Pero una boda de en esa época del año tiene ciertas peculiaridades que es preciso tener en cuenta para que sea un éxito. A continuación encontraréis consejos e ideas para conseguir una boda de invierno perfecta.
Los espacios
Debeis elegir los espacios más adecuados para la ceremonia y la recepción. Pensad que las características de un lugar durante la primavera o el verano no son las mismas que durante el invierno. Cambian la luz, la temperatura, la humedad, el paisaje, la vegetación, el estado del suelo, los accesos... Mi recomendación si os vais a casar en invierno: visitad el sitio con suficiente antelación para verlo en unas circunstancias similares a la de la fecha en que tenéis prevista la boda. Así no habrá sorpresas.
Algo que también debéis contemplar es la facilidad de acceso de los invitados a esos espacios. En zonas de montaña o en las que nieve o llueva con frecuencia, es algo que os debéis plantear seriamente. Ninguna pareja quiere que sus invitados o ellos mismos no puedan llegar a la ceremonia o la recepción porque no tienen cadenas para la nieve. Algo a tener en cuenta es la distancia entre el lugar de la ceremonia y de la recepción. Cuanto menor sea, más fácil se lo pondréis a los invitados si hay lluvia, viento o nieve.
Evitad en la medida de lo posible los lugares que tengan accesos, zonas de paso o de permanencia en los que haya tierra, arena, césped o grava. Son suelos que con la humedad se convierten en un verdadero problema para los invitados.
La ceremonia
En caso de que la temperatura lo permita, quizás os podríais plantear una ceremonia en el exterior, siempre que pudiéseis ofrecer comodidad a los invitados: mantas para taparse las piernas, gorros o guantes de lana, estufas...
El lugar de la recepción
El lugar en el que celebréis la recepción debe estar bien acondicionado para acoger una boda de invierno. Es fundamental que cuente con todos los requisitos para que los invitados estén confortables: espacio interior suficiente para albergar el cóctel y la recepción posterior, calefacción, accesos cómodos al lugar sin barro ni charcos...
También es conveniente que el espacio de la celebración tenga una decoración apropiada para esa época del año. Muchos lugares sólo cuentan con un tipo de decoración (incluidas mantelerías), que normalmente están pensadas para primavera y verano, que son las estaciones en las que se celebran la mayor parte de las bodas. Esto es un problema, puesto que la ambientación en invierno requiere de otro tipo de elementos, texturas y colores. Si no tienen prevista una opción más invernal pueden suceder dos cosas: que os tengáis que conformar o que tengáis que pagar un extra por su alquiler.
Importante: preguntad si el lugar de celebración cuenta con guardarropa, porque será necesario. Y, además de consultar la disponibilidad, preguntad si implica un gasto extra para vosotros o para los invitados.
El menú
Durante el cóctel o la recepción podéis servir caldos, consomés o cremas, que se agradecen mucho durante los meses de frío.
Las ensaladas, sopas frías, helados, granizados... mejor para la primavera, el verano o los primeros días del otoño.
El chocolate caliente es perfecto en invierno, en todas sus presentaciones: en taza, con churros, en fondue, sobre el postre...
La decoración
Elegid flores invernales, no sólo porque son más baratas que las de fuera de temporada, además se conservarán mejor con el frío.
En cuanto al ramo y los arreglos, en invierno hay una serie de elementos que son de lo más decorativo y que podéis elegir: algodón, piñas, ramas, hojas...Aunque la boda sea invernal, no debéis renunciar a que la decoración sea espectacular. No tiene que ser ni fría ni aburrida. Dejad volar la imaginación, pero pensando siempre en la época del año en que se celebrará la boda.
Los blancos, beiges, tierras, grises o negros son perfectos para la bodas de invierno, aunque siempre conviene combinarlos con colores que les aporten más vida: rosas, rojos, burdeos, púrpuras, azules, verdes oscuros, dorados, plateados...
La decoración debe ser cálida y acogedora, como contrapunto del frío del exterior.
Es importante no caer en la tentación de tematizar o decorar la boda como si fuese una boda de primavera o verano, por muy bonitas que sean las ideas que aparecen en Pinterest o en las revistas especializadas. La decoracion debe ser congruente con el estilo de los novios, con el lugar...y con la época del año. Las velas son imprescindibles en una boda de invierno, porque aportan luz y calidez. Pero, cuidado, recordad que no se encienden hasta la caida del sol. Tenedlo en cuenta en las bodas de mañana.
Los invitados
Si la temperatura no es excesivamente baja y el espacio tiene disponibles estufas u otros elementos que permitan calentar a los invitados y zonas que les permitan estar a cubierto, os podéis plantear servir el cóctel en exterior. La experiencia del cóctel en el exterior y el banquete en el interior sorprenderá a los invitados por su originalidad. Pero, ojo, es imprescindible que los invitados puedan estar confortables en el exterior, si no, es un error... y de los imperdonables.
Tened previstos detalles que mantengan a los invitados calentitos: mantas, bufandas, guantes, gorros... Les encantará y tendréis solucionado el tema de los regalos. Presentadlos con estilo y será algo que lo recuerden siempre: ponedle un lazo bonito a las mantas o a los guantes, embolsadlos de forma original, colocadlos en cestitas decoradas, poned un cartel con alguna frase que les invite a usar el regalo inmediatamente...
La novia
El vestido de novia debe ser apropiado para la estación, en cuanto a tejido y a diseño. Aunque una buena parte de la boda tiene lugar en el interior, es importante tener en cuenta que se pasa tiempo en el exterior, tanto en las salidas y entradas, como en el momento del reportaje fotográfico.
El velo es uno de los elementos que puede ser traicionero durante las bodas de invierno: el viento y la lluvia pueden convertirlo en una verdadera trampa para una novia.
Las chaquetitas de punto, boleros, estolas, capas, guantes o manguitos para mantener calentitas las manos son imprescindibles para las novias de invierno. Si va a hacer mucho frío en la fecha en la que celebréis la boda, una buena opción es cambiar los zapatos de novia por unas botas. Las hay preciosas, calentitas y con diseño totalmente nupcial. Y, si llueve, una opción son las botas de agua...
El novio
El traje del novio debe estar confeccionado con un tejido apropiado para la época del año. Incluso se puede atrever con un tejido tan lujoso como el terciopelo.
Los zapatos del novio deben ser elegantes, pero siempre apropiados para el frío y la lluvia.
Los colores del chaleco, la corbata o la pajarita deben ir en consonancia con los colores predominantes en la boda, pero estos deberían ser cálidos y profundos.
Más ideas
Si conocer el estado del tiempo es importante a la hora de organizar cualquier boda, si se trata de una boda de invierno, esto es aún más importante. Consultad las previsiones meteorológicas con tiempo suficiente y cercioraos de que las personas involucradas en la organización (proveedores, coordinadores...) también lo hacen.
Tened previstos paraguas, sí o sí. Tanto para vosotros como para los invitados. La probabilidad de lluvia se incrementa en invierno y nadie quiere terminar como una sopa un día tan importante.
Tampoco está de más poner a disposición de los invitados algún elemento para limpiarse los zapatos, en caso de que el suelo esté embarrado o húmedo.
En lugar del confetti, los pétalos o el arroz (ya casi en peligro de extinción por las restricciones de iglesias y ayuntamientos), una gran idea es sustituirlos por bengalas. Son cálidas y quedan perfectas en la fotos.
Con estos consejos, lo único frío en vuestra boda será la temperatura exterior.
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La primera vez que apareció el post Consejos para una Boda de Invierno Perfecta fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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