Las bodas en áticos y terrazas en plena ciudad cada vez son más
solicitadas por las parejas que quieren algo diferente. De hecho, los
hoteles y otros espacios urbanos orientados a los eventos han visto en
esta tendencia una gran oportunidad, así que muchos de ellos han
acondicionado esos espacios para ofrecerlos a sus clientes.
Si la idea de una boda urbana y chic os gusta, seguid leyendo, porque en este post vais a encontrar todas las claves para organizar una boda en un ático o una terraza urbana.
1.-Aseguraos de que el espacio es el adecuado. Tened en cuenta si las condiciones del ático o terraza son apropiadas para el número total de invitados, para la época del año en que se celebrará la boda, para el tipo de recepción que deseáis, si es posible celebrar la ceremonia y el baile en el mismo lugar, si tienen restricciones horarias, si es factible personalizar el espacio, si los niños estarán cómodos y seguros, si los accesos serán cómodos para los invitados y los proveedores...
2.- Informaos acerca de las condiciones de contratación. En muchos casos, la reserva de un ático o una terraza al completo, implica el alquiler en exclusiva del espacio, lo que puede llegar a suponer varios miles de euros según el lugar y el tiempo de ocupación. Por otra parte, en algunos casos os pueden imponer restricciones horarias, en caso de que el recinto sea abierto y esté en una zona poblada. Así que os podéis encontrar con que tenéis que terminar la barra libre antes de que la carroza de Cenicienta se convierta en calabaza... o llevarla a cabo en otro lugar diferente y cerrado, en caso de que el recinto disponga de él. También os pueden poner condiciones a la hora de decorar, del tipo de servicio (cóctel o buffet en lugar de comida o cena sentados), etc.
3.-Tened en cuenta los accesos. La mayor parte de recintos con áticos y terrazas en los que celebrar eventos suelen estar en el centro de las ciudades, lo que dificulta el acceso y el aparcamiento de los invitados y de los proveedores (floristas, decoradores, peluqueros, maquilladores...). Por eso es importante cerciorarse de que hay aparcamientos disponibles para que puedan dejar sus coches y de que el acceso al transporte público es fácil y de que no hay restricciones municipales al tráfico rodado en la zona. Y, hablando de accesos, también es conveniente comprobar los ascensores que habrá habilitados para que los invitados puedan acceder al ático o terraza. Si hay muchos invitados y pocos ascensores, el traslado de invitados puede convertirse en un verdadero problema.
4.-Ojo con las piscinas. El que haya piscina en el ático puede resultar una idea muy atractiva, aunque no siempre es una buena idea. El olor a cloro, puede arruinar cualquier cóctel, por ejemplo. Por no hablar de que puede resultar un riesgo para los invitados, especialmente para los niños. Si hay mucho espacio y la piscina está acotada, mucho mejor.
Foto: Luz Norte Studio
5.- Tened presente la meteorología. Si el ático o terraza no tiene una zona techada, la lluvia o el sol excesivo pueden resultar un verdadero problema. Debéis tener en cuenta la época del año para valorar si os interesa un espacio así o no. Otro asunto a tener en cuenta es el viento, porque en edificios altos es algo muy frecuente, con lo que tendrás que lidiar. Debéis contemplarlo a la hora de decorar, por ejemplo.
6.-Tened previsto un plan B. Si normalmente debes tener previstas alternativas en caso de que las cosas no salgan según lo previsto, si la boda es en un ático descubierto, más aún. Pedid que te ofrezcan espacios cerrados que puedas utilizar en caso de frío, lluvia o viento excesivo. Si no los tienen, mi consejo es que busquéis otro lugar, porque el riesgo es enorme.
7.- Elegid la hora perfecta. La hora ideal para celebrar una boda en un ático es la que incluya el atardecer en los meses más cálidos, porque las vistas y la luz que proporciona la caída del sol son épicas. Sobre todo es la hora ideal para la ceremonia. Eso sí, si el evento tiene lugar en meses más fríos, será recomendable fijar la hora al mediodía. Lo que debéis evitar por todos los medios es que cualquier parte de la boda se celebre a pleno sol en las horas de más calor.
8.-No os excedáis con la decoración. En un ático o terraza el paisaje ya es de por sí un elemento decorativo de lo más potente, así que no conviene recargar demasiado el espacio. Objetos bonitos, únicos, bien elegidos y acordes al estilo general del ático son la mejor opción en este caso.
9.- Centraos en la iluminación. Mobiliario y objetos decorativos retroiluminados, guirnaldas y cortinas de luces, velas, antorchas... todo lo que aporte luz es una gran elección para una boda de tarde-noche en un ático o una terraza. Y, como no, la propia luz del atardecer también es un buen recurso para crear un ambiente... y de lo más barato.
10.-Sí a los elementos vegetales. Los áticos y terrazas suelen estar en zonas urbanas, lo que hace necesaria la presencia de plantas y flores, para aportar un toque natural y refrescante que haga de contrapunto al ladrillo y el hormigón. 11.- Mimad a vuestros invitados. Proporcionadles cualquier elemento que pueda hacerles más agradable la estancia en el exterior. Según la época del año podéis ofrecerles abanicos o paypays, protector solar, parasoles, antimosquitos, mantas, pashminas, etc. La hidratación también es algo a tener en cuenta en una boda de exterior, así que no sólo debe haber alcohol. Aguas naturales y aromatizadas, zumos de frutas, refrescos, todo es bienvenido cuando hace calor y se está en el exterior. Esto es importante incluso antes de la ceremonia.
12.- Hablad con vuestros proveedores para sacarle todo el partido al espacio. Es importante que el coordinador del espacio donde celebréis la boda os informe de todas las posibilidades que os pueden ofrecer el lugar en sí y los servicios de los que disponen. Y de lo que no os permitirán hacer, claro. Y también debéis pedir al resto de los proveedores que expriman al máximo las ventajas que ofrece un ático o una terraza, que son muchas.
Según mi experiencia profesional, las bodas áticos y terrazas urbanas son todo un acierto. Las vistas suelen ser espectaculares y la decoración de la mayoría de estos espacios es urbana y chic, todo ello las convierte en bodas de altura.
Aunque la media de antelación a la hora de organizar una boda suele ser de un año, lo cierto es que cada vez hay más parejas que, por unos u otros motivos, terminan celebrando una boda rápida.
Unas veces por necesidad y otras por deseo propio, los matrimonios exprés están a la orden del día. Y si la organización de una boda puede resultar estresante en condiciones normales, si se tienen pocas semanas para hacerlo, la cosa se complica hasta extremos insospechados.
Si estáis pensando en una boda rápida, a continuación encontraréis consejos que os facilitarán la tarea al máximo. Venga, rápido, no os los perdáis...
Lo más importante
Antes de fijar la fecha para la boda es necesario que tengáis claro si necesitáis casaros legalmente o podéis posponer la ceremonia civil. Esto es importante, puesto que si os hace falta haber firmado las actas para una fecha concreta, las cosas pueden complicar. Debéis tener en cuenta que para casaros con validez legal, es necesario iniciar el trámite del expediente matrimonial en el Registro Civil y hasta su resolución favorable puede llevar varios meses. Según el Registro que os corresponda este plazo puede aumentar o disminuir, pero no suele ser menor de 2-3 meses. Y, ojo, el expediente matrimonial es necesario tenerlo tramitado si os queréis casar civilmente, ya sea en un Registro, en un Juzgado de Paz, en un ayuntamiento o ante notario.
Si si la boda será religiosa, también debéis contar con un plazo de un mínimo de 2 meses y un máximo de 6. Nunca excederá de los 6 meses, porque muchos de los documentos que os exigirán no pueden tener una antigüedad mayor desde su expedición.
Esto implica que si necesitáis una boda válida para una fecha concreta, necesitaréis contar con tiempo suficiente u organizar una boda simbólica para el día elegido, con la intervención de un maestro de ceremonias, y casaros legalmente después. No hay otras opciones.
La fecha
Si queréis una boda exprés, debéis ser flexibles con la fecha, puesto que no tendréis muchas opciones entre las que elegir y tendréis que adaptaros a los días que estén disponibles.
De hecho, si necesitáis casaros civilmente, es probable que tengáis que conformar con quien os pueda casar lo antes posible tras finalizar el expediente. Y esta premura impondrá que la boda se celebre en un ayuntamiento, una junta municipal o un notario, en los días y horas habilitados para bodas... que suelen ser laborables. Es decir, que os tendréis que olvidar (casi seguro) de una boda en sábado por la tarde.
En
caso de que queráis una ceremonia más emotiva y compartida con familia y
amigos, tendréis que optar por una ceremonia simbólica, antes o después
de la boda real.
Si vuestra idea es una boda rápida, lo ideal sería que no se celebrase en temporada alta, puesto que os complicará la tarea de encontrar proveedores que no estén comprometidos previamente.
Las prioridades
A la hora de organizar una boda siempre es importante fijar las prioridades, pero si se trata de una boda exprés, es imprescindible.
No podréis tener todo lo que sería de esperar en una boda con una organización de 12-18 meses, así que tendréis que elegir en qué centrar vuestro tiempo y esfuerzo.
Hay parejas que prefieren centrarse en ellos: vestuario, calzado, maquillaje, viaje de novios... Otros eligen poner el foco en los invitados e invertir tiempo y dinero en el catering, la música, la barra libre, etc. Hay quienes quieren tener muy pocos invitados, pero tener una boda lujosa y cuidada. Sentaos y decidid qué os compensará más a vosotros.
El presupuesto
Una boda rápida también necesita un presupuesto claro y definido. De hecho, la rapidez a la hora de organizarla puede ser una trampa mortal para el bolsillo de cualquier pareja. Es mucho más fácil perder la referencia del gasto real, cuidado con ello.
Los invitados
En el caso de las bodas expréses necesario recortar la lista de invitados al máximo. Cuantos más asistentes haya, más compleja será la organización, así que es necesario simplificar, sí o sí.
Para evitar compromisos, siempre podéis jugar a la boda secreta, así es más fácil justificar el que no se haya invitado a alguien. Será una boda secreta... pero sólo para algunos.
Las invitaciones
Deben enviarse rápidamente, incluso prescindir de ellas si la fecha de la boda está realmente cerca. Podéis optar por invitar en persona o por enviarlas de forma electrónica.
Lo que tenéis que tener en cuenta es que puede haber muchos invitados que no puedan asistir si les avisáis con muy poco tiempo de antelación. Pueden tener compromisos previos o quizás todo les resulte demasiado apresurado.
La recepción
Os aconsejo que abráis la mente y busquéis lugares alternativos en los que celebrar la boda. Hay multitud de opciones entre las que elegir, más allá de las tradicionales. Desde casas rurales a salas de museos, pasando por la propia casa, todo es cuestión de dejar volar la imaginación.
En muchos espacios tradicionalmente utilizados para las bodas, no aceptan reservas para pocos invitados, convirtiendo la búsqueda de un lugar al uso en el que celebrar la recepción en un verdadero problema. Incluso pueden llegar a cobrar los cubiertos extras hasta llegar a un determinado número de comensales Evitad cualquier proveedor que os pueda generar problemas y tensiones, lo ideal es quedarse con los que os pongan las cosas fáciles y os ayuden lo máximo posible.
Optad por fórmulas sencillas y de calidad. Es mejor servir un buen cóctel o un brunch que insistir en un mal menú de bodas tradicional.
La decoración
Ante todo, debe ser fácil de llevar a cabo, bonita y coherente con el estilo que queráis imprimir a la boda.
No hace falta que prescindáis de la personalización, pero sí es conveniente decirle adiós a todo aquello que no sea necesario.
El DiY Precaución con el DiY cuando se trata de una boda exprés, porque puede convertirse en un verdadero problema. El handmade necesita dos cosas: habilidad y tiempo. Y tiempo es lo que no tenéis, así que no os embarquéis en proyectos que no vais a poder terminar... o que finalizaréis tarde y mal.
Incluso si contáis con ayuda, debéis valorar si os compensa el tiempo que tendréis que invertir sios veis en la tesitura de organizar una boda en pocas semanas.
El vestuario
Debéis buscar un vestuario que no requiera de mucho tiempo para estar listo. Esto recorta la lista de opciones a la hora de encontrar el outfit nupcial perfecto para ambos. Todo lo que requiera multitud de pruebas y arreglos está vedado para vosotros.
Lo ideal es buscar ropa ya confeccionada que os siente bien desde el principio y requiera pocos arreglos. Incluso podéis valorar la posibilidad de alquilar o comprar modelos que no sean nupciales, como los de fiesta.
Maquillaje y peinado
El que sea una boda rápida no significa que no podáis contar con un servicio de peluquería y maquillaje esmerado. De hecho, incluso si contáis con muy poco tiempo, yo no renunciaría a la prueba de peinado y make up.
Se suele recomendar naturalidad a las novias que tienen una boda exprés, pero lo que es cierto es que la naturalidad no está reñida con la profesionalidad.
El automaquillaje no es una buena elección, especialmente si no se tiene mucha maña con las brochas. Las fotos serán para toda la vida... y no querréis aparecer en ellas con mala cara o con un peinado espantoso.
Fotografía
Aunque la boda se organice de forma rauda y veloz, no os recomiendo renunciar a unas bonitas fotos. Evidentemente no podréis organizar sesiones pre y post boda, como suele ser lo habitual ahora, pero sí podréis contratar los servicios de un profesional que os haga un reportaje sencillo, aunque precioso y personal.
Help!
En las bodas rápidas es imprescindible la ayuda, bien porque deleguéis en familia o amigos, bien porque contratéis los servicios de una wedding planner. Es imprescindible que alguien se encargue de la mayor parte de las tareas por vosotros, porque el tiempo apremia.
Barriendo para casa, os recomiendo la intervención de una organizadora de bodas, porque nosotras tenemos claro qué es importante y qué no lo es, nos encargamos de esas tareas que implican tiempo y paciencia, estamos acostumbradas a tratar con los proveedores, estamos habituadas a trabajar bajo presión, incluso os ayudamos con los trámites burocráticos; pero, sobre todo, queremos ayudaros a tener la boda perfecta... aunque sea exprés.
Hoy en el blog nos vamos de viaje, con las Destination Weddings. Es un término anglosajón de difícil traducción, al menos con un cierto sentido, porque eso de bodas de destino no aclara demasiado las cosas. Realmente se trata de bodas que se celebran en una ciudad distinta de la de residencia habitual de la pareja.
Aunque se suelen asociar con destinos exóticos, lo cierto es que si se celebran en otra localidad, aunque sea dentro del mismo país en el que viven los novios, estaremos hablando de destination weddings.
Cada vez son más las parejas que escogen esta opción, por muchos motivos:
Permite tener una boda diferente, más original.
Es la manera perfecta de celebrar la boda en un lugar neutral. Si hay muchos invitados que proceden de otras ciudades, es la mejor manera de buscar un terreno que no beneficie más a unos que a otros.
Es una forma de recortar el número de invitados, puesto que generalmente solo asistirán los más cercanos a vosotros, los que realmente quieran participar de vuestra boda.
Se puede unir la boda y el viaje de novios, todo en uno, así es más cómodo y económico para la pareja.
A continuación encontrarás las claves para organizar con acierto una boda de este tipo.
Cómo organizar una destination wedding
1.- Marcaos un presupuesto. Si en el caso de las bodas en la misma ciudad es necesario, en el de las que se llevan a cabo fuera es realmente imprescindible. En este caso es fácil que haya más gastos, además de los derivados de la boda, como el desplazamiento, el alojamiento, etc.
2.-Elegid con cuidado la ubicación, puesto que de ella dependerán muchos factores importantes en la boda: el estilo, el número de invitados, los gastos, la complejidad a la hora de organizarla, los proveedores...
3.- Escoged la fecha teniendo en cuenta varios factores:
Si el lugar es destino de vacaciones, es necesario que contéis con que en temporada alta los precios serán más elevados, será más difícil encontrar billetes y alojamiento, los lugares suelen estar saturados de turistas y algunos invitados pueden tener ya reservadas sus vacaciones para esa fecha. Eso sí, esa época suele ser en la que se suele disfrutar del mejor tiempo.
Informaos acerca de las festividades locales, para no llevaros sorpresas desagradables.
Si se trata de un lugar paradisíaco, os aconsejo que os informéis acerca de los posibles problemas con la meteorología: huracanes, tormentas...
En caso de que se trata de otro país, es importante que sepáis los requisitos y trámites para viajar.
4.- Decidid si la ceremonia tendrá valor legal o será sólo simbólica:
Si queréis que tenga validez legal, es necesario que conozcáis los trámites necesarios y que los iniciéis con tiempo suficiente. Dentro de España tendréis que iniciar el expediente matrimonial en el Registro Civil que os corresponda y luego trasladarlo a la localidad en la que vayáis a contraer matrimonio. Si queréis el que funcionario o notario se desplace al lugar de celebración, tendréis que consultarlo previamente. Si la boda se celebra en el extranjero, es imprescindible que os informéis de los requisitos en el país de destino (no deben ser contrarios al Derecho de nuestro país), además de registrar el matrimonio en España para que tenga validez.
En caso de que el funcionario o notario no se pueda desplazar a la hora de celebrar la ceremonia, siempre podéis optar por una ceremonia simbólica en destino y casaros antes o después en vuestro lugar de origen.
5.-Contad con ayuda, sí o sí. Lo ideal sería contar con dos profesionales de la organización de bodas, uno en vuestra ciudad y otro en la que os casaréis. De ese modo, podréis diseñar la boda desde la localidad en la que vivís con uno de los profesionales y coordinar todos los trabajos in situ con el de destino. Otra opción es contratar a una wedding planner en vuestra ciudad y que se encargue ella de desplazarse para tratar con los proveedores y de coordinar todo el día de la boda. También podéis limitaros a contratar a un profesional en destino para que se ocupe de todo y comunicándose con él a distancia, algunos hoteles y resorts cuentan con organizadores dentro de sus servicios.
6.- Preparad la lista de invitados... y armaos de paciencia. Si en la mayor parte de los casos confeccionarla es difícil, cuando se trata de una destination wedding lo es más aún. Normalmente estas bodas son menos numerosas, por lo que recortar la lista es más complejo. Por otra parte, no todos los invitados comprenderán que haya que desplazarse para asistir a vuestra boda. Y otros, sencillamente, no tendrán posibilidades económicas para hacerlo.
7.-Enviad las invitaciones con 5-6 meses de antelación. De ese modo los invitados podrán reservar la fecha con más facilidad. Pensad que quizás tengan que pedir algún día de vacaciones en el trabajo, coordinar la boda con sus vacaciones, ahorrar dinero para el alojamiento y el desplazamiento, etc. En este caso es conveniente pedir confirmación de asistencia y hacerlo de forma clara y contundente.
8.-Planificad al menos un viaje al lugar de celebración. Ya sé que es un gasto más, pero es importante que veáis el espacio en persona, que los proveedores os conozcan y os pongan cara, que hagáis las pruebas que sean necesarias vosotros mismos, no un intermediario... en resumidas cuentas: toca hacer la maleta.
9.- Elegid a los proveedores con cuidado, mirando las opiniones en Internet acerca de sus servicios. Como no tendréis un contacto cercano, las únicas referencias son los comentarios de otros usuarios y de la persona que os ayude desde el destino.
10.- Respecto a los proveedores, si la peluquería y el maquillaje los reservaréis en el lugar de celebración, no os olvidéis de desplazaros para haceros las correspondientes pruebas. Cuidado con este tema, porque puede traeros disgustos de última hora. Si tenéis la posibilidad (material y económica) de que la peluquera y maquilladora se desplacen, todo será más sencillo.
11.- Buscad opciones de alojamiento y desplazamiento para los invitados. Es fácil conseguir descuentos de grupo u ofertas especiales para estos casos. Es una forma de facilitarles las cosas a los asistentes, algo que agradecerán. Y hablando de este tema, dejad claro a los invitados lo que correrá de vuestra cuenta y lo que tendrán que pagarse ellos (delicadamente, of course).
12.-Preparad actividades para antes y después de la boda. Normalmente los invitados estarán más de un día en el lugar de celebración de la boda y es un bonito gesto ofrecerles entretenimiento. Comidas o cenas, visitas guiadas, actividades deportivas, asistencia a espectáculos típicos de la zona, shopping por las zonas más comerciales...
Algunos consejos
Pedid presupuesto y contrato por escrito de todo. Sin olvidar la inclusión de cláusulas que os protejan en caso de incumplimiento por parte de cualquier punto del contrato.
Mantened una comunicación fluida con los proveedores, incluso aunque ellos no estén por la labor. El email, la mensajería instantánea y las videoconferencias son vuestros mejores aliados. Pedid toda la información necesaria acerca de la organización y de lo que os preocupe.
Valorad la posibilidad de llevar a los proveedores desde vuestra ciudad. Puede ser más caro, pero así os aseguraréis de que tendréis lo que realmente queréis. En ese caso es necesario consultar con el responsable del espacio donde celebréis la boda, porque quizás tengan exclusividad y, o no os permitan llevar a nadie de fuera u os cobren un extra por este concepto.
Tened previsto siempre un "plan B"... y "C" y "D"... incluso si contáis con ayuda profesional, los problemas se pueden multiplicar si la boda es a distancia.
Aunque pidáis confirmación de asistencia a vuestros invitados junto con la invitación, os recomiendo que llaméis a los invitados (o lo hagáis en persona) con antelación para que os digan si asistirán o no. En este caso es muy importante ajustar el número total de invitados.
Si os es posible, contratad seguro de viajes y seguro de bodas. Quién evita la ocasión, evita el peligro.
A la hora de gestionar los desplazamientos y alojamientos, lo ideal es hacerlo a través de una agencia de viajes. En este caso es mejor no dejar las cosas al azar de las plataformas de hoteles y vuelos baratos.
A la hora de invitar, cuidado con los compromisos. Si enviáis la invitación a alguien que no os apetece que esté en la boda por quedar bien, pero pensando en que no asistirá porque debe desplazarse, os podéis llevar más de una sorpresa. Hay muchas personas que aprovecharán vuestra boda para hacerse una escapadita, aunque no tengan mayor interés en vosotros.
Si el destino es exótico, tened precaución a la hora de elegir la comida. Una cosa es que haya platos típicos y otra muy distinta que los invitados terminen por no probar bocado. Lo ideal es llegar a un punto intermedio en el que la comida sea original, pero apreciada por la mayoría.
Preparad una pequeña guía para vuestros invitados en la que se incluyan los vuelos y hoteles en los que se pueden alojar y su precio, un plano de la ciudad y del acceso al espacio de la boda, teléfonos de interés, actividades que pueden realizar y lugares que visitar, timing de la boda y cualquier otra información que se sea útil para ellos.
Tened en cuenta a los que no han podido viajar. Podéis retransmitir la boda a través de una videoconferencia, incluso subir fotos y vídeos en tiempo real o a posteriori en las redes sociales. Así podrán participar de vuestra boda aunque no estén allí. También podéis organizar alguna fiesta o comida, antes o después de la boda, para compartir con ellos vuestra felicidad.
Cread una web para la boda en la que incluyáis todo tipo de información sobre la boda, en estos casos es tremendamente útil para los invitados. Y también es una forma de compartir con los que no podrán ir.
Llegad con tiempo suficiente al destino, para que podáis comprobar que todo está a vuestro gusto, solucionar problemas de última hora y estar más tranquilos cuando llegue el gran día.
Ya está aquí el 2017 y con el nuevo año llegan los artículos sobre las tendencias en todo tipo de temáticas y, como no podía ser de otra forma, también en bodas. Si bien es cierto que las tendencias realmente no cambian de un año para otro, sino que van introduciéndose poco a poco en el mundo de las bodas, hasta que realmente se consolidan; momento en el cual ya comienzan a estar out. Personalmente no me gusta demasiado hablar de modas o tendencias, porque creo que cada pareja es un universo particular y es importante conseguir un equilibrio entre lo que realmente les gusta, lo que se pueden permitir y lo que es tendencia. Así que para que tengáis información acerca de lo que se ha visto en las bodas más in del año pasado y lo que estará presente en la mayoría de las de este 2017, a continuación encontrarás todas las tendencias que verás en las próximas bodas, quizás también en la tuya...
Las invitaciones
Las invitaciones impresas siguen presentes, aunque las digitales van ganando terreno.
Se siguen llevando las de tipo acuarela, aunque el estilo minimal gana enteros.
Los motivos botánicos no abandonan las invitaciones de boda de 2017.
Los metalizados también son una opción si se quieren invitaciones sofisticadas y elegantes.
Novias
Las novias se atreven a explotar su lado más sensual y femenino.
El color en vestidos, velos y complementos sigue estando de plena actualidad.
Los vestidos cortos o midi se van abriendo hueco en las bodas, tanto religiosas como civiles.
Los vestidos de novia de dos piezas también siguen siendo tendencia. No solo los crop tops, también las blusas y tops con faldas.
Los vestidos tipo princesa no han llegado a irse nunca, aunque pierden el toque más ñoño, aliándose con escotes, corsés, transparencias y color.
Los pantalones también son para las novias, especialmente para las bodas civiles.
Los escotes en "V" siguen estando presentes.
Las espaldas escotadas se mantienen al alza.
Los tejidos: fluidos, encajes, bordados, efecto tatoo...
Cuellos tipo joya, tanto integrados en el propio vestido como desmontables.
Las capas, tanto sueltas como integradas dentro del vestido son de lo más chic y las vas a ver con frecuencia en bodas reales, no solo en pasarela o en revistas de novias.
Las sandalias y zapatos joya se ponen a los pies de las novias que quieren brillar con luz propia.
Los tacones: de todos los tipos y todas las alturas.
Sigue en auge el cabello suelto, los semirrecogidos sencillos, las trenzas...
El maquillaje se lleva natural y piel perfecta.
Los labios marcados y las uñas de color no están vedados a las novias (ni deberían haberlo estado nunca, dicho sea de paso).
Se llevan los ramos de novia maxi, de esos que engañan porque parecen silvestres pero requieren una sabia elaboración por parte de un buen florista.
Novios
El azul, el gris y el borgoña siguen estando de moda para los novios.
El traje slim fit también se queda para vestir a los novios de 2017.
Los prints acompañarán a los novios, siempre que el estampado siga un patrón.
Los trajes: de dos o tres piezas.
En general
Las bodas se planifican con menos invitados, pero con mucha más calidad y detalles más cuidados.
Los novios se preocupan tanto de los invitados como de ellos mismos.
La personalización se impone a todos los niveles. Desde los zapatos de la novia hasta los cócteles que se servirán en la barra libre.
Por un lado, comienzan a aparecer las bodas sin niños; por el otro, las bodas orientadas hacia los más pequeños, en las que se ofrecen todo tipo de detalles y actividades para que puedan disfrutarlas tanto como los mayores.
Las damas de honor y los groomsmen cada vez están más presentes en las bodas.
Ceremonia
Las ceremonias tienden a ser totalmente personalizadas y a celebrarse en espacios singulares.
Los discursos están muy trabajados y personalizados, tanto del maestro de ceremonias, como de los novios o los invitados. Se busca emocionar, no aburrir.
Se imponen los corners de bebidas antes de la ceremonia. Si la boda es en verano deberían ser refrescantes, tanto con como sin alcohol.
La decoración
Se opta por la personalización del lugar en el que se vaya a celebrar la recepción, al máximo que permita el proveedor. Adiós a lo estándar en centros de mesa, menús, decoración floral, meseros...
La decoración de los distintos espacios se vuelve más contenida, centrando la atención en pocos lugares, pero cuidándolos de manera exquisita.
Los rincones que se decoran pasan de ser meramente estéticos a ser también funcionales: seating, photocall, photo booth, zona lounge, rincón para los niños, zona para los regalos de los invitados, mesa para el libro de firmas... Atrás quedan los múltiples espacios simplemente decorativos, en los que se acumulaban montones de objetos sin otra utilidad que la estética.
Los estilos: industrial, urbano, minimal, nórdico, rustic chic... así que bye bye al estilo vintage, al menos como se ha entendido hasta ahora.
La iluminación eléctrica se abre paso y deja a las velas algo relegadas. Las guirnaldas o cortinas de bombillas, las linternas de papel con iluminación LED o elementos retroiluminados son algunos de los elementos que ayudar a crear iluminaciones cálidas en las bodas de tarde-noche.
Adiós a las pizarras, iniciales, bicicletas, máquinas de escribir o de coser...
Los centros de flores colgantes o altos para las mesas se van a ver cada vez más.
Las flores están cada vez más presentes, pero mezcladas con hojas, plantas e incluso frutas.
Los terrarios le ganan terreno a las jaulas.
Los globos tienen cada vez más protagonismo en las bodas, siempre con grandes proporciones, mezclados con otros elementos y sin utilizar las consabidas esculturas.
La recepción
Se busca que la recepción y la fiesta posterior sean cada vez más divertidos, dinámicos y participativos.
Los menús de boda tienen más calidad y variedad, dejando atrás las grandes cantidades.
Los menús de cóctel, buffet o brunch van ganando posiciones, frente a los tradicionales en los que toda la recepción se sirve con los invitados sentados en sus mesas.
Se piden cada vez más menús veganos o vegetarianos. Y, en cualquier caso, se mima a los invitados pidiendo menús adecuados a sus necesidades: celíacos, sin sal, para diabéticos...
Las mesas rectangulares dejan atrás a las redondas. Incluso comienzan a aparecer incluso mesas cuadradas en algunos casos. La reducción del número de invitados en las bodas permite este tipo de disposiciones, puesto que no hace falta aprovechar el espacio al máximo.
Los manteles dejan paso a mesas desnudas con caminos de mesa y manteles individuales.
La vajilla se cuida cada vez más y se busca una cierta descoordinación entre sus distintas piezas. Eso sí, buscando siempre un resultado estético, no descuidado.
Hay candy bars más allá de las chucherías, muy bien presentadas, en las que la calidad y la originalidad priman sobre la cantidad.
La fiesta
Se llevan las barras libres personalizadas y/o tematizadas, en las que los novios eligen la decoración y las bebidas que se servirán.
Los DJ se imponen a las orquestas en la fiesta.
Las bodas pasan a durar más de un día. Las comidas o cenas y las actividades conjuntas el día antes o después de la boda, son cada vez más frecuentes.
La buena música es ya casi una obligación. Cada vez más personalizada al gusto de los novios y orientada al tipo de invitados que habrá en la fiesta. Nada del mismo repertorio pachanguero y enlatado que solía poblar muchas bodas de hace unos años.
Los regalos para los invitados
Los regalos para los invitados son cada vez más útiles o solidarios. Los
detalles gourmet o de belleza pasan a ser los más demandados. También
los de Comercio Justo o tarjetas y regalos con fines solidarios también
lo son.
Se imponen los regalos presentados con gusto, cuidando su envoltorio casi tanto como el propio regalo.
Los detalles para los invitados se presentan en una mesa o un lugar especialen lugar de ir pasando por las mesas para entregarlos.
¿Con qué tendencias te quedarás en tu boda? ¿Cuál te gusta más?