Siempre hablamos de lo que debe hacer una novia antes de la boda, porque parece que es la única protagonista ese día. Y si es cierto que todas las miradas se centrarán en ella, también lo es que hay otro protagonista: el novio. Y como tal, necesita prepararse cuidadosamente el día de la boda, no sólo para estar tan radiante como la novia, también para que se sienta importante y merecedor de atención.
Por eso a continuación vas a encontrar consejos para prepararte y cuidarte el día de la boda si eres el novio.
Procura no trasnochar
Incluso aunque te cueste dormir, es mejor que no salgas la noche anterior. Así descansarás más y mejor. Dedica esas horas previas a leer, a ver una serie o una película o a tu hobby favorito. Y si quieres pasar un rato con amigos o familia antes de la boda, retírate pronto y huye de ambientes cargados y ruidosos.
Sobre todo evita beber en exceso esa noche, porque la resaca y los excesos alcohólicos dejarán su huella en tu ánimo, en tu capacidad para enfrentar un día tan agotador y en tu rostro.
Levántate pronto
Así tendrás tiempo para todo y no te estresarás. Disfruta de cada instante de la boda, desde bien temprano.
Si la boda es por la tarde y estás muy cansado puedes echar una pequeña siesta a mediodía para recuperarte.
Apaga el teléfono
Si tienes muchos familiares, amigos y conocidos, lo más probable es que te acosen los días previos a la boda, incluso las horas antes. Así que si quieres tranquilidad y tiempo para ti, apaga el teléfono, déjalo en silencio o pide a alguien que se encargue de él por ti para cribar las llamadas y mensajes y que no te agobies.
Aliméntate bien
Desayuna tranquilamente y de una forma equilibrada. Necesitarás fuerzas para afrontar el día y no hay nada como un buen desayuno para lograrlo.
Dile sí a las proteínas de alta calidad, a los cereales integrales, a las verduras y hortalizas, a las frutas y los frutos secos.
Si la boda se celebrará por tarde, acuérdate de tomar una comida ligera, pero nutritiva. Es fácil que no comas mucho durante la cena, y no puedes estar todo el día sin ingerir alimentos. Piensa también que es probable que no comas, pero sí que bebas algo de alcohol, y no es muy buena idea hacerlo con el estómago vacío.
Y no te olvides de hidratarte bien a lo largo del día. Una mala hidratación puede provocarte dolor de cabeza, confusión, mal humor, incluso mareos.
Prepara todo con antelación
Comprueba que tienes a mano todo lo que necesitarás para arreglarte: traje, camisa, calcetines, cinturón o tirantes, ropa interior, zapatos, joyería, productos de belleza, etc.
Haz una lista de todo para ir chequeando que está listo y en perfectas condiciones, así no se te olvidará nada.
Procura saber con antelación cómo debes vestirte: cómo se anuda la corbata o la pajarita, ponerte los gemelos, como colocarte los tirantes... Aunque pueda parecer una obviedad, hay novios que no suelen llevar ciertas prendas y complementos y no tienen ni idea de cómo usarlo. Si no sabes hacerlo tú, recurre a alguien de tu confianza que te ayude.
Coloca todo para que esté a la vista y a mano las horas previas a la boda.Y, por supuesto, comprueba que tienes localizados los anillos.
Arréglate con tiempo
Incluso aunque seas uno de esos hombres que están listos en 10 minutos, reserva suficiente tiempo para prepararte ese día. No lo hagas de manera apresurada, porque terminarás estresándote, porque arreglarse para la boda a toda prisa derivará en un estrés añadido que no necesitas.
Ponte música, prepárate una infusión, siéntate un rato para reflexionar, échate una pequeña siesta como parte del ritual de la preparación.
Afeitado
Si no llevas barba, aféitate con tiempo y con cuidado. Utiliza herramientas y productos apropiados y, sobre todo, utiliza un buen aftershave. El ácido hialurónico, el aceite de semillas de uva o el gel de áloe vera puros son perfectos para calmar, hidratar y recuperar la piel. Por cierto, si quieres un afeitado pulido y evitar los cortes y heridas, no hay nada mejor que cuidar la piel a diario, limpiando, nutriendo y exfoliando la piel cada 1-2 semanas.
En caso de que lleves barba, recórtala cuidadosamente, lavándola con un jabón específico y, si es necesario, aplicando algún acondicionador especial para el pelo facial.
Lo más recomendable es recurrir a un barbero profesional, que te dejará un aspecto perfecto sin arriesgarte a cortes y errores, tanto si quieres un afeitado como un buen arreglo de la barba.
Cuidado facial
Limpia tu rostro con un producto específico, no con el jabón de manos o con el gel de baño. Piensa que estos jabones no están formulados para la piel del rostro y pueden resecarla y enrojecerla.
Utiliza un tónico para preparar la piel para la hidratación posterior y para cerrar los poros.
Aplícate un contorno de ojos en la zona de la ojera y en las patas de gallo. Como probablemente hayas dormido poco y mal con los nervios previos a la boda, te aconsejo un producto para atenuar bolsas y ojeras, con efecto descongestionante y calmante. Tu mirada se verá más descansada y limpia.
Usa una buena crema hidratante apropiada para tu tipo de piel. Si la tienes grasa, es el momento de usar un producto antibrillos. Ten en cuenta que los nervios, el ajetreo del día y el calor del traje pueden empeorar los brillos en el rostro, por lo que no está de más evitarlo.
Si hace mucho calor, siempre puedes vaporizar agua termal sobre el rostro según lo vayas necesitando para calmar y refrescar la piel.
Lo ideal es que te hayas hecho una higiene facial y los tratamientos necesarios días antes de la boda para preparar la piel y conseguir un aspecto de "10" ese día.
Maquillaje
Cada vez hay más hombres que se maquillan el día de la boda, incluso los hay que lo hacen a diario. La piel presenta un mejor aspecto, se pueden camuflar las imperfecciones y las fotos quedan mucho mejor.
Si nunca te has maquillado, te aconsejo que recurras a un profesional y que hagas una prueba de maquillaje como las novias, para conseguir un aspecto natural y pulido.
Aprovecha el maquillaje para esconder ojeras, granitos y manchas. Además, te puede servir para moldear el rostro, adelgazándolo o aportándole volumen, incluso atenuando las asimetrías.
Cuerpo
Dúchate con tiempo, disfrutando de ese momento. Puedes utilizar algún aceite esencial junto con tu gel de baño para conseguir el efecto deseado. Por ejemplo, puedes utilizar el de naranja que es dinamizante y antifatiga, pero también aporta serenidad. El de ciprés te proporcionará serenidad. El de lavanda te ayudará con la ansiedad y el estrés. El de romero te dará confianza y te hará olvidar la tristeza. Ojo, que únicamente harán falta unas pocas gotas mezcladas con el jabón. Nunca uses los aceites en puro sobre la piel, porque puedes dañarla.
Mímate y aplícate una crema hidratante corporal. Te ayudará a tranquilizarte y a sentirte más confiado, más guapo, no porque la crema en sí tenga ese efecto, sino por el hecho de cuidarte y de dedicarte unos minutos a ti.
Cabello
No pospongas el lavado de tu cabello hasta el último momento. Incluso aunque desees un peinado con efecto wet, no deberías llevar el pelo mojado durante la ceremonia. Los motivos son prácticos y estéticos. El cabello húmedo puede acabar goteando y manchar tu camisa o tu traje. Si hace frío o si la ceremonia tiene lugar en un recinto en el que no haga calor, puede que te resfríes. Y, por otra parte, llevar el cabello mojado más allá del momento de salir del gym no es nada elegante. Si no te da tiempo a secarte el pelo al aire, utilizar el secador.
Utiliza un champú adecuado para tu tipo de cabello y, si es necesario, usa acondicionador o mascarilla.
Péinate con tiempo, para conseguir el aspecto que realmente merece un día tan importante.
O, mejor todavía, pide cita en la peluquería y deja que te mimen y se ocupe un profesional de tu cabello.
Lo que no deberías hacer nunca el día de la boda: teñirte o aplicarte mechas, cortarte el cabello o cambiar de peinado de manera radical.
Manos
Tus manos se van a ver mucho durante la boda y en las fotos después, por lo que es importante que las cuides.
Para cuidar las manos no puedes esperarte al día B, debes irlas mimando a diario para ponerlas a punto. Utiliza jabones que no sean agresivos para lavarlas, sécalas bien tras cada lavado, exfolialas cada cierto tiempo e hidrátalas a diario.
El primer paso es la higiene, así que lava bien las manos y cepilla minuciosmente las uñas.
Comprueba si necesitas cortarlas, limarlas o eliminar alguna piel. Si es así, hazlo con delicadeza para evitar cortes y heridas.
En caso de que tengas alguna dureza en las palmas o en los nudillos puedes utilizar un exfoliante o pasar una piedra pómez con muchísima delicadeza por las zonas a tratar.
Aplícate crema hidratante en manos, dedos y uñas con un masaje. Hazlo con tiempo, porque si te la aplicas justo antes de vestirte puedes manchar las prendas.
¿Y qué te parece si te haces la manicura uno o dos días antes de forma profesional y luces unas manos y unas uñas perfectas el día de la boda?
Perfume
Si te gustan los perfumes y colonias, no te olvides de perfumarte antes de vestirte. Si lo haces después, puedes manchar las prendas.
No te excedas con la cantidad, porque puede terminar resultando molesto para los demás. Lo ideal es que tu perfume se perciba cuando se acerquen a saludarte o te besen. Y lo que deberías evitar es que los efluvios de tu colonia se perciban a metros de distancia o que se queden impregnados en las manos de los invitados cuando se las estreches o en las mejillas si les besas.
Te recomiendo que no cambies de colonia justo ese día. Hay veces que se compra un perfume (o es un regalo) y, aunque huele muy bien al principio, puede terminar odiándose pocas horas después. Y no quieres asociar tu boda a un olor que detestas, ¿verdad?
Sal de casa con antelación
Dirígete a la ceremonia con tiempo suficiente. Al tiempo que calcules para llegar a tu destino, añádele un 50-75% más, por si hubiese algún contratiempo.
Ya sólo me queda darte el último consejo, querido novio: disfruta de la boda hasta el último minuto.
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27 marzo, 2019
21 marzo, 2019
Evita el Dolor de Pies el Día de Tu Boda
A las novias se le las asocia con muchas cosas: con el color blanco, con el ramo de novia de flores naturales, con el velo, con la liga, con el maquillaje discreto y en colores suaves...y con el dolor de pies. Pues bien, las cosas han cambiado mucho si hablamos de bodas y de novias y la mayoría de estas asociaciones ya no son obligatorias, sino elecciones personales.
Muchas novias optan por el color en sus vestidos o sus zapatos, algunas llevan ramos hechos con plumas o con hojas verdes, otras muchas prescinden de la liga, incluso las hay que llevan tocado en lugar de velo o que lucen con orgullo unos labios en un rojo intenso en vez de un tono nude. Así que... ¿por qué no decirle no al dolor de pies el día de la boda?
Por eso en este post quiero compartir contigo consejos sencillos que te ayudarán a disfrutar de tus zapatos de novia sin sufrir.
La mejor elección
Para evitar que te duelan los pies el día de la boda, lo mejor es empezar por el principio, por la elección correcta de tu calzado. A continuación te detallo los puntos a tener en cuenta para acertar con tus zapatos de novia.
Fisionomía
Debes tener en cuenta la forma y estado de tus pies antes de elegir tus zapatos.
Por ejemplo, si tienes los pies anchos, escoger un modelo con una punta afilada puede convertir en un verdadero infierno. O si necesitas plantillas por recomendación de tu podólogo y te haces con un par con el que no puedes ponértelas, te ocurrirá lo mismo. Incluso si tienes tendencia a que los pies se te hinchen mucho, sería totalmente inadecuado que te empeñes en lucir unas sandalias con tacón de aguja y tiras finísimas como única sujeción, porque acabarás con la tiras hundiéndose sin piedad en tu piel, con el consiguiente dolor... y el efecto antiestético.
Antepón siempre tus necesidades a las tendencias y la estética, pero sobre todo en el calzado.
Talla, la correcta
Compra el calzado de tu talla, ni más grande ni más pequeño. Pero, ojo, para acertar con la talla tendrás que tener en cuenta que debes probarte los zapatos cuando tengas los pies hinchados. Esto implica que tendrás que ir a la zapatería al final del día, cuando hayas estado horas andando y de pie.
También conviene que te los pruebes cuando la temperatura sea similar a la que habrá en la boda. Es decir, que si la boda va a tener lugar en verano, planifiques la prueba de calzado al final del día y con calor. Y si va a ser una boda invernal, procura que haga frío cuando vayas a elegir tus zapatos.
Esto es fundamental, porque si eliges tu talla una mañana a primera hora y en un día frío, la talla que elegirás no será la que te resultará cómoda el día de la boda, tras unas cuantas horas con el calzado puesto, peor todavía si hace mucho calor.
Un truco, comprueba que entre el dedo gordo y la puntera del zapato haya al menos 1,2-1,5 cm. Si no lo hay, no es de tu talla.
Tacón
Lo ideal es que utilices un tacón al que estés acostumbrada. Si sueles llevar stilettos de 7 cm. 12 horas al día durante todos los días del año, sería una locura que te pusieses calzado plano el día de la boda, porque no sabrás andar con él y te acabarán doliendo los gemelos una barbaridad. Y, por el contrario, si siempre llevas zapato bajo o con un tacón sensato, no será nada acertado pretender lucir unas sandalias con un tacón de 10 cm. y pretender caminar con ellas más de media hora sin sucumbir... o sin tropezar al caminar hacia el altar.
Si no sueles llevar mucho tacón y quieres añadirle sí o sí algún cm. más a tu calzado, procura que sea grueso o en forma de cuña, te será más cómodo y seguro. Hay modelos preciosos, tanto de cuñas como de block heels, que te permitirán lucir tacones cómodos el día de la boda.
Sujeción
Aunque hay modelos espectaculares destalonados o con tiras casi invisibles, lo cierto es que es importante que el calzado para la boda te proporcione una cierta sujeción. Así evitarás torceduras, tropezones y otros desastres. Piensa que los vestidos de novia suelen ser más aparatosos y menos manejables que la ropa de diario, por lo que un calzado que no se sujete bien a tu pie, te pondrá las cosas muy difíciles a la hora de caminar.
No es necesario que sea un zapato muy cerrado, pero sí que te permita andar con seguridad, sin que el pie baile dentro o que pueda salirse en cualquier momento.
Material
Elige siempre materiales de calidad, en el interior, en el exterior y en la suela. Esto te garantizará que tus pies estarán más confortables y que podrás utilizar ese par de zapatos muchas veces más después del gran día. Y cuando hablo de calidad, no implica gastarse un dineral, sino invertirlo bien.
Evita los materiales sintéticos, como el plástico o el vinilo, porque no se adaptan bien al pie y no lo dejar transpirar.
Suela
Te aconsejo que la suela sea flexible, para que permita que la pisada sea cómoda y natural, te evitará el dolor en la planta y una mejor pisada.
También es recomendable que la suela no sea excesivamente fina si llevas taconazos, porque acabarás notando cada piedrecita, cada baldosa y cada irregularidad del suelo, lo que se convertirá en una tortura a los pocos minutos de llevar los zapatos puestos.
Otro truco para que no te duelan los pies es conseguir que la suela exterior no resbale. Si notas que ésta se desliza demasiado al andar, inconscientemente encogerás los dedos de los pies, como para agarrarte con ellos al suelo, y la postura forzada acabará en dolor. Por no hablar de que una suela demasiado deslizante es todo un peligro, porque caídas y patinazos estarán asegurados.
No adaptes los zapatos
El calzado debe quedarte bien sin necesidad de ensancharlo o de domarlo para que se ajuste a tu pie. Si lo haces, el posible que no consigas adaptarlo adecuadamente, que acabes provocando que haya zonas que te rocen o te molesten sin querer, y también tienes que tener presente que deformarás visualmente el modelo.
¿Zapatillas?
Las zapatillas están de moda, tanto en el día a día como entre las novias millennials, de eso no hay duda. Pero debes tener en cuenta que no a todas las mujeres les resultan cómodas, como a mí por ejemplo, que únicamente las aguanto en el gym. Sí no las llevas nunca, te aconsejo que las uses antes para comprobar si es un calzado que te resulta confortable.
También deberías valorar si la forma de caminar con tu vestido de novia y las zapatillas es lo que deseas, porque no es lo mismo hacerlo por la calle con un vestuario más casual que con un outfit nupcial. Y no me refiero a la estética de ambos, calzado y vestido, sino de si tu forma de andar será suficientemente elegante y fluida.
Un segundo par
Independientemente de que elijas tus zapatos de novia siguiente estos consejos, ten previsto un segundo par al que puedas recurrir a la hora del baile o si necesitas descalzarte porque ya no soportas más el par principal. Incluso te será útil si tienes algún percance, como una rotura de una hebilla o un tacón.
Más vale prevenir
También es importante tomar algunas medidas básicas que te ayudarán a prevenir el dolor de pies. Toma nota, porque son muy fáciles de aplicar.
Visita al podódogo
Pide cita a tu podólogo antes de la boda, así podrá poner tus pies a punto. El podólogo no es la pedicurista, pero necesitas a ambos. El primero se encargará de cortar tus uñas, eliminar durezas y tratar cualquier problema que puedas tener en tus pies; además, te aconsejará el mejor calzado para tus necesidades y te resolverá todas las dudas que te puedan surgir antes de escogerlo. La segunda se ocupará de embellecer tus pies después de que estén sanos y cuidados.
Si tus pies te dan problemas serios, visita al podólogo con antelación para que tenga tiempo de tratártelos antes de dar el sí, quiero.
Hidrata, hidrata e hidrata
Utiliza productos hidratantes y nutritivos para tus pies, y no lo hagas únicamente el gran día. Hazlo todas las noches desde al menos 15 días antes de la boda.
Hay productos y cremas específicas, aunque puedes utilizar manteca de karité o aceites vegetales como el de coco, de aguacate, de oliva... Mi mezcla estrella: manteca de karité y aciete de semillas de uva a partes iguales. Para que te hagan más efecto (y no manches las sábanas), ponte unos calcetines de algodón después de aplicártelos.
Y, cuidado con las cremas antes de calzarte, porque tu pie resbalará, sudará más y pruebe manchar el zapato. Hazlo con tiempo para que el producto se absorba bien.
Evita la fricción
El roce del pie dentro del zapato, junto con el calor y la transpiración, pueden producir ampollas y rozaduras con mucha facilidad.
Una de las formas de prevenir esas erosiones y ampollas es que el material que esté en contacto directo con el pie sea suave, y también que no haya costuras o protuberancias interiores que puedan rozar la piel.
También conviene procurar que el material interior del calzado sea de calidad y transpirable. De esa forma el calor y el sudor no empeorarán la fricción.
Otra de las maneras de decirle adiós a roces y ampollas es crear una barrera entre el pie y el material. Esto lo puedes conseguir hidratando bien la piel, tanto los días previos a la boda como el mismo día un tiempo antes de calzarte. Incluso puedes usar algunos productos antirozaduras en forma de roll-on que puedes encontrar en farmacias y parafarmacias y que suelen funcionar muy bien. Eso sí, están formulados para aplicarlos en las zonas en las que se prevé que haya fricción, no para todo el pie, así que tendrás que calzarte los zapatos varias veces antes del día B para comprobar cuáles son las zonas potencialmente problemáticas. Hay quien recomienda poner vaselina o una crema untuosa en las zonas que puedan rozar en el interior del zapato, pero no te lo recomiendo en absoluto, porque es posible que el pie acabe resbalando dentro del calzado, lo que te acarreará incomodidad y dolor de pies; y por otra parte es fácil que se acabe manchando el material exterior.
Dile no al sudor
Como te he comentado en el caso de la fricción, el calor y el sudor en los pies son tus enemigos el día de la boda, porque facilitarán la aparición de roces y ampollas. Pero también hay que evitarlo por otros motivos.
Es probable que la planta de tus pies acabe ardiendo, algo sumamente incómodo y que te puede arruinar el día. También es más fácil que se te acaben hinchando los pies. Y si la sudoración es mucha y el material interior es sintético es probable que el olor termine siendo un problema añadido.
Para solucionarlo puedes utilizar un antitranspirante específico para los pies en formato espray o en polvos. Los hay naturales en los herbolarios que, además, dejan un olor estupendo en la piel.
Y, por supuesto, puedes utilizar polvos de talco, tanto en tu piel como dentro del calzado.
Evita el deslizamiento
Uno de los motivos que más dolor producen es el deslizamiento del pie dentro del zapato. Para evitarlo puedes utilizar almohadillas de silicona, incluso puedes poner un trozo de esparadrapo en el interior o usar medias antideslizantes.
Utiliza almohadillas y protecciones
Si es necesario, utiliza plantillas y protecciones para adaptar el calzado a tu pie. Tienes un surtido amplísimo, desde almohadillas de silicona para la planta del pie a protectores de talón para que no se produzcan rozaduras, incluso fundas para cubrir las puntas de los dedos.
Evita los taconazos unos días antes
Procura no llevar tacones altísimos los días precios al enlace, porque así dejarás descansar tus pies. También conviene usar calzado cómodo que no pueda producirte rozaduras, ampollas o dolor.
Pon los pies en alto
Intenta poner los pies en alto todo lo que puedas antes de la boda. Aprovecha a hacerlo mientras te maquillan o te peinan, por ejemplo.
Ya sabes, los zapatos de novia deben estar a tus pies, no darte quebraderos de cabeza.
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Muchas novias optan por el color en sus vestidos o sus zapatos, algunas llevan ramos hechos con plumas o con hojas verdes, otras muchas prescinden de la liga, incluso las hay que llevan tocado en lugar de velo o que lucen con orgullo unos labios en un rojo intenso en vez de un tono nude. Así que... ¿por qué no decirle no al dolor de pies el día de la boda?
Por eso en este post quiero compartir contigo consejos sencillos que te ayudarán a disfrutar de tus zapatos de novia sin sufrir.
La mejor elección
Para evitar que te duelan los pies el día de la boda, lo mejor es empezar por el principio, por la elección correcta de tu calzado. A continuación te detallo los puntos a tener en cuenta para acertar con tus zapatos de novia.
Fisionomía
Debes tener en cuenta la forma y estado de tus pies antes de elegir tus zapatos.
Por ejemplo, si tienes los pies anchos, escoger un modelo con una punta afilada puede convertir en un verdadero infierno. O si necesitas plantillas por recomendación de tu podólogo y te haces con un par con el que no puedes ponértelas, te ocurrirá lo mismo. Incluso si tienes tendencia a que los pies se te hinchen mucho, sería totalmente inadecuado que te empeñes en lucir unas sandalias con tacón de aguja y tiras finísimas como única sujeción, porque acabarás con la tiras hundiéndose sin piedad en tu piel, con el consiguiente dolor... y el efecto antiestético.
Antepón siempre tus necesidades a las tendencias y la estética, pero sobre todo en el calzado.
Talla, la correcta
Compra el calzado de tu talla, ni más grande ni más pequeño. Pero, ojo, para acertar con la talla tendrás que tener en cuenta que debes probarte los zapatos cuando tengas los pies hinchados. Esto implica que tendrás que ir a la zapatería al final del día, cuando hayas estado horas andando y de pie.
También conviene que te los pruebes cuando la temperatura sea similar a la que habrá en la boda. Es decir, que si la boda va a tener lugar en verano, planifiques la prueba de calzado al final del día y con calor. Y si va a ser una boda invernal, procura que haga frío cuando vayas a elegir tus zapatos.
Esto es fundamental, porque si eliges tu talla una mañana a primera hora y en un día frío, la talla que elegirás no será la que te resultará cómoda el día de la boda, tras unas cuantas horas con el calzado puesto, peor todavía si hace mucho calor.
Un truco, comprueba que entre el dedo gordo y la puntera del zapato haya al menos 1,2-1,5 cm. Si no lo hay, no es de tu talla.
Tacón
Lo ideal es que utilices un tacón al que estés acostumbrada. Si sueles llevar stilettos de 7 cm. 12 horas al día durante todos los días del año, sería una locura que te pusieses calzado plano el día de la boda, porque no sabrás andar con él y te acabarán doliendo los gemelos una barbaridad. Y, por el contrario, si siempre llevas zapato bajo o con un tacón sensato, no será nada acertado pretender lucir unas sandalias con un tacón de 10 cm. y pretender caminar con ellas más de media hora sin sucumbir... o sin tropezar al caminar hacia el altar.
Si no sueles llevar mucho tacón y quieres añadirle sí o sí algún cm. más a tu calzado, procura que sea grueso o en forma de cuña, te será más cómodo y seguro. Hay modelos preciosos, tanto de cuñas como de block heels, que te permitirán lucir tacones cómodos el día de la boda.
Sujeción
Aunque hay modelos espectaculares destalonados o con tiras casi invisibles, lo cierto es que es importante que el calzado para la boda te proporcione una cierta sujeción. Así evitarás torceduras, tropezones y otros desastres. Piensa que los vestidos de novia suelen ser más aparatosos y menos manejables que la ropa de diario, por lo que un calzado que no se sujete bien a tu pie, te pondrá las cosas muy difíciles a la hora de caminar.
No es necesario que sea un zapato muy cerrado, pero sí que te permita andar con seguridad, sin que el pie baile dentro o que pueda salirse en cualquier momento.
Material
Elige siempre materiales de calidad, en el interior, en el exterior y en la suela. Esto te garantizará que tus pies estarán más confortables y que podrás utilizar ese par de zapatos muchas veces más después del gran día. Y cuando hablo de calidad, no implica gastarse un dineral, sino invertirlo bien.
Evita los materiales sintéticos, como el plástico o el vinilo, porque no se adaptan bien al pie y no lo dejar transpirar.
Suela
Te aconsejo que la suela sea flexible, para que permita que la pisada sea cómoda y natural, te evitará el dolor en la planta y una mejor pisada.
También es recomendable que la suela no sea excesivamente fina si llevas taconazos, porque acabarás notando cada piedrecita, cada baldosa y cada irregularidad del suelo, lo que se convertirá en una tortura a los pocos minutos de llevar los zapatos puestos.
Otro truco para que no te duelan los pies es conseguir que la suela exterior no resbale. Si notas que ésta se desliza demasiado al andar, inconscientemente encogerás los dedos de los pies, como para agarrarte con ellos al suelo, y la postura forzada acabará en dolor. Por no hablar de que una suela demasiado deslizante es todo un peligro, porque caídas y patinazos estarán asegurados.
No adaptes los zapatos
El calzado debe quedarte bien sin necesidad de ensancharlo o de domarlo para que se ajuste a tu pie. Si lo haces, el posible que no consigas adaptarlo adecuadamente, que acabes provocando que haya zonas que te rocen o te molesten sin querer, y también tienes que tener presente que deformarás visualmente el modelo.
¿Zapatillas?
Las zapatillas están de moda, tanto en el día a día como entre las novias millennials, de eso no hay duda. Pero debes tener en cuenta que no a todas las mujeres les resultan cómodas, como a mí por ejemplo, que únicamente las aguanto en el gym. Sí no las llevas nunca, te aconsejo que las uses antes para comprobar si es un calzado que te resulta confortable.
También deberías valorar si la forma de caminar con tu vestido de novia y las zapatillas es lo que deseas, porque no es lo mismo hacerlo por la calle con un vestuario más casual que con un outfit nupcial. Y no me refiero a la estética de ambos, calzado y vestido, sino de si tu forma de andar será suficientemente elegante y fluida.
Un segundo par
Independientemente de que elijas tus zapatos de novia siguiente estos consejos, ten previsto un segundo par al que puedas recurrir a la hora del baile o si necesitas descalzarte porque ya no soportas más el par principal. Incluso te será útil si tienes algún percance, como una rotura de una hebilla o un tacón.
Más vale prevenir
También es importante tomar algunas medidas básicas que te ayudarán a prevenir el dolor de pies. Toma nota, porque son muy fáciles de aplicar.
Visita al podódogo
Pide cita a tu podólogo antes de la boda, así podrá poner tus pies a punto. El podólogo no es la pedicurista, pero necesitas a ambos. El primero se encargará de cortar tus uñas, eliminar durezas y tratar cualquier problema que puedas tener en tus pies; además, te aconsejará el mejor calzado para tus necesidades y te resolverá todas las dudas que te puedan surgir antes de escogerlo. La segunda se ocupará de embellecer tus pies después de que estén sanos y cuidados.
Si tus pies te dan problemas serios, visita al podólogo con antelación para que tenga tiempo de tratártelos antes de dar el sí, quiero.
Hidrata, hidrata e hidrata
Utiliza productos hidratantes y nutritivos para tus pies, y no lo hagas únicamente el gran día. Hazlo todas las noches desde al menos 15 días antes de la boda.
Hay productos y cremas específicas, aunque puedes utilizar manteca de karité o aceites vegetales como el de coco, de aguacate, de oliva... Mi mezcla estrella: manteca de karité y aciete de semillas de uva a partes iguales. Para que te hagan más efecto (y no manches las sábanas), ponte unos calcetines de algodón después de aplicártelos.
Y, cuidado con las cremas antes de calzarte, porque tu pie resbalará, sudará más y pruebe manchar el zapato. Hazlo con tiempo para que el producto se absorba bien.
Evita la fricción
El roce del pie dentro del zapato, junto con el calor y la transpiración, pueden producir ampollas y rozaduras con mucha facilidad.
Una de las formas de prevenir esas erosiones y ampollas es que el material que esté en contacto directo con el pie sea suave, y también que no haya costuras o protuberancias interiores que puedan rozar la piel.
También conviene procurar que el material interior del calzado sea de calidad y transpirable. De esa forma el calor y el sudor no empeorarán la fricción.
Otra de las maneras de decirle adiós a roces y ampollas es crear una barrera entre el pie y el material. Esto lo puedes conseguir hidratando bien la piel, tanto los días previos a la boda como el mismo día un tiempo antes de calzarte. Incluso puedes usar algunos productos antirozaduras en forma de roll-on que puedes encontrar en farmacias y parafarmacias y que suelen funcionar muy bien. Eso sí, están formulados para aplicarlos en las zonas en las que se prevé que haya fricción, no para todo el pie, así que tendrás que calzarte los zapatos varias veces antes del día B para comprobar cuáles son las zonas potencialmente problemáticas. Hay quien recomienda poner vaselina o una crema untuosa en las zonas que puedan rozar en el interior del zapato, pero no te lo recomiendo en absoluto, porque es posible que el pie acabe resbalando dentro del calzado, lo que te acarreará incomodidad y dolor de pies; y por otra parte es fácil que se acabe manchando el material exterior.
Dile no al sudor
Como te he comentado en el caso de la fricción, el calor y el sudor en los pies son tus enemigos el día de la boda, porque facilitarán la aparición de roces y ampollas. Pero también hay que evitarlo por otros motivos.
Es probable que la planta de tus pies acabe ardiendo, algo sumamente incómodo y que te puede arruinar el día. También es más fácil que se te acaben hinchando los pies. Y si la sudoración es mucha y el material interior es sintético es probable que el olor termine siendo un problema añadido.
Para solucionarlo puedes utilizar un antitranspirante específico para los pies en formato espray o en polvos. Los hay naturales en los herbolarios que, además, dejan un olor estupendo en la piel.
Y, por supuesto, puedes utilizar polvos de talco, tanto en tu piel como dentro del calzado.
Evita el deslizamiento
Uno de los motivos que más dolor producen es el deslizamiento del pie dentro del zapato. Para evitarlo puedes utilizar almohadillas de silicona, incluso puedes poner un trozo de esparadrapo en el interior o usar medias antideslizantes.
Utiliza almohadillas y protecciones
Si es necesario, utiliza plantillas y protecciones para adaptar el calzado a tu pie. Tienes un surtido amplísimo, desde almohadillas de silicona para la planta del pie a protectores de talón para que no se produzcan rozaduras, incluso fundas para cubrir las puntas de los dedos.
Evita los taconazos unos días antes
Procura no llevar tacones altísimos los días precios al enlace, porque así dejarás descansar tus pies. También conviene usar calzado cómodo que no pueda producirte rozaduras, ampollas o dolor.
Pon los pies en alto
Intenta poner los pies en alto todo lo que puedas antes de la boda. Aprovecha a hacerlo mientras te maquillan o te peinan, por ejemplo.
Ya sabes, los zapatos de novia deben estar a tus pies, no darte quebraderos de cabeza.
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13 marzo, 2019
Cómo Organizar una Boda en un Barco... Sin Marearse
Si os pregunto dónde tenéis pensado celebrar vuestra boda es probable que respondáis que en una finca, en un hotel, en un restaurante o incluso en una preciosa casita rural. ¿Y en un barco? ¿Elegiríais una embarcación para organizar la ceremonia o la recepción?
Por si os ha llamado la atención esta idea tan marinera y original, a continuación os detallo sus ventajas y sus inconvenientes, así como algunos consejos a tener en cuenta si decidís casaros en un barco.
Ventajas
Inconvenientes
A tener en cuenta
El barco
✿ Debéis escoger el barco teniendo en cuenta varios factores:
✿ Tratad la embarcación como si fuese cualquier espacio para bodas en tierra. Exactamente igual que una finca, un hotel o una casa rural. Así que os aconsejo que miréis varios, que comparéis precios y condiciones, que os informéis de los servicios que os pueden ofrecer, etc.
✿ Los barcos son, por lo tanto, la base de la ceremonia y/o de la recepción; de modo que es fundamental buscar el más adecuado para vosotros y a partir de ahí contratar todo lo demás: catering, música, decoración, animación...
✿ Y, como en un lugar de secano, reservad con antelación suficiente. Aunque os parezca que una embarcación no tiene tanta demanda como una finca, están muy solicitadas, especialmente en las fechas en las que se suelen celebrar las bodas.
✿ Decidid qué preferís, un barco a motor o a vela. La vela es muy romántica y emocionante, aunque el motor es más cómodo.
✿ Comprobad si cuenta también con espacios interiores, porque os dará margen en caso de mal tiempo o incluso para tener diferentes ambientes en los que se puedan mover los invitados.
En un crucero
✿ En el caso de los cruceros es importante que os informéis de los que permiten celebrar bodas a bordo, porque no todas las compañías lo hacen.
✿ Informaos de los servicios y ofertas que tienen, porque en muchas compañías son de lo más completo: desde una botella de cava en el camarote de los novios hasta la ceremonia celebrada por el capitán del navío, pasando por decoración o catering, por supuesto.
✿ A la hora de preparar la lista de invitados para una boda en un crucero, es necesario que os lo planteéis como una destination wedding. Mi consejo: que invitéis únicamente a las personas más cercanas.
✿ Tened en cuenta que muchos invitados declinarán la invitación, porque no podrán (o no querrán) enfrentarse al gasto que supone.
✿ Aunque serán los invitados los que tengan que costearse el crucero, vosotros podéis pactar descuentos y ofertas con la compañía.
La navegación y el fondeo
✿ La navegación no es libre por toda la costa, puesto que hay una normativa en cuanto a la distancia a la playa, a cuánto se puede alejar la embarcación de la costa, a si se puede navegar de noche o no, incluso a la velocidad.
✿ El fondeo no siempre es posible, porque en algunos lugares están restringido, especialmente en el Mediterráneo debido a la protección de la posidonia oceánica.
✿ Tampoco se puede fondear (ni navegar) sin restricciones en los parque marinos y reservas naturales. Ante la duda hay que consultar y pedir el permiso oportuno, si es que es posible.
La contratación
✿ Dirigíos siempre a empresas solventes y con experiencia en celebración de bodas a bordo.
✿ La empresa que os alquile el barco debe contar con todos los permisos, licencias y medidas de seguridad oportunas para poder navegar.
✿ Cercioraos de si es posible (cumpliendo toda la normativa) navegar durante la noche y de la distancia de la costa a la que puede alejarse la embarcación.
✿ Pedid que os especifiquen claramente y por escrito todas las condiciones: servicios contratados, precios, gastos añadidos, impuestos, composición de la tripulación, tiempo de navegación, medidas de seguridad, seguros contratados, exclusiones...
✿ Y, ojo, comprobad si la nave va a ser para vosotros en exclusiva o habrá otros grupos o personas en él. No es lo habitual en el caso de las bodas, pero no está de más consultarlo.
La época del año
✿ Según la estación en la que vayáis a celebrar la boda será más o menos conveniente celebrarla en un barco. El mal tiempo, las lluvias o el viento intenso no son los mejores acompañantes para darse el sí, quiero.
✿ Antes de reservar no está de más que consultéis cuál es la mejor época para hacerse a la mar.
El destino
✿ Una de las peculiaridades de celebrar la boda en una embarcación es que, además de la propia nave, hay que tener en cuenta el lugar en el que ésta se hará a la mar, incluso dónde estará amarrada.
✿ Si en el destino escogido suelen darse vientos fuertes, temporales o tiene mucho tráfico marítimo, puede que no se la mejor opción, porque el barco se moverá mucho por el oleaje y el viento hará imposible mantenerse en cubierta.
✿ En el caso del amarre, es importante que vosotros, los invitados y los proveedores podáis acceder sin problemas hasta la nave.
Los proveedores de servicios
✿ En muchos casos la empresa que os alquile al barco os impondrá muchos de los servicios como el catering, por lo que os aconsejo que os informéis bien acerca de lo que os ofrecen, porque es probable que no podáis hacer demasiados cambios.
✿ Si os permiten llevar a proveedores externos, os recomiendo que busquéis a aquellos que tengan ya experiencia a la hora de trabajar en una embarcación, porque tiene sus peculiaridades.
✿ La decoración en un barco debe ser algo más sencilla que en tierra, porque el espacio suele ser más reducido y es necesario dejar determinadas zonas libres para el paso o para la operativa necesaria para la navegación o la seguridad.
✿ Los fotógrafos y videógrafos deberán tener experiencia en reportajes a bordo, porque el escenario tiene sus peculiaridades: espacios pequeños, movimiento constante del barco, no se puede estorbar el paso de la tripulación en ningún caso, etc.
Vueltas a tierra
✿ Si la boda va a durar varias horas, es recomendable que se hagan varias vueltas a tierra, por si hay invitados que quieren abandonar la nave. Es el equivalente a que los autocares para la boda hagan al menos dos viajes para llevar a los invitados al origen, uno más temprano y otro al finalmente la fiesta. Esto es especialmente necesario si hay niños y personas mayores entre los asistentes. Evidentemente, es algo que no vais a poder solicitar en un crucero, pero sí en otros casos.
El catering
✿ El catering es algo especialmente delicado, porque salvo las grandes naves, no se cuenta con unas cocinas bien equipadas, así que debe llegar preparado desde tierra. También hay que tener en cuenta la conservación de alimentos y bebidas y el servicio.
✿ Mi sugerencia: comida que no necesite mucha elaboración a bordo, principalmente platos fríos o aquellos que se puedan recalentar sin demasiado problema.
✿ La comida ideal para una recepción en un barco es la que no requiera que los invitados se sienten, es decir, un cóctel, un buffet o un brunch, entre otros. Salvo que se trate de un crucero, en el que podéis llevar a cabo una comida o cena convencionales en un bonito salón y con un excelente servicio de camareros, claro.
✿ La comida debería ser ligera y digerible, porque si alguien tiene problemas con el mareo unos platos pesados pueden agravarlos. De hecho, en alguno ferries en los que se ofrece dar un paseo por la costa agasajados con champán y marisco al atardecer, se cuenta con que la mayoría de los pasajeros ni los probarán, aunque pagarán como si los hubiesen consumido... picaresca pura y dura.
En las invitaciones
✿ Una buena idea es informar a los invitados del tipo de ropa y calzado más recomendable para asistir a la boda. Según el tipo de barco (pequeños, sobre todo) tendrán que llevar ropa y calzado cómodos. Lo ideal es consultar este asunto previamente con la empresa que alquile la nave.
En las invitaciones tendrá que incluirse no sólo la hora de celebración de la ceremonia o la recepción, también la de llegada al amarre en el muelle, porque es probable que se les ofrezcan algunas recomendaciones de seguridad o que tengan que subir a la nave todos al mismo tiempo.
Para el mareo
✿ No está de más que en las invitaciones sugiráis a los invitados que tomen medidas para el mareo antes de subir al barco, sobre todo los que ya sepan que sufren de este problema y los que no hayan subido nunca a una embarcación.
Otras consideraciones
✿ En un barco, por la noche y en el agua es fácil que refresque, así que es interesante recomendarles que lleven algo de abrigo o tener previstas unos chales o mantas.
✿ Si la boda se celebra durante el día sería interesante sugerirles que lleven protector solar o ponerlos vosotros a disposición de los invitados.
Ya sólo me queda desearos una buena travesía...
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Cómo Organizar una Boda de Fin de Semana
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Por si os ha llamado la atención esta idea tan marinera y original, a continuación os detallo sus ventajas y sus inconvenientes, así como algunos consejos a tener en cuenta si decidís casaros en un barco.
Ventajas
- Es una de las opciones más originales para celebrar una boda. Si lo que buscáis es algo realmente diferente y que deje a todos los invitados sin palabras, llevarla a cabo en un barco es lo vuestro.
- En caso de que a ambos os guste el mar, la navegación y el aire libre, la boda en una embarcación será el espacio que más encaje con vosotros. Os sentiréis como peces en el agua, literalmente.
- Será un momento increíblemente romántico.
- Las fotos serán realmente increíbles, especialmente si podéis aprovechar la puesta de sol sobre el agua.
- Si queréis recortar automáticamente la lista de compromisos y de invitados superfluos, es una manera de conseguirlo de lo más eficaz.
- En caso de que queráis una boda sin niños, será la excusa perfecta para lograrlo, porque los padres no suelen ser partidarios de llevar a sus hijos a un barco, sobre todo sin son muy pequeños.
Inconvenientes
- Un barco, salvo que se trata de uno de los destinados a cruceros, tiene un espacio limitado.
- No todas las empresas que alquilan barcos para eventos están preparadas para celebrar bodas, porque muchas de ellas se centran en empresas o en despedidas de soltería y una boda necesita un enfoque y un trabajo diferente.
- Para conseguir una embarcación y unos servicios seguros y de calidad, hay que pagarlo. Y si el precio es muy económico, se pagan... pero de otra forma.
- Si la meteorología tiene importancia en una boda en tierra, todavía la tiene en mayor medida cuando se lleva a cabo en el mar, incluso con la nave amarrada. El viento o el oleaje pueden ser un verdadero problema en el agua.
- Tened presente que si habéis previsto que la boda se celebre fuera de la costa y el tiempo no acompaña, el barco no zarpará y todo, ceremonia y/o recepción se llevará a cabo mientras está amarrado.
- No todos los invitados soportan bien el hecho de estar en un barco, por la inestabilidad (sobre todo las embarcaciones pequeñas o antiguas), por el mareo o incluso por el hecho de estar en un lugar relativamente reducido y alejado de tierra.
- Una embarcación no suele ser el lugar ideal para niños muy pequeños o ancianos, salvo que sea un navío destinado a cruceros.
A tener en cuenta
El barco
✿ Debéis escoger el barco teniendo en cuenta varios factores:
- El número de invitados que asistirán a la boda. Según su número tendréis que escoger una embarcación más pequeña o más espaciosa.
- Las características de los asistentes: edades, estado físico, experiencia marinera...
- Si se celebrará en la nave la ceremonia, la recepción o ambas.
- Si además de la celebración de boda, todos o algunos de los invitados pernoctarán en el barco.
- Es importante tener presente que los barcos antiguos son preciosos, elegantes, románticos... y también que se mueven muchísimo más con el oleaje y el viento que los actuales; además de ser algo más incómodos y con un espacio menos aprovechable.
- Los barcos actuales cuentan con más comodidades y espacio, pero en muchos casos tienen menos encanto que los clásicos.
- Otra forma de celebrar una boda en un barco es hacerlo en un crucero, por lo que es algo que también podéis valorar. En este caso hay que tratar la organización como si fuese una destination wedding.
✿ Tratad la embarcación como si fuese cualquier espacio para bodas en tierra. Exactamente igual que una finca, un hotel o una casa rural. Así que os aconsejo que miréis varios, que comparéis precios y condiciones, que os informéis de los servicios que os pueden ofrecer, etc.
✿ Los barcos son, por lo tanto, la base de la ceremonia y/o de la recepción; de modo que es fundamental buscar el más adecuado para vosotros y a partir de ahí contratar todo lo demás: catering, música, decoración, animación...
✿ Y, como en un lugar de secano, reservad con antelación suficiente. Aunque os parezca que una embarcación no tiene tanta demanda como una finca, están muy solicitadas, especialmente en las fechas en las que se suelen celebrar las bodas.
✿ Decidid qué preferís, un barco a motor o a vela. La vela es muy romántica y emocionante, aunque el motor es más cómodo.
✿ Comprobad si cuenta también con espacios interiores, porque os dará margen en caso de mal tiempo o incluso para tener diferentes ambientes en los que se puedan mover los invitados.
En un crucero
✿ En el caso de los cruceros es importante que os informéis de los que permiten celebrar bodas a bordo, porque no todas las compañías lo hacen.
✿ Informaos de los servicios y ofertas que tienen, porque en muchas compañías son de lo más completo: desde una botella de cava en el camarote de los novios hasta la ceremonia celebrada por el capitán del navío, pasando por decoración o catering, por supuesto.
✿ A la hora de preparar la lista de invitados para una boda en un crucero, es necesario que os lo planteéis como una destination wedding. Mi consejo: que invitéis únicamente a las personas más cercanas.
✿ Tened en cuenta que muchos invitados declinarán la invitación, porque no podrán (o no querrán) enfrentarse al gasto que supone.
✿ Aunque serán los invitados los que tengan que costearse el crucero, vosotros podéis pactar descuentos y ofertas con la compañía.
La navegación y el fondeo
✿ La navegación no es libre por toda la costa, puesto que hay una normativa en cuanto a la distancia a la playa, a cuánto se puede alejar la embarcación de la costa, a si se puede navegar de noche o no, incluso a la velocidad.
✿ El fondeo no siempre es posible, porque en algunos lugares están restringido, especialmente en el Mediterráneo debido a la protección de la posidonia oceánica.
✿ Tampoco se puede fondear (ni navegar) sin restricciones en los parque marinos y reservas naturales. Ante la duda hay que consultar y pedir el permiso oportuno, si es que es posible.
La contratación
✿ Dirigíos siempre a empresas solventes y con experiencia en celebración de bodas a bordo.
✿ La empresa que os alquile el barco debe contar con todos los permisos, licencias y medidas de seguridad oportunas para poder navegar.
✿ Cercioraos de si es posible (cumpliendo toda la normativa) navegar durante la noche y de la distancia de la costa a la que puede alejarse la embarcación.
✿ Pedid que os especifiquen claramente y por escrito todas las condiciones: servicios contratados, precios, gastos añadidos, impuestos, composición de la tripulación, tiempo de navegación, medidas de seguridad, seguros contratados, exclusiones...
✿ Y, ojo, comprobad si la nave va a ser para vosotros en exclusiva o habrá otros grupos o personas en él. No es lo habitual en el caso de las bodas, pero no está de más consultarlo.
La época del año
✿ Según la estación en la que vayáis a celebrar la boda será más o menos conveniente celebrarla en un barco. El mal tiempo, las lluvias o el viento intenso no son los mejores acompañantes para darse el sí, quiero.
✿ Antes de reservar no está de más que consultéis cuál es la mejor época para hacerse a la mar.
El destino
✿ Una de las peculiaridades de celebrar la boda en una embarcación es que, además de la propia nave, hay que tener en cuenta el lugar en el que ésta se hará a la mar, incluso dónde estará amarrada.
✿ Si en el destino escogido suelen darse vientos fuertes, temporales o tiene mucho tráfico marítimo, puede que no se la mejor opción, porque el barco se moverá mucho por el oleaje y el viento hará imposible mantenerse en cubierta.
✿ En el caso del amarre, es importante que vosotros, los invitados y los proveedores podáis acceder sin problemas hasta la nave.
Los proveedores de servicios
✿ En muchos casos la empresa que os alquile al barco os impondrá muchos de los servicios como el catering, por lo que os aconsejo que os informéis bien acerca de lo que os ofrecen, porque es probable que no podáis hacer demasiados cambios.
✿ Si os permiten llevar a proveedores externos, os recomiendo que busquéis a aquellos que tengan ya experiencia a la hora de trabajar en una embarcación, porque tiene sus peculiaridades.
✿ La decoración en un barco debe ser algo más sencilla que en tierra, porque el espacio suele ser más reducido y es necesario dejar determinadas zonas libres para el paso o para la operativa necesaria para la navegación o la seguridad.
✿ Los fotógrafos y videógrafos deberán tener experiencia en reportajes a bordo, porque el escenario tiene sus peculiaridades: espacios pequeños, movimiento constante del barco, no se puede estorbar el paso de la tripulación en ningún caso, etc.
Vueltas a tierra
✿ Si la boda va a durar varias horas, es recomendable que se hagan varias vueltas a tierra, por si hay invitados que quieren abandonar la nave. Es el equivalente a que los autocares para la boda hagan al menos dos viajes para llevar a los invitados al origen, uno más temprano y otro al finalmente la fiesta. Esto es especialmente necesario si hay niños y personas mayores entre los asistentes. Evidentemente, es algo que no vais a poder solicitar en un crucero, pero sí en otros casos.
El catering
✿ El catering es algo especialmente delicado, porque salvo las grandes naves, no se cuenta con unas cocinas bien equipadas, así que debe llegar preparado desde tierra. También hay que tener en cuenta la conservación de alimentos y bebidas y el servicio.
✿ Mi sugerencia: comida que no necesite mucha elaboración a bordo, principalmente platos fríos o aquellos que se puedan recalentar sin demasiado problema.
✿ La comida ideal para una recepción en un barco es la que no requiera que los invitados se sienten, es decir, un cóctel, un buffet o un brunch, entre otros. Salvo que se trate de un crucero, en el que podéis llevar a cabo una comida o cena convencionales en un bonito salón y con un excelente servicio de camareros, claro.
✿ La comida debería ser ligera y digerible, porque si alguien tiene problemas con el mareo unos platos pesados pueden agravarlos. De hecho, en alguno ferries en los que se ofrece dar un paseo por la costa agasajados con champán y marisco al atardecer, se cuenta con que la mayoría de los pasajeros ni los probarán, aunque pagarán como si los hubiesen consumido... picaresca pura y dura.
En las invitaciones
✿ Una buena idea es informar a los invitados del tipo de ropa y calzado más recomendable para asistir a la boda. Según el tipo de barco (pequeños, sobre todo) tendrán que llevar ropa y calzado cómodos. Lo ideal es consultar este asunto previamente con la empresa que alquile la nave.
En las invitaciones tendrá que incluirse no sólo la hora de celebración de la ceremonia o la recepción, también la de llegada al amarre en el muelle, porque es probable que se les ofrezcan algunas recomendaciones de seguridad o que tengan que subir a la nave todos al mismo tiempo.
Para el mareo
✿ No está de más que en las invitaciones sugiráis a los invitados que tomen medidas para el mareo antes de subir al barco, sobre todo los que ya sepan que sufren de este problema y los que no hayan subido nunca a una embarcación.
Otras consideraciones
✿ En un barco, por la noche y en el agua es fácil que refresque, así que es interesante recomendarles que lleven algo de abrigo o tener previstas unos chales o mantas.
✿ Si la boda se celebra durante el día sería interesante sugerirles que lleven protector solar o ponerlos vosotros a disposición de los invitados.
Ya sólo me queda desearos una buena travesía...
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Cómo Organizar una Boda de Fin de Semana
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06 marzo, 2019
Cómo Manejar Alergias, Intolerancias y Dietas Especiales en la Boda
Elegir el menú de la boda no es tarea fácil. Hay que encontrar una combinación de platos que os guste a ambos (y a las personas que os acompañen a la prueba del menú), que penséis que va a agradar a la mayoría de los invitados, que no repita ingredientes ni preparaciones desde el cóctel hasta la recena, que incluya preparaciones actuales, que sea equilibrada, que encaje con el estilo de la boda, que se adecuada para la época del año... En resumidas cuentas, un pequeño quebradero de cabeza para cualquier pareja que esté organizando su boda.
Pero si a todo lo anterior le sumamos unas más que probables alergias o intolerancias alimentarias o dietas especiales, la cosa se complica todavía más. Antes los cambios de menú se limitaban (en algunos casos) a que los invitados pudiesen elegir entre carne o pescado, pero ahora os podéis encontrar con que tendréis que contar con menús bajos en sal, platos aptos para celíacos, preparaciones que no incluyan huevos o lácteos, comida que no lleve pescado o marisco, menús para veganos o vegetarianos y todo un amplio abanico de excepciones dietéticas.
Pero que no cunda el pánico, porque si seguís leyendo encontraréis todos los consejos que necesitáis para manejar las alergias, intolerancias y dietas especiales en la boda.
Necesidades dietéticas vs gustos personales
Lo primero que tenéis que tener presente es que una cosa son las necesidades dietéticas justificadas y otra muy diferente los gustos personales.
Es muy diferente tener alergia al marisco a que no puedas ni ver la langosta. En el primer caso está justificado que se pida un menú específico para un invitado que con el mero hecho de inhalar los vapores de la cocción del marisco note síntomas respiratorios o cutáneos. En el segundo se trata de una preferencia personal que no respalda la complicación de cambiar un menú, especialmente si no es alguien a quien queráis mimar o mostrar una consideración especial.
Imaginad si tuvieseis que tener en cuenta las preferencias personales de todos y cada uno de los invitados, sería un verdadero caos.
En cualquier caso, tampoco necesitáis preocuparos en exceso, porque los invitados que tengan requerimientos dietéticos realmente vitales, estarán más que acostumbrados a comer en entornos en los que no controlan la preparación de los alimentos, y sabrán tomar las medidas preventivas necesarias. Vuestra labor es que los invitados se sientan bien atendidos y cómodos, no la de vigilar su salud como un médico, un dietista... o una madre.
Consultad a vuestros invitados
Si se trata de invitados muy cercanos a vosotros, probablemente sepáis con si tienen alergias o intolerancias alimentarios o si siguen alguna dieta concreta, así que os será fácil prever cuántos menús especiales serán necesarios. El problema surge cuando se trata de personas con las que se tiene menos confianza.
Y es que cada vez hay más personas que siguen dietas especiales. Las alergias e intolerancias alimentarias cada día son más frecuentes, tanto en niños como en adultos. Las personas con problemas crónicos de salud también son cada vez más, sobre todo porque cada vez somos más longevos. Y, por supuesto, también es cada vez más numeroso el colectivo de personas que siguen una dieta vegana o vegetariana en todas sus versiones, como la estricta, lactovegetarina, ovolactovegetaria, etc.
Así que la única manera de saber si hay invitados que necesitan un menú específico, es preguntarles.
Para consultarles podéis hacer tres cosas: hacerlo a través de la invitación, preguntarles en persona o remitirles a vuestra web.
Si lo hacéis mediante la invitación, podéis incluir la pregunta junto al "se ruega confirmación" o a las recomendaciones de etiqueta. Otra opción es que la invitación incluya los datos básicos y que la petición de confirmación de asistencia, la etiqueta requerida y la consulta sobre las necesidades dietéticas vayan en una tarjeta que incluyáis en el mismo sobre de la invitación.
Otra opción es la de consultar en la web a los invitados, incluso poner el menú en la web previamente para que los invitados lo vean y os comuniquen si hay algo que no pueden comer.
Y, por supuesto, tendréis que ir apuntando cuidadosamente esas necesidades en un listado, que luego tendréis que hacer llegar al proveedor que se encargue de la gastronomía.
Un consejo: plantead la pregunta sobre las necesidades dietéticas con cuidado, porque en caso contrario os encontraréis con unos cuantos invitados que os dirán cada alimento que no les gusta, que están haciendo un (enésimo) régimen para perder peso y que pongáis comida ligera... Lo ideal es pedir que os informen de alergias, intolerancias o requerimientos dietéticos serios, severos o graves. Así será más difícil que haya quienes se sientan tentados de pediros que el menú se adapte a sus gustos particulares.
La elección del proveedor
En caso de que sepáis de antemano que varias de las personas invitadas a la boda tienen alergias, intolerancias o requisitos dietéticos especiales, es muy importante que elijáis a un proveedor que pueda responder a esas necesidades de una forma segura y profesional.
Tened en cuenta que un proveedor que no sepa preparar y manipular la comida debidamente, puede poner en riesgo la salud, e incluso la vida de una persona que tenga una alergia alimentaria.
Hago hincapié en la manipulación, además de la propia preparación, porque tan importante como evitar los alimentos potencialmente alergénicos lo es mantener unas escrupulosas medidas a la hora de tratar y procesar la comida; puesto que es la única forma de evitar las peligrosas contaminaciones cruzadas.
Hay proveedores muy concienciados con estas necesidades y que tienen ya establecido un amplio abanico de menús para alérgicos, intolerantes y personas que deben seguir una dieta especial, o que pueden diseñarlos a medida para cada pareja. Incluso los hay que eliminan directamente los alimentos que suelen producir más alergias e intolerancias de sus preparaciones como prevención.
Hablando de dietas especiales, pueden ser de lo más variados: sin sal para personas con hipertensión, sin azúcares para diabéticos, comida que respete preceptos religiosos (como la kosher o la halal en el caso de judíos y musulmanes), y cada vez más menús vegetarianos (en cualquiera de sus versiones) o veganos.
En cualquier caso, cuanto más sencillas sean las preparaciones, más fácil será controlar que no haya alimentos potencialmente alergénicos. Cualquier plato que necesite de muchos ingredientes y que esté muy elaborado, multiplica las posibilidades de que no sea apto para muchos invitados. Mi sugerencia: menús que se centren más en la materia prima que en la elaboración.
Cada vez hay más profesionales que tienen en cuenta este tipo de requerimientos, pero os aconsejo que lo consultéis antes de firmar ninguna reserva.
Coordinación con el proveedor
Mi consejo es que una vez que tengáis claras las necesidades especiales de los invitados que hayan confirmado su asistencia y que esté listo el seating de la boda, le paséis esa información al proveedor de gastronomía. Es fundamental que incidáis en las alergias y necesidades especialmente serias.
También es conveniente que lo actualicéis convenientemente si hay cambios de última hora, comunicándoselo lo antes posible al proveedor.
En caso de que os ayude una wedding planner, será ella quien se encargue de ir actualizando la información y coordinarse con el catering.
El servicio de camareros
Además de que la cocina de vuestro proveedor tenga en cuenta las necesidades dietéticas de vuestros invitados, es importante que lo haga el servicio de camareros.
Estos deben estar avisados de las personas a las que deben servir menús o platos especiales, así como de su composición, por si alguno de los invitados necesita consultarles.
Una buena opción es que haya una única persona que se encargue de servir a los invitados con necesidades singulares. Así será más difícil que haya equivocaciones con los platos que pueden o no pueden tomar y que haya peligro de contaminación cruzada, puesto no tendrán que tocar los que compongan el menú principal.
También deben saber cómo evitar la contaminación cruzada a la hora de servir los platos.
Por anticipado
En el caso de alergias e intolerancias graves, no es mala idea enviar con tiempo una copia del menú (y sus ingredientes) a los invitados afectados para que lo puedan valorar. Así podréis comunicarle al proveedor si es necesario hacer algún cambio.
Identificad los alimentos
Una buena idea es identificar los alimentos potencialmente alergénicos en la tarjeta del menú que pongáis sobre cada plato, o incluso un marco en el centro de la mesa para que pueda se consultado por todos los comensales sentados a la mesa.
Tampoco está de más poner carteles o etiquetas que identifiquen los alimentos que estén expuestos en corners, barras o buffets.
Otro punto a tener en cuenta es etiquetar los alimentos que están libres de los alérgenos más comunes, indicando, por ejemplo, los platos sin gluten, sin huevo, sin lactosa...
Por separado
En caso de que vayáis a poner corners o barras, es muy importante que se evite la contaminación cruzada, de modo que los platos que puedan producir alergias o intolerancias estén bien separados de los seguros. Esto incluye que no haya posibilidad de que un invitado pueda utilizar un cubierto contaminado para servirse de un plato seguro para los alérgicos, o que no puedan caer partículas que puedan desencadenarle una crisis.
También se pueden preparar platos con los alimentos que puedan comer alérgicos, intolerantes o personas con necesidades especiales y que se les sirvan aparte. Esto es especialmente útil para el momento del cóctel.
Ya sólo me falta por decir una cosa... Bon appétit!
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Pero si a todo lo anterior le sumamos unas más que probables alergias o intolerancias alimentarias o dietas especiales, la cosa se complica todavía más. Antes los cambios de menú se limitaban (en algunos casos) a que los invitados pudiesen elegir entre carne o pescado, pero ahora os podéis encontrar con que tendréis que contar con menús bajos en sal, platos aptos para celíacos, preparaciones que no incluyan huevos o lácteos, comida que no lleve pescado o marisco, menús para veganos o vegetarianos y todo un amplio abanico de excepciones dietéticas.
Pero que no cunda el pánico, porque si seguís leyendo encontraréis todos los consejos que necesitáis para manejar las alergias, intolerancias y dietas especiales en la boda.
Necesidades dietéticas vs gustos personales
Lo primero que tenéis que tener presente es que una cosa son las necesidades dietéticas justificadas y otra muy diferente los gustos personales.
Es muy diferente tener alergia al marisco a que no puedas ni ver la langosta. En el primer caso está justificado que se pida un menú específico para un invitado que con el mero hecho de inhalar los vapores de la cocción del marisco note síntomas respiratorios o cutáneos. En el segundo se trata de una preferencia personal que no respalda la complicación de cambiar un menú, especialmente si no es alguien a quien queráis mimar o mostrar una consideración especial.
Imaginad si tuvieseis que tener en cuenta las preferencias personales de todos y cada uno de los invitados, sería un verdadero caos.
En cualquier caso, tampoco necesitáis preocuparos en exceso, porque los invitados que tengan requerimientos dietéticos realmente vitales, estarán más que acostumbrados a comer en entornos en los que no controlan la preparación de los alimentos, y sabrán tomar las medidas preventivas necesarias. Vuestra labor es que los invitados se sientan bien atendidos y cómodos, no la de vigilar su salud como un médico, un dietista... o una madre.
Consultad a vuestros invitados
Si se trata de invitados muy cercanos a vosotros, probablemente sepáis con si tienen alergias o intolerancias alimentarios o si siguen alguna dieta concreta, así que os será fácil prever cuántos menús especiales serán necesarios. El problema surge cuando se trata de personas con las que se tiene menos confianza.
Y es que cada vez hay más personas que siguen dietas especiales. Las alergias e intolerancias alimentarias cada día son más frecuentes, tanto en niños como en adultos. Las personas con problemas crónicos de salud también son cada vez más, sobre todo porque cada vez somos más longevos. Y, por supuesto, también es cada vez más numeroso el colectivo de personas que siguen una dieta vegana o vegetariana en todas sus versiones, como la estricta, lactovegetarina, ovolactovegetaria, etc.
Así que la única manera de saber si hay invitados que necesitan un menú específico, es preguntarles.
Para consultarles podéis hacer tres cosas: hacerlo a través de la invitación, preguntarles en persona o remitirles a vuestra web.
Si lo hacéis mediante la invitación, podéis incluir la pregunta junto al "se ruega confirmación" o a las recomendaciones de etiqueta. Otra opción es que la invitación incluya los datos básicos y que la petición de confirmación de asistencia, la etiqueta requerida y la consulta sobre las necesidades dietéticas vayan en una tarjeta que incluyáis en el mismo sobre de la invitación.
Otra opción es la de consultar en la web a los invitados, incluso poner el menú en la web previamente para que los invitados lo vean y os comuniquen si hay algo que no pueden comer.
Y, por supuesto, tendréis que ir apuntando cuidadosamente esas necesidades en un listado, que luego tendréis que hacer llegar al proveedor que se encargue de la gastronomía.
Un consejo: plantead la pregunta sobre las necesidades dietéticas con cuidado, porque en caso contrario os encontraréis con unos cuantos invitados que os dirán cada alimento que no les gusta, que están haciendo un (enésimo) régimen para perder peso y que pongáis comida ligera... Lo ideal es pedir que os informen de alergias, intolerancias o requerimientos dietéticos serios, severos o graves. Así será más difícil que haya quienes se sientan tentados de pediros que el menú se adapte a sus gustos particulares.
La elección del proveedor
En caso de que sepáis de antemano que varias de las personas invitadas a la boda tienen alergias, intolerancias o requisitos dietéticos especiales, es muy importante que elijáis a un proveedor que pueda responder a esas necesidades de una forma segura y profesional.
Tened en cuenta que un proveedor que no sepa preparar y manipular la comida debidamente, puede poner en riesgo la salud, e incluso la vida de una persona que tenga una alergia alimentaria.
Hago hincapié en la manipulación, además de la propia preparación, porque tan importante como evitar los alimentos potencialmente alergénicos lo es mantener unas escrupulosas medidas a la hora de tratar y procesar la comida; puesto que es la única forma de evitar las peligrosas contaminaciones cruzadas.
Hay proveedores muy concienciados con estas necesidades y que tienen ya establecido un amplio abanico de menús para alérgicos, intolerantes y personas que deben seguir una dieta especial, o que pueden diseñarlos a medida para cada pareja. Incluso los hay que eliminan directamente los alimentos que suelen producir más alergias e intolerancias de sus preparaciones como prevención.
Hablando de dietas especiales, pueden ser de lo más variados: sin sal para personas con hipertensión, sin azúcares para diabéticos, comida que respete preceptos religiosos (como la kosher o la halal en el caso de judíos y musulmanes), y cada vez más menús vegetarianos (en cualquiera de sus versiones) o veganos.
En cualquier caso, cuanto más sencillas sean las preparaciones, más fácil será controlar que no haya alimentos potencialmente alergénicos. Cualquier plato que necesite de muchos ingredientes y que esté muy elaborado, multiplica las posibilidades de que no sea apto para muchos invitados. Mi sugerencia: menús que se centren más en la materia prima que en la elaboración.
Cada vez hay más profesionales que tienen en cuenta este tipo de requerimientos, pero os aconsejo que lo consultéis antes de firmar ninguna reserva.
Coordinación con el proveedor
Mi consejo es que una vez que tengáis claras las necesidades especiales de los invitados que hayan confirmado su asistencia y que esté listo el seating de la boda, le paséis esa información al proveedor de gastronomía. Es fundamental que incidáis en las alergias y necesidades especialmente serias.
También es conveniente que lo actualicéis convenientemente si hay cambios de última hora, comunicándoselo lo antes posible al proveedor.
En caso de que os ayude una wedding planner, será ella quien se encargue de ir actualizando la información y coordinarse con el catering.
El servicio de camareros
Además de que la cocina de vuestro proveedor tenga en cuenta las necesidades dietéticas de vuestros invitados, es importante que lo haga el servicio de camareros.
Estos deben estar avisados de las personas a las que deben servir menús o platos especiales, así como de su composición, por si alguno de los invitados necesita consultarles.
Una buena opción es que haya una única persona que se encargue de servir a los invitados con necesidades singulares. Así será más difícil que haya equivocaciones con los platos que pueden o no pueden tomar y que haya peligro de contaminación cruzada, puesto no tendrán que tocar los que compongan el menú principal.
También deben saber cómo evitar la contaminación cruzada a la hora de servir los platos.
Por anticipado
En el caso de alergias e intolerancias graves, no es mala idea enviar con tiempo una copia del menú (y sus ingredientes) a los invitados afectados para que lo puedan valorar. Así podréis comunicarle al proveedor si es necesario hacer algún cambio.
Identificad los alimentos
Una buena idea es identificar los alimentos potencialmente alergénicos en la tarjeta del menú que pongáis sobre cada plato, o incluso un marco en el centro de la mesa para que pueda se consultado por todos los comensales sentados a la mesa.
Tampoco está de más poner carteles o etiquetas que identifiquen los alimentos que estén expuestos en corners, barras o buffets.
Otro punto a tener en cuenta es etiquetar los alimentos que están libres de los alérgenos más comunes, indicando, por ejemplo, los platos sin gluten, sin huevo, sin lactosa...
Por separado
En caso de que vayáis a poner corners o barras, es muy importante que se evite la contaminación cruzada, de modo que los platos que puedan producir alergias o intolerancias estén bien separados de los seguros. Esto incluye que no haya posibilidad de que un invitado pueda utilizar un cubierto contaminado para servirse de un plato seguro para los alérgicos, o que no puedan caer partículas que puedan desencadenarle una crisis.
También se pueden preparar platos con los alimentos que puedan comer alérgicos, intolerantes o personas con necesidades especiales y que se les sirvan aparte. Esto es especialmente útil para el momento del cóctel.
Ya sólo me falta por decir una cosa... Bon appétit!
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La primera vez que apareció el post Cómo Manejar Alergias, Intolerancias y Dietas Especiales en la Boda fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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