Así como quien no quiere la cosa ya casi ha terminado 2016. Y ha sido un año lleno de bodas, de proyectos, de ilusión... y de artículos que he compartido aquí, contigo. Y mirando hacia atrás han sido unos cuantos, todos ellos escritos con una sola finalidad: ayudarte a organizar la boda de tus sueños.
Siendo wedding planner desde hace ya tantos años, no puedo dejar de compartir mi experiencia y mis conocimientos. De algún modo es mi manera de trabajar para ti, aunque sea en pequeñas dosis y a distancia.
He organizado todos los post por temas, para que te resulte más sencillo encontrar lo que buscas.
Si hay algún tema que te interesa de forma particular, me encantaría que me lo comentases para poder escribir sobre él. Al fin y al cabo, este blog es tan tuyo como mío, porque si no estuvieses ahí, esto no tendría sentido.
Recibir varias invitaciones de boda en la misma temporada puede resultar de lo más agradable, porque a la mayoría nos encantan las fiestas y saraos varios, especialmente cuando apreciamos a los protagonistas, los novios, y los invitados. Pero, y siempre hay un pero, tener varias bodas en un pequeño espacio de tiempo puede resultar caro, carísimo. Vestido, complementos, peinado, maquillaje, manicura, transporte, regalos... la lista de gastos es interminable. Para que puedas disfrutar de todas las bodas a las que te inviten (o casi todas) sin arruinarte, a continuación te doy algunos consejos que te pueden resultar útiles.
Ir o no ir
Si tu presupuesto es ajustado, haz números para valorar qué invitaciones aceptar y cuáles rechazar. No tienes obligación de asistir a todas las bodas a las que te inviten, así que es mejor que digas sí a las que más te apetece o te conviene ir. También debes decidir si tienes presupuesto para ir a la despedida de soltera o no. Si la combinación despedida + boda pone en riesgo tu economía, excúsate y no vayas a la primera. El vestuario
Recupera vestidos que ya tengashaciéndoles algún arreglo. Tanto si eres hábil con la costura como si tienes a mano a una buena modista, puedes recurrir a hacer cambios, pequeños o radicales, para darles una nueva vida a tus vestidos de fiesta. Acortar o alargar el bajo o las mangas, modificar el escote, cambiar los botones, añadir detalles o teñir; cualquier modificación puede convertir en nuevo un modelo antiguo. Alquila, tanto el vestido como los complementos. Ahora mismo tienes muchos establecimientos que te permiten disfrutar de ropa preciosa y a la última, así como de zapatos, bolsos, tocados y otros complementos para ser la invitada perfecta. Y por poco dinero. Este formato te permitirá cambiar de outfit en cada boda, y sin arruinarte. Algunas ideas para alquilar: La más mona, 24Fab, Dresseos o Strending. Compra vestidos de segunda mano para vestirte con estilo y por poco dinero. Comprar y vender ropa usada y de calidad es una tendencia al alza y que te puedes aprovechar para ser la invitada perfecta. Algunos sitios para visitar: Chicfy, Closket o Segundalia. También puedes recurrir a los outlets o a las rebajas para comprar modelos bonitos y por poco dinero. Otra opción para conseguir un vestido bonito y sin gastar demasiado es pedir prestado alguna a una amiga. Para esto hay que tener en cuenta algunas consideraciones: que tu amiga no lo necesite, que no lo haya llevado a una boda con los mismos invitados que irán a la que te han invitado ahora, que tengas confianza con ella y que estés dispuesta a devolverle el vestido impoluto, tanto si sólo necesita lavado y planchado, como si debes llevarlo a la tintorería.
Ten siempre en tu armario básicos que puedan servirte para asistir a cualquier evento. De esa forma no tendrás que salir corriendo a comprar un modelito si te invitan por sorpresa a una boda y no tienes nada que ponerte. Si no planificas la compra, lo más probable es que acabes con un vestido imposible en tu armario, más caro de lo que te conviene y que seguramente no te sienta del todo bien.
Los complementos
Juega con los complementos para darle un aire nuevo a tus vestidos de fiesta. Un cinturón, unas hombreras decoradas, unas sandalias, un broche, un collar, una chaqueta... cualquier complemento con personalidad puede cambiar totalmente un modelo que ya tengas en tu armario. Es una solución práctica y más económica que adquirir un nuevo vestido.
Hazte con unos zapatos que puedas combinar con diferentes estilos y vestidos. Por ejemplo, unos salones negros y nude o unas sandalias metalizadas pueden sacarte de más de un apuro. En tu fondo de armario tampoco pueden faltar bolsos o clutches básicos que puedas intercambiar con distintos modelos, bonitos y de buena calidad. Te recomiendo que no gastes mucho dinero en bolsos con diseños de temporada, porque se pasarán de moda rápidamente. Lo ideal es que este tipo de complementos los compres en tiendas low cost, los compres de segunda mano o los pidas prestados.
Compra complementos que combinen entre sí, así tendrás diferentes opciones disponibles, lo que te facilitará crear distintos outfits de invitada. Sé imaginativa. Los broches pueden ser aliados perfectos para cambiar el aspecto de tus bolsos. Incluso un par de pendientes de broche puedes cambiar el aspecto de unos zapatos lisos, dándoles un aire de fiesta. Peluquería y maquillaje
A la hora de peinarte, te recomiendo que aprendas a hacerlo tú misma, así ahorrarás dinero y no tendrás que estar pendiente de pedir hora en la peluquería. Si no se te da bien, por mucho que lo intentes, siempre puedes optar por un peinado sencillo como una coleta pulida, una trenza o un moño fácil de hacer para las bodas con un ambiente más relajado y dejar la peluquería para ocasiones en las que se requiera una imagen más elaborada. Lo mismo sucede con el maquillaje. Si eres capaz de maquillarte tú misma con cierta maestría, reducirás gastos. Hay veces en las que sale más rentable invertir en un curso de maquillaje y ahorrar a largo plazo. No sólo podrás prescindir de la maquilladora, además aprenderás a comprar únicamente los productos que realmente necesitas.
Manicura
Aunque ahora puedes hacerte la manicura y pedicura por unos precios bastante razonables en multitud de salones, si debes pagarlos varias veces, quizás sea excesivo para tu economía. Como alternativa, puedes hacerte tú misma la manicura y la pedicura. Si esmaltarte las uñas no se te da muy bien, córtalas, límalas y púlelas cuidadosamente con una lima o taco pulidor, así les darás un aspecto limpio y bonito, sin necesidad de pintártelas.
El transporte
A la hora de desplazarte hasta el lugar de la ceremonia y la recepción necesitarás un transporte. Incluso si los novios ponen a disposición de los invitados un autocar, probablemente necesites un coche o un taxi para llegar al punto de encuentro. Una forma de ahorrar es juntaros varios invitados y compartir coche o taxi.
Si la boda se celebra en una ciudad diferente, te recomiendo que compartas coche con otros invitados o que busques vuelos o billetes de tren o autocar low cost. Si os juntáis varios invitados, podéis ir a alguna agencia de viajes para intentar conseguir algún descuento por grupo. El alojamiento Al igual que con el transporte, para gastar menos puedes hacerlo a través de sitios web que ofrezcan ofertas, tanto si reservas de forma individual como en grupo. Otra opción es reservar en un apartamento o una casa rural para varios invitados. No sólo será más económico, además será mucho más divertido, porque se suele crear buen ambiente tanto antes como después de la boda.
Y, por supuesto, también están los amigos a los que pedirles que faciliten alojamiento si tienen casa en la ciudad en la que tenga lugar la boda.
El regalo
Si tu economía no está muy boyante, puedes regalar algo que hayas hecho tú misma. Eso sí, únicamente si se te dan bien las manualidades o el bricolaje. La idea es que sea algo bonito, elegante y útil, no un regalito similar al que hacíamos en el colegio para el Día de la Madre.
También podéis hacer un pequeño grupo entre varios invitados y comprar un buen regalo entre todos. Suele ser más barato que comprarlo de forma individual y con un resultado mucho más lucido. En lugar de dinero, regala a los novios algo que necesiten para la organización de la boda: música, fotografía, vídeo, animadores, decoración... Esto es especialmente rentable si conoces a algún proveedor de confianza y que te pueda hacer un buen precio. Y siempre consultando antes a la pareja, por supuesto.
El coste medio de una boda para 100 personas en España es de entre 16.500 y 20.000 €. Aunque esta cifra es meramente orientativa, porque hay bodas con presupuestos muy superiores y también muy inferiores. Por ejemplo en mi caso he llegado a organizar una boda que les supuso a los novios más de 100.000 €, y eso que el número de invitados no llegaba a los 200.
Para que tengas datos más concretos acerca de lo que cuesta casarse, a continuación quiero facilitarte el gasto desglosado en distintas partidas; así podrás irte haciendo una idea de cuánto se resentirá tu bolsillo a la hora de organizar tu boda.
En cualquier caso, ten en cuenta que los importes que verás son una media, puesto que dependiendo de la comunidad autónoma, la ciudad, la época del año, el proveedor o tu capacidad económica el coste puede variar bastante.
Vamos, a por la calculadora...
La ceremonia
Si tu boda es civil y te casas en el juzgado, no tendrás que abonar cantidad alguna. Pero si te casas en un ayuntamiento, dependiendo de cuál sea y de si alguno de los dos estáis empadronados en él o no, las tasas pueden ser bastante altas.
En el caso de las bodas por la iglesia, te encontrarás que dependiendo de la parroquia, en algunas sólo te pedirán la voluntad y otras te cobrarán un estipendio considerable. Dentro de esa cantidad se incluye el trámite del expediente, la limpieza, iluminación de la iglesia, etc.
Si necesitas un maestro de ceremonias, tendrás que añadir el coste de sus servicios. Este precio puede variar dependiendo del profesional y de si tiene que desplazarse a otra localidad.
También deberías tener en cuenta que hay proveedores de restauración que cobran un plus si deseas celebrar la ceremonia en el mismo lugar que la recepción. No te olvides de consultarlo cuando pidas presupuesto para tenerlo en cuenta.
La recepción
A la hora de calcular el cubierto es importante tener presente el tipo de servicio: comida o cena sentados, cóctel, buffet...
El gasto por el concepto de barra libre varía dependiendo del lugar, de las horas contratadas y del tipo de bebidas que se servirán. Si quieres cócteles o bebidas especiales, tendrás que añadirle varios euros más por persona.
Si quieres una tarta sencilla, el importe será más contenido; pero si la quieres decorada y personalizada, el coste se disparará bastante.
En el caso de la candy bar, si la preparas tú misma, el gasto será mínimo, aunque sólo te lo recomiendo si se te da bien la decoración y la organización... y si tienes tiempo para comprar y colocar todos los dulces. Si recurres a un profesional, el resultado será de "10", pero tendrás que airear la cartera.
Si se trata de la música, no es lo mismo contratar un DJ, que una orquesta; porque estas últimas son bastante más caras, sobre todo si las formaciones son muy numerosas. Si has contratado a un grupo musical para la ceremonia y también lo quieres en el cóctel o la recepción, podrás pedir que te hagan un descuento.
En cuanto a la decoración, el gasto dependerá de la cantidad de espacios que se deben decorar, las expectativas y de si se recurre a un profesional o se hace DiY.
La novia
Si hablamos de vestidos de novia, los precios son muy variados, puesto que no es lo mismo comprar en un outlet, que hacerlo en una cadena de prestigio y con modelos de la última colección.
Lo mismo ocurre con los zapatos y la lencería, puedes encontrar modelos cómodos y preciosos en tiendas on-line y outlets, aunque siempre puedes darte el capricho de unos zapatos de diseñadores icónicos para entrar con buen pie en tu matrimonio ;)
En cuanto a los complementos, el coste puede ser mayor o menor dependiendo de los que escojas. Un ejemplo: tienes mantillas por 80 € y otras por más de 1.000 €. Ambas son mantillas españolas y son perfectas para cualquier novia, pero no para todos los bolsillos.
El maquillaje y el peinado dependerán de la localidad en la que te cases, del tipo de peluquería o centro de estética, de si se desplazan o no al lugar de la boda, etc. Eso sí, cuando pidas presupuesto, infórmate acerca de si el precio incluye la prueba o pruebas correspondientes.
El novio
Como verás, el gasto medio para el novio es menor que para la novia, puesto que incluye bastante menos elementos.
El precio del traje variará según la calidad y si es compra o alquiler. Debes tener presente también la peluquería del novio, si lo necesita. Y, por otra parte, hay muchos novios que se maquillan ligeramente, para tener mejor aspecto y salir más favorecidos en las fotos. Si es tu caso, debes añadirlo a tu presupuesto.
En general
Hablando de invitaciones, su precio dependerá del modelo y de si vas a encargar otros artículos, como las minutas, el seating, las tarjetas de agradecimiento, etc. Si se encargan varios artículos, se suele hacer un descuento.
En el caso de que quieras un diseño personalizado, también deberás tener en cuenta el precio del mismo (además del coste de la imprenta), que puede oscilar entre los 150 y los 300 €, dependiendo de la complejidad y el creativo al que se lo encargues.
Las alianzas y arras tienen precios muy diferentes según el material, el diseño, la calidad, etc.
Si encargas el trabajo de fotografía y vídeo al mismo estudio, te saldrá más económico que si lso contratas por separado, puesto que suelen tener packspara bodas.
Los detalles para los invitados dependerán de tu bolsillo, puesto que tienes algunos regalos desde 0,50 € hasta mucho más de 10 €. En cualquier caso, te recomiendo que si tienes un presupuesto ajustado, regales unos simples caramelos o bombones, antes que entregar uno de esos detalles horripilantes (y baratísimos) que están destinados desde que los compras a terminar en la basura. Incluso es mejor no regalar nada, antes que hacerlo mal.
En cuanto al transporte, puedes ahorrar pidiendo que algún familiar o amigo te lleve en su vehículo, si este encaja como coche nupcial. Y si se trata de un autocar para los invitados, su coste variará bastante dependiendo del número de plazas y de viajes y tiempo que lo requieras.
Mis consejos
Para adaptar estos gastos a tu presupuesto, me gustaría darte unos consejos que te pueden ayudar:
Establece prioridades. Si no dispones de una cuenta corriente bien nutrida, necesitarás centrar tus esfuerzos económicos en algunas partidas, dejando otras con menos recursos o incluso renunciando a ellas. Por eso es importante que te sientes con tu pareja y decidáis qué es lo más importante para vosotros dos.
Ten presente que los invitados valoran más la comida, la bebida y la diversión que otros conceptos. Aunque te creas que tu vestido, la decoración o los regalos son lo que más quedarán en la retina de tus invitados, lo cierto es que lo que más aprecian es lo más básico: el canapé y el baile.
Plantéate si puedes reducir costes recortando la lista de invitados. Si quieres mantener la calidad, pero tu bolsillo no te acompaña, tendrás que reducir la cantidad. Y lo mejor en este caso es reducir el número de asistentes, así podrás dedicarle más recursos a tus invitados.
Opta por casarte en temporada baja para obtener precios más bajos. La mayoría de los proveedores ofrecen mejores precios si te casas fuera de la época BBC (bodas, bautizos y comuniones).
Aprovecha ferias, ofertas y outlets. En ellos puedes encontrar precios interesantes o extras que pueden merecerte la pena a la hora de organizar tu boda.
El maquillaje de novia es tan importante como el vestido o el peinado, quizás incluso más, porque será el centro de todas las miradas... y todas las fotos.
Además de sacarte todo el partido posible, el maquillaje que luzcas el día de tu boda debe ser resistente, puesto que necesitas que esté perfecto durante horas y horas, y que no le afecten los cientos de besos y abrazos que darás y te darán ese día.
Y, por otra parte, es fácil equivocarse con él. Por un parte es un maquillaje que está lleno de mitos: debe ser natural, debe parecer dulce... Y quizás a ti no te encaje ese estilo tan de novia y que todo el mundo te dice que debes llevar ese día. Y, por otra, es un maquillaje de fiesta, por lo que se corre el riesgo de cargar en exceso las tintas.
Para ayudarte a conseguir un maquillaje de novia perfecto, a continuación quiero compartir contigo algunos de los errores más comunes que no debes cometer.
La preparación
No tener la piel bien cuidada. La piel es como un lienzo ydebe estar en perfectas condicionespara que la pintura, el maquillaje, resalte tu belleza. Si no es así, cuando te maquilles, lo único que saldrá a la luz serán tus defectos. No hacerte una higiene facial o hacértela a destiempo. La limpieza de cutis es un paso imprescindible en el cuidado facial que te comentaba en el punto anterior. Eliminará células muertas, puntos negros y otros defectos que afean tu piel. Todo eso se traduce en una piel más luminosa, suave y receptiva a cualquier otro tratamiento que apliques después. Pero, ojo, tan malo es no hacerte la higiene como hacértela con poca antelación; puesto que la piel se puede irritar e inflamar durante el proceso. No invertir en tratamientos previos en caso de que te hacen falta. Si tu piel tiene acné, manchas, necesita un plus de luminosidad o tonificación, tendrás que pasar por cabina antes de la boda. Sólo así tendrás la piel bonita que deseas para tu gran día.
No cuidar tus cejas. Por muy elaborado que sea tu maquillaje, si llevas las cejas descuidadas o mal diseñadas, el resultado será nefasto. Estas enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro, así que es imprescindible que tengan un trazado apropiado y que estén bien depiladas. Una sugerencia: si necesitas cambiar el diseño de tus cejas o necesitas micropigmentación, comienza a hacerlo unos meses antes de la boda. Excederte con el bronceado. Una exposición al sol sin la protección o el paso por cabinas de rayos UVA puede arruinar tu piel... y no sólo para el día de tu boda. Arrugas, manchas o sequedad son sólo algunas de las consecuencias de un bronceado irresponsable. Además, cuanto más bronceada estés (sin que sea tu tono natural, por supuesto), más le dificultarás el trabajo a la maquilladora. Quién te maquillará
Dejar el maquillaje de novia en manos de alguien no profesional. Es frecuente que amigas y conocidas se brinden a maquillarte, aunque tengan mejor voluntad que oficio. Haber hecho un curso a distancia o tener maña para maquillarse una misma, no significa ser experta en maquillaje nupcial. Una buena profesional sabe quees un tipo de make upmuy específico que debe sacarle el máximo partido a la novia, tiene que ser adecuado para las fotos, proporcionar una duración excepcional...
Maquillarte tú misma. Por el mismo motivo, maquillarse una misma también puede ser un error, salvo que se tengan los conocimientos necesarios para ello. Incluso teniéndolos, ese día con los nervios y las prisas, es mejor dejar el maquillaje en manos expertas.
No hacerte una prueba de maquillaje previa. Si no te haces una prueba antes de la boda no tendrás una idea acerca de lo que esperar el "día B". No sólo por cómo te verás con el make up, también por cómo trabaja en realidad la maquilladora elegida.
No elegir a alguienque realmente te convenza. El quedarte con la maquilladora de tu peluquería, porque es lo más cómodo, quizás no sea la mejor elección. Busca a alguien que tenga formación y experiencia en maquillaje nupcial, que te escuche y que sepa adaptarse a ti, no al contrario. Cuestión de tiempo
No controlar bien los tiempos a la hora de programar el maquillaje.Es importante que el tiempo que reserves para ello sea adecuado en cuanto al momento y a la duración. No deberías hacerlo muy pronto, porque estarás restándole horas al buen estado de tu maquillaje. Y tampoco deberías ser optimista en cuanto al tiempo que le llevará el trabajo a la maquilladora. Al tiempo que le estime ella, incluso siendo muy profesional, deberías añadirle al menos 20 minutos más (palabra de wedding planner).
Tener una sola maquilladora para varias personas. Si la maquilladora te va a maquillar a ti, a la madrina, a tu madre y a tus primas, debes tener presente que no hará un buen trabajo; incluso aunque tenga muy buena voluntad. Lo ideal que es la persona que te vaya a maquillar a ti, no se dedique a muchas más personas. Si hay muchas mujeres para maquillar en tu círculo más íntimo, pide que haya más de una persona para esa labor. El estilo
Hacer experimentos el día de la boda. No te arriesgues con estilos muy diferentesdel habitual para ese día. Si quieres buscar un aire diferente, veteprobándolo de forma progresiva unos meses antes de la boda. No ser fiel a tu estilo. Uno de los mayores errores es adoptar un estilo distinto para boda: porque te lo recomiendan, porque es lo que se espera de una novia, porque no se quiere dar una imagen muy convencional o todo lo contrario... Si a diario llevas los labios rojos o los ojos ahumados, por ejemplo, maquillarte el día de la boda de forma muy natural, puede hacerte parecer disfrazada. O al contrario. No adecuar el maquillaje al outfit nupcial y al estilo de la boda. Como ya te he comentado, es importante que respetes tu personalidad a la hora de maquillarte, pero también debes adecuarte al estilo del vestido, del peinado y de la boda en sí. Lo ideal es que cada pieza de la boda no sea algo aislado, sino parte de un todo. No tener en cuenta la hora a la que se celebrará el enlace. Un maquillaje de mañana no debería ser el mismo que uno de tarde-noche. El primero requiere más sencillez y adecuarse a la luz del sol. El segundo necesita más intensidad y adaptarse a la luz propia de la caída de la tarde y de la iluminación artificial. Puede parecer algo banal, pero tener en cuenta la hora del día y la luz a la que se va a estar expuesta marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de tu imagen. El maquillaje
No elegir una base apropiada para las fotos. Una base con SPF puede hacerte parecer demasiado pálida en las fotos con flash, porque algunos de sus componentes reflejan la luz y dejan un tono blanquecino, por ejemplo. Tampoco quedan bien las sombras y blush nacarados, el exceso de producto o un corrector inapropiado. No tener cuidado con los brillos. Tu piel debe tener un aspecto jugoso y satinado, no brillanteo grasiento. Y eso sólo se consigue con un maquillaje bien trabajado y teniendo cuidado de ir eliminando los posibles brillos a lo largo de la boda. Dejar de lado la luminosidad. Las novias deben estar radiantes, y no sólo de felicidad. La luminosidad en el rostro es imprescindible para tu gran día. Te hará brillar con luz propia. Pero, ojo, los productos para iluminar la piel deben ser apropiados para las fotos con flash, tal y como te he comentado antes. No optar por porductos waterproof, sobre todo en los ojos. No sólo por las posibles lágrimas de felicidad, también porque alargará la duración de tu maquillaje de ojos, evitando que el calor o la humedad lo degraden.
Utilizar pestañas postizas completas si no estás acostumbrada. Si no llevas este tipo de pestañas habitualmente tus ojos pueden jugarte una mala pasada y enrojecerse o lagrimear constantemente. Lo ideal son los grupitos de pestañas que se integran entre tus propias pestañas y se maquillan con máscara. Te resultarán más cómodas y te durarán más tiempo en perfecto estado. Llevar gloss si vas a lucir velo. El brillo labios es tu peor enemigos si llevas velo, porque con cualquier movimiento o golpe de viento conseguirá que el tejido se pegue en el gloss y te lo manche, o que acabe extendido por todo tu rostro. Los retoques
No tener previsto un kit de retoque y no saber cómo utilizarlo. Otro gran fallo es no preparar un neceser con todo lo necesario para irte retocando a lo largo de las horas. Lo ideal es que pidas consejo a tu maquilladora para que te indique qué productos llevar y cómo usarlos tú el día de la boda.
