Por suerte, casarse embarazada ya no es algo que haya que ocultar. De hecho, son muchas las novias que se casan en las últimas semanas de gestación y lo hacen mostrando orgullosas sus barriguitas. Precisamente este post va dirigido a las novias que van a organizar su boda y están esperando un lindo bebé. Y, créeme, si la organización ya es compleja de por sí, si hay un embarazo de por medio puede serlo aún más.
Espero que los consejos que encontrarás a continuación te faciliten la organización todo lo posible, para que puedas disfrutar ambos: boda y embarazo.
La planificación Planifica cuidadosamente el calendario de tu embarazo y de la boda, combinándolos, pero anteponiendo siempre el primero. Ten en cuenta que ambos proyectos requerirán tiempo y esfuerzo para la pareja, pero sobre todo para ti, puesto que por mucho que se implique en todo, el embarazo lo vivirás tú, con todo lo que conlleva. Ten en cuenta que si una novia siempre corre peligro de convertirse en una bridezilla, pero si introducimos el embarazo en la ecuación, las probabilidades aumentan de forma exponencial. Al estrés de la organización se le suma la revolución de las hormonas y todo lo que implica el proceso de convertirse en mamá. Si te has enterado que estás embarazada con la organización de la boda ya comenzada, lo más seguro es que ambos tengáis que replantearos muchos puntos de la planificación. Si habéis comenzado la organización con mucha antelación, quizás tendréis que adelantar o retrasar la boda, según cuándo tengas previsto el parto. Si tú y tu pareja habéis decidido casaros cuando ya sabíais que estabas esperando un bebé, deberíais planificar la fecha de la boda de forma que no se acerque demasiado a la prevista para el parto. Incluso aunque eso implique acelerar la el proceso de organización o elegir una boda algo más sencilla. Nadie quiere romper aguas en pleno sí, quiero. Piensa qué tipo de boda quieres y valora si tienes fuerzas y ganas para acometerla. Aquí te hablo en singular, porque la que debería tener la última palabra en este asunto eres tú, porque os casáis los dos, pero la que estás embarazada eres tú. No todas las gestaciones son fáciles y debes tener en cuenta si estás en condiciones para preparar una boda con varios cientos de invitados. Si te sientes fuerte, adelante; aunque tienes que prever que el embarazo seguirá adelante y, desde que comencéis a organizar todo hasta la fecha de la boda, tu barriguita irá creciendo, con todo lo que ello implica. Quizás en la 8 semana de gestación tengas fuerzas suficientes, pero en la 24 no tantas. Valora si te conviene más organizar una boda íntima o algo más grande. Pon en la balanza los pros y los contras y elige lo que tú deseas, no lo que se espera de ti y de tu pareja o de lo socialmente correcto. Ten en cuenta la época del año y la hora en que se celebrará la boda, para que tú puedas estar cómoda.Evita el calor o el frío excesivo si es posible. La boda Elige espacios para la ceremonia y la recepción que te resulten
agradables… y que no estén muy lejos de algún centro médico. Si estás
cerca de la fecha prevista para el parto, no está de más tener esa
precaución. Aunque los servicios de emergencia acuden
siempre que se necesita, te sentirás más segura si alguien te puede
llevar rápidamente a un hospital si te pones de parto. Pide
que haya asientos cómodos y a los que puedas acceder con facilidad, tanto en la ceremonia como
en la recepción, incluso durante el cóctel. Tienes que poderte sentar cuando lo necesites, sin necesidad de que te ayuden o de tener que movilizar al personal del recinto para que te acerquen una silla. A la hora de atender a
tus invitados, hazlo, aunque tenga que ser sentada porque te sientes
cansada. Busca un sitio en una zona visible y serán ellos los que se
acerquen a darte la enhorabuena. Entenderán perfectamente que no puedas
saludarles de pie. Al elegir el menú tú y tu pareja
deberíais buscar una entente cordiale entre tus necesidades y complacer a
los invitados. Es decir, que tú no puedas comer jamón, embutidos, patés
o ahumados, no significa que no puedan hacerlo ellos. Podéis relegar
esos alimentos a los aperitivos, eligiendo también otras opciones que tú
si puedas comer. En cuanto al tema del alcohol, puedes
pedir que entre la oferta de la bodega haya también bebidas sin alcohol
que te agraden a ti. Aunque siempre debe haber bebidas no alcohólicas en
cualquier reunión, en este caso debería haber las que tú puedas beber y te apetezcan. El resto de los invitados podrán tomar una copa
mientras tú degustas un cóctel sin o un zumo natural. Si
tú y tu pareja tenéis pensado un baile con coreografía, tened presente
que según va cambiando el cuerpo, también se va modificando el centro
de gravedad y por tanto el equilibrio. Eso implica que si la coreografía
inicial tiene muchas vueltas o movimientos que requieran mucho equilibrio,
puedes ir experimentando dificultades según va avanzando la gestación. Si no
te sientes segura, quizás sea mejor que busquéis un baile algo más
tranquilo y sencillo. Si eres bailarina, este consejo no va contigo,
porque hay profesoras de baile que dan las clases casi a punto de dar a
luz y siguen moviéndose con una gracilidad pasmosa.
Cuídate mucho Aunque la organización de la boda es un período estresante, debes evitar los nervios y los conflictos por todos los medios, porque ahora sois dos los que los padeceréis. Cuídate todo lo posible y antepón tu salud y la de tu bebé a la organización de la boda. Busca tu espacio para relajarte: hacer yoga para embarazadas, masajes, cafés con amigas, una escapada con tu pareja… Si todas las novias deben cuidar su alimentación, en el caso de que
estés embarazada más aún. Sobre todo por tu salud y por la del bebé,
aunque también porque si ganas muchos kilos durante la gestación puede
que tu vestido no te valga y tengas un verdadero problema días antes de
la boda. Imagina qué caos... Cuídate, y no sólo hablo de salud, también de belleza. Durante el embarazo puedes experimentar cambios que te hagan sentir insegura: manchas, granitos, hinchazón… Así que mímate todo lo posible para sentirte guapa. El vestuario Elige un vestido bonito y favorecedor. Si no encuentras nada ya confeccionado, te recomiendo que te lo hagas a medida, no es mucho más caro y la modista te podrá ir ajustando el vestido según tus necesidades. Si te compras el vestido de confección, te aconsejo que no lo hagas con mucha antelación, porque tu cuerpo cambiará muchísimo. Así los arreglos serán menores. Todas las novias deberían buscar un vestido con el que se sientan cómodas, pero si estás embarazada con más razón todavía. Si tienes muchos meses de embarazo lo más probable es que te sientas pesada y algo hinchada, por lo que necesitas algo que no te aporte más incomodidad a la que ya tienes. Procura que el vestido te permita moverte con seguridad, ya de por sí puedes tener dificultades para caminar si tu pancita ya es grande, así que la ropa no debería ponértelo más complicado. No pongas en peligro tu integridad y la del bebé por una posible caída. Te aconsejo que no intentes disimular la barriguita con corsés, especialmente si la gestación está muy avanzada, sino que la luzcas con orgullo. Aprisionar al bebé no es lo más saludable para él, además de que es difícil ocultar un embarazo de varios meses con el vestido y es peor el remedio que la enfermedad. Y siempre podrás contarle a tu peque más adelante que, en esa foto en la que estabas tan guapa, ya estaba dentro de la tripita de mamá y que estuvo presente en la boda; le encantará. Busca diseños que te favorezcan teniendo en cuenta tu estado. Dile no a los modelos con cintura entallada o con mucho volumen y adornos. Si has aumentado mucho de talla de sujetador con el embarazo, quizás no te sientas cómoda con un escote delantero. Si quieres darle un toque sexy a tu outfit nupcial, siempre puedes optar por llevar el escote en la espalda. Ojo al velo y pruébatelo antes para comprobar que no te hace muy voluminosa. Si tienes barriguita y el velo tiene mucho volumen, puedes llegar a parecer muy grande. Si quieres velo, debes buscar un largo y un modelo que equilibren tu figura. Otro elemento de tu vestuario que debes cuidar muchísimo es el calzado. Debe ser bonito, por supuesto, pero también tiene que ser cómodo, muy cómodo. Tus pies y tobillos tendrán tendencia a hincharse, por lo que los zapatos no deben apretarte. Tienes muchos modelos apropiados para ti en el mercado. Una recomendación: no compres los zapatos muy pronto, hazlo cerca de la fecha de la boda, para asegurarte de que se adaptan a tus pies según ha ido avanzando el embarazo. Si te gustan los tacones, aunque no te sientes muy segura o cómodo durante el embarazo, puedes optar por los modelos tipo cuña. En cualquier caso, ten previsto un par de zapatos más cómodo por si lo necesitas cuando llegue la hora del baile o incluso antes. Ten a mano los complementos que puedas necesitar: abanico, chal…
Más consejos Comprad las alianzas en fechas cercanas a la boda, porque puede que tus manos estén más hinchadas y lo que menos querrás es que durante el intercambio de anillos tu pareja no pueda ponértelo en el dedo. Después del embarazo si es preciso puedes achicarla. Si las sesiones fotográficas no deberían ser interminables en ningún caso, si tú estás embarazada con más razón. Hablad con el fotógrafo para planificar las fotos teniendo en cuenta tu estado. Pide que el coche nupcial sea cómodo a la hora de salir y entrar de él. Si a una novia ya le cuesta, será aún más difícil si luce una tripa abultada. Planificad la Luna de Miel teniendo en cuenta el embarazo. Ambos debéis tener presente las condiciones del destino, el desplazamiento, etc. El día de la boda reserva un rato para poder echarte una pequeña siestay poner las piernas en alto. Así estarás más descansada y podrás aguantar mejor todo el trajín que te espera. Y un último consejo: si siempre es útil contar con una wedding planner para organizar una boda, si estás embarazada se convierte en algo imprescindible.
Cada vez son más la parejas que prefieren casarse en invierno. Los motivos, muchos: precios más bajos, mayor disponibilidad a la hora de encontrar fechas disponibles, más facilidad para tomar vacaciones en el trabajo, no se coincide en fechas con la mayoría de amigos y familiares que se casan, paisajes y luz diferentes, ... Pero una boda de en esa época del año tiene ciertas peculiaridades que es preciso tener en cuenta para que sea un éxito. A continuación encontraréis consejos e ideas para conseguir una boda de invierno perfecta.
Los espacios
Debeis elegir los espacios más adecuados para la ceremonia y la recepción. Pensad que las características de un lugar durante la primavera o el verano no son las mismas que durante el invierno. Cambian la luz, la temperatura, la humedad, el paisaje, la vegetación, el estado del suelo, los accesos... Mi recomendación si os vais a casar en invierno: visitad el sitio con suficiente antelación para verlo en unas circunstancias similares a la de la fecha en que tenéis prevista la boda. Así no habrá sorpresas.
Algo que también debéis contemplar es la facilidad de acceso de los invitados a esos espacios. En zonas de montaña o en las que nieve o llueva con frecuencia, es algo que os debéis plantear seriamente. Ninguna pareja quiere que sus invitados o ellos mismos no puedan llegar a la ceremonia o la recepción porque no tienen cadenas para la nieve.
Algo a tener en cuenta es la distancia entre el lugar de la ceremonia y de la recepción. Cuanto menor sea, más fácil se lo pondréis a los invitados si hay lluvia, viento o nieve.
Evitad en la medida de lo posible los lugares que tengan accesos, zonas de paso o de permanencia en los que haya tierra, arena, césped o grava. Son suelos que con la humedad se convierten en un verdadero problema para los invitados. La ceremonia
En caso de que la temperatura lo permita, quizás os podríais plantear una ceremonia en el exterior, siempre que pudiéseis ofrecer comodidad a los invitados: mantas para taparse las piernas, gorros o guantes de lana, estufas...
El lugar de la recepción
El lugar en el que celebréis la recepción debe estar bien acondicionado para acoger una boda de invierno. Es fundamental que cuente con todos los requisitos para que los invitados estén confortables: espacio interior suficiente para albergar el cóctel y la recepción posterior, calefacción, accesos cómodos al lugar sin barro ni charcos... También es conveniente que el espacio de la celebración tenga una decoración apropiada para esa época del año. Muchos lugares sólo cuentan con un tipo de decoración (incluidas mantelerías), que normalmente están pensadas para primavera y verano, que son las estaciones en las que se celebran la mayor parte de las bodas. Esto es un problema, puesto que la ambientación en invierno requiere de otro tipo de elementos, texturas y colores. Si no tienen prevista una opción más invernal pueden suceder dos cosas: que os tengáis que conformar o que tengáis que pagar un extra por su alquiler.
Importante: preguntad si el lugar de celebración cuenta con guardarropa, porque será necesario. Y, además de consultar la disponibilidad, preguntad si implica un gasto extra para vosotros o para los invitados. El menú
El menú debe ser apropiado para el frío, por lo que debería contener platos más contundentes y sabrosos que en la primavera o el verano. Durante el cóctel o la recepción podéis servir caldos, consomés o cremas, que se agradecen mucho durante los meses de frío.
Las ensaladas, sopas frías, helados, granizados... mejor para la primavera, el verano o los primeros días del otoño.
El chocolate caliente es perfectoen invierno, en todas sus presentaciones: en taza, con churros, en fondue, sobre el postre...
La decoración
Elegid flores invernales, no sólo porque son más baratas que las de fuera de temporada, además se conservarán mejor con el frío. En cuanto al ramo y los arreglos, en invierno hay una serie de elementos que son de lo más decorativo y que podéis elegir: algodón, piñas, ramas, hojas...
Aunque la boda sea invernal, no debéis renunciar a que la decoración sea espectacular. No tiene que ser ni fría ni aburrida. Dejad volar la imaginación, pero pensando siempre en la época del año en que se celebrará la boda.
Los blancos, beiges, tierras, grises o negros son perfectos para la bodas de invierno, aunque siempre conviene combinarlos con colores que les aporten más vida: rosas, rojos, burdeos, púrpuras, azules, verdes oscuros, dorados, plateados... La decoración debe ser cálida y acogedora, como contrapunto del frío del exterior.
Es importante no caer en la tentación de tematizar o decorar la boda como si fuese una boda de primavera o verano, por muy bonitas que sean las ideas que aparecen en Pinterest o en las revistas especializadas. La decoracion debe ser congruente con el estilo de los novios, con el lugar...y con la época del año. Las velas son imprescindibles en una boda de invierno, porque aportan luz y calidez. Pero, cuidado, recordad que no se encienden hasta la caida del sol. Tenedlo en cuenta en las bodas de mañana. Los invitados
Si la temperatura no es excesivamente baja y el espacio tiene disponibles estufas u otros elementos que permitan calentar a los invitados y zonas que les permitan estar a cubierto, os podéis plantear servir el cóctel en exterior. La experiencia del cóctel en el exterior y el banquete en el interior sorprenderá a los invitados por su originalidad. Pero, ojo, es imprescindible que los invitados puedan estar confortables en el exterior, si no, es un error... y de los imperdonables. Tened previstos detalles que mantengan a los invitados calentitos: mantas, bufandas, guantes, gorros... Les encantará y tendréis solucionado el tema de los regalos. Presentadlos con estilo y será algo que lo recuerden siempre: ponedle un lazo bonito a las mantas o a los guantes, embolsadlos de forma original, colocadlos en cestitas decoradas, poned un cartel con alguna frase que les invite a usar el regalo inmediatamente... La novia
El vestido de novia debe ser apropiado para la estación, en cuanto a tejido y a diseño. Aunque una buena parte de la boda tiene lugar en el interior, es importante tener en cuenta que se pasa tiempo en el exterior, tanto en las salidas y entradas, como en el momento del reportaje fotográfico.
El velo es uno de los elementos que puede ser traicionero durante las bodas de invierno: el viento y la lluvia pueden convertirlo en una verdadera trampa para una novia.
Las chaquetitas de punto, boleros, estolas, capas, guantes o manguitos para mantener calentitas las manos son imprescindibles para las novias de invierno.
Si va a hacer mucho frío en la fecha en la que celebréis la boda, una buena opción es cambiar los zapatos de novia por unas botas. Las hay preciosas, calentitas y con diseño totalmente nupcial. Y, si llueve, una opción son las botas de agua... El novio
El traje del novio debe estar confeccionado con un tejido apropiado para la época del año. Incluso se puede atrever con un tejido tan lujoso como el terciopelo. Los zapatos del novio deben ser elegantes, pero siempre apropiados para el frío y la lluvia.
Los colores del chaleco, la corbata o la pajarita deben ir en consonancia con los colores predominantes en la boda, pero estos deberían ser cálidos y profundos. Más ideas
Si conocer el estado del tiempo es importante a la hora de organizar cualquier boda, si se trata de una boda de invierno, esto es aún más importante. Consultad las previsiones meteorológicas con tiempo suficiente y cercioraos de que las personas involucradas en la organización (proveedores, coordinadores...) también lo hacen.
Tened previstos paraguas, sí o sí. Tanto para vosotros como para los invitados. La probabilidad de lluvia se incrementa en invierno y nadie quiere terminar como una sopa un día tan importante.
Tampoco está de más poner a disposición de los invitados algún elemento para limpiarse los zapatos, en caso de que el suelo esté embarrado o húmedo.
Contad con las horas de luz a la hora de hacer las fotos. Es algo muy importante a la hora de conseguir un buen reportaje vuestro y unas bonitas fotos del grupo, sobre todo si no queréis que el fotógrafo termine haciéndolas en el interior. En lugar del confetti, los pétalos o el arroz (ya casi en peligro de extinción por las restricciones de iglesias y ayuntamientos), una gran idea es sustituirlos por bengalas. Son cálidas y quedan perfectas en la fotos.
Con estos consejos, lo único frío en vuestra boda será la temperatura exterior.
Las tendencias en bodas son bien claras: menos invitados que hace unos años, desapego a muchas de las tradiciones y costumbres nupciales más arraigadas, presupuestos más racionales, auge del DiY y, sobre todo, búsqueda de la máxima personalización posible. No hay más que echarle un vistazo a blogs y revistas de novias o haber asistido a alguna boda recientemente.
Todo lo anterior afecta a la organización de la boda, también a la papelería y a la decoración. Por eso cada vez es más frecuente que las parejas que se van a casar opten por alternativas on-line diferentes, más económicas, rápidas y que les permitan participar de algún modo en su diseño, pero sin perder calidad.
Poder utilizar una imagen propia, elegir y modificar a vuestro gusto una que esté prediseñada o trabajar con un equipo de diseñadores para conseguir justo lo que necesitáis para personalizar vuestra boda es algo que facilita mucho las cosas. Si además de todo eso se puedeencargar y pagar on-line, además de recibirlo rápidamente, se convierte en algo realmente cómodo cuando se trata de organizar un evento tan importante.
Y el abanico de productos para personalizar con la imagen con la que queráis identificar vuestra boda es enorme: invitaciones, sobres, tarjetas de agradecimiento, globos, marcapáginas y otros regalos para los invitados, posavasos, banderolas, posters, lonas para el photocall...
Personalizar los globos, por ejemplo, es una buena opción para darle un toque especial para una boda. No sólo podéis decorar con ellos, además podéis utilizarlos para que los invitados los suelten tras daros el sí quiero. Incluso pueden atarles una tarjeta en la que hayan escrito lo que os desean a lo largo de vuestro matrimonio, dejando que luego esos deseos suban hasta el cielo con los globos para pedir se se cumplan.
Para acertar si elegís esta opción para la papelería y la decoración de vuestra boda os aconsejo que os fijéis en lo siguiente:
En que la plataforma sea confiable. Es lo veréis comprobando que su dirección web comienza con https://, lo que implica una conexión segura. También es importante que en su sitio aparezca un apartado de Términos y condiciones de uso y otro de Política de privacidad, con los datos identificables de la empresa responsable, eso os dará una garantía a la hora de contratar con ellos.
Que el sitio sea fácil de utilizar, puesto que tendréis que hacer elecciones al respecto del diseño y debe resultaros sencillo y cómodo desde el principio hasta el final del proceso.
Que disponga de muchas opciones prediseñadas, pero personificables, además de poder subir imágenes propias o encargar el diseño a un profesional. Así no os tendréis que limitar a la hora de encontrar lo que realmente encaja con vosotros.
Que tenga varias formas de contacto, por si tuvieseis alguna duda acerca del diseño, el producto o el proceso.
Que tenga plazos de entrega muy cortos. De esa forma podréis tener vuestro encargo lo antes posible, con lo que no tendréis que ocuparos de invitaciones o decoración con tanta antelación como con otras opciones más tradicionales.
Que sus productos sean de buena calidad.
Si os decidís por esta forma de diseñar y encargar la papelería o decoración de vuestra boda, original y personal, Hello Print es una buena elección.
Los escotes infinitos en la espalda siguen siendo tendencia en la moda nupcial. Son favorecedores, sensuales y espectacularse, de eso no hay duda. Pero como todo lo que signifique mostrar más piel de lo habitual, es un asunto delicado, porque es fácil pasar de ser sugerente a ser vulgar.
Para que puedas lucir escotazo en la espalda de tu vestido de novia, a continuación te doy algunos consejos que te ayudarán a acertar.
Antes de nada
Ten en cuenta el lugar en el que se celebrará la ceremonia, porque una espalda de vértigo puede ser inapropiada. Si tu boda va a ser religiosa, quizás te deberías plantear reducir la profundidad del escote o tapar la espalda durante la ceremonia. Puedes utilizar el mismo velo si es tupido, un bolero o una capa. También puedes pedirle a la modista que te ponga un tul, tanto fijo como móvil, para que se pueda retirar a la hora de la recepción.
Ten presente si la mayoría de personas que acudirán a la boda son muy conservadoras, porque un escote que termina donde la espalda pierde su nombre, puede ser considerado una provocación. Olvida este consejo si no te importa escandalizar a tus invitados más tradicionales... o es precisamente lo que buscas ;)
Si te casas en invierno, también deberías valorar si un escote infinito no te hará pasar frío. Aunque siempre puedes utilizar una estola, bolero o capa para taparte mientras estás en el exterior.
A la hora de escoger
A la hora de escoger un escote de infarto en la espalda, debes pensar si realmente es lo más adecuado para ti. Una cosa es una preciosa foto en Pinterest, en la que la modelo está posando en el mejor ángulo y con retoques a diestro y siniestro; y otra muy distinta es llevarlo una misma durante muchas horas, sentándote, levantándote, bailando...
Si escoges un profundo escote en la espalda, renuncia a llevarlo también en la parte delantera de tu vestido. No sólo porque puede acabar siendo vulgar, sino porque además te costará mantener el vestido en su sitio, con el peligro de mostrar lo que no quieres en el momento más inoportuno.
Procura que si el escote es muy profundo, el resto del vestido no sea muy recargado. La atención debe centrarse en uno o dos puntos del vestido como máximo. Si llevas escotazo en la espalda, falda ceñida, encaje, lazos, pedrería, tul, cientos de botones... lo que parecerás es un muestrario de mercería, no una novia.
Elige el escote en la espalda que mejor se adapte a tu cuerpo, para sacarte el máximo partido posible. Si tienes algún michelín en la zona, siempre puedes elegir un escote tipo rombo, en "V" o un poco más alto, así lo ocultarás, pero sin renunciar a un toque sensual.
Cerciórate de que el talle del vestido se ajusta perfectamente a tu cuerpo, ni muy ceñido ni muy holgado. De esa forma conseguirás que el cuerpo del vestido no se mueva de su sitio y tú estés cómoda.
La ropa interior
Si llevas escote en la espalda, debes elegir correctamente el sujetador que lleves, para que no se vea en ningún momento. Ni un poquito. No será la primera vez que veo (como invitada, no como wedding planner, por supuesto) a una novia a la que se le ve la ropa interior... y queda feo, muy feo.
Si no lo tienes claro, pide consejo a la modista o a la consultora para que te asesore acerca del sujetador más apropiado para tu vestido. Una vez que lo encuentres, pruébate de nuevo el vestido con élpara comprobar que es el adecuado. Ahora mismo tienes en el mercado una gran cantidad de modelos y para llevar con distintas posiciones, así que te será fácil encontrar uno.
Si te es imposible llevar sujetador, pero necesitas que algo controle tu pecho, puedes recurrir a que te cosan unas copas en el propio vestido, a los sujetadores adhesivos y en último extremo... al esparadrapo.
Cuida tu espalda
Debes cuidar toda la piel que vayas a lucir ese día, también la de la espalda si vas a llevar un escote de vértigo. Si la tienes en buenas condiciones, con que te hagas una exfoliación unos días antes y te apliques una buena corporal a diario será suficiente. Si tienes acné u otro tipo de problemas, acude a tu dermatólogo para que te recomiende un tratamiento.
Antes te he hablado de exfoliación, aunque debes evitarla día antes o el mismo día de la boda, porque la piel puede aparecer enrojecida e irritada. Justo lo que no quieres que pase.
Te recomiendo que si vas a lucir un escotazo en la espalda, te des un buen masaje antes de la boda para descontracturar y relajar la zona.
Si tienes michelines en la espalda o ésta no está muy tonificada, puedes recurrir a un entrenamiento específico en el gym para mejorar su aspecto. Ten presente que esto no ocurre de un día para otro, así que planifícalo con tiempo.
Más consejos
Si vas a llevar un escote trasero, tienes que tener en cuenta algo muy importante: la postura. Ir encorvada o con los hombros echados hacia delante es lo peor que puedes hacer, porque deslucirá el vestido. Además, no caminar erguida te hará parecer cansada, más bajita, más gruesa... y te sacará barriguita, aunque no la tengas. Ya sabes: actitud, actitud y actitud.
No tapes la espalda con el cabello. No es el momento de llevar la melena suelta, porque no se apreciará precisamente la zona que quieres resaltar. Puedes optar por recogidos o semirrecogidos laterales.
Si tienes marcas del bañador o el bikini, puedes solucionarlos aplicando autobronceador justo en esa zona. Para que quede perfecto, pide a alguien que te ayude y ve subiendo el tono de forma progresiva con varias aplicaciones. Comienza con un tono claro y ve oscureciéndolo, si es necesario, hasta adaptarlo a tu tono de piel. Hazlo unos días antes de la boda, para que si hay algún error puedas solucionarlo con tiempo. Si no te atreves con autobronceador siempre puedes recurrir a al maquillaje. Lo único que debes buscar es uno que no manche la ropa.
Si tú y tu pareja habéis decidido casaros cuando ya sabíais que estabas esperando un bebé, deberíais planificar la fecha de la boda de forma que no se acerque demasiado a la prevista para el parto. Incluso aunque eso implique acelerar la el proceso de organización o elegir una boda algo más sencilla. Nadie quiere romper aguas en pleno sí, quiero. 
Pide
que haya asientos cómodos y a los que puedas acceder con facilidad, tanto en la ceremonia como
en la recepción, incluso durante el cóctel. Tienes que poderte sentar cuando lo necesites, sin necesidad de que te ayuden o de tener que movilizar al personal del recinto para que te acerquen una silla. 
Todas las novias deberían buscar un vestido con el que se sientan cómodas, pero si estás embarazada con más razón todavía. Si tienes muchos meses de embarazo lo más probable es que te sientas pesada y algo hinchada, por lo que necesitas algo que no te aporte más incomodidad a la que ya tienes.
Otro elemento de tu vestuario que debes cuidar muchísimo es el calzado. Debe ser bonito, por supuesto, pero también tiene que ser cómodo, muy cómodo. Tus pies y tobillos tendrán tendencia a hincharse, por lo que los zapatos no deben apretarte. Tienes muchos modelos apropiados para ti en el mercado. Una recomendación: no compres los zapatos muy pronto, hazlo cerca de la fecha de la boda, para asegurarte de que se adaptan a tus pies según ha ido avanzando el embarazo. 
Comprad las alianzas en fechas cercanas a la boda, porque puede que tus manos estén más hinchadas y lo que menos querrás es que durante el intercambio de anillos tu pareja no pueda ponértelo en el dedo. Después del embarazo si es preciso puedes achicarla. 
