Comenzamos la segunda parte...
Los cubiertos
- Si no cuando os sentéis a la mesa veis más cubertería que en la sección de menaje de unos grandes almacenes, no os preocupéis. Se usan siempre de fuera hacia adentro, por ese orden. Primero se usarán los que están más alejados del borde del plato y así sucesivamente.
- Recordad que los cubiertos se toman por su zona media. No son raquetas de tenis, así que no se agarran con toda la mano, como si se fuesen a escapar. No son plumas para escribir, así que no se usan como tales. Y esta norma no es para fastidiarnos, es simplemente la forma más eficiente de usar los cubiertos.
- A la hora de utilizar los cubiertos podéis usar dos sistemas, el europeo o el americano. El europeo consiste en tomar el tenedor con la mano izquierda y el cuchillo con la derecha, sin cambiarlos de mano en ningún momento; el cuchillo corta y ayuda a colocar los alimentos en el tenedor, el tenedor lleva la comida a la boca. El sistema americano permite más libertad a la hora de cambiar los cubiertos de mano, pudiendo cortar los alimentos como en el sistema europeo, aunque con la posibilidad de cambiar el tenedor a la mano derecha para pinchar el trozo de comida; también permite cortar varios pedacitos de una vez, aunque deberán ser un máximo de tres.
- Nunca utilicéis el cuchillo para llevar comida a la boca. Esta norma básica de urbanidad tienen una explicación: evitar que os cortéis al llevar los alimentos a la boca.
- Cuando hagáis una pausa mientras coméis un plato, lo adecuado es dejar los cubiertos sobre el plato en ángulo y sin colgar del plato. Con este gesto estaréis indicando al camarero que vais a seguir comiendo, así no vendrá varias veces a preguntaros si habéis terminado para retirar el plato.
- Cuando finalicéis el plato, sólo tenéis que dejar los cubiertos en paralelo, el tenedor con las puntas hacia arriba y el cuchillo con el filo mirando al tenedor. La posición, las 04:20' del reloj. Con ello indicaréis al camarero que habéis terminado el plato y que puede retirarlo. Y recordad que los cubiertos siempre se dejan sobre el plato, no se limpian con la mantelería y se vuelven a dejar sobre la mesa.
- Cuando tengáis los cubiertos en la mano, no gesticuléis ni juguéis con ellos. Además de quedar muy feo, es una cuestión de seguridad, propia y ajena. ¿Os imagináis pinchando a vuestro cuñado mientras contáis una película de acción con los cubiertos en la mano? Nadie se creería que ha sido un accidente...
- Si os dais cuenta que un cubierto está sucio, no lo limpiéis con la servilleta y un poco de agua; llamad educadamente al camarero para que os lo cambie. Ésta norma también sirve para cuando se os caiga un cubierto al suelo (que no debería), prohibido tomarlo de suelo y dejarlo sobre la mesa o limpiarlo; se llama al camarero y se le pide otro.
- Y, llegado el momento de los postres, tened en cuenta que la cuchara es para helados, natillas y cremas; el tenedor para bizcochos y tartas.
El pan
- Una de las grandes preguntas que se hace mucha gente a la hora de sentarse a la mesa es: ¿cuál es mi pan? La respuesta es bien sencilla, el que se encuentra a vuestro lado izquierdo. Esta posición es la que resulta más cómoda a la hora de irlo cortando: se sujeta el pan con la mano izquierda y se pellizca con la derecha. ¿A que visto así el que esté en la derecha es poco operativo?
- El pan se debe cortar a pedacitos según se va comiendo. Nada de cortar grandes trozos o de desmigarlo en el plato y, menos aún tomar toda la pieza y morderla. Nunca se corta con el cuchillo, éste se pone para untar la mantequilla, no para rebanarlo.
- Y, hablando de pan, los barquitos son para el mar. Mojar pan no es la mejor opción en una comida social. Si no podéis resistir la tentación, poned un trocito de pan en el tenedor y mojadlo en la salsa; una o dos veces máximo, por favor.
Las copas
- Las copas estarán situadas como los cubiertos, desde nuestra derecha a nuestra izquierda según las vamos a ir necesitando. De derecha a izquierda: vino blanco, vino tinto, agua. Ahora ya no se suelen colocar las de cava y licor al principio del servicio pero, si están presentes, se colocarán detrás de éstas últimas.
- Las copas se deben tomar por la zona de unión entre el tallo y el cáliz o por la parte inferior de éste último. Si la tomáis por la parte media del cáliz de la copa, el líquido se calentará; si lo hacéis por la parte superior, será poco higiénico al tocar la parte en contacto con la boca. Además, la forma correcta de coger la copa evita que se derrame el líquido o se os caiga la copa.
- Y, por favor, nunca bebáis con la boca llena, es todo un espectáculo para los que tenéis a vuestro alrededor. Por no hablar del estado en que queda la copa y su interior.
Y llegan los platos...
- Los camareros os servirán los platos por la izquierda y os los retirarán por la derecha. Las bebidas os las servirán por la derecha. Recordad ésto para facilitar su trabajo y no asustaros cuando aparezcan a vuestro lado para servir o retirar.
- Los platos se deben comer tal y como se sitúan frente a vosotros, no es correcto ir dándole la vuelta para ir accediendo a los alimentos más alejados. Estas maniobras, molestarán a vuestros vecinos de mesa.
- Una importante máxima que nunca debéis olvidar es: la comida se lleva a la boca, nunca la boca a la comida. Llevad el cubierto a la boca con la cantidad justa de alimento para que no se derrame, así no tendréis que inclinaros sobre el plato para llegar a él.
- Si os han servido sopa o caldo, recordad que no debéis inclinar el plato para rebañar hasta la última gota. Cuando ya no podáis tomar más con la cuchara, debéis dar el plato por terminado.
- Por supuesto, los alimentos no se soplan para enfriarlos. Se dejan templar en el plato, no en el cubierto. Además, una boda es un evento social, no tengáis prisa por comer y disfrutad de la conversación.
- Y, hablando de prisa, en una comida social es importante no engullir de forma ansiosa. Tampoco es apropiado comer muy despacio. Lo lógico es adaptarse al resto de comensales para facilitar la conversación y el servicio de los camareros.
- Si el bocado que os habéis llevado a la boca no os ha gustado, tenía espinas o debéis retirar un hueso, hacedlo con naturalidad y dejadlo en el borde del plato de servicio o, incluso en el de la mantequilla.
- Evitad la tentación de cortar todo el pedazo de carne o pescado en trocitos. Ya no sois niños... o incluso si lo sois.
- Si vais a dar un pedacito de comida a otro comensal, olvidaos de pasar el cubierto con el trozo de comida y, mucho más el plato; pasadlo en el platito de la mantequilla. De hecho, lo mejor es no pasar alimentos de uno a otro invitado.
- Y, algo muy importante, no debéis pedir repetir de ningún plato. Se ha calculado la cantidad adecuada para cada comensal y no deberíais quedaros con hambre; si ha sido así, ya comeréis después.
El final de la comida...
- A la hora de levantaros de la mesa, tener en cuenta que debéis hacerlo cuando lo haga la novia. Ella es la anfitriona y es la que marca el final de la comida.
Y aquí termina esta segunda parte. En la tercera y última (¡por fin!), veremos algunas consideraciones generales que os ayudarán a ser los invitados perfectos en cualquier evento.
To be continued...
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