Opino que son tan importantes, que merece la pena negarse a las ceremonias en serie, las que no tienen alma. Para lograr que ese momento ese emotivo y especial hay que cuidar el guión, los textos que se vayan a leer en ella, los votos y también el espacio en el que se va a celebrar.
Claro que, en el caso de que la boda sea religiosa, tendrás que plegarte a lo que te permita quien oficie la boda; aunque siempre puedes intentar negociar algunos cambios. Y si se trata de ceremonias civiles celebradas en dependencias oficiales, te dejarán poco margen para elegir cómo disponer el mobiliario, la decoración y lo que se diga o se lea en ellas.
Por eso siempre es más fácil tener una boda personalizada cuando es civil o simbólica y fuera de espacios oficiales. En este post quiero ayudarte precisamente a organizar el espacio de tu ceremonia con consejos básicos.
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La planificación
Dile no a los espacios sin personalidad, si te es posible. Si ves fotos de los montajes de ceremonias y todas son iguales, pide que te permitan personalizarlo a tu gusto... o cambia de lugar.
A la hora de planificar la zona de la ceremonia debes tener en cuenta las posibilidades del espacio, el número de invitados y el tipo de boda que tienes en mente.
En caso de que el espacio disponible sea reducido y el número de invitados sea alto, puedes dejar una zona libre de asientos en la parte trasera y en los laterales para que algunos asistentes sigan la ceremonia de pie. Eso sí, en este caso la ceremonia debe ser corta, por respeto a los asistentes que no puedan sentarse.
Los asientos
Las sillas deben ser bonitas, pero también funcionales. En ocasiones es fácil dejarse llevar por la creatividad, sin pensar en la comodidad de quienes se van a sentar en ellas. Si pones balas de heno a modo de asiento, ten presente que éste no es precisamente suave y que puede enganchar los tejidos delicados de los vestidos de fiesta. Si quieres utilizar las balas, no te olvides de forrarlas. O si vas a tener una boda a mediodía con sol, evita las sillas que se recalienten en exceso, como las de metal o plástico, o las que están forradas de materiales que mantienen mucho el calor.
La distancia entre asientos debe ser suficiente para que los asistentes estén confortables. Es una boda, no un vuelo en una compañía low cost.
La colocación de las sillas y el pasillo nupcial debe ser estética, pero ante todo debe ser práctica.
La disposición y el acceso
A la hora de organizar la disposición de las sillas, se puede prescindir del orden tradicional. No es necesario colocar dos bloques iguales de sillas, dejando un pasillo en medio, se pueden organizar las en semicírculo, en círculo, en espiral, en "U", etc. Incluso se pueden ordenar las sillas para que el pasillo nupcial cree formas sinuosas o geométricas, de ese modo alargaréis vuestra caminata hacia el altar, algo muy interesante en lugares en los que la sala no tiene mucho fondo.
El acceso desde el coche o lugar en el que esperéis cualquiera de los dos para entrar no debe ser muy alejado del pasillo nupcial. Especialmente si a ese trayecto van a transitar o esperar los invitados, porque hay muchas posibilidades de que os paren para saludaros y el comienzo de la ceremonia se ralentice. Por ejemplo, si celebras la boda en un hotel y para llegar al pasillo nupcial tienes que entrar por el aparcamiento y rodear buena parte del edificio hasta llegar al jardín en el que tendrá lugar la boda, te podrás encontrar con varios invitados o con clientes del hotel, te pondrás más nerviosa (todavía) y puede que tengas problemas con tu vestido o tu velo si el espacio es estrecho. Mejor planifica tu entrada desde otro lugar en el que tengas que pasear menos para llegar al pasillo nupcial.
El pasillo
Es conveniente que coloques algún elemento que marque el comienzo del pasillo nupcial propiamente dicho. Pueden ser elementos decorativos como flores o plantas, también puede ser una cinta al comienzo del pasillo para que la cortéis cuando entréis, o incluso una puerta como símbolo del camino que comenzáis con el matrimonio.
Es recomendable que pongas alguna decoración en la zona del pasillo, aunque hay que evitar aquellos elementos que puedan estorbar el paso del cortejo nupcial.
Mi consejo es que cierres el pasillo, colocando cintas, guirnaldas o elementos que dificulten el acceso. Si el paso queda abierto, lo pisarán antes de que entréis vosotros y es fácil que lo ensucien o arrastren la decoración con los pies. Y cerrándolo también evitarás que lo crucen mientras camináis hacia el altar para saludaros, para hacer fotos (estorbando al fotógrafo) o para charlar con otros asistentes en medio de la ceremonia.
La mesa de la ceremonia
La mesa debe contar con espacio suficiente para que el oficiante pueda disponer sus herramientas de trabajo, tanto si se trata de una ceremonia religiosa como civil o simbólica.
La mesa o altar debe ser útil, no sólo un elemento decorativo. Nunca se me olvidará una boda en la que la decoradora le dijo al oficiante que colocase su guión y las actas en la mesa, pero sin desordenarla mucho... La mesa está para oficiar en primer lugar, si además está bellamente decorada, mejor.
La distancia de la mesa a vuestros asientos debe ser suficiente para que permita el paso de ambos con holgura, teniendo en cuenta el volumen de la falda del vestido y el velo. Aunque nunca debe estar demasiado lejos del oficiante, porque éste debe dirigirse a vosotros y la ceremonia puede quedar fría y distante. Y con más razón si tiene que entregaros un micrófono para que pronunciéis los votos, porque si está muy alejado, tendrá que estirarse o salir de detrás de la mesa o atril cada vez que tenga que daros el micro.
Lo ideal es que la mesa esté vestida, salvo que su diseño sea excepcional y justifique que se presente desnuda. Debe diferenciarse de las mesas de decoración, y eso se consigue cuando se viste debidamente.
Si hay otra mesa para colocar las actas o elementos para la ceremonia simbólica, es importante que esté situada en un lugar visible y al que se pueda acceder fácilmente. También hay que evitar que esté demasiado pegada a la mesa de ceremonias para no recargar es espacio.
En caso de que la ceremonia sea de mañana, evita las velas, porque éstas sólo se encienden en la tarde-noche. Y si se trata de una ceremonia a la caída del sol, ten cuidado con el viento a la hora de mantenerlas prendidas.
La colocación de los novios
Lo habitual es que los novios se sienten dando la espalda a los invitados, con la novia situada a la izquierda y el novio a la derecha (según se mira hacia la mesa de ceremonias), aunque cada vez hay más parejas que prefieren situarse de cara a los invitados. En este caso lo ideal es colocar los asientos de los novios y la mesa de ceremonias mirando a los asistentes, pero formando un ligero ángulo. Si se coloca todo el mobiliario mirando en paralelo a la primera fila de invitados, podéis sentiros demasiado expuestos, además de que parecerá que se trata más de una conferencia que de una boda.
La seguridad
Ten cuidado con las alfombras y moquetas. Deben estar hechas de un material que soporte bien las pisadas. Todavía recuerdo con horror un pasillo alfombrado por papel tipo kraft, sobre un suelo de grava. Un desastre total, que por cierto no diseñé yo. Según comenzaron a pisarlo las invitadas, se fue agujereando y ensuciando; de modo que cuando la novia hizo su entrada, parecía caminar sobre un periódico viejo y comido por las polillas en lugar de una alfombra nupcial. También es importante que estén bien aseguradas, porque podéis sufrir caídas y tropezones, tanto vosotros como los invitados. Y, por supuesto, hay que tener en cuenta que hay alfombras y moquetas que pueden manchar la cola de tu vestido o el velo si es largo.
Evita que en el camino hacia la mesa de ceremonias haya ningún tramo de escaleras, así se reducen las posibilidades de tropezar o caer. También es conveniente que no haya desniveles y que el suelo sea firme.
Con reserva...
Pon carteles con la palabra "reservado" o el nombre del invitado que quieres que se siente en determinados asientos. Aunque te parezca mentira, hay quien se atreve a ocupar los primeros asientos para ver mejor, aunque no tenga una relación muy estrecha con vosotros. En las pequeñas iglesias de pueblo incluso te puedes encontrar con vecinas de la localidad que se ponen en primera fila sin sonrojo, incluso sin estar invitadas a la boda. Ocurre pocas veces, pero ocurre.
Cuidando a los invitados
Coloca a las personas que vayan a participar en la ceremonia en asientos más cercanos al pasillo central o a los laterales. Así no tendrán que molestar a otros invitados para llegar a la mesa de ceremonias.
Reserva los asientos con acceso más fácil para los invitados que tengan movilidad reducida. Si hay alguien en silla de ruedas, retira uno o dos asientos en los laterales para que pueda acomodarse sin dificultad.
Procura que la zona de la ceremonia tenga un suelo firme, si no es así, facilítale las cosas a los invitados. Protectores de tacón, pasarelas o tarimas pueden ser una gran idea en suelos de arena, grava o césped.
¿Tienes ya pensado cómo estará organizado el espacio de tu ceremonia de boda?
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La primera vez que apareció el post Cómo Organizar el Espacio de la Ceremonia fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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