En muchas ocasiones, la idea original que tenían los novios acerca de cómo sería su boda, poco o nada tiene que ver con el resultado final.
Sin que apenas se den cuenta, la boda comienza a convertirse en un ente con vida propia y la cosa se complica: de querer una boda sencilla a encontrarse con 400 invitados, de desear un vestido de novia corto y coqueto a enfundarse en uno tipo princesa o, de darse cuenta que se ha contratado a una tuna, en lugar de ese cuarteto de cámara tan elegante que se tenía pensado...
Esto puede llegar a ser frustrante para la pareja, que se acaba dando cuenta de que no está disfrutando de su boda, sino sufriendo algo que nada tiene que ver con ellos.
Para que esto no os suceda a vosotros, me gustaría ofreceros 7 sugerencias:
1.- Planificad la boda minuciosamente a partir de la idea inicial. Para ello, podéis seguir los pasos de Organizar una Boda: "El Arte de la Guerra".
2.- No intentéis reproducir la boda de otros. En ocasiones, las parejas de novios han asistido a alguna boda antes de organizar la suya y, como les ha gustado mucho el resultado, intentan copiar la anterior punto por punto. Y es un tremendo error, porque no puede haber dos bodas iguales; aunque se planifiquen y ejecuten de la misma manera. Ocurre lo mismo que con las fotocopias, si copias muchas veces un documento, el resultado final es borroso e ilegible.
3.- No tratéis de competir con otras parejas. He llegado a escuchar a una novia decir: -¡Quiero que nuestra boda sea espectacular, porque tenemos que quedar por encima de mi prima Rosa! Vuestra boda tiene que ser un reflejo de vosotros mismos y, si buscáis sólo dejar por los suelos a la prima Rosa, lo más probable es que la boda acabe siendo un circo de tres pistas que apabulle y desconcierte a los invitados; por no hablar del presupuesto...
4.- Jugad al corta y pega, terminando con un toque de Photoshop. Me explico, buscad ideas, opiniones e inspiración en todas partes (revistas, ferias, escaparates, otras bodas, etc.), recortad y pegad las ideas que más os gusten e incorporadlas a vuestra boda, terminando de darle un retoque con vuestro estilo personal y vuestras propias ideas (el Photoshop) para que obtengáis un resultado final perfecto.
5.- Escuchad las opiniones de los demás con respeto, pero con criterio. Cuando una pareja se va a casar ocurre igual que cuando una mujer está embarazada: todo el mundo tiene algo que opinar (y no siempre de forma acertada). Está bien que los amigos, familiares y otras personas más o menos allegadas aporten sus ideas, pero la boda es vuestra y sólo debéis seguir las sugerencias que realmente os gusten. Seguir dictados de otras personas cuando no se está completamente de acuerdo suele hacernos muy infelices, además de crear una cierta animadversión hacia el opinante.
6.- Imponed vuestro criterio ante los proveedores. Si el comercial de la finca, el fotógrafo o el peluquero os quiere imponer su forma de hacer las cosas, negaos amablemente y pedid que éstas se hagan según vuestro criterio. En algunas ocasiones, la comodidad, la costumbre o la soberbia, pueden llevar a algunos proveedores a ser algo dictadores con los novios, así que, recordad que vosotros sois los que pagáis.
7.- Y, si queréis ayuda para llevar vuestros sueños a la práctica, siempre podéis contratar a una wedding planner que os ayude con la organización y coordinación de la boda.
Y ahora que ya tenéis claros estos puntos, sólo me queda deciros la famosa frase de la Guerra de las Galaxias: ¡que la fuerza os acompañe!
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