Si estás organizando tu boda, una de las tareas con las que te encontrarás es la de elegir los elementos que compondrán las mesas de la recepción: mantelería, centros de flores...
Aunque muchos proveedores obligan a las parejas a aceptar un único montaje de mesas, dos o tres a lo sumo, lo que limita las posibilidades para personalizar el salón, a no ser que alquilen ellos mismos cada elemento que quieran cambiar o que paguen un extra para que el proveedor se encargue del alquiler o permita que se lleven de fuera. Generalmente la oferta en cuanto al montaje de muchos de los proveedores es correcta, pero demasiado neutra (mira que soy políticamente correcta), puesto que debe servir para todo tipo de eventos y de clientes.
Si quieres personalizar totalmente el montaje de las mesas de la recepción, o al menos quieres saber qué cambiar o alquilar, a continuación te doy todas las claves para conseguir la mesa de boda perfecta.
Mesas
Lo primero que se debe elegir a la hora de conseguir la mesa perfecta para la boda es precisamente acertar con la propia mesa, con el mueble es cuestión.
Para escoger el tipo de mesa más adecuado tendrás que tener en cuenta el número de invitados, el estilo del lugar donde se celebrará la recepción, etc.
Puedes elegir entre:
Rectangulares: ahora mismo son las preferidas de las novias millennial. Las más utilizadas en las bodas boho, rústicas e industriales. Permiten decoraciones muy lucidas, son divertidas y permiten aprovechar mucho más el espacio.Ya en 2015 te las recomendábamos en nuestro blog.
En muchos espacios te dirán que no son recomendables, no porque sean inadecuadas, sino porque están desactualizados y no las tienen disponibles entre su mobiliario. En caso de que en el lugar elegido no te las puedan proporcionar, puedes optar por alquilarlas.
Si no tienes muchos invitados, es la mejor opción, porque si pones unas pocas mesas redondas salpicadas por el salón, lo que conseguirás es que parezca desangelado y los invitados se sentirán un poco aislados.
Ovaladas: a caballo entre las rectangulares y las redondas. No son muy habituales y sólo te las recomiendo para utilizarlas como mesa presidencial o si quieres intercalarlas con otros tipos de mesas, para darle un aire más bohemio y rompedor.
Redondas: hasta hace poco tiempo, las mesas más populares eran las redondas, porque se decía que se fomentaba más la conversación entre los invitados, aunque realmente no es así.
Este tipo de mesas desaprovechan mucho el espacio, por lo que su uso suele provocar que si hay muchos asistentes y el lugar no es muy grande, se termine apiñando mesas e invitados para que quepan en el espacio.
Cuadradas: son las mesas menos habituales, porque el espacio se desperdicia al máximo y el número de invitados que se pueden acomodar es mínimo. Además, un salón montado con este tipo de mesas termina pareciendo un comedor de restaurante.
Se pueden utilizar para combinar con otros tipos de mesas, aunque incluso en ese caso no son la mejor opción.
En cualquier caso, las mesas deben ser resistentes y deben estar perfectamente asentadas sobre el suelo.
Sillas
Las sillas para la boda deben ser, además de estéticas, muy cómodas. Hay modelos de sillas preciosos, que lucen muchísimo cuando los invitados entran por primera vez a la zona de la recepción... pero que acaban siendo una tortura a los 5 minutos de estar sentados en ellas.
Lo ideal es que sean ambas cosas, pero si tienes que elegir entre bonitas o cómodas, te recomiendo al segunda opción. Una silla un poco más vulgar se puede animar con la decoración, pero una silla incómoda no se arregla con nada.
Hablando de decoración. Las sillas se pueden presentar:
Desnudas: sin ningún tipo de vestido ni decoración. Te recomiendo esta opción cuando las sillas tengan un buen diseño, cuando estén en perfectas condiciones de conservación y cuando quieras un estilo minimalista o quieras rebajar con una silla simple una decoración más compleja en la propia mesa.
Con un toque decorativo: una silla sencilla puede subir de categoría si le añades un pequeño detalle. Tejidos, encajes, flores, hojas, espigas, bayas, collares... Eso sí, siempre deben ser elementos que no molesten a los invitados a la hora de sentarse. Deco bonita, pero siempre funcional.
Vestidas: con una funda y/o con lazos o elementos decorativos. Se suelen ver cada vez menos, aunque pueden ser interesantes en decoraciones más clásicas, cuando las sillas no estén en buenas condiciones o tengan un diseño demasiado simple. Si optas por las fundas que suelen ofrecer de serie los espacios, te aconsejo que le des tu toque personal poniendo un lazo con una textura distinta y un color que encaje con la decoración o que le añadas algún elemento decorativo que las personalice.
Mantelería
Puedes elegir entre tres opciones:
Sin mantelería: es la opción más actual. Aunque haya a quien le provoca urticaria, se llevan las mesas desnudas, sin mantelería. Esto requiere que la mesa sea de buena calidad y su tablero esté bien conservado. También es imprescindible colocar manteles individuales o bajo platos en cada puesto de mesa, así como incluir un camino de mesa que decore y proteja algo más la mesa. Procura no poner sillas con fundas y lazos con las mesas desnudas.
Con mantel: en este caso la mesa se cubre con un único mantel. Este debe ser de un color que encaje con la decoración general de la boda, debe estar limpio, bien planchado, bien colocado y sin ningún tipo de defectos.
Debería tener un largo de entre la mitad y dos tercios de la altura desde el tablero al suelo. Cuando se pone un mantel único éste no debería llegar hasta el suelo.
Puedes utilizar sillas desnudas o con fundas.
Con mantel y cubremantel: es la elección más clásica y formal. Se coloca un mantel hasta el suelo y un cubremantel o cubre, más corto, sobre él.
Si el mantel y el cubremantel tienen un tejido y un estampado lujoso, quizás deberías elegir sillas sin vestir o con fundas sencillas, para no recargar la decoración general.
Normalmente los proveedores de gastronomía suelen ofrecer únicamente una o dos mantelerías a los clientes
Servilletas
Las servilletas deberían ser siempre de tela, incluso si eliges una mesa sin mantelería. Procura que no se doblen de formas complejas, casi como si fuesen un trabajo de papiroflexia, es de mal gusto. Además cuanto más sencillo sea el doblez, más higiénico será todo. Hay un dicho que sirve para huir de los dobleces por docenas: servilleta doblada, servilleta manoseada. Lo ideal, doblada en forma de rectángulo, cuadrado, de triángulo o de rollito. Colocada sobre el plato, a su izquierda o su derecha, incluso bajo el plato y apareciendo una pequeña porción sobre el mantel; nunca dentro de las copas o entre el plato y las copas.
Deben tener unas medidas de 60x60 cm. si quieres la opción más formal, la de gala; o de 45x45 ó 40x40 cm. si quieres un estilo formal, pero más relajado.
Vajilla
Los platos blancos y sin decoración son los más apropiados para apreciar la comida que se presenta en ellos, además de ser los más formales. El mantel puede ser claro, por supuesto, aunque también funciona el color y los estampados discretos.
Las vajillas coloridas y decoradas con diseños más atrevidos son más actuales y son las más adecuadas para bodas de estilo boho, rústico, industrial o playero; incluso las de estilo barroco o romántico. Otra elección interesante hablando de vajillas es la mezcla de diferentes estilos y modelos, algo que funciona excepcionalmente bien si acierta con las combinaciones. Cuando se opta por el color y los estampados es importante que la mantelería sea muy sencilla, para no abigarrar la mesa.
Cristalería
Aunque el protocolo dice que la cristalería en una comida o cena de gala debe ser fina y transparente, lo cierto es que cada vez se opta más por mezclar distintos tipos de cristalerías, colores y texturas.
Si vas a elegir unos buenos vinos, mi consejo es que te decantes por copas transparentes, para que los invitados puedan apreciarlos también con la vista. Aunque eres tú quien debe elegir si prefieres la estética o la funcionalidad, por supuesto.
Lo importante es que las copas y vasos tengan coherencia con la decoración global de la mesa y de la boda. Por supuesto, cada pieza debe ser apropiada para la bebida que va a contener, debe estar perfectamente limpia y sin desconchones ni fisuras.
Cubertería
Los cubiertos deben encajar con la mantelería, la vajilla y la cristalería. Por supuesto deben estar impolutos, brillantes y sin el feo rayado que dejan los lavavajillas.
Y no sólo deben tener un buen diseño y estar limpios, también deben estar bien colocados.
Números de mesa
Siempre aconsejo que asignen las mesas a los invitados y se numeren, por cuestión de organización. Esto lleva a la necesidad de colocar algún tipo de identificación en las mesas.
Ya sean números, palabras o símbolos, es importante colocarlos de forma visible en cada una de ellas. Procura que los centros de mesa y la decoración no tapen la identificación de la mesa. También es recomendable que si utilizas marcos, caballetes y otros elementos similares para exponerlos se vean bonitos desde cualquier punto de la mesa. Hay ocasiones en las que las traseras de esos marcos o caballetes muestras la parte menos noble de los carteles y se vean los pegotes de adhesivo, las grapas o los restos de pintura.
La estética es importante, claro, pero deben ser identificables y legibles (en el caso de los números o palabras) por todos los invitados.
Menú
Los menús o minutas informan a los invitados de lo que se va a servir durante la comida o la cena, tanto los platos como las bebidas. Es algo de lo más recomendable, para que los invitados conozcan el menú una vez que se sienten a la mesa, para saciar su curiosidad y para que sepan de antemano si hay algún alimento que no pueden comer. Y también porque muchos de los asistentes a la boda se llevarán como recuerdo.
Procura que el diseño del menú encaje con el resto de la papelería de la boda: invitaciones, tarjetas de agradecimiento, etc. Si te lo proporciona sin coste el proveedor de gastronomía, debería ser lo más limpio y neutro posible, para que no desentone.
El menú o minuta debe estar al alcance de cada invitado, pero sin estorbar demasiado en la mesa.
Tarjetas de puesto de mesa
Si vas a asignar tanto las mesas como el lugar dentro de ellas para cada invitado, tendrás que colocar una tarjeta o elemento con el nombre de cada invitado, además de poner un plano en el lugar del seating.
Las tarjetas deben ser coherentes con la papelería y/o la deco de la boda. Y algo con lo que debes tener cuidado: cada nombre debe estar perfectamente escrito. A nadie le gusta ver su nombre con faltas de ortografía u otras incorrecciones.
Centros de mesa
Los centros son importantes, puesto que decoran y dan personalidad a las mesas. Deben encajar con el estilo de la boda, en cuanto a diseño y color. No deben estorbar la conversación entre los invitados, así que pueden ser bajos, muy altos y finos o incluso suspendidos del techo.
Cuidado con el tamaño, si son demasiado voluminosos, pueden molestar durante la comida, restando espacio para los platos, copas y cubiertos. Y si son demasiado pequeños, se perderán en la mesa y darán una impresión pobre y deslavazada.
Si vas a elegir centros con flores, estas deben tener un aroma discreto, para que no interfieran a la hora de degustar la comida o que molesten a los invitados. Si vas a poner hierbas aromáticas, su olor deberían maridar de algún modo con los platos que se vayan a servir, consulta al chef que se encargue del menú al respecto.
Puedes optar también por los centros que ocupen longitudinalmente el tablero, a modo de camino de mesa vegetal. Estos son perfectos para mesas rectangulares.
Decoración de la mesa
Además de los centros de mesa puedes introducir otros elementos decorativos: pétalos, confetti, cuentas, velas, espejos, libros... En este caso es importante que no recarguen en exceso la mesa, sólo deben constituir un complemento al resto de la decoración.
Si preparas unos envoltorios bonitos para los detalles para tus invitados, puedes colocarlos como decoración en la misma mesa, sobre el plato o a su lado, incluso en el centro.
Iluminación
La iluminación de la mesa debe ser un complemento a la del espacio, no la luz principal. Es importante que cree ambiente y que no deslumbre a los comensales.
Las velas, faroles, linternas o guirnaldas LED pueden ser una gran elección.
Hablando de velas, éstas no deben dar olor, deben estar colocadas de forma segura para los invitados... y encenderse sólo a la caída del sol.
¿Cómo te gustaría que fuesen las mesas para la recepción de tu boda?
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La primera vez que apareció el post Consejos para Conseguir la Mesa de Boda Perfecta fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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