Globos para Decorar Tu Boda

Los globos han estado presentes en la decoración de las bodas de este 2016 y seguirán siendo tendencia en 2017. Poco a poco se han ido abriendo paso en ceremonias, recepciones y bailes, aportando color y fluidez allí donde se colocan.


Junto con otros elementos decorativos permiten crear ambientes muy especiales y versátiles, puesto que los globos se pueden adaptar a diferentes estilos decorativos, desde el vintage al urbano.


Si te apetece incluir globos en la decoración de tu boda, a continuación te doy todas las claves para hacerlo con acierto.

En general


Los globos deben aportarle alegría y colorido a la decoración, pero con elegancia. Es fundamental no caer en el estilo de los cumpleaños infantiles o en el de los stands de las ferias.


No te excedas con la cantidad y el color de los globos. Aquí también se aplica la máxima de menos es más.


Si necesitas cubrir zonas grandes o quieres una decoración impactante, es preferible utilizar pocos globos de gran tamaño antes que una gran cantidad de ellos, pero de pequeño tamaño. Es mucho más elegante.


No mezcles muchos colores. Utiliza los tonos que tenga la paleta de color de tu boda y, ante la duda, emplea los neutros.


Evita la decoración con globos tipo escultura. Opta por diseños más relajados y orgánicos, que transmitan frescura.


Lo ideal es que la decoración no esté basada únicamente en los globos, porque suele quedar excesiva y vulgar. Mézclalos con otros elementos decorativos como flores, hojas, pompones, rosetones, linternas, guirnaldas, tejidos, etc.


La compra


Compra los globos en un proveedor de confianza, porque al final lo barato sale muy caro. No será la primera vez que una pareja compra los globos de su boda en el bazar oriental de su barrio y se encuentra con que los globos se han desinflado incluso antes de que hayan terminado el montaje... y eso no hace ninguna gracia.


un cálculo de cuántos globos vas a emplear e incluye entre un 10 y un 15% más, para los que se puedan pinchar o estropear durante el montaje. Eso sí, no compres demasiados, porque luego no sabrás qué hacer con ellos.


Aire o helio


Ten en cuenta qué efecto quieres conseguir con los globos. ¿Van a estar fijos en la decoración o deben flotar en el aire? Si van a estar fijos los podrás llenar de aire con cualquier inflador, como los que se usan para las bicicletas, las colchonetas de playa o las pelotas de Pilates. Si quieres que floten en el aire o los vas a liberar en algún momento, tendrás que hacerte con una bombona de helio.


Hablando de helio, prepara un pellizco a tu presupuesto, porque es un producto caro. Por eso, si lo necesitas, te recomiendo que consultes un calculador de helio para no comprar de más (ni de menos, claro).


Algunos proveedores ofrecen alquiler de bombonas de helio que luego debes devolver, por si es una opción que te resulta rentable. En este caso te cobrarán una fianza que te devolverán cuando entregues la bombona vacía.


Comprueba la duración estimada de flotación de los globos rellenos con helio, para que puedas inflarlos con la antelación suficiente para que no se deshinchen antes de tiempo. Y, un consejo, cuenta con menos tiempo de flotación del que te indiquen en las instrucciones.


Lee cuidadosamente las instrucciones del fabricante antes de utilizar una bombona de helio. Parece fácil, pero no lo es tanto, sobre todo con los primeros globos que infles. 


Y, ojo, las bombonas de helio vacías no se tiran a la basura, se reciclan en un Punto Limpio. 


Precauciones


Si hace viento, ten cuidado de sujetar bien los globos que floten. También deberías tomar precauciones para que no se enreden en ningún sitio inapropiado.


En cualquier caso, los globos que estén suspendidos en el aire necesitan un peso para anclarlos a la zona en la que quieras sujetarlos.


Dónde colocarlos


Puedes usarlos en el coche nupcial, para decorarlo. Si es de alquiler, consulta si te dejarán usarlos, tanto dentro como fuera del vehículo.


Un lugar ideal en el que colocar los globos es en la zona de la ceremonia: en el arco o el fondo que enmarque el sí, quiero, delimitando el pasillo nupcial, en la zona de entrada...


También puedes emplear los globos en el espacio de la recepción: para señalar los números de mesa, en las sillas de los invitados como decoración, en las mesas de los niños, tapizando el techo del salón, decorando columnas o zonas estratégicas...


Son perfectos para decorar la zona del baile. Son una invitación a la diversión de los invitados en esa zona: en el techo, en el suelo, en las mesas de cóctel de la barra libre...


Los puedes colocar en la candy bar, en el photocall, en el photo booth, en la zona lounge o en cualquier zona que quieras destacar.


Y, por supuesto, puedes utilizarlos para señalizar las zonas de paso en jardines y pasillos.


Cómo decorarlos


Si quieres darle un plus de originalidad a los globos, puedes utilizar distintos recursos para decorarlos:

• Puedes colgarles unas guirnaldas de flores, de hojas, de mariposas, de corazones, de flecos o de cualquier otro elemento colgante que le aporte personalidad y movimiento.

• Otra posibilidad interesante es rellenarlos de confetti o purpurina. Este recurso es ideal si el globo es translúcido o transparente.

• Puedes forrarlos con tul o encaje. Pero, ten cuidado si el globo va a flotar en el aire, porque el tejido pesa, así que deberás buscar uno que sea muy ligero y hacer una prueba antes para comprobar si es capaz de sostenerse en el aire.

• Y también puedes utilizar luces LED en su interior para convertirlos en algo realmente mágico en bodas de tarde-noche.

Más ideas


Puedes emplear los globos para que los novios escribáis unas tarjetitas con vuestros deseos para vuestro matrimonio, que luego soltaréis para que lleguen volando hasta el cielo y desde allí os los concedan. Incluso podéis darles globos y tarjetas a todos los invitados para que también participen.


Otra forma de emplear los globos en la boda es darle uno a cada invitado para que lo suelten cuando salgáis por el pasillo nupcial, en lugar del confetti o los pétalos.


También puedes hacer una suelta de globos a la salida de la ceremonia, es algo realmente espectacular.


Incluso es posible colocar una red en la parte superior de la zona de baile para que caigan justo cuando comience el baile nupcial. ¿Te imaginas?





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Árbol de Huellas para Tu Boda: Manual de Uso

El árbol de huellas es una alternativa al tradicional libro de firmas. Es una manera colorida y divertida de que los invitados os dejen un recuerdo el día de la boda.


En este post me gustaría daros todas las claves para incluirlo con acierto en vuestra boda.

Qué es


Consiste en un dibujo en el que una parte del mismo se completa con huellas dactilares de distintos colores.


Este se enmarca como un cuadro tras la boda, convirtiéndose en un recuerdo que no olvidaréis, puesto que estará colgado en una pared de casa y lo veréis a diario.


Ventajas


Es cómodo para los invitados, puesto que a muchos les incomoda tener que escribir una dedicatoria en el libro de firmas. Hay quien no sabe qué escribir o recurre a los tópicos más típicos.


Es algo que tendréis siempre a la vista, algo que no ocurre con el libro de firmas. Hay muchas parejas que no llegan a abrirlo siquiera después de la boda.


Desventajas


No todos los invitados dejarán sus huellas, algunos porque no les apetecerá hacerlo y otros porque no sabrán qué es lo que tienen que hacer.


Una cosa es el resultado final del árbol que vosotros queréis y otro muy distinto, el que los invitados llevarán a la práctica. Cada uno dejará la huella cómo y dónde quiere, no dónde vosotros pensáis que lo harán. 


Es necesario contar con más elementos que un simple bolígrafo o rotulador, puesto que hacen falta tintas, toallistas, soportes, etc.


Cómo acertar


Elegid un diseño bonito y original. Aunque los árboles son preciosos, tenéis otras opciones donde elegir. Imágenes donde las huellas son globos, virutas de chocolate en un cupcake, flores en una corona, gotas de lluvia, chispas en fuegos artificiales, plumas en un pavo real, burbujas en una pecera... La imagen debe representaros a ambos de alguna manera, además de ser estéticamente agradable, así que dejad volar la imaginación.

Este árbol de huellas tan encantador es creación de David González, de Central Creativa

Aunque hay árboles de huellas que podéis imprimir gratis o pagando una pequeña cantidad, os aconsejo que encarguéis a un diseñador profesional que os lo personalice. Al fin y al cabo es un lienzo que con toda seguridad vais a enmarcar y a colgar en una parede de vuestra casa y que os acompañará toda la vida, así que merece la pena invertir en ello.


Si os apetece, podéis incluir vuestros nombres o iniciales, así como la fecha de la boda. 


El soporte del árbol de huellas debería ser resistente. Os aconsejo materiales como la madera, el cartón o cartulina de buen gramaje. Los lienzos que se usan para pintar al óleo también son una excelente opción. En ningún caso os recomiendo el papel o la cartulina muy finos, incluso aunque vaya armada con una trasera de cartón o contrachapado.


Algo que tenéis que tener en cuenta es el soporte en el que presentaréis el árbol de huellas. Puede ser un caballete o un atril, pero cuidando de que el lienzo quede bien asegurado, porque deberá resistir que se vayan estampando su huella a lo largo de la boda. Y, por supuesto, también es importante que sea cómodo para los invitados.


Valorad si será necesario vestir el soporte con una tela o se puede quedar al aire tal cual. Según el estilo de la boda y el estado de caballete o atril, quizás sea conveniente utilizar una tela.


Procurad que el lugar donde se coloque el lienzo tenga una buena iluminación y visibilidad, así los invitados lo verán y podrán estampar las huellas con más acierto. 


Podéis colocar el árbol en el soporte con o sin marco. Mi consejo es que si el material del lienzo es resistente, lo hagáis sin marco. Así evitaréis que se manche o se deteriore. Y, por supuesto, si va a llevar cristal, será necesario retirarlo para que los invitados puedas estampar sus huellas.


Os sugiero que haya dos ubicaciones para el árbol: una durante el cóctel y otra en la zona del baile. Así los invitados que no hayan visto el lienzo al principio, podrán dejar sus huellas después. Eso sí, pedid que lo retiren tras una o dos horas máximo, porque si los invitados han consumido demasiado alcohol, pueden estar tentados de hacer alguna gracia. 


Otro elemento importante son las tintas con las que se estamparán las huellas. Haced una prueba en un papel similar previamente para comprobar la intensidad del color, su adherencia y si se retira con facilidad con una simple toallita húmeda.


Os aconsejo que elijáis más de un color para que el resultado no sea excesivamente plano. Si no queréis que haya muchos colores, podéis escoger varios tonos del mismo color y con eso será suficiente para darle alegría y profundidad a las huellas.

Eligiendo varios tonos de un mismo color, se le aporta profundidad al conjunto de las huellas

Tened previstos tres elementos imprescindibles: un paquete de toallitas húmedas, un paquete de pañuelos de papel y una papelera. Los dos primeros son necesarios para que los invitados se limpien las tintas. La toallita para eliminar la tinta y el pañuelo para secar las manos. La papelera también es inexcusable, porque evitaréis que los invitados acaben tirando los papeles al suelo o dejándolos sobre la mesa o soporte en el que esté el lienzo.


Podéis forrar o decorar las cajas de toallitas y pañuelos, así como la papelera. Rorrarlos con tela, yute o papel adhesivo, pintarlos o colocarles adornos, todo es aceptable para personalizar estos elementos.


Preparad un marco con las instrucciones que deben seguir los invitados. No todo el mundo sabe qué debe hacer y es una forma de aclararlo. También es interesante que familiares o amigos inviten a los asistentes a dejar huella en un día tan especial.

Este es un ejemplo de marco con instrucciones para el árbol de huellas

Hay parejas que, además de las huellas, quieren que los invitados dejen su firma o nombre sobre o junto a la huella. Si es así, es importante reflejarlo en las instrucciones y tener previstos bolígrafos o rotuladores, que pinten bien, que no manchen y que sequen rápidamente.


Tened preparada una bolsa, papel de burbujas o caja para guardarlo cuando termine la boda. Encargadle a alguien de confianza que se encargue de retirarlo, guardarlo y dároslo después de la boda. No os recomiendo dejarlo en manos de los responsables de los espacios, porque si tienen más bodas después, estarán demasiado atareados y pueden perderse o mancharse. Doy fe de que sucede.





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Consejos para Conservar la Calma Durante la Boda

Organizar una boda es algo potencialmente estresante, de eso no hay duda. Infinidad de detalles de los que ocuparse, decisiones complicadas, gastos inesperados, imposiciones de otras personas ajenas a la pareja... todo parece conspirar para robarnos la calma y el sueño. Aunque es eso potencialmente estresante, porque organizar una boda no tiene que ser obligatoriamente sinónimo de tensión; te digan lo que te digan. 

 
Para que puedas conservar la tranquilidad a lo largo del proceso de organización de la boda, incluso durante la celebración, a continuación quiero darte unos consejos que te ayudarán a lograrlo. 

 
Planificación


Lo principal que debes tener en cuenta para mantener la calma durante todo el proceso es bien sencillo: no puedes controlarlo todo. Habrá circunstancias que están fuera de tu control y que, precisamente por eso, no deberían quitarte el sueño. 

 
Y para que haya el menor número de cosas que no puedes manejar en tu boda, nada mejor como contar con un plan B para cualquier imprevisto que pueda suceder. Incluso un plan C... Esto implica que tienes que ponerte en el peor de los casos y buscar una posible solución. 


Planifica tu boda hasta el más mínimo detalle. Aunque no puedas controlar todo lo que ocurrirá durante el proceso y la propia celebración, el mero hecho de tener bien organizado cada paso cada detalle, te aportará una seguridad que agradecerás. 


Cuenta con ayuda


Aprende a delegar, sí o sí. Necesitas elaborar una lista de personas que se encargarán de realizar las tareas que tú no puedes abarcar, tanto a lo largo de la organización como el mismo día de la boda: ayudarte a encargar las flores, recoger las invitaciones o el vestido, envolver los regalos para los invitados, recibir a los invitados el día de la boda y mostrarles las mesas que les han sido asignadas, abrocharte el vestido, colocarte el vestido en la ceremonia, sujetarte el ramo de novia, comprobar que los músicos llegan a tiempo, etc. Mi consejo es que sean personas con las que tengas una buena relación y que te merezcan toda la confianza. Si vas a encargarles tareas, es importante que confíes en que lo harán bien y de buena gana.


Y, por supuesto, algo que te aportará toda la seguridad y la tranquilidad: contratar a una wedding planner y a una coordinadora del día B. Es la mejor manera de que todo salga bien y que no tengas que preocuparte de nada más que de disfrutar. 


Manejar los tiempos


Prepara una checklist que recoja todos los momentos importantes de la boda, de principio a fin.

No satures tu agenda. Es importante que no acumules citas y citas que te costará cumplir. Planifica los compromisos relacionados con la boda con cabeza, procurando que encajen con el resto de tu vida (trabajo, familia, amigos y otros intereses). Es muy común aceptar citas que les vienen bien a los proveedores nupciales, pero que descolocan nuestra agenda... y nuestros nervios. Intenta que esas visitas y pruebas os encajen a ambos. Y, por supuesto, deja espacios libres en tu calendario para poderlos dedicar a tomar un café con una amiga, a pasear toda una tarde disfrutando del atardecer o a ver una película con tus sobrinos. 

 
La actitud

 
Ten presente que no podrás complacer a todo el mundo, así que no emplees todas tus fuerzas y tus nervios para conseguirlo. Lo primero que debes tener en cuenta es lo que quieres tú y lo que quiere tu pareja, que sois quienes os casáis. Después, si es posible, procura contentar a las personas a las que realmente quieres. Y luego ten en cuenta a todos los demás... 


Practica la asertividad en los puntos más delicados de la boda: lista de invitados, niños sí/niños no, boda religiosa/civil, etc. Si tú y tu pareja no ponéis las cosas claras desde el principio, las discusiones y caras largas están garantizadas. Hay un refrán que ilustra perfectamente como exponer los temas complicados: mejor una vez colorada que ciento amarilla. 


Para mantenerte tranquila durante la organización y la celebración de la boda es importante la actitud. Plantéatelo como algo irrepetible y divertido. Si te lo tomas como una obligación que sólo te causa angustia y cansancio, acabarás al borde de un ataque de nervios. 


No te satures con las distintas propuestas e ideas que verás en revistas de bodas, blogs, redes sociales o tiendas. La oferta es tan amplia que tendrás que elegir lo que más encaje con tu estilo y tu presupuesto. Te aconsejo que te hagas una especie de cuaderno o archivo en el que vayas guardando las ideas que realmente te inspiren y que puedas llevar a la práctica en tu boda.  


Los proveedores


Elige con cuidado a los proveedores. Contrasta su calidad con opiniones de otras parejas o que aparezcan en Internet. Procura que las personas con las que vayas a tener contacto directo, tengan un buen trato y sean comprensivas y flexibles. Y, por supuesto, exige que te faciliten un presupuesto detallado y un contrato de prestación de servicios.  


No agobies a tus proveedores, salvo que sea estrictamente necesario. Si los has elegido bien, no tendrás que preocuparte de que cumplan puntualmente con sus compromisos. Si estás revoloteando entre los decoradores y floristas mientras están decorando los espacios, no sólo perderás un tiempo precioso para ti el día de la boda, además se lo harás perder a ellos. Y puede ser que no terminen a tiempo o que no den el 100% precisamente porque tú no les has dejado trabajar... 


Planifica con el fotógrafo la sesión fotográfica de la boda, para que la duración no sea excesiva. Los invitados estarán esperando y que os retraséis vosotros implica que se retrasará todo lo demás: servicio de la comida, animación, baile...


Hablando de fotos, para facilitarle las cosas al fotógrafo, te recomiendo que le encargues a una o varias personas de confianza que localicen a las personas que integrarán las distintas fotos de grupo. Si tienes unas listas con los distintos nombres, será más fácil localizarles y tomar las instantáneas de forma más rápida y fluida.


Contrata un seguro de bodas. No evitará los imprevistos, pero sí que os resarcirá económicamente si ocurren. No son excesivamente caros y os darán mucha tranquilidad. 


Trucos infalibles


Si a ti o a tu pareja os provoca sudores y nauseas eso de pronunciar los votos en público, no os compliquéis la vida. Escribid los votos en una tarjeta y entregáoslos durante la ceremonia, o incluso antes de celebrarla. 


Prepara un kit de emergencia para el día de la boda. Te sacará de más de un apuro. Incluso si no llegas a necesitarlo, el mero hecho de tenerlo a mano te dará mucha tranquilidad. 

 

Si te vas a poner a dieta, hazlo con tiempo suficiente y con objetivos realistas. Si pasas hambre y no ingieres los nutrientes necesarios, estarás todo el tiempo nerviosa y de mal humor, además de no tener fuerzas para encarar lo que conlleva la organización de una boda. Y, por otra parte, si no consigues perder todo lo que te habías propuesto, te sentirás frustrada y nerviosa.


Haz ejercicio de forma regular, te sentirás más fuerte y relajada. Y si lo complementas con yoga o meditación, mucho mejor. También te puedes llevar a clase a tu pareja, así compartiréis algo distinto de la organización de la boda y os cuidaréis.

 
No te compres el vestido de una talla mucho menor que la que tienes actualmente, pensando en que vas a perder varios kilos antes de la boda. Si adelgazas, la modista te podrá ir adaptando el traje según vaya cambiando tu cuerpo. Si no pierdes peso o incluso engordas, el arreglo del vestido será mucho más complicado, lo que te provocará un estrés XXL. 


No renuncies a las pruebas de vestido, peinado y maquillaje. Saber cómo será tu outfit nupcial al completo te aportará mucha seguridad... y evitará desagradables sorpresas de última hora. 

 
Olvídate del móvil el día de la boda. Ese día debes dedicarte a cosas más importantes que atender llamadas, enviar mensajes por WhatsApp o enviar fotos a las compañeras de trabajo. Te quitarán mucho tiempo y contribuirán a ponerte más nerviosa. Si no te quieres perder nada, dale el teléfono a alguien de confianza y que se encargue de responder llamadas o mensajes en tu nombre, y que a ti sólo te mantenga informada de lo más importante. 

 
Y lo más importante: no permitas que nadie te arruine ese día. Si alguien hace un comentario desafortunado, pone una mala cara o tiene ganas de discutir... no le hagas ni caso. Si te tienes que enfadar, déjalo para el día siguiente. 






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Bodas y Redes Sociales: ¿Amigas o Enemigas?

Para la mayoría de nosotros, las redes sociales forman ya parte de nuestra vida, en mayor o menor medida. Quien más, quien menos, tiene un perfil en las redes (o varios), un blog o una cuenta en WhatsApp. Y, claro, como la boda es todo un acontecimiento, tanto para los novios como para los invitados, lo habitual es que se comparta y se difunda. Aunque no todo el mundo está de acuerdo con ello...


A continuación me gustaría darte algunos consejos para integrar las redes sociales en la boda de una forma respetuosa, desde el punto de vista de los novios, de los invitados y de las personas que trabajan en la boda.


Vamos a ello...

¿Eres el novio o la novia?


Antes de nada es importante que tú y tu pareja os planteéis si queréis una boda 3.0 o preferís la versión más analógica y privada. La primera opción abre un abanico amplísimo de posibilidades: blog de la novia y del novio, web, save the date digital, lista de bodas on-line, redes sociales...  Es decir abrir la boda al mundo, a todo el mundo. La segunda, es justo lo contrario, porque implica compartir la boda de una forma más restringida, sólo con las personas que elija la pareja. 


Si no te apetece que tu boda le haga la competencia en popularidad a las de las celebrities, es importante comunicárselo a los invitados. Puedes hacerlo en las propias invitaciones, en persona, a través de amigos y familiares, etc. Pero, en cualquier caso, debes tener en cuenta que evitar que alguien saque una foto de la boda y la cuelgue en Internet es como querer ponerle puertas al campo, imposible.


En caso de que no te importe que las fotos se compartan en redes sociales, pero quieres que se haga con unas ciertas condiciones, puedes transmitírselas a los invitados. Pero, como te he comentado antes, es imposible evitar que haya invitados que hagan caso omiso.


Otra opción es controlar las fotos que pueden ver y compartir los invitados. Puedes subir una serie de fotos que hayas filtrado previamente a las redes sociales y dar acceso sólo a las personas que estén en tu grupo o en tus círculos. También puedes hacerlo de forma personalizada, enviando las fotos que quieras a cada uno de los invitados, a través de correo electrónico, WhatsApp o los diferentes servicios que hay para compartir imágenes y archivos en la nube, gratis y de pago: Google Drive, Dropbox, Amazon Drive, Microsoft OneDrive...


También puedes utilizar las diferentes aplicaciones para bodas que puedes encontrar en la Red, además de otras muchas utilidades, tienen la de compartir fotografías entre novios e invitados, como Wedshoots, Bueding, App ZankYou, Wedpics, etc. Algunas son totalmente free y otras tienen versión premium, pero con período de prueba gratuita.


Pero si lo que te apetece es que tu boda triunfe en las redes, también tendrás que contar con los asistentes. Informa a los invitados de la URL del blog o de la web, indica el hastag que has creado para la boda, comparte las redes sociales que vas a utilizar para la boda...

Hablando de hastag. Si vas a crear uno te doy algunos consejos: que tenga que ver con vosotros dos, que sea comprensible, que sea sencillo de escribir y que no sea demasiado largo. Así facilitaréis su uso a los invitados, que no se olvidarán de él ni lo escribirán mal. Los hastag facilitan localizar el evento en Internet, tanto para ti como para los invitados.


Elige cuidadosamente las redes sociales en las que vas a compartir las fotos de la boda. No es necesario que utilices todas como escaparate, sólo las más populares entre tu círculo.


Si tu boda aparece en las redes sociales, debes prepararte para todo tipo de enfados. Piensa que habrá quien vea las fotos y se enoje, porque no le has invitado. O quien se disguste porque no has contado con él para confeccionarte el vestido, hacerte la tarta nupcial o peinarte.


No renuncies a un fotógrafo y videógrafos profesionales, porque crees que es una buena idea que tus amigos y familiares hagan de reporteros dicharacheros y gratuitos para la boda. Lo ideal es complementar ambos conceptos. Los profesionales se encargarán de las fotos más bonitas y trabajadas, mientras que los invitados inmortalizarán momentos más divertidos, y permitirán que veáis momentos de la boda que probablemente en otro caso os habríais perdido.


¿Estás invitada/o a la boda?


Respeta que los novios no quieran fotógrafos amateurs el día de la boda. Aunque es difícil resistirse, al fin  al cabo es su celebración.


No antepongas fotografíar y grabar todo lo que puedas, antes que disfrutar de la boda. Lo que se ve a través del objetivo del móvil o la cámara es mucho menos que lo que se ve a simple vista, así que te perderás muchas cosas si sólo estás pendiente de hacer fotos, selfies o vídeos.


Nunca estorbes a las personas que están trabajando en la boda para sacar una foto. Y no sólo hablo del fotógrafo o el operador de vídeo, también es importante respetar el trabajo todos los que hacen posible la boda: decoradores, maestro de ceremonias, camareros, maitre, personal de organización y coordinación de la boda...

No publiques fotos "comprometidas" sin autorización

No publiques fotos comprometidas o poco favorecedoras de los novios o de otros invitados, por muy graciosas o potencialmente virales que puedan ser. Y mucho menos etiquetes a los protagonistas de esas fotos delicadas. Es importante respetar la privacidad y la imagen de los demás, tanto como nos gustaría que lo hiciesen con nosotros.


De hecho, las fotos en Internet están sujetas la legislación que protege la intimidad y la privacidad de las personas; por lo que captar y publicar fotos sin consentimiento, puede constituir un delito recogido en el Código Penal. Aunque no suele haber ningún problema a la hora de compartir fotos de amigos y familiares en las redes sociales, te aconsejo que pidas permiso antes de subirlas. Y si aparecen personas con las que no tienes confianza o en situaciones comprometidas, te recomiendo que te lo pienses dos veces antes de compartir la foto.


Aunque la persona que hace la foto, es el que tiene derechos de autor la foto, éste no podrá tomar la foto, explotarla, cederla o compartirla sin el consentimiento de la persona fotografiada. Esto no suele respetarse en la práctica, cuando se trata de particulares, pero no está de más tenerlo presente.


No publiques fotos de los novios antes de que haya finalizado la ceremonia. Ninguna novia te perdonaría que revelases cómo es su vestido antes de tiempo...

Si no tienes claro si publicar o no, consulta

Haz una selección previa de las fotos antes de publicarlas y, si es posible, súbelas a las redes sociales al día siguiente y tras haberlas visto con tranquilidad. Eso te dará tiempo para valorar qué fotos subir y qué fotos borrar. 


Si tienes dudas acerca de si publicar o no una foto, consulta a los implicados antes de hacerlo.


Si los novios han creado un hastag para la boda, utilízalo cuando subas las fotos a las redes sociales. 


Tampoco publiques comentarios desagradables acerca de la boda en general, de los novios o de los invitados. Todos podemos dar nuestra opinión acerca de algo, por supuesto, pero es importante también tener en cuenta los sentimientos ajenos, especialmente cuando se trata de una boda y de las personas implicadas en ella. Además, ten en cuenta que hacer un comentario en las redes sociales no tiene la misma repercusión que si se hace tomando un café con las amigas.


¿Trabajas en la boda?


Wedding planners, coordinadores, maestros de ceremonias, decoradores, personal del espacio o del catering... todos tomamos fotos y vídeos el día de la boda. Pero eso no significa que podamos compartirlos en nuestras webs o redes sociales sin pedir permiso cuando aparecen personas.


Una cosa es fotografiar nuestro trabajo, puesto que es nuestra creación, y otra muy diferente difundir indiscriminadamente la imagen de novios e invitados.


Un caso aparte es el del fotógrafo (y el videógrafo) profesional, puesto que este suele pedir autorización expresa a los novios para tomar, difundir e incluso ceder las imágenes o el vídeo.




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