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23 enero, 2019

Bolsas de Bienvenida para los Invitados

Cada vez es más frecuente que los novios se planteen entregar bolsas de bienvenida a sus invitados, una costumbre importada de otros países, principalmente de los anglosajones, sobre todo en el caso de las destination weddings. Algo que en España antes se daba únicamente en la organización de eventos de empresa, como congresos y convenciones.


Pero es algo que ya ha arraigado en las bodas millennials con la misma fuerza que la sesión preboda de las fotos, las damas (o caballeros) de honor, los save the date antes que las invitaciones, los pañuelos para lágrimas de felicidad o recibir a los invitados con aguas aromatizadas o limonada presentados en grandes dispensadores de cristal.


No voy a entrar en si las costumbres adoptadas son positivas o negativas, porque todas las opiniones son respetables. Pero, eso sí, si algo se hace, hay que hacerlo bien. Por eso en este post os quiero dar todas las claves para acertar con las bolsas de bienvenida para los invitados.


Así que, como no podía ser de otra forma, os doy la bienvenida a este post...


Bolsas de bienvenida para los invitados


Antes de nada


Es fundamental que valoréis si este tipo de detalles entra en vuestro presupuesto o no. En caso de que no encaje con vuestras previsiones económicas quizás tendrías que decidir no regalar bolsas de bienvenida o renunciar a otras partidas de la boda como el regalo de recuerdo, las típicas bailarinas o alpargatas, recortar la recena o cualquier otra de la que prefiráis prescindir. Pensad que esto es un complemento, por lo que en ningún caso debe alejaros de lo que realmente consideráis principal.


A quién regalárselas


Debéis elegir si se entregará a todos los invitados o solamente a algunos, por ejemplo, los que procedan de otra ciudad u otro país. En caso de que vayáis a entregárselo a todos ellos, es importante que tengáis en cuenta si también habrá regalos de recuerdo, a nivel de presupuesto, de planificación de su contenido y del momento en el que les haréis entrega de ambos.


Decidid si preferís regalar este tipo de detalles como bienvenida, como despedida en calidad de agradecimiento por la asistencia a la boda.


Qué pueden contener


Los detalles que pongáis en las bolsas o kits de bienvenida deben mantener una coherencia con vosotros y con la boda en cuanto a su estilo, a la época del año, al lugar en el que se celebrará y a los propios invitados.


Recordad que una bolsa de bienvenida (o de despedida) no es el típico regalo de recuerdo para los invitados. Debe ser algo útil para quien lo recibe y tiene que tener una razón de ser.  


Caja con macarons y un lazo rosa
¿Y por qué no un regalo de bienvenida consistente en algo hecho por vosotros mismos?


Una idea para ilustrarlo: una bolsa de bienvenida para los invitados a una boda celebrada en la playa que contenga un bote monodosis de protector solar, unas gafas de sol, un sombrero y unas chanclas.


Otra más: un kit de bienvenida para dejarles a los invitados de fuera en sus habitaciones (o para enviárselo por correo antes de la boda) que incluya un plano de la ciudad en el que estén indicados los lugares en que se celebrará la boda, entradas para lugares turísticos o espectáculos interesantes en la localidad, los teléfonos y direcciones de peluquerías y centros de estética a los que puedan acudir para prepararse para la boda (y con los que hayáis pactado un descuento o detalles especiales) y una selección de productos típicos de la zona.


Y otra más: una bolsa de despedida que contenga productos de desayuno para el día siguiente, una monodosis de crema para pies cansados (de tanto bailar) y otra de mascarilla para tonificar la piel, y una bomba de baño energizante para rematar el kit de rescate postboda.


Caja de regalo con productos de baño y belleza


Incluso podéis preparar unas bolsas que contengan un kit de belleza para que las invitadas se retoquen durante la boda, con tallas mini de polvos matificantes, agua termal, labial o máscara de pestañas. 


También es importante que tengáis presente que estas bolsas o kits pueden no llevar objetos propiamente dichos. Si se trata de una boda de fin de semana puede incluir invitaciones para alguna comida, cena, espectáculo o visita interesante. Incluso una tarjeta regalo para un spa o un centro de belleza o un vale para que un personal shopper les acompañe durante una tarde de compras por las zonas más comerciales de la ciudad.


Su presentación


La presentación debe ser cuidada. Es importante que busquéis envoltorios bonitos y que los decoréis acorde con la boda y con su contenido. No hace falta gastarse mucho dinero, pero sí dedicarle algo de trabajo... y  buen gusto.


En lugar de una bolsa, podéis recurrir a otros envoltorios o recipientes como cajas, pequeños cajones de madera, cestas, tarros de cristal, etc. Lo ideal, que el propio contenedor sea algo que el invitado pueda usar después: una caja de porcelana que después de pueda usar como joyero, un cajón de bambú que luego se pueda utilizar como vaciabolsillos, una bolsa de lona para utilizarla para ir a la compra o ir a la playa...


Una gran idea, aunque requiere un trabajo y coste extra, es personalizar las bolsas de bienvenida para cada uno de los invitados


Cajas para regalo


Siempre con tarjeta


Es importante que la bolsa, tanto si es de bienvenida o de despedida, vaya acompañada de algún texto de agradecimiento y justificación del detalle en el propio envoltorio o con una tarjeta. Lo más recomendable: que estén escritos a mano, o al menos que la firma sea manuscrita. De esa forma transmitiréis a vuestros invitados que os importan tanto como para haberle dedicado unas horas a escribir esas tarjetas.


Caja con una pajarita de regalo y una tarjeta de agradecimiento


Cuándo entregarlas


Para los invitados más especiales o para los que procedan de otras localidades o países mi consejo es que enviéis estas bolsas o packs de bienvenida a su domicilio o al hotel con unos días de antelación.


En caso de que dejéis las bolsas en las habitaciones en las que se alojen los invitados que procedan de otro lugar, deberían incluir también información útil sobre la boda y sobre la localidad en la que tendrá lugar, como guías turísticas, planos y otros datos de su interés. Una estupenda idea es presentar esta información con un diseño personalizado y con un punto de buen humor. Podéis incluir en el plano el lugar en el que os conocisteis o fue la petición de mano, o incluso vuestros restaurantes y tiendas favoritas. También podéis ofrecer esta información de una forma original, con una infografía, o en forma de periódico o de cómic. 


Si los detalles de bienvenida los vais a entregar a todos los invitados, podéis hacerlo al comienzo de la boda. Antes de la ceremonia si el contenido puede ser utilizado desde el comienzo de la boda, como en el caso de bolsas que incluyan abanicos, gafas de sol, parasoles, protector solar, repelente de mosquitos, pashminas, mantas, guantes, paraguas... O antes del cóctel o la recepción si lo van a usar en ese momento o después, como en el caso de alpargatas o bailarinas, por ejemplo. Podéis designar a alguien que se encargue de su entrega o colocarlas en cestas o mesas en la zona de acceso a la ceremonia. 


Bolsas para los invitados en una cesta


Las bolsas de despedida o agradecimiento es mejor es repartírselas a los invitados cuando abandonen la fiesta. Podéis poner una mesa para que ellos mismos las tomen cuando se vayan marchando, o dárselas cuando se despidan de vosotros.


Y lo que no es buena idea...


Personalmente, hay cosas que no recomiendo poner en las bolsas de bienvenida o despedida, como aquellas que no tengan ninguna utilidad, las que no tengan nada que con vosotros o con vuestra boda y las que tengan una calidad deficiente. Algunos ejemplos: objetos decorativos que incluyan vuestros nombres y la fecha de la boda en un lugar muy visible (sólo los pondrán en sus vitrinas las abuelas y las tías de más de 70 años, y aun así los colocarán en un lugar que se vea poco), un kit para comer shushi cuando vosotros lo aborrecéis y la boda en sí ha tenido un marcado estilo mediterráneo, o una bolsa con productos comprados en un bazar oriental que están deteriorados o no funcionan incluso antes de abrir el precinto (muy baratos, eso sí). En estos casos es mejor prescindir de las bolsas de bienvenida y no regalar nada, los invitados lo van a agradecer más, y vosotros os ahorraréis un dinero.


Tampoco es buena idea incluir medicamentos en los famosos kits antirresaca, porque puede acarrearos más de un problema. Si un invitado se toma un analgésico de esa bolsa, es alérgico sin saberlo o interactúa con alguna otra medicación que esté tomando y tiene una reacción durante la boda (o después), imaginaos el disgusto que os podéis llevar. Una cosa es que ese detalle antirresaca lleve la receta del bloody mary, una bolsita de té o de café instantáneo, unos tapones para los oídos y otros artículos similares, y otra muy diferente es poner medicinas de cualquier tipo, por muy inofensivas que os parezcan. Y, dicho sea de paso, en mi opinión no es buena idea regalar algo que implica que todos los invitados van a acabar como dice la canción: malamente.


Caja de estilo hipster con bebidas alcohólicas


Otro tipo de artículos que no pondría nunca en las bolsas de bienvenida son las que pueden encontrarse en el kit de cortesía que pongáis en los baños (ya están allí para ellos), como tiritas, colutorio, pañuelos de papel...


¿Pondréis vosotros bolsas de bienvenida o despedida o preferís quedaros con los tradicionales detalles para los invitados para agradecerles su asistencia y que sean un recordatorio de vuestra boda?





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La primera vez que apareció el post Bolsas de Bienvenida para los Invitados fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?


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