Un Vestido de Novia Hecho a Medida. ¿Por Qué No?

Cuando una novia piensa en su vestido de novia, suele imaginarse una bonita tienda repleta de vestidos blancos, espejos y una asesora que le ayude con su elección. Sueña con ver y tocar decenas de prendas, con probarse trajes y más trajes hasta encontrar el que pinte una sonrisa en su cara. Y eso tiene bastante que ver con la realidad.


Aunque hay otra opción, que no siempre se tiene en cuenta a pesar de las ventajas que conlleva: encargar un vestido hecho a medida. 


A continuación encontrarás las ventajas y los inconvenientes de encargar tu vestido en un atelier, además de unos consejos que te serán útiles en caso de que te decidas por ello.

Ventajas


Tendrás la certeza de que no habrá ninguna otra novia con tu mismo vestido. Tu vestido será tan único como lo eres tú.


El vestido se ajustará como un guante a tu cuerpo, puesto que está creado desde el principio para que encaje con tus características físicas y con tu estilo. A un vestido confeccionado tendrás que hacerle ajustes para adaptar un modelo ya existente, lo que implica que de algún modo eres tú quien tiene que ajustarse al vestido. Y eso en muchos modelos no tiene la mayor importancia, pero en otros...


Puedes elegir el tejido, el diseño y los detalles que más te gusten, sin tener que limitarte a un modelo ya terminado. A muchas novias les gusta la falda de un vestido, el cuerpo de otro, el escote en la espalda de un tercero... y que te lo confeccionen a medida es la forma de poder hacer tu propio puzzle en forma de vestido de novia.


El proceso de la creación del vestido es realmente inolvidable para cualquier novia. No sólo porque ver trabajar una modista profesional es todo un placer, además te sentirás partícipe de esa creación y conectarás más con tu vestido; lo sentirás más tuyo.


Puedes hacer modificaciones sobre la marcha si ves que el vestido no te gusta según va evolucionando.  


Te sentirás mimada, porque la mayoría de las modistas profesionales suelen establecer una relación magnífica con las novias y las cuidan al máximo. Por no hablar de la cantidad de cosas que aprenderás durante la primera visita y las pruebas posteriores. Te enseñarán a lucir el vestido, a recoger la cola o el vuelo, a entrar y salir del coche, a saber cómo y cuándo quitarte el velo... y esa información es oro puro para una novia.


Encargar tu vestido de novia a medida es más asequible de lo que piensas. 


Inconvenientes


No te verás el primer día con un vestido y eso es posible que te decepcione. Tendrás que se paciente y no todas las novias con capaces de esperar a que el vestido se vaya creando poco a poco.  


El proceso será largo y laborioso, lo que no es lo ideal si eres muy impaciente y nerviosa. Por cierto, cuando digo laborioso, también lo será para ti; porque tendrás que ir a distintas pruebas, muchas de ellas largas y tediosas.


Según el tipo de telas, detalles y acabados que desees el vestido puede terminar siendo más caro que un vestido ya confeccionado.


Es imprescindible contar con una modista realmente experta, porque en caso contrario el resultado puede ser desastroso. Alguien que ha hecho un curso de costura por correspondencia o que hace arreglos en la ropa a sus amigas y vecinas, no está preparada para acometer algo tan complejo como el diseño y confección de un vestido de novia.  


Es adictivo. Cuando veas cómo queda un vestido hecho a medida, repetirás si tienes cualquier evento o si quieres hacerte con una prenda de fondo de armario.


Consejos


Aunque muchas modistas trabajan rápido y hacen maravillas en pocas semanas, comienza con los preparativos de tu vestido con entre 6-8 meses de antelación. Así la modista tendrá tiempo suficiente para crear tu vestido perfecto, sin prisas.


Te recomiendo que antes de ir a un atelier para encargar tu vestido de novia, te pruebes vestidos ya hechos. Así te podrás hacer una idea de qué tipo de faldas, cuerpos, escotes, tejidos y detalles te gustan más. Y podrás transmitir a la modista lo que estás buscando.


Busca un atelier que te inspire confianza. Infórmate de sus referencias y de los trabajos que hayan realizado. Busca opiniones en Internet y entre tus conocidos. Si has contratado una wedding planner, te podrá recomendar a profesionales que pueden encajar contigo y con tus necesidades.


Cerciórate de que el estilo del atelier encaja con el tuyo. Cada diseñadora y cada modista tienen su toque personal y, aunque se adapta a cada novia, siempre es conveniente partir una visión estética común.


Otro de los puntos que debes tener en cuanta es si te sientes cómoda con la modista y el resto del personal del atelier. Es importantísimo que se establezca una relación basada en la cordialidad y la confianza. 


A la hora de comenzar con el diseño, sé sincera y transmite lo que esperas de tu vestido, tus miedos, lo que quieres mostrar y lo que quieres esconder... es la mejor manera de que la modista pueda crear tu vestido perfecto.


Aunque la que debe decidir cómo será el vestido eres tú, déjate aconsejar por la modista, porque suelen tener experiencia a la hora de saber lo que queda bien o no a cada novia según su físico. 


Lo ideal es que el atelier trabaje con toile o glasilla. Es una tela de algodón sobre la que se confecciona y se prueba el patrón y sobre la que se van haciendo las modificaciones necesarias y se va puliendo lo que será el vestido definitivo. La toile es una forma de que te vayas haciendo una idea de cómo será el resultado final.


A la hora de encargar tu vestido cierra un presupuesto si es posible. En algunos casos quedarán algunos detalles que quedarán fuera del presupuesto inicial, pero lo importante es que no te lleves sorpresas de última hora. 


Procura no llevar a mucha gente a las pruebas, porque puede terminar siendo una verdadera locura. Mi consejo es que vayas acompañada si lo deseas, pero sólo por personas de tu absoluta confianza... y que sean positivas. 


¿Qué haras tú? ¿Comprarás tu vestido ya hecho o lo encargarás a medida?

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La primera vez que apareció este post fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?



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