29 mayo, 2019

Consejos para Elegir con Acierto el Vino para la Boda

La mayoría de las parejas que van a casarse se preocupan de que el menú de su boda sea excelente. Buscan ingredientes de calidad, preparaciones deliciosas, originalidad en las presentaciones, una cantidad suficiente para que los invitados queden satisfechos...


¿Pero qué ocurre con el vino? Lo habitual es que no se le preste demasiada atención y que se acepte sin rechistar cualquier propuesta que haga el comercial de la finca, del hotel o de la empresa de catering. En muchos casos, los proveedores de gastronomía cuentan con sumilleres (de vocación, de formación y de profesión) que se ocupan de elegir vinos que casan perfectamente con el menú concreto que habéis elegido, lo que será un acierto seguro. Pero en otras ocasiones proponen los vinos sin tener un conocimiento sólido sobre el tema o incluso los que tienen en la bodega en ese momento o con los que obtienen mayor beneficio, con independencia de que mariden con los platos que se van a servir o no.


Y equivocarse con el vino es algo significativo, porque puede desmerecer la comida que acompañe. Imagina una bonita y saludable melena, pero que si se peina mal y se le ponen los accesorios equivocados, parecerá fea y descuidada. Pues el menú sería la melena, la base, mientras que el caldo sería el peinado y los complementos. El vino está ahí para disfrutar de su sabor, de su color y su aroma, por supuesto, pero también para equilibrar y hacer brillar los sabores de la comida.


Para ayudaros a elegir con acierto el vino para vuestra boda, aquí tenéis información básica y algunos consejos que os pueden servir de guía si no tenéis muchos conocimientos sobre el tema. 


Consejos para elegir con acierto el vino para la boda


Qué tener en cuenta


El presupuesto. A la hora de escoger el vino es importante que tengáis claro el presupuesto que queréis destinar a esa partida. Normalmente su precio se incluye dentro del menú, puesto que son los que os ofrecerán por defecto. Si queréis otros caldos o los vais a comprar vosotros, debéis valorar si precio que encaja con vuestro presupuesto. En algunos casos, aunque no os cobren el vino si lo vais a comprar vosotros, os pueden exigir una cantidad por descorche y por servicio. En cualquier caso, hay vinos excelentes a un precio razonable, así que no debería ser una partida que haga un roto en vuestro bolsillo.


Vuestras preferencias. Elegir lo que más os guste debe ser una constante en toda la organización de la boda, también en el caso del vino. Aunque hay una serie de recomendaciones básicas en cuanto a qué caldos conviene servir con cada plato, a qué D.O. (Denominación de Origen) es más apropiada y al orden en que deben ofrecerse, vosotros sois los que debéis escoger los vinos que queréis que se sirvan en la boda.


Su significado. Si tenéis algún caldo que tenga algún significado especial para vosotros, sería una buena idea servirlo en la recepción o incluso durante el cóctel, siempre que encaje con la comida que vaya a acompañar. Puede ser el que bebisteis en vuestra primera cita, el que acompañó la inauguración de vuestra casa...


La época del año. Al igual que no se sirve el mismo menú en una boda que se celebra en una zona de montaña en febrero que en una que se celebra en el sur en el mes de julio, la elección del vino tiene mucho que ver con la temperatura exterior.


El menú. Es un factor decisivo a la hora de escoger los caldos de la boda, puesto que su misión es acompañar a la comida. 


Novios brindando


En general


Los vinos se suelen servir de menor a mayor contundencia, es decir, primero se servirán los blancos y rosados, finalizando con los tintos. Incluso dentro de los tintos se servirán antes los más jóvenes y por último los más potentes.


Durante el cóctel lo ideal es servir blancos (secos), rosados, generosos y espumosos, aunque tampoco deberíais olvidar algún tinto (joven). Esto es un consejo general, porque es importante que tengáis en cuenta la comida que se vaya a servir para maridar los vinos.


Según el menú, toda la comida se puede acompañar con un cava o un champán; aunque con lo que siempre se acierta es ofreciéndolos con el aperitivo y para brindar por vuestra felicidad.


Copas de champán


Las ensaladas (si llevan vinagre, alcachofas o espárragos) no suelen encajar bien con el vino, pero pueden servirse con fino o manzanilla.


El pescado se suele servir con blancos, aunque hay excepciones como los pescados azules muy grasos (perfecto con tintos jóvenes), los salmonetes (marida con rosados o tintos jóvenes) y las frituras de pescado (se potencia su sabor con jerez o manzanilla).


El marisco hace una pareja perfecta con blancos (secos y frescos, con algo de acidez), también con finos y manzanillas.


El pulpo, si está cocinado "á feira", se puede servir con un tinto joven.


El jamón y los embutidos encajan a la perfección con tintos de crianza, con fino y con manzanilla.


La carne de ave puede acompañarse con diferentes vinos, dependiendo de su preparación. Desde los blancos para pollo o pavo cocinados con limón y hierbas, a los tintos añejos para preparaciones con setas o frutos rojos, sobre todo si se trata de pato.


Copa de vino blanco


La ternera y el cerdo casan bien con blancos (asados y con salsas blancas) o tintos (con salsas de tomate y oscuras).


Las carnes rojas se ven potenciadas con tintos, más o menos potentes según la preparación.


La carne de caza mayor, siempre con tinto (crianza).


Los postres pueden servirse con un vino que tengan una carga de dulzor similar.


Los vinos con acidez (blancos, rosados y algunos tintos) equilibran los platos con mucha grasa.


Los caldos con mucha graduación no son apropiados para las comidas ligeras, porque eclipsa su sabor.


Consejos


Elegid primero el menú y después el vino.


No aceptéis el vino que os proponga (o que os imponga, según el caso) el proveedor de gastronomía, si no os convence.


En la prueba de menú, además de la comida, debéis valorar el vino que sugieran para esos platos.


El vino debe servirse en las copas adecuadas para apreciar todo su potencial. Si no tenéis claro si las que van a poner en la boda son las apropiadas, consultádselo a un profesional.  


Mesa preparada para boda con copas de vino


El personal que sirva el catering debe saber servirlo y estar atento para rellenar las copas de los invitados con la frecuencia necesaria para que se mantenga la temperatura adecuada.


El vino se debe servir según llega al plato al que acompaña, por lo que el personal de servicio debe estar atento a ello.


El caldo que elijáis para cada plato debe acompañarlo, no opacarlo.


Salvo que tanto vosotros como la mayoría de los invitados seáis expertos en el mundo del vino, lo ideal es buscar vinos con D.O. conocidas, con sabores y aromas atractivos, pero que gusten a la mayoría de asistentes. Para acertar, buscad vinos que sean fáciles de beber.


Mesa preparada para boda con una botella de vino encima


Os recomiendo que busquéis vinos que se produzcan en vuestra región, aunque siempre podéis servir vinos de otras zonas o incluso de otros países, en caso de que alguno de vosotros (o alguien muy cercano y que asista a la boda) provenga del extranjero.


En bodas con muchos invitados millennials, seguro que acertaréis buscando vinos originales y que tengan una botella o una etiqueta con un diseño especial, o incluso que tengan un nombre curioso; además de que sean caldos de calidad, claro.


Si la boda se celebra en verano, calculad más cantidad de vinos blancos, rosados y espumosos, porque los invitados tenderán a beber más de estas variedades. Esto es debido a que la temperatura y la comida que se sirven son ligeras y, al hacer calor, los invitados tienen más sed y suelen preferir vinos ligeros y refrescantes. 


En caso de que se celebre en invierno, calculad más cantidad de vinos tintos, porque los platos que se ofrecerán serán más calóricos y hará más frío en el exterior.


Brindis con vino tinto


Si habéis previsto una recena, conviene que tengáis en cuenta el vino que vaya a acompañarla. Salvo que no maride en absoluto con los platos que se vayan a servir, podéis aprovechar las botellas que hayan sobrado de la comida o cena.


Si no tenéis mucha idea de vinos, pero no os ha gustado lo que os ha propuesto el proveedor de gastronomía, consultad a un profesional para que os asesore. Llevaos el menú impreso para que tenga una idea clara de lo que se va a servir.


Por cierto, un vino caro no tiene que ser obligatoriamente mejor, de hecho, hay caldo estupendos a precios muy razonables.


Para terminar únicamente que me queda deciros una cosa... ¡brindo por vosotros!




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22 mayo, 2019

Cómo Anular una Invitación de Boda

¿Os habéis preguntado alguna vez cómo se anula una invitación de boda? ¿Cómo se puede desinvitar a alguien?


Y es que el tema es realmente delicado, pero es algo que puede ocurrir. Una invitación enviada por error, una discusión monumental con el invitado en cuestión antes de la boda, el anuncio de que alguien asistirá con un acompañante que es persona non grata para vosotros o para vuestro círculo más cercano... las situaciones son raras, pero no imposibles.


En caso de que estéis en alguna de esas situaciones y necesitéis anular una invitación, a continuación encontraréis algunas sugerencias para hacerlo con cierto estilo... y sin perder los nervios.


Cómo anular una invitación de boda


Anular una invitación no es un asunto baladí


Lo primero que debéis pensar es que revocarle la invitación a alguien es, en general, algo de mal gusto. Únicamente deberíais hacerlo en caso de que haya un motivo de peso: una pelea seria con cualquiera de vosotros o con alguien cercano e importante, sobre todo si también está invitado a la boda; incluso en el caso de una autoinvitación impertinente. 


Si queréis prescindir de algún invitado porque le habéis incluido en la lista de asistentes por equivocación, si os habéis dado cuenta de que es un compromiso y no os apetece que acuda a la boda o si os ha empezado a caer mal (de repente), no deberíais desinvitarle, al menos según mi criterio. Revocar una invitación es algo demasiado grosero para hacerlo a la ligera.


Mejor prevenir...


Para desinvitar a alguien a la boda lo mejor es... no invitarle. Procurad confeccionar la lista de invitados cuidadosamente para no incluir a nadie que ambos prefiráis evitar que comparta con vosotros el sí quiero.


Valorad uno a uno los posibles invitados: la relación que os une con ellos, la relación que tiene con otros asistentes (sobre todo los que más os importan) y los posibles roces que pueda haber con ellos, su comportamiento, sus modales, su reacción frente al anuncio de vuestra boda... Si no os apetece demasiado tener a alguno de ellos como invitado o prevéis problemas si asiste, es mejor ni siquiera enviarle la invitación.


Lista de invitados


Consecuencias


Valorad las consecuencias de revocarle la invitación a alguien, porque hay muchas muchísimas probabilidades de que vuestra relación se resienta, probablemente de forma irreversible.


En caso de que el motivo sea una discusión importante, mi consejo es que analicéis si puede haber una reconciliación. Si es así, procurad hablar y solucionar el asunto lo antes posible, porque si no lo hacéis, en enfrentamiento se enquistará quizás para siempre después de la desinvitación. Si no hay vuelta atrás, revocad la invitación de manera firme, porque así será una forma de finalizar la relación para siempre. 


Autoinvitados e invitados por un tercero


Si alguien se autoinvita, lo más recomendable es informarle de que no contáis con su presencia en vuestra boda desde el minuto uno, para evitar malos entendidos y problemas de última hora. 


Esto también es aplicable cuando alguien cercano ha invitado a otra persona sin vuestra aprobación. Hay familiares y personas cercanas que se creen con derecho a invitar a terceros en vuestro nombre. Si no estáis de acuerdo con esa invitación por poderes, comunicadle a esa persona que ha sido un error y que no contaréis con su presencia en la boda.


No consintáis el chantaje emocional


No permitáis que nadie os haga chantaje emocional en caso de que tengáis que desinvitar a alguien. Es frecuente que haya invitados que os digan eso de "pues si tu primo no va a tu boda, yo tampoco voy". Procurad que reconsideren su postura (si realmente os importan, claro) para que asistan, si no lo conseguís... ellos se lo pierden.  


Como comunicarle a alguien que ya no está invitado a la boda


Mi consejo es que nunca comuniquéis a nadie que le habéis revocado la invitación por un medio que no sea en persona. Si ya de por sí el hecho de desinvitar a alguien ya es algo delicado y desagradable (para ambas partes), no se debe empeorar utilizando un medio impersonal, porque es añadirle una acritud innecesaria.


A la hora de informar a una persona que ya no está invitada a la boda es conveniente hacerlo de forma delicada, pero también con firmeza. No debe quedarle ninguna duda de que no esperáis que aparezca en la boda, porque si no le desinvitáis de forma inequívoca podéis encontraros con que ese día se presente en el enlace pensando que quizás fue un enfado pasajero.  


Ya no estás invitado a la boda


No digáis "lo siento", porque podéis ofender a la persona a la que le anuléis la invitación. Es algo que suele sonar vacío y falso. Por no hablar de que parecerá que os estáis equivocando, que estáis haciendo algo malo. Es mejor ser firme a la hora de plantear los motivos, pero podéis dulcificarlo con un "no queremos herir tus sentimientos"


Desde mi punto de vista, no es necesario ofrecer excusas a la persona a la que se desinvita. Si ha hecho algo grave para merecerlo, ya lo sabe. Los únicos motivos por los que creo que se debería justificar la anulación de la invitación serían que haya habido un error (confusión con listas y direcciones, que el que haya invitado sea un familiar o amigo...) o que hayáis tenido que reducir la lista de invitados de forma drástica y que esa persona no sea muy cercana. En el primer caso lo mejor es comunicarlo lo antes posible y con delicadeza. En el segundo os recomiendo que lo hagáis únicamente con personas que no tengan motivo para sentirse ofendidas si se caen de la lista de asistentes en detrimento de otros más cercanos, y siempre con tacto para que no se sientan ofendidos. 


Si vais a comunicarle a un invitado que ya no vais a contar con su presencia en la boda y prevéis que se vaya a enfadar o a tener algún comportamiento agresivo, lo ideal es buscar un lugar público para hacerlo, como una cafetería, por ejemplo. Aunque hay quien no tiene ningún inconveniente en montar un numerito en cualquier lugar, lo habitual es que todos nos comportemos de una forma educada en público, aunque estemos muy enfadados.


Otra forma de informar a una persona de que ya no está invitada a la boda es recurrir a un amigo o familiar común que haga de enlace entre ambos. Puede ser una forma de evitaros un mal momento y de suavizar la situación sobre todo si el mediador es alguien diplomático y hábil con las relaciones personales. Eso sí, debéis pensar en la carga que depositáis sobre ese enlace y lo que le puede suponer.


Evitad revocar la invitación por escrito en cualquiera de sus versiones: postal, correo electrónico y, sobre todo, a través de redes sociales o mensajería instantánea.


Sobres de invitación atados con un cordón y con una infusión y flores al lado


Si queréis evitar el mal trago de desinvitar a alguien en persona, podéis utilizar el teléfono. No es lo más recomendable, pero al menos comunicaréis la noticia de viva voz.


En caso de que no seáis muy diplomáticos en general o que el asunto os cree mucho estrés, podéis preparar un guion con las palabras que queréis usar para anular la invitación de alguien. Esto os aportará seguridad y podréis transmitir exactamente el mensaje adecuado. Sobre todo, no habléis con alguien para desinvitarle sin haber pensado qué decirle y cómo hacerlo. 
Espero que estos consejos os ayuden a solucionar este tipo de situaciones con elegancia y tranquilidad. O, mejor todavía, espero que no tengáis que veros nunca en la tesitura de tener que desinvitar a nadie.



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15 mayo, 2019

Cómo Organizar una Boda en el Jardín de Tu Casa

¿Qué espacios estás teniendo en cuenta para la celebración de la ceremonia, la recepción y el baile de tu boda? Puede que estés valorando fincas, hoteles, incluso algún restaurante o un espacio singular como la sala de algún museo. Pero... ¿qué te parecería celebrarla en el jardín de tu casa o la de tus padres?


No, no es ninguna locura. Las bodas tienen a ser cada vez más íntimas, lo que amplía las posibilidades de encontrar un lugar para celebrarlas. Y un jardín particular puede ser una gran idea, puesto que la libertad a la hora de organizarla, la privacidad y el componente emocional lo convierten en un espacio de lo más atractivo. También hay que tener en cuenta que podrás elegir la fecha que desees, sin ceñirte a la agenda del proveedor. Y, por supuesto, es una opción ideal si van a asistir niños o si quieres que acudan tus mascotas y las de tus invitados.


A continuación te doy consejos e ideas por si te quieres plantear la idea de llevar a cabo la boda en tu jardín


Cómo organizar una boda en el jardín de tu casa


Por el principio...


Lo primero que debes tener en cuenta es que organizar una boda en un jardín no es ni más fácil ni más económico que hacerlo en otro espacio, tenlo en cuenta. Evidentemente vas a poder reducir algunos costes, ya que vas a tener que reducir el número de invitados, no te van a cargar ninguna cantidad por el alquiler del espacio (más allá del propio servicio de restauración que se da en algunos casos), además de que el propio jardín suele formar parte de la decoración y se puede economizar algo en este sentido. Pero también debes contar con el catering, la bebida, el servicio de camareros (incluso aunque sea buffet), con el alquiler de mobiliario y menaje, la iluminación, etc.


También es importante que sepas que, aunque el proveedor del catering o del alquiler del mobiliario se encarguen de retirar todo aquello que hayan llevado, habrá que recoger y limpiar todo lo demás. Y, créeme, es mucho. Así que deberás prever que alguien te ayude al día siguiente... o comenzar tu Luna de Miel haciendo zafarrancho de limpieza.


El presupuesto


No te despistes con el presupuesto, pensando en que todo será sencillo y barato, porque puedes encontrarte con un importante agujero en la cuenta corriente. Fija con tu pareja el dinero que os queréis (y podéis) gastar y procura que no haya demasiadas desviaciones de esa cantidad límite para destinar a la boda.  


Novios en la puerta de una casa con salida al jardín


Pide ayuda


Lo ideal es que cuentes con una wedding planner que tenga experiencia en organizar bodas en jardines particulares, porque no es una tarea sencilla. Y, además de diseñar y planificar todo, debería de poder coordinar todo el día del evento.


En caso de que no quieras contratar a una organizadora de bodas, al menos cuenta con alguien que pueda encargarse de todo ese día. Como el evento se va a celebrar en tu casa, corres el riesgo de querer encargarte tú de todo el día de la boda y eso es garantía de estrés, de que no atenderás a tus invitados, de que no disfrutarás de ese momento... y de que salgan mal muchas cosas.


La lista de invitados


Salvo que tanto tu casa como tu jardín sean enormes, tendrás que reducir la lista de invitados de forma drástica. No es lo mismo disponer de una finca, de un castillo al completo o de un enorme salón en un hotel de lujo que contar con un jardín doméstico y una vivienda unifamiliar.


En las invitaciones


Cuando envíes las invitaciones, deja claro que la boda se celebrará en el jardín o patio de vuestra casa. También deberías indicar el código de vestuario para los invitados, porque puede que muchos den por hecho un dress code casual, mientras que tú has planificado una boda íntima, pero muy muy elegante. 


Novios en la puerta de una casa con salida al jardín


El espacio


Debes valorar el espacio del que dispones, tanto exterior como interior. Mi consejo es que recuerdes si alguna vez has hecho alguna fiesta o reunión allí y cuántas personas hubo y cómo las acomodaste, eso te dará una cierta medida de lo que podrás hacer en la boda.


Si vives en una urbanización, tu jardín no es muy grande y hay con zonas comunes con zonas verdes y piscina, quizás puedas pedir permiso para celebrar la boda allí a la Comunidad.


Ten presente que debes contar con un espacio para la ceremonia, otro para la recepción y otro para el baile, a ser posible bien diferenciados. Por mucho que sea una boda doméstica, reconfigurar el lugar de la ceremonia para el banquete, o el del banquete para el baile, es algo molesto para los invitados y que suele ser sinónimo de caos. No te olvides de prever un espacio de descanso con sillas o sillones cerca de la zona de baile.


Un "plan B": imprescindible


Necesitas un "plan B" tanto o más que si organizases una boda en una finca o en un hotel. Esto implica que deberías retirar con antelación todos los muebles y elementos decorativos que estorben si hay que poner en marcha ese plan alternativo. Por ejemplo, si en caso de lluvia destinarías el salón para la ceremonia, déjalo lo más vacío posible por si fuese necesario colocar las sillas en el interior para celebrar la ceremonia, así todo será mucho más rápido y fácil.


Novia prevenida, vale por dos


Planifica el aparcamiento, porque puede convertirse en un verdadero problema para tus invitados. En muchos casos las viviendas con jardín están situadas en urbanizaciones con una capacidad reducida de aparcamiento, y lo mismo sucede en calles pequeñas y con mucho tráfico en el centro de las ciudades. Por no hablar de las zonas en las que haya estacionamiento regulado (de pago). Busca soluciones alternativas como concertar un aparcamiento público, alquilar un autocar (si los invitados son muchos) o varios vehículos de alquiler con conductor (si el número de asistentes es mediano). Si tu presupuesto lo permite, puedes contratar a alguien para que ayude con el estacionamiento a los invitados, incluso puede ser un adolescente o joven de la zona que así se llevará un dinero que seguro le vendrá muy bien. En el caso de urbanizaciones, no estaría de más que le comunicases a la Comunidad que se va a celebrar la boda.


Diseña una alternativa por si ese día lloviese y tuvieses que llevar a cabo la celebración a cubierto. Si la casa es suficientemente grande, puedes utilizar el interior. En caso de que sea pequeña puede planificar una pequeña carpa o unas jaimas que protejan a los invitados de la lluvia.


Novios bajo un paraguas


Además de la lluvia, debes tener en cuenta otras cuestiones meteorológicas como el viento, el calor o el frío. Si en la zona es habitual el viento fuerte, las carpas, toldos o jaimas no son una buena idea, porque pueden salir volando o herir a algún invitado si se caen o son arrastradas. 


El calor también puede ser un problema, por lo que debes tenerlo en cuenta a la hora de programar la hora de comienzo y final de la boda. En verano es mejor evitar las bodas de mañana y programar la ceremonia a la caída del sol y la recepción durante la noche. 


El frío también es un inconveniente, así que si no es muy intenso puedes poner estufas y calentadores en el exterior, una carpa o jaima para que los invitados se resguarden y prever mantas y otras prendas de abrigo para que estén calentitos y confortables. Personalmente te recomiendo que si celebras una boda en tu jardín lo hagas al final de la primavera o principios del verano o del otoño, porque el clima suele ser más apacible.


En caso de que el jardín tenga césped, debes tener presente que el riego debe adelantarse para que no esté húmedo y los invitados no se hundan en él al caminar o estar de pie y se embarren los zapatos. Incluso con protectores de tacón, un césped muy húmedo puede supner un verdadero problema para las invitadas. También debes evitar que la boda se celebre sobre el césped si hay llovido mucho las horas previas a la boda. Para paliar esto puedes prever un entarimado exterior o celebrar la boda en el interior de la casa.


Novios con una bicicleta pisando el césped


Si celebras la boda durante el día y prevés que el sol brillará intensamente, no está de más que tengas previstas unas cestas con protector solar, abanicos, parasoles, sombreros, gafas de sol... y agua fresca.


Para bodas de noche y durante el verano también deberías evitar a unos invitados de lo más molesto: los mosquitos. Dispón velas de citronela y hierbas aromáticas por todo el jardín y, por si acaso, prevé repelentes de mosquitos para los invitados que lo puedan necesitar.


Ten presente las zonas de sol y de sombra en la época en la que te vas a casar, para planificar la disposición y decoración de la ceremonia y el banquete. Debes evitar las zonas de sol en los lugares en los que los invitados vayan a permanecer un tiempo, tanto en el caso de la ceremonia como la del banquete.  


Novios en un jardín en zona y de sombra e iluminados por un rayo de sol


El estilo de la boda


Una boda en un jardín particular no implica necesariamente una decoración y un ambiente informal, así que decide desde el principio cómo quieres que sea tu boda.


La decoración


A la hora de decorar la boda, te recomiendo que no te excedas con la decoración y la adaptes al espacio del que dispones.


Cerciórate de que el jardín estará en las mejores condiciones, así que el césped debe estar verde y sin zonas despobladas, las plantas y flores tienen que estar saludables y en su mejor momento, el mobiliario de jardín debe estar cuidado, no debe haber hojas secas o ramitas por el suelo y la piscina tiene que estar limpia y bien acondicionada. Y todo ello requiere tiempo, esfuerzo... y antelación suficiente.


Aprovecha para integrar la vegetación y elementos del propio jardín en la decoración. Decora los árboles con guirnaldas de flores, pon velas en piedras y muros, decora la piscina con elementos flotantes...


Decoracion flotante para una pisicina


Si tienes macetas o jardineras, quizás puedas utilizarlas para decorar o separar espacios dentro del jardín.


Utiliza algún elemento con personalidad como escenario para la ceremonia. Puedes ser un gran árbol, un muro con flores o con plantas como la hiedra, etc.


Como probablemente no tendrás mobiliario suficiente para organizar el espacio de la ceremonia, la recepción y el baile, te recomiendo que lo alquiles. Si quieres una boda low cost, puedes pedirlo prestado a familiares o amigos. 


En caso de que alguna parte de la boda vaya a tener lugar de noche, es importantísimo que dispongas una iluminación adecuada. Debe servir para crear un ambiente (o varios), pero también debe facilitar un mínimo de visibilidad para los invitados.  


Iluminacion para boda en un jardín


Señaliza


Crea una zona de entrada bien visible, para que los invitados que nunca hayan estado en la casa identifiquen dónde se celebrará la boda, puedes utilizar carteles, iluminación o decoración.


Cartel señalando dónde se celebra la boda


Señaliza dónde están los diferentes espacios de la boda, incluidos los baños que podrán utilizar los invitados.


No te olvides de los baños


Los baños deben estar perfectamente limpios y bien surtidos. Ten en cuenta que necesitarás un aseo para cada 20-25 invitados, así que valora si tienes lo suficientes en la casa para atender a todos los asistentes. Si únicamente tienes uno o dos baños y los invitados son muchos, te recomiendo que alquiler un WC portátil. No son caros, los hay bastante estéticos en cuanto a color y forma... y serán realmente útiles.


Y, por cierto, tampoco estaría de más que dispusieses una habitación o zona de la casa que funcione como tocador para las mujeres y de cambiador para bebés en caso de que los haya. 


El catering


Habla con el responsable de catering acerca de las necesidades que puedan tener de utilizar algún espacio en tu cocina o si les hará falta espacio en tu nevera o congelador. Hay empresas de restauración que son totalmente autosuficientes en este sentido y otras que necesitarán usar tomas eléctricas, encimeras, mesas, horno, microondas, etc. Si va a ser así, tendrás que saberlo con antelación y valorar si las molestias que te puedan causar te merecerán la pena. 


Elige un menú apropiado para una boda en el exterior, pero teniendo en cuenta también la época del año. Es decir, si va a tener lugar en verano, tendrás que escoger platos frescos y ligeros, pero que no se estropeen rápidamente con el calor. Y si se va a celebrar en invierno, tendrás que planificar un menú más consistente y con mayoría de platos calientes.


Catering para una boda en un jardín


Te aconsejo que no caigas en la trampa de querer preparar tú el menú, porque será una tarea que te desbordará. Ese día debes encargarte de peinarte, vestirte, maquillarte, recibir a tus invitados... y disfrutar. Cocinar no debería estar entre tus obligaciones ni ese día ni el anterior, por muy bien que cocines. Lo ideal, contratar un buen catering.


Aunque puedes planificar una recepción con los invitados sentados, lo más adecuado para una boda en un jardín es el cóctel o incluso el buffet.


El fotógrafo


No te olvides del fotógrafo, porque querrás tener un bonito recuerdo de ese día. Es fundamental que el profesional que elijas esté acostumbrado a trabajar en este tipo de espacios, porque suele ser más reducido que el de fincas y hoteles, y deben poder hacer su magia sin que los asistentes apenas se den cuenta de que está ahí. 


Entretenimiento


Una boda en un jardín es perfecta para ofrecer algún tipo de entretenimiento que requiera de la participación de los invitados, como juegos divertidos de mesa o de jardín, o incluso magia de cerca. 


Ojo con la música en caso de que tengas vecinos cerca, porque puedes tener problemas si la fiesta dura hasta muy tarde y el volumen es muy elevado. Incluso si les informas de que celebrarás tu boda ese día, habrá quien llame a la autoridad competente para que acudan a tu celebración... y no precisamente como invitados. Informa al DJ de que debe cumplir con el horario y con los decibelios permitidos, y exige que lo cumpla. También puedes planificar el baile en el interior de la casa para molestar menos a los vecinos. 


Tocadiscos vintage con vinilo, flores y alianzas


Pon una tarima para que los invitados puedan bailar toda la noche, porque el césped, la piedra, el cemento o la grava no es el tipo de suelo más apropiado para ello.


Ahora que tienes más información... ¿organizarías tu boda en el jardín de tu casa? ¿Necesitas ayuda para hacerlo?



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08 mayo, 2019

Qué Hacer con los Zapatos de Novia Tras la Boda

¿Te has planteado qué harás con tus zapatos de novia después de la boda? Y no es un asunto menor, porque es un complemento en el que se suele gastar más que en cualquier otro calzado. Los zapatos de novia te acompañarán en uno de los días más importantes y felices de tu vida, además de ser uno de los detalles más importantes del outfit nupcial, con el permiso del vestido. Por no hablar del protagonismo que tienen hoy, puesto que incluso son protagonistas de fotos que aparecerán en tu álbum de fotos de la boda. Eso justifica una cierta inversión, sin duda. 


Pero para que en lugar de un gasto sea una inversión, estos zapatos deben tener uso más allá del día del enlace, porque una sola puesta no respalda un desembolso mayor del que sería habitual al comprar calzado. 


Así que a continuación te doy algunas ideas para reutilizar tus zapatos de novia después de la boda. tanto si eliges un calzado de marcado estilo nupcial o si prefieres unos zapatos menos convencionales.


Qué hacer con los zapatos de novia tras la boda


Zapatos de novia tradicionales


Si te gustan el calzado muy de novia, no significa que no puedas usarlos después de la boda, aunque tengan color blanco o marfil, sean de encaje o estén forrados de satén. De hecho, puedes hacer muchas cosas para darles una segunda vida en tu zapatero.


Teñirlos. Una de las opciones que tienes para poder reutilizar unos zapatos de novia blancos o marfil es teñirlos. Lo ideal es llevarlos a un profesional del calzado para que los tiña, puesto que normalmente se invierte más en unos zapatos de novia que en unos de diario, por lo que no merece la pena correr el riesgo de estropearlos. También puedes recurrir al tinte DiY, puesto que tienes productos para poderlo hacer en casa, aunque yo no he conseguido que nunca me quede bien en los zapatos que he intentado teñir. Si quieres hacerlo tú misma, es importante que leas (y sigas) cuidadosamente las instrucciones del fabricante.


Zapatos de salón en color azul


Darles una pátina. Es una forma de darle una nueva vida al calzado, convirtiéndolos en verdaderas obras de arte y totalmente personalizadas. Se puede hacer con la base original en blanco o marfil o tiñéndolos con un color de base. Lo que se hace después es aplicarles una pátina de uno o más colores en degradado en distintas zonas del zapato, normalmente en la puntera y el talón, aunque se pueden personalizar como se desee. Este tipo de trabajo sí debe hacerlo obligatoriamente un profesional para que quede perfecto.


Decorarlos. Puedes decorarlos con pintura específica para calzado, creando los diseños que más te gusten. Si no tienes práctica con este tipo de trabajos artesanales, te aconsejo que se lo encargues a un experto. Otra forma de decorarlos es añadirles algún detalle que los haga parecer menos de novia, como lazos, flores, aplicaciones, etc. 


Zapatos de novia decorados


Forrarlos. Está en desuso, pero todavía hay establecimientos que forran calzado. Puedes pedir que te los forren con un tejido o material diferente del clásico satén, y tendrás un par de zapatos de lo más original y que te podrás poner muchas veces. Puedes optar por el encaje en color, por un tejido estampado, por brocado, por un tweed, etc.


Utilizarlos como objeto decorativo. Otra manera de darle uso a los zapatos del novia, más allá de llevarlos en los pies, es usarlos como decoración. Puedes exponerlos en cajas o urnas con cristal, utilizarlos para sujetar tus libros o tus vinilos... las opciones sólo tienen un límite: tu imaginación.





Zapatos de novia no tradicionales


En caso de que escojas unos zapatos que no sean de estilo nupcial, también puedes reutilizarlos después.


Puedes usarlos tal cual. Si el color y el diseño lo permiten, podrás reutilizar tus zapatos de novia tanto como lo desees. En caso de que tengas intención de reutilizarlos, plantéate esto a la hora de escogerlos y busca un modelo que te puedas volver a poner sin más.


Puedes añadirles o quitarles detalles. Si son muy de fiesta, con flores de tela, aplicaciones o grandes lazos, puedes retirarlos si es posible hacerlo sin estropearlos. Si son muy sencillos, puedes incorporarles unos broches o aplicaciones, llevarlos a decorar o incluso pedirle a tu zapatero que le añada una pulsera para el tobillo que los haga más seguros (en caso de ser zapatos de salón lisos).


Zapatos de novia azules con hebilla de brillantes

Otras opciones


Además de volvértelos a poner, hay otras alternativas para tu calzado nupcial tras el día B.


Venderlos de segunda mano. En caso de que estén en muy buen estado, puedes venderlos de segunda mano. Hay un mercado menos importante que en el caso de los vestidos de novia, pero sí que hay posibles compradoras que pueden estar interesadas en tu calzado nupcial. 


Zapatos de novia en color rojo


Donarlos. Por supuesto, también puedes donar tu par de zapatos a otra novia que lo necesite y que no pueda costearlos.


Regalarlos. También puedes regalarlos a alguien cercano a quien le haga ilusión tener esos zapatos, tanto si los va a reutilizar como si los va a guardar como recuerdo.


¿Qué harás tú con tus zapatos de novia? ¿Ya lo has decidido?





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La primera vez que apareció el post Qué Hacer con los Zapatos de Novia Tras la Boda fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?


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