Consejos para una Boda de lo Más Refrescante

Casi todos los novios buscan una boda con buen tiempo y por eso eligen fecha a finales de la primavera o el verano. Y muchas veces eso significa calor, mucho calor.


Calor... eso que puede parecer insignificante, al fin y al cabo se da por hecho que en verano hace calor, puede convertirse en un verdadero infierno. Tanto los novios como los invitados pueden sufrir todo tipo de molestias: sudor, golpes de calor, insolación, incomodidad...


Para evitarlo, sólo hay que tener en cuenta unos cuantos consejos que convertirán la boda en algo mucho más refrescante. 

La bebida


Pon a disposición de los invitados contenedores con botellas de agua fría en hielo (también puede ser muy decorativo). También puedes optar por dispensadores, sobre todo si tienen un bonito diseño. Ten en cuenta este detalle también en el lugar de la ceremonia, si sabes que va a hacer mucho calor y van a estar allí durante mucho tiempo. 


Otra opción es poner bebidas un poco más elaboradas: aguas aromatizadas (con limón, naranja, especias, almíbares de flores...), limonada, naranjada, mojitos sin alcohol, té helado, etc.


En el lugar de la recepción también puedes optar por contenedores o barriles autodispensadores de cerveza bien fría. Esto último lo puedes disponer en algún corner destinado a ello.

Y, hablando de alcohol, ten en cuenta que los invitados van a consumir mucho más si hace calor. Esto hará que tengas que prever más inversión en este tipo de bebidas... o poner una amplia oferta de aguas, zumos y bebidas no alcohólicas lo suficientemente atractivas para que alternen el alcohol con otras cosas.


La comida


Procura que los menús sean más ligeros que en otras épocas del año. Evita los platos muy pesados y elaborados, las cremas y sopas calientes, los estofados, etc. Es la hora de las ensaladas, las cremas frías y las comidas que se centran en la materia prima, no en la complejidad de la elaboración. 


Cuando hace mucho calor, mi consejo es decantarse por el cóctel, el buffet o un mix de ambos, en lugar de las comidas o cenas con los invitados sentados. Da una sensación más fresca y veraniega. 


En cuanto a los postres, lo más adecuado son las frutas, sorbetes y helados. Es la forma más refrescante de terminar una buena comida en época de calor y estar preparado para una noche de baile y diversión. 


Aunque son deliciosas, evita las fuentes de chocolate en época de mucho calor y pásate a los granizados de chocolate... ¿a que se te hace la boca agua?


Tampoco pierdas de vista la tarta nupcial y encárgala con la preparación más adecuada para soportar el calor con dignidad... y seguridad alimentaria.


La ceremonia y la recepción


Si es posible, evita que la boda se celebre a mediodía en las fechas de más calor, porque esto te garantiza incomodidad durante muchas horas. Y muchos más gastos extras.


Si te vas a casar en pleno verano, visita el lugar de la ceremonia y la recepción en la misma época del año y a la misma hora en que se celebrará la boda. Así podrás comprobar el estado de las instalaciones, si tienen aire acondicionado (y funciona), cómo están los jardines y zonas verdes, si da el sol directamente en la zona en la que estarán los invitados... 


Si los invitados van a estar a pleno sol, contrata una carpa para protegerles. Esta opción también te servirá como "plan B" en caso de que haya una tormenta inoportuna.


También puedes optar por toldos, entelados y parasoles colocados estratégicamente. Es menos efectivo que la carpa... pero mucho más decorativo. En bodas en las que una parte de las mismas se celebren con sol, es imprescindible ofrecer zonas de sombra.


Algunas carpas permiten la posibilidad de poner vaporizadores que refrescan el ambiente. Ojo con esto, porque algunas de las invitadas (y tú misma), pueden terminar con el peinado arruinado por la humedad. Valora los pros y los contras de esta opción. 


El calor puede ser incómodo para tus invitados, así que procura no obligarles a pasar mucho tiempo de pie. Prevé distintas zonas donde puedan sentarse. Inclúyelas dentro de la propia decoración de la boda y conviértelas en útiles y decorativas al mismo tiempo. 


Elige los arreglos florales teniendo en cuenta la temperatura. Hay muchas flores y vegetales que soportan muy mal el calor y el sol directo. En esta época, también puedes combinar las flores con frutas, verduras y otros elementos decorativos para darle más frescura.


Y por la noche, no te puedes olvidar de esa iluminación que creará un ambiente digno de "Sueño de una noche de verano": velas, linternas, candelabros...


Si la boda es de noche, no te olvides de la protección contra los mosquitos. Puedes poner velas o antorchas con citronela o algún dispositivo (discreto) para luchar contra estos molestos insectos.


Y, aunque hemos estado hablando de calor, en determinadas zonas las noches se vuelven más fresquitas, así que si es tu caso, no te olvides de unas pashminas para tus invitadas más frioleras.


Para tus invitados


Abanicos. Tanto en el lugar de la ceremonia, como en el de la recepción, especialmente si esta se celebra al aire libre. Ten en cuenta que la inmensa mayoría de las iglesias no tienen ningún tipo de aire acondicionado y pueden llegar a convertirse en una verdadera sauna finlandesa en una tarde de julio, lo mismo ocurre en muchos juzgados y ayuntamientos. Puedes colocar un abanico en cada asiento o un cesto a la entrada del recinto para que las invitadas (e invitados) puedan tomar uno. Y, ten en cuenta también a los chicos, poniendo abanicos de hombre, que son más pequeñitos y sin estampados.


Paypays. Esta opción me encanta no sólo por el hecho de dar aire fresco a los invitados, es que además se pueden convertir el paypay en un soporte excelente para el programa de la boda o para personalizarlo con algún mensaje de los novios.


Parasoles y sombrillas. Tanto si son de mano como si son fijos, los parasoles y las sombrillas son una buena opción para mitigar el sol en el exterior. Y, por supuesto, también son un recurso decorativo de lo más interesante. Utiliza paragüeros, lecheras con diseños vintage, barriles de madera u otro tipo de contenedores originales para exponerlas.


Gafas de sol. Aunque el protocolo dice que los invitados no deberían llevar gafas de sol si se trata de una boda, no está de más poner a disposición de los invitados unos cestitos con gafas de sol para que eviten deslumbrarse con el sol... y con la radiante novia ;) Eso sí, procura que cumplan con la normativa europea para este tipo de artículos, así que no las compres en un todo a un euro.


Sombreros. Otra forma de facilitarles a tus invitados que combatan los rayos solares es poner a su disposición sombreros. Según el lugar de celebración y el estilo de la boda, puedes utilizar distintos estilos y materiales: de paja, rafia, pamelas, canotiers, borsalinos... Y un consejo: inclúyelos dentro de la decoración en corners o expositores, dan mucho juego.


Protector solar. Ya sé que no parece muy chic, pero en bodas más desenfadadas y donde los invitados van a estar mucho tiempo de día y en el exterior, no está de más colocar cestas o cubos con botes de protector solar. Puede que los mayores no lo utilicen por pudor o porque no quieren arruinar su maquillaje, pero da por seguro que las mamás estarán encantadas de proteger a sus peques.


Para vosotros, los novios


El peinado y el maquillaje que elijas debe ser adecuado para el calor. Esta época requiere un esfuerzo extra para que el cabello y el make up se mantengan en perfecto estado durante toda la boda. 


Elige un vestido de novia ligero y, en caso necesario, encarga un segundo vestido para afrontar con comodidad la parte más larga de la boda: la recepción. 


Si prevés que las temperaturas van a ser muy altas, quizás debas prescindir del velo o de la mantilla y optar por tocados más cómodos.


No te olvides de los antitranspirantes para evitar manchas indiscretas en tu traje.


Elige zapatos cómodos y de tu talla (el novio también), porque el calor provoca rozaduras y molestias, incluso con el calzado más ligero.  


Dos de los complementos que no puedes olvidar en verano: el abanico y la sombrilla de novia. No sólo te será útil, además es un detalle precioso y femenino. 


El ramo y el boutonniere del novio deben estar confeccionados con flores resistentes al calor, así que consulta con tu florista cuáles son las que te recomienda para esa época.


Ten prevista una camisa de repuesto para el novio, porque es fácil que acabe con ella empapada en sudor. Ya sabes que los chicos suelen ser más propensos a transpirar que nosotras.


¿Te gustan estas ideas para una boda refrescante, incluso en pleno verano?





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