Y es que hay que contar con la pareja, con la familia, con los amigos, con el Registro Civil, con el párroco, con el responsable del lugar en el que se celebrará la recepción... y conjugar las voluntades y agendas de tanta gente es de lo más complejo.
Para ayudarte a elegir la fecha perfecta para tu boda, a continuación encontrarás una pequeña guía. Prepara el calendario y vamos a ello...
Antes de nada
Analiza el presupuesto. Si es ajustado, quizás sea interesante elegir fechas en las que los precios sean más bajos... o en las que los invitados no tengan fácil asistir.
Ten en cuenta la antelación con la que vas a organizar la boda. Si cuentas con mucho tiempo, te será más encontrar libre la fecha que desees, si no es así, probablemente tengas que estudiar otras opciones.
Piensa en la lista de invitados. ¿Será una boda íntima o multitudinaria? Si quieres una celebración familiar, te será más fácil compatibilizar la fecha con la disponibilidad de los asistentes, puesto que serán pocos y de confianza. En caso de que desees que sea tan concurrida como las de la realeza, la cosa cambia y tendrás que elegir un día y hora en la que pueda asistir la mayoría.
Cierra los ojos y piensa en la boda de tus sueños. ¿Cómo es? Si siempre has deseado una boda en un jardín repleto de flores, la fecha elegida debería estar entre la mitad de la primavera y el comienzo del verano. Si quieres que acuda una buena parte de tu familia que vive en el extranjero, probablemente deberías escoger una fecha en la que la mayoría pueda tomarse unas vacaciones. Estos son sólo algunos ejemplos que ilustran la importancia del tipo de celebración que te gustaría tener en la elección de la fecha.
Ten en cuenta si hay alguna fecha con un significado tan especial para los dos, que merezca la pena hacer lo necesario para celebrar la boda ese día: el mes y día en que os conocisteis, alguna fecha con simbolismo según vuestras creencias...
Valora si el lugar de celebración de la ceremonia y la celebración es determinante, porque si es así, la fecha dependerá de su disponibilidad. O tendrás que evaluar la posibilidad de cambiar de sitio.
Ten presente que la tramitación del expediente matrimonial lleva un tiempo, así que es importante contar con ello a la hora de fijar la fecha. Por mucho que te empeñes en casarte dentro de 15 días, si el expediente necesita 3 meses hasta tener el auto favorable, tendrás que ajustarte a las fechas del Registro Civil, no a las tuyas... o hacer una ceremonia simbólica y celebrar la boda civil después.
Cuando lo que importa es el presupuesto
La temporada baja es la mejor opción si el presupuesto es limitado. No sólo es recomendable por los descuentos que suelen ofrecer los proveedores de gastronomía, también puedes conseguir muy buenos precios en el caso del fotógrafo, las invitaciones, el florista, el viaje de novios, etc.
También se puede ahorrar dinero si se eligen los viernes o domingos, en lugar de los sábados. Los precios son más ajustados y habrá más invitados que declinen la invitación.
Las fechas complicadas
Las vacaciones principales: verano, Semana Santa y Navidad. Estas épocas del año pueden ponérselo difícil a los invitados para asistir, puesto que pueden tener viajes y alojamientos ya reservados. O no quieran perderse días de vacaciones, en caso de que en su trabajo les obliguen a tomarlas en unas fechas determinadas.
Los puentes también son momentos en los que es mejor no fijar la fecha de una boda, salvo que quieras que se caigan muchos invitados de la lista por algún motivo. Es frecuente que se aproveche en esas fechas a hacer turismo o a aprovechar unos días de playa.
Los festivos, tanto si son nacionales, autonómicos o locales. Puede que haya invitados que salgan de viaje o participen en las fiestas de forma activa y no puedan acudir a la boda. Esto también se extiende a las fiestas en otros países si hay muchos asistentes que viajarán desde ellos.
Los días en los que haya eventos importantes que acaparen el interés del público en general. Esto es especialmente aplicable al fútbol. Si hay una final o un partido importante, ten por seguro que habrá muchos invitados que busquen una televisión o un dispositivo móvil para ver el partido, aun cuando en ese momento estéis dando el sí, quiero o cortando la tarta nupcial.
Cuando se celebren elecciones. Por muchos motivos: los invitados pueden ver complicado el ir a votar a su colegio electoral, algunos pueden tener que participar en una mesa electoral, incluso alguno de vosotros dos también os podéis ver en la obligación de hacerlo... y aviso, no se suele considerar que la celebración del matrimonio sea eximente para no cumplir con ese deber ciudadano.
En una fecha inmediatamente posterior a picos de trabajo de cualquiera de los dos. Por ejemplo, si te dedicas a la enseñanza, fijar la fecha un par de días después del final del curso puede ser un error. O si trabajas en una gestoría, marcar el "día B" el día después de presentar los impuestos del trimestre puede ser una fuente de estrés añadido a tu trabajo.
En fechas en las que puedas ponerte de parto si estás embarazada. Ni te cuento si en esos momentos ya has salido de cuentas...
Fechas que puedan tener un significado triste para alguno de vosotros o de las personas más cercanas, porque haya fallecido algún familiar o amigo ese día.
Teniendo en cuenta la meteorología
Deberías desechar automáticamente las fechas en las que haya posibilidad de tormentas fuertes, nevadas importantes, vientos huracanados... Una cosa es que una boda con lluvia o en invierno pueda ser encantadora y otra muy diferente elegir fechas en las que habitualmente la finca en la que se celebra la boda se queda aislada por la nieve o en las que los temporales acaban dejando todos los años sin tejado la iglesia en la que quieres casarte.
Según el tipo de boda que desees habrá fechas que deberías tachar. Por ejemplo, si lo que buscas es una boda de exterior, lo ideal es que se celebre cuando las temperaturas sean moderadas. O si quieres que la ceremonia sea a mediodía y en el exterior, deberías evitar los meses más calurosos del verano.
Y más...
Si varios familiares y amigos han fijado la fecha de su boda antes que vosotros, mi recomendación es que busques fechas en las que no se solape la vuestra o no esté muy cercana en el tiempo con la de ellos. Así todos vuestros invitados comunes podrán ir a ambas bodas sin tener que elegir. O no se verán obligados a repetir boda a la semana siguiente.
También te aconsejo que la fecha escogida no coincida con cumpleaños o aniversarios de personas muy queridas, porque les restarás protagonismo. Así podrán celebrar su día por un lado y disfrutar de la boda por otro.
Por supuesto, ten en cuenta el viaje de novios. Esto también es importante a la hora de escoger la fecha de la boda.
Y, sobre todo, sé flexible. Si la fecha que tenías pensada no es factible, no te agobies. Lo importante es que te vas a casar con la persona que quieres, el día y la hora son asuntos menores.
¿Cuál será la fecha de tu boda? ¿La tienes ya elegida?
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La primera vez que apareció el post Guía para Elegir la Fecha Perfecta para Tu Boda fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
Guía para elegir la fecha perfecta para tu boda by ¿Quién dijo boda? - Arancha Moreno is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
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