Después de pensarlo, preferís que no haya niños entre los invitados a la boda. Una decisión totalmente respetable y que debería ser respetada.
Seguramente hayáis tomado esa decisión pero no sepáis muy bien cómo transmitirla con delicadeza a los padres de los niños no invitados.
Aquí van algunas ideas ordenadas de más sutil a más expeditiva:
- Ir allanando el camino con tiempo, sugiriendo a los padres que ir a una boda (no la vuestra, por favor ;)) con niños es un incordio, que así no se disfruta de un momento ideal para la pareja, que dan mucha guerra...
- Cuando entreguéis las invitaciones en mano, comentad sutilmente que creéis que no es una boda adecuada para los niños (no hay menú infantil, no hay tronas, no habrá muchos niños y se aburrirán...). Siempre como sugerencia, no como imposición. Si las invitaciones las van a entregar a esos invitados los padres o suegros, hacerles saber esta circunstancia. También podéis aprovechar para comentarlo antes, si os véis en algún evento familiar o reunión de amigos para ir preparando el terreno.
- Comunicar de forma más tajante que preferís que no haya niños, con o sin explicaciones, tanto a la hora de entregar las invitaciones de boda como en cualquier otra reunión anterior.
- Directamente incluirlo en la invitación. Esta es la opción más dura. Sólo adecuada para parejas curtidas, con las ideas muy claras y a las que no les importe que la familia deje de hablares...
¡Suerte!
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