía no se resienta (demasiado).
Pero a la hora de valorar los gastos, lo habitual es centrarse en lo más visible: comida, bebida, vestuario, flores, invitaciones, DJ y viaje de novios. Pero hay otros gastos que, unas veces porque no se les da importancia y otras porque se desconocen, pueden suponer un verdadero descalabro.
Para que eso no os suceda, en este post encontraréis algunos de esos gastos inesperados que conviene tener en cuenta a la hora de marcarse un presupuesto razonable.
Como son tantos, para no asustaros, prefiero daros esta información en dos partes ;)
Tasas por la ceremonia civil
Si os casáis en el Registro Civil, la ceremonia no tendrá coste. Pero si decidís contraer matrimonio civil en algún ayuntamiento, lo más seguro es que tengáis que abonar unas tasas por el servicio de celebración de matrimonio civil.
En cada uno de ellos las tasas son distintas, por lo que debéis informaros antes de cuánto os costará. Ojo, que algunas de esas tasas son más altas de lo que puede parecer al tratarse de un servicio municipal.
También hay que tener en cuenta que el importe puede ser menor si se está empadronado en el municipio. O el servicio puede ser gratuito, como en el caso de las Juntas Municipales de Madrid, salvo que la boda se celebre en sábado.
En el caso de que el matrimonio sea ante notario, también habrá que contar con los honorarios que serán de entre 100 y 150 €. Este precio se podrá incrementar si el notario celebra la boda fuera de su horario habitual o de la propia notaría.
Donaciones para la iglesia
Aunque el sacramento del matrimonio en sí no cuesta, la parroquia puede pedir una cantidad en concepto de servicios extraordinarios derivados de la celebración: colocar una alfombra en el pasillo nupcial, limpieza, etc. Ese precio varía según cada parroquia, por lo que es conveniente consultarlo antes de decidir.
Algunos párrocos también os cobrarán por tramitaros todo el papeleo relativo al expdiente matrimonial. Informaos bien acerca de sus tarifas con antelación.
Por otra parte, también es necesario consultar con el párroco si tienen proveedores autorizados, es decir, fotógrafos, videógrafos o floristas que tendréis que contratar sí o sí para casaros en esa iglesia.
En el caso de que os queráis casar en la capilla de alguna Hermandad, también os pueden cobrar algún donativo o la voluntad, además de lo que tengáis que abonar a la parroquia en la que se encuentre.
Capitulaciones matrimoniales
En el caso de que queráis indicar las condiciones específicas del régimen económico que regirá en vuestro matrimonio o si queréis adoptar uno que no sea el que se aplica por defecto, que suele ser gananciales en casi todo el territorio nacional, tendréis que firmar un documento de capitulaciones matrimoniales ante notario.
Este documento cuesta aproximadamente entre 50 y 60 € que, aunque no es mucho, también debe contemplarse en el presupuesto global para la boda.
Maestro de ceremonias
En el caso de que queráis hacer una ceremonia fuera del juzgado o el ayuntamiento, tendréis que contratar con un oficiante que se encargue de celebrar la boda simbólica en el lugar que elijáis.
Este servicio tendrá un precio que dependerá del profesional que contratéis. También habrá que sumarle el desplazamiento, las dietas y el kilometraje, en caso de que la boda sea en un lugar diferente al de la residencia del maestro de ceremonias.
Para evitar este gasto, la única solución es contar con algún amigo o familiar que ejerza de maestro de ceremonias.
Envíos
Normalmente las invitaciones se suelen entregar en mano, pero si es necesario enviar muchas por correo, sí es un gasto que merece la pena tener en cuenta.
Si se trata de invitaciones en caja o en algún embalaje especial, el importe de su franqueo será más elevado que el ordinario para una carta. También es necesario tener en cuenta los gastos de envío si hay varias invitaciones que deben ser entregadas por mensajero.
Para ahorrar en esta partida, nada mejor como entregarlo en mano a los invitados. Si no os es posible dárselo en persona a todos los asistentes, siempre podéis recurrir a familia o amigos de confianza para que lo hagan en vuestro nombre. O enviar invitaciones on-line, si vuestro presupuesto es muy ajustado.
Despedida de solteros
Es un gasto que a menudo no se tiene en cuenta a la hora de planificar la boda y que puede suponer un mordisco imprevisto al presupuesto, incluso aunque los asistentes paguen una parte de sus gastos.
Invitar sólo a las personas más cercanas o hacer la despedida conjunta es una buena forma de aminorar la cantidad a pagar por este concepto.
Extras por alquiler de espacios
Hay muchos proveedores que os cobrarán por reservaros un espacio en exclusiva para la ceremonia, el cóctel, la recepción o la barra libre. Además de lo que paguéis por la comida, la bebida y el servicio, por supuesto.
Esto sucede a menudo cuando se trata de hoteles o espacios abiertos al público. Imaginad un hotel con terraza. Si el hotel deja de ganar por las copas que suele vender en el afterwork o en horario de noche en su terraza, os cobrará un cantidad que compense ese dinero que deja de ingresar ese día... aunque vosotros vayáis a pagar por la comida o la bebida de los invitados. Y para que os sirva de referencia, en un hotel de 4 estrellas en Madrid, estamos hablando de un canon aproximado de entre 1.500 y 3.500 € por ocupar en exclusiva una terraza o un espacio singular durante la temporada de primavera-verano.
Una forma de evitar este gasto es utilizar los espacios habilitados únicamente para bodas o permitir que el público pueda acceder también a esas zonas durante la celebración para hacer uso conjunto de ellas.
Extras por cambios en proveedores
Hay fincas, hoteles y salones que tienen proveedores con los que trabajan en exclusiva: fotógrafos, videógrafos, floristas, decoradores... Esa exclusividad implica que todos ellos pagan una cantidad por cada trabajo al propietario del espacio. Así que, si queréis otro profesional que no esté en su cartera, es posible que os cobren una cantidad extra, por el dinero que no ingresarán por este concepto. O que directamente no os permitan trabajar con nadie de fuera.
Sólo hay dos formas de solventar este gasto: pasar por el aro y contratar a los proveedores obligatorios o intentar negociar con el comercial del espacio la retirada de ese extra por no trabajar con esos profesionales.
Extras por cambio en el mobiliario o menaje estándar
Los establecimientos en los que se celebra la ceremonia y la recepción suelen tener a lo sumo dos o tres modelos de mantelería, vajilla, cubertería y cristalería. En caso de querer algo especial en cuanto a modelo o color, lo habitual es que cobren una cantidad por ese cambio. Esto es debido a que tienen que comprar o alquilar esos artículos y, evidentemente, os van a trasladar ese gasto y un extra por las molestias.
Una opción interesante es que os ofrezcáis vosotros a alquilar esos artículos, aunque en muchos casos no os lo permitirán u os cobrarán un plus por ello.
Extras por cambios en la decoración estándar
En la decoración sucede lo mismo que en el caso anterior. Si queréis un cambio en la decoración habitual con la que trabaja el espacio (centros de mesa, iluminación, etc.), os cobrarán una cantidad adicional, dependiendo de lo que elijáis.
Si decidís encargaros vosotros de la decoración y os lo permiten, puede que os encontréis con una cantidad extra en el presupuesto por ese concepto. Pueden justificarlo por la limpieza posterior o por los posibles daños que se puedan originar a la hora de colocar los distintos elementos. Ya sé que es injusto que os cobren por algo que no os van a proporcionar, pero puede suceder.
Horas adicionales de barra libre o DJ
Cuando os presupuestan el precio de la barra libre, los cócteles o el DJ, normalmente se contemplan un número determinado de horas. Si queréis añadir más tiempo de fiesta para vuestros invitados, tanto si es antes de la boda como si lo decidís ese mismo día, tendréis que añadir una cantidad, que puede ser elevada según el tipo de servicio o el número de asistentes.
Una sugerencia para ahorrar: si habéis contratado dos o tres horas de barra libre y prevéis que los invitados querrán seguir de fiesta una vez finalizadas, siempre podéis llegar a un acuerdo con alguna discoteca o local de copas cercano. Así podréis negociar un buen precio para las copas y que los invitados puedan seguir con la fiesta, pero pagándose ellos las consumiciones.
Carpas
En caso de que haga mal tiempo y la ceremonia o parte de la recepción sea al aire libre y el lugar donde lo celebréis no tenga disponible espacio interior, os veréis en la necesidad de alquilar una carpa.
Y, cuidado, este es un gasto que puede suponer cantidades de tres ceros.
Para evitar esta posible sangría económica, lo ideal es que el espacio tenga opciones para el plan B en caso de lluvia.
Habitaciones de hotel
Si os casáis en un hotel, normalmente suelen regalar una noche de alojamiento en él. Aunque puede que no sea suficiente sólo una noche y sólo una habitación.
Si ambos os queréis vestir en el hotel, necesitaréis dos habitaciones, para no veros antes de la ceremonia. Y si vivís fuera de la ciudad, necesitaréis probablemente más de un día de alojamiento; por los preparativos previos y porque puede que os apetezca hacer turismo después de la boda.
También podéis necesitar habitaciones extras para familiares o amigos a los que os veáis en la necesidad de pagar el alojamiento.
En este caso, siempre podéis negociar los precios con el hotel, sobre todo si son varias habitaciones y varios días. O buscar un alojamiento alternativo más económico, como un apartamento para varias personas.
Comidas o cenas antes y después
Es un gasto que no se suele tener en cuenta, pero con el que hay que contar. Porque el día de la boda, si ésta es de tarde-noche, tendréis que comer y es muy posible que tengáis que hacerlo fuera de casa. Eso si no invitáis a la familia y amigos más cercanos a comer, que es algo muy habitual.
También es frecuente cenar de una manera especial el día antes de la boda, la pareja sola o con las familias de ambos, lo que también supone unos cuantos euros más. Y la comida del día siguiente, porque después del bullicio de la boda, a ninguna pareja le apetece cocinar.
Pruebas de menú
Las pruebas del menú de boda suelen estar contempladas dentro del presupuesto que facilita el proveedor de gastronomía, pero sólo si al final se contrata con ellos.
Si el menú no os gusta y decidís cancelar el contrato o si prefería probar antes de firmar nada, las pruebas que hayáis hecho os las cobrarán aparte.
Para mí, esto no es un gasto, sino una inversión. Cuando se firma un contrato de este tipo hay que pagar una cantidad a cuenta, eso significa que de alguna forma os atan a ellos. Si resulta que al probar los menús os dais cuenta de que la calidad y el servicio es deficiente, dar marcha atrás os costará mucho esfuerzo... y dinero.
Por eso, muchas veces es mejor pagar esas pruebas aparte. Si os gusta la comida o la bebida, ya os lo descontarán después; si ha sido un desastre, sólo habréis perdido unos cuantos euros y habréis compartido la comida con la familia o los amigos que hayáis llevado a la prueba.
Menús para los proveedores
Siempre recomiendo prever comida y bebida para el fotógrafo y otros proveedores que vayan a estar trabajando durante la recepción, porque evita muchos problemas y, al fin y al cabo, tampoco supone un gasto tan elevado.
No hace falta que sea el mismo menú que para los invitados. Puede ser un menú infantil o una selección de bocados que se vayan a servir en la recena. También se puede pactar con el proveedor de gastronomía un menú especial para ellos.
También deberíais proporcionarles bebida, pero siempre que sea no alcohólica, puesto que están trabajando.
Generadores
Otro de los puntos que puede suponer un buen pellizco a vuestra economía es la necesidad de un generador. Hay muchos espacios que no están preparados para soportar equipos de iluminación y sonido potentes. Incluso puede que no tengan cocinas propias y no tengan infraestructura para que puedan funcionar hornos, parrillas o freidoras que pueda necesitar el catering.
Eso significa que tendréis que contratar un generador que provea de electricidad a todos los equipos. Y no es algo barato.
Tenedlo en cuenta antes de elegir un espacio para la boda y consultadlo antes, sobre todo si se trata de espacios singulares y que no tengan cocinas.
Altavoces y micrófonos
Uno de los ítems que suelen olvidarse a la hora de preparar el presupuesto son los altavoces y micrófonos.
En el caso de las ceremonias civiles, por ejemplo, suele hacer falta un micro y unos altavoces. Aunque el lugar sea cerrado y el número de personas pequeño, es imprescindible que las voces se oigan claramente y para eso hace falta un equipo de sonido mínimo. Si hablamos de espacios abiertos y gran cantidad de personas, el equipo deberá ser más potente.
Aunque muchas fincas, hoteles y salones suelen brindarlo de forma gratuita a sus clientes, es importante que lo preguntéis antes, porque si no lo tienen puede suponer varios cientos de euros extra que añadir al presupuesto.
También podéis hablar con el DJ y pedirle que lo ponga él. Aunque os cobre una cantidad por ello, siempre será más pequeña que si contratáis el equipo vosotros.
Detalles de decoración no previstos
Si la planificación de la decoración no ha sido muy cuidadosa, siempre pueden surgir compras de última hora que, sin apenas daros cuenta, irán aumentando el total de gastos de la boda.
Para ello las mejores medidas son: planificación, hacer las compras de última hora en establecimientos low cost y no dejarse llevar por el afán hiperperfeccionista. Esto último es un mal muy común, sobre todo en las novias, porque siempre tienen la sensación de que falta algo o habría que sustituirlo para conseguir la decoración perfecta. Y es un tremendo error, porque al final se recarga el espacio... y la cuenta corriente se resiente.
Iluminación
Esta partida puede dejar temblando el presupuesto, especialmente en las bodas de exterior.
Las guirnaldas de luces, las linternas, los farolillos, las velas... si se deben iluminar muchas zonas, el precio va subiendo a la velocidad de la luz :)
La mejor forma de recortar en este gasto es buscar un espacio que ya tenga una iluminación adecuada y que sólo necesite alguna pincelada para personalizarlo.
También se puede alquilar parte de la iluminación en lugar de comprarla.
Y hasta aquí llega esta primera parte. No te pierdas la segunda en la que os contaré más gastos insospechados con los que os podéis encontrar a la hora de organizar vuestra boda.
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La primera vez que apareció el artículo Gastos en la Boda que No Sospechabas (I) fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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