Lo ideal para que la agenda no sea un caos es ser muy organizada y seguir un método. Aunque quizás el momento más complicado para una novia sean las 24 horas anteriores al "día B", porque es fácil agobiarse o tomar malas decisiones por las prisas.
Desde QdB queremos ayudarte a organizar esas horas, así que a continuación te vamos a contar lo que deberías evitar y lo que deberías hacer en esas horas previas a la boda.
Venga, no te lo puedes perder...
Lo que debes evitar
- Exponerte a cambios bruscos de temperatura. Ten cuidado con el aire acondicionado, las corrientes de aire o los golpes de calor. Evítalos, porque te puedes arriesgar a enfermar justo antes de la boda. Ponte en situación: dirigirte al altar sin voz porque te has resfriado, o afrontar tu gran día con fiebre.
- Tomar el sol o rayos UVA. Si te expones al sol en las 24 horas previas a la boda, tu piel pueden enrojecerse, quemarse o inflamarse.
- Probar alimentos o bebidas por primera vez. Aunque nunca hayas tenido una alergia alimentaria o si todo lo que comes te sienta de maravilla, lo más recomendable es no tentar a la suerte probando cosas nuevas. Imagina que tu rostro se hinche o te aparezcan granitos, o peor aún, que tengan que ingresarte en el hospital para tratarte una alergia grave.
- Tomar alimentos que provoquen la retención de líquidos o la hinchazón abdominal, porque te sentirás incómoda con tu vestido, incluso puedes tener dificultades para cerrarlo. Y con tus zapatos, porque te apretarán más de la cuenta. Los sospechosos habituales: legumbres, col, mascar chicle, alimentos precocinados, embutidos, quesos curados, pizzas, snacks, alimentos con mucha sal, azúcar y harinas refinadas, etc.
Ten cuidado con la alimentación si quieres poder abrochar tu vestido |
- Beber alcohol en exceso. El alcohol te hará retener líquidos sobre todo en el abdomen y las piernas, además de embotarte los sentidos justo cuando debes estar más alerta. Una copa de vino o de cava o una cerveza no te harán daño, incluso pueden servir para relajarte mientras te das un baño o charlas con una buena amiga la noche anterior a la boda, y otra muy distinta agarrar una melopea XXL.
- Hacer ejercicios bruscos o deportes de riesgo. Las razones para evitarlos: agujetas, contracturas o lesiones. ¿No querrás ir al altar con el brazo en cabestrillo? Eso sí, hacer ejercicio con una intensidad media puede ayudarte a incrementar tu energía y/o relajarte.
- Hacerte la pedicura o la manicura. Si la pedicura es demasiado radical, incluso puede impedirte andar con comodidad. No me digas que tras una sesión de podólogo o pedicura no has acabado con dolor en la planta del pie o en algún dedo y has necesitado ponerte una gasa y un esparadrapo para poder caminar sin ver las estrellas. Cuando se retiran las callosidades o se cortan las uñas difíciles, lo cierto es que el pie se queda dolorido, justo lo que no necesitas antes de la boda. Y en cuanto a la manicura, puede ocurrirte lo mismo, un cortecito, una retirada de cutículas demasiado concienzuda... Deja los cuidados de los pies para dos o tres días antes de la boda. Con los esmaltados semipermanentes ya no tendrás que temer que se salte una uña o que toques algún producto abrasivo y se estropee el esmalte, así que puedes hacértela con una par de día de antelación.
Evita hacerte la manicura y la pedicura 24 horas antes |
- Depilarte. No te depiles en las 24 horas anteriores a la boda, porque te arriesgas a que alguna quemadura o irritación te arruine tu día.
- Hacerte tratamientos de belleza, especialmente si no los has probado nunca. Con los tratamientos ocurre lo mismo que con la comida, es mejor no probar nada nuevo por si experimentas algún efecto inesperado. Incluso algunos tratamientos, aunque te los hagas habitualmente, no deberías recibirlos las 24 horas antes de la boda: higiene facial, fotorrejuvenecimiento facial (IPL), tratamientos con ácidos, etc. Lo que sí puedes hacer el último día son los tratamientos con manipulación manual y productos suaves (y conocidos).
- Probar cosméticos nuevos. ¿No querrás arriesgarte a una alergia o una reacción inesperada? Si tienes intención de cambiar de productos de cara a la boda, comienza a utilizarlos una par de semanas antes, para descartar reacciones desagradables.
- Utilizar autobronceador, tanto en casa como en cabina. No, no y no. Si por lo que sea el acabado no es perfecto, no tendrás margen para solucionarlo. Y, por otra parte, hay productos (sobre todo de cabina) que pueden acabar manchando tu vestido en cuanto te lo pongas y comiences a sudar. Es mejor utilizar los autobronceadores dos o tres días antes. Además el resultado será más natural.
- Trasnochar. Ya trasnocharás el día de la boda. La noche antes procura acostarte temprano para levantarte al día siguiente con la mejor cara posible. Incluso aunque te cueste dormirte, permanecer tumbada te ayudará a evitar la hinchazón de tu rostro, tu abdomen y tus piernas.
- Estresarte. Ya sé que es difícil decirle eso a una novia cuando quedan apenas 24 horas para su boda, pero es imprescindible que lo intentes. El estrés se reflejará en tu rostro... y en tu actitud. Utiliza las herramientas que mejor funcionen contigo. Hay quien se relaja con un baño caliente, con un buen libro, escuchando su música favorita, sacando a pasear a su perro o haciendo unos minutos de yoga. Elige el tuyo y disfruta de ese momento. Y no te olvides de respirar...
- Discutir. No discutas bajo ningún concepto. Con nadie. No merece la pena que te enfades cuando te espera un día tan feliz y ajetreado. Si tienes motivos, toma nota mental de ello y discute con quien sea el día después de la boda. Aplícate lo que dijo Scarlett O'Hara en "Lo que el viento se llevó": "no pensaré en ello ahora, ya pensaré en eso mañana". Incluso puede que si pospones el enfado al final te des cuenta de que quizás ni merecía la pena el esfuerzo.
- Ir a trabajar. Es un campo minado para ti, porque te estresarás (y te estresarán), además de cansarte más de la cuenta. Y te lo digo por experiencia. El día de antes tómatelo para ti, lo agradecerás.
- Estar pendiente del teléfono o el correo electrónico. Desconéctalos para evitar la tentación. O déjaselos a alguien de confianza y atiende únicamente las urgencias. Te aconsejo que delegues todo (o casi todo) en una o varias personas el día antes de la boda, te sentirás menos agobiada y disfrutarás más de los preparativos.
Desconéctate del móvil y el correo electrónico |
- Escribir los votos. Si no los has escrito ya, es mejor que lo dejes, porque los nervios de las horas previas no son los mejores amigos de la creatividad. Y si no consigues escribir lo que quieres en esas circunstancias, tu nivel de estrés llegará a proporciones épicas. Haz un esfuerzo y redáctalos con tiempo. Y si no, olvídate de ellos.
- Ponerte el vestido. No, por favor, no caigas en la tentación de probarte el vestido unas horas antes de la boda, porque es una forma de llamar con megáfono al desastre. Se puede manchar, se puede romper, puedes ponértelo en un momento bajo y verte horrorosa con él...
Evita ponerte el vestido de novia las horas previas a la boda |
- Hacer cambios de última hora. Si eres muy creativa o muy perfeccionista es fácil que caigas en esta trampa. Deja todo como está, porque si hace unas horas estaba bien, también lo estará después. Normalmente estas modificaciones in extremis salen mal, siempre.
Lo que debes hacer
- Comer saludable y ligero. Te sentirás liviana, cómoda y con más energía. Procura que la dieta de las horas antes sea equilibrada. Si no te ves capaz de llevarlo a la práctica por ti misma, hay empresas que te preparan los platos para todo el día, todos muy equilibrados y servidos a domicilio. No tienes excusas.
- Beber mucha agua. Servirá para deshincharte y para sentirte más despierta y vital.
- Un rato de spa. Una sesión de spa te ayudará a relajarte, a dormir mejor y a sentirte más feliz.
Regálate una sesión de spa |
- Pasar tiempo con los pies en alto. Así tus piernas y tus pies estarán más descansados y ligeros. Piensa que el día de la boda pasarás mucho tiempo de pie, por lo que todos los mimos que les puedas dar el día antes es de agradecer. Si además te pones un gel frío, incrementarás sus efectos beneficiosos.
- Respirar. De forma profunda y tranquila. Si estás muy nerviosa te templará los nervios y te ayudará a ver las cosas con perspectiva.
- Dormir bien. Procura dormir al menos 8 horas seguidas. La habitación debe estar a una temperatura agradable, bien ventilada y sin distracciones. Esto te ayudará a estar más descansada y dinámica el día de la boda, además de tener un buen aspecto.
- Pasar un tiempo sola. Los días antes de la boda lo habitual es que las novias estén siempre acompañadas, bien por amigos o familiares o por proveedores (peluqueros, manicuras, pedicuras, fotógrafos, coordinadores...), aunque es muy recomendable reservar unos minutos para estar sola, con tus propios pensamientos y haciendo algo que te guste.
- Reservar un rato para pasarlo con alguien que te transmita serenidad. Igual que es recomendable estar un rato a solas, también lo es compartir unos minutos con esas personas que aportan tranquilidad y energía positiva. Deja unos minutos libres para charlar por teléfono con tu mejor amiga o para tomar un café con tu hermana favorita.
Reserva un rato para tomar un café con una amiga |
- Dedicar unos minutos a algo que te guste y te divierta. Haz algo que te encante, algo con lo que fluyas. De esa forma despejarás la mente y te sentirás serena y feliz, justo el estado de ánimo que necesitas para un día tan importante. Da lo mismo que sea hacer crochet, regar las plantas o jugar a videojuegos, lo importante es que te haga sentir bien.
- Confirmar todos los detalles con los proveedores. Antes de desconectar del todo, habla con todos tus proveedores para comprobar que todo está OK. Si son profesionales, todo estará atado y bien atado, pero tú te sentirás más tranquila si te lo dicen de viva voz. O envíales un correo electrónico. Aunque lo ideal es que estas comprobaciones las hagan las personas en las que hayas delegado.
- Dejar preparado todo lo que tengas que llevar al día siguiente, desde el neceser hasta la documentación. Si te lo tomas como un momento relajante, en lugar de otra obligación estresante más, te servirá para centrarte. Y evitarás las prisas y los disgustos de última hora.
- Dejar preparada la maleta para la noche siguiente, si te vas de viaje de Luna de Miel o dormís en un hotel. Lo mejor sería que tuvieses la maleta lista desde hace varios días y sólo te dedicases a comprobar que todo está en orden.
- Dejar el teléfono en silencio. Una vez hechas las comprobaciones, deberías silenciar el teléfono. Si hay algo urgente, diles a todos que se pongan en contacto con las personas de tu confianza que hayas designado. No es el momento para molestarte con tonterías.
Y, sobre todo, no te olvides de disfrutar de las horas previas a la boda. Son instantes preciosos.
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La primera vez que apareció el post Qué Evitar y Qué Hacer las 24 Horas Previas a la Boda fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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