Las (y los, que también hay algunos hombres en el sector) organizadoras de bodas no sólo tenemos unos precios asequibles, además os ahorraremos mucho tiempo... y dinero en la boda, lo que convierte nuestro trabajo en una inversión, no en un gasto.
Os preguntaréis el porqué de esta afirmación, pues bien, a continuación os doy 9 claves para entenderlo:
1.- Las WP que, como yo, os cobramos una tarifa a vosotros por la organización (las que no somos comisionistas de los proveedores), pedimos a los proveedores que la comisión que nos darían a nosotros, os la apliquen a vosotros como descuento en vuestra factura. Eso implica que los proveedores a los que accedáis a través de nosotras (fincas, restaurantes, modistas, floristas, fotógrafos, etc.) os harán un mejor precio simplemente por nuestra mediación. Pongamos un ejemplo, si la finca nos ofreciese un 5% de comisión por nuestra recomendación, nosotras pediríamos que os descontasen ese 5% de vuestra factura; ya nos pagáis vosotros por nuestros servicios.
2.- Estamos acostumbradas a negociar con los proveedores, por lo que podemos apretarles las tuercas más y mejor que vosotros. Generalmente, los novios estáis tan nerviosos y asustados con lo que supone la organización de vuestra boda que sois menos duros a la hora de negociar precios y condiciones. Imaginaos que el fotógrafo pierde la tarjeta de memoria con vuestras fotos y, aun así, quiere cobraros (caso real); la Wedding Planner se podría encargar de presionarle para que no os cobrase (faltaría más) y de que os ofreciese una sesión post-boda gratuita, haciéndose él cargo de los gastos de peluquería y maquillaje... y todo ello sin utilizar la violencia ;)
3.- Luchamos en vuestro nombre para que las condiciones de los productos o los servicios sean las mejores: plazos, pagos, extras, garantías, etc. Eso os ahorra muchos problemas... y mucho dinero. Para muchos proveedores, sólo sois otro cliente más, otra boda más; para nosotras sois nuestra pareja de novios y, vuestra boda, la nuestra. Un ejemplo real: una boda en la que los novios habían comprado varios jamones realmente buenos y en la que la finca insistía en dejar solamente la mitad de uno de los jamones para que el cortador fuese preparándolo a la vista de los invitados durante el cóctel... y el resto cortarlo en cocinas e ir sacándolo junto con el resto de los aperitivos. Las excusas: que el cortador iría mucho más lento, que así era más cómodo y más rápido... ¡Ja! Os imagináis dónde iban a ir los jamones buenos, ¿verdad? Pues bien, se luchó para que todos los jamones se cortasen delante de los invitados y para que, la que escribe, vigilase como un halcón que los que se cortaban eran los que mis clientes habían pagado.
4.- Os aconsejamos acerca de qué productos o servicios que os ofrecen los proveedores son realmente necesarios. Hay algunas empresas, no todas, que insisten en que contratéis cosas que no necesitáis realmente y que, por desconocimiento, aceptáis. Vosotros sólo os casáis esta vez, nosotras lo hacemos constantemente. Es como la primera vez que se tiene una mascota: se compra de todo... de todo lo que no va a necesitar y que luego acaba en una caja de Ikea. Pues en las bodas ocurre igual, lo único que no se compran comederos superfashion.
5.- Conocemos el sector, así que os podemos orientar acerca de proveedores y artículos que se adaptan mejor a vuestras necesidades y presupuesto, garantizándoos una buena relación calidad-precio. Y eso os permite dos cosas: ahorrar y acertar con vuestros gastos. Hay tal cantidad de oferta en el mundo de las bodas que os podéis volver locos buscando algo que os guste, una WP os puede ayudar con ello, además de recomendaros los que tienen mejores precios o condiciones. En algo tan normal como unas invitaciones de boda con la misma calidad y diseños similares, por ejemplo, puede haber diferencias de precio de hasta el doble o el triple según dónde se encarguen.
6.- Os podemos aconsejar, por experiencia, en qué partidas de la boda ahorrar y en cuáles ser más generosos sin que el resultado se resienta. No todo lo que contratéis o compréis en la boda tiene porqué ser lo mejor, sólo tiene que ser lo más adecuado para vosotros. Un ejemplo: si queréis que actúe un mago durante el cóctel, no es necesario contratar a alguno de fama mundial, simplemente hay que conocer el sector y recomendaros al que, por precio y por características (tipo de magia, tipo de humor, etc.), es el vuestro. La diferencia de precio en este caso podría suponer cientos o miles de euros y el resultado de un mago un poco menos famoso podría ser igual o mejor. Y quizás con el menú de la boda, no habría que escatimar demasiado.
¿En qué ahorraríais vosotros?
7.- Os ahorramos tiempo, porque nos encargamos de todas las cosas que vosotros no podéis o no queréis hacer... y el tiempo es dinero. Sobre todo ahora que soléis trabajar los dos y las jornadas laborales son maratonianas. ¿Os imagináis trabajando de 8 de la mañana a 8 de la tarde, llevándoos trabajo a casa los fines de semana y organizando vuestra boda? Bien, por la cara que estáis poniendo... creo que sí os lo imagináis.
Nuestra misión: novios felices... y ahorradores |
8.- Somos capaces de ayudaros con los DiY, porque ya los hemos hecho de todas las formas y todos los colores. Si hay que decorar, empaquetar, trasladar, pintar.... tenemos experiencia, os lo aseguro. Y eso supone un gran ahorro, sin duda.
9.- Y, sobre todo, estamos de vuestra parte; estamos para haceros la vida (y la boda) más fácil... y más económica.
¿Dejáis que os ahorremos dinero?
Me ha gustado mucho lo que has escrito. Es un artículo muy completo.
ResponderEliminarEspero que este tipo de posts sirvan para acercar al público el auténtico concepto de wedding planner.
Gracias por tu comentario, Gabrielle,
Eliminarme alegro de que consideres que acerco el concepto de wedding planner a las personas, creo que es importante hacerlo para poner en valor de nuestro trabajo, tan desonocido aún en España.
Un saludo muy cordial para ti