Los Invitados Minusválidos en la Boda (I)

Si tenéis previsto que haya invitados con alguna discapacidad o con problemas temporales de movilidad habrá una serie de aspectos a tener en cuenta, para que podáis asegurar su accesibilidad y comodidad durante la boda y la recepción.


Para conseguirlo, me gustaría daros algunos consejos sencillos y prácticos. En esta primera parte os hablaré de los aspectos generales y de qué tener en cuenta cuando hay invitados con problemas de movilidad.


Comenzamos... 


En general


Es importante que todos nos concienciemos de que una persona con una discapacidad no es diferente, sólo tiene necesidades distintas. Y es nuestra obligación cubrir esas necesidades, en la medida de nuestras posibilidades, para garantizarle la integración y la igualdad con sus semejantes... también el día de nuestra boda. Y no es tan difícil de conseguir, con un poco de atención y empatía podremos conseguir que cualquier invitado se sienta cómodo y atendido.


Si la persona con minusvalía necesita acompañante, lo debéis contemplar a la hora de cursar las invitaciones y a la hora de la ubicación en el lugar de la ceremonia y de la recepción. Además, tendréis que situarle a su lado en todo momento para que pueda prestarle la atención que necesita. Y en este caso da igual que sea el cónyuge del minusválido o una cuidadora contratada.


Si además de estar invitado, va a participar activamente en la boda (lecturas, etc.), cercioraos de que podrá hacerlo sin dificultades: acceso, micrófono a la altura correcta, texto en braille, etc.


Preguntad a la persona si necesita algún tipo de transporte adaptado o cualquier otro tipo de accesorio para facilitarle el desplazamiento hasta el lugar de la boda, o si lo necesitará para moverse una vez allí (silla de ruedas, muletas, etc.). También si tiene cualquier otro tipo de necesidad especial, para poderla tener presente durante la planificación y el desarrollo de la boda.


Avisádselo al fotógrafo para que pueda hacer las fotos teniendo en cuenta este aspecto. También para que no interfiera y moleste al invitado mientras se desplaza en el recinto donde se celebre la ceremonia o durante el banquete. 


Delegad en alguna persona de confianza para que se encargue de que invitado con minusvalía y su acompañante están bien acomodados y disponen de lo que necesiten. Ese día vosotros no tendréis ocasión de ocuparos de esos detalles. Por supuesto, si contratáis una Wedding Planner no tendréis que preocuparos de asuntos como éste, ni antes, ni durante la boda.


Si el invitado tiene problemas de movilidad


Aseguraos de las condiciones de accesibilidad de la iglesia o el juzgado. Aunque cada vez es más frecuente que estén adaptados, todavía hay algunos que no son accesibles. En caso de que presenten dificultades para personas con problemas de movilidad o con cualquier otro tipo de discapacidad, valorad si se pueden solventar de algún modo; tanto por parte de los responsables de las instalaciones como por la vuestra propia. Si no se pueden solucionar y deseáis que esas personas estén con vosotros en la ceremonia, quizás deberíais plantearos buscar otro lugar.


Cercioraos también de la accesibilidad de las instalaciones donde se celebrará el banquete y el baile. Y la accesibilidad no consiste sólo en una rampa para salvar escaleras; también incluye WC adaptados, zonas de paso amplias, parking para minusválidos, etc. Si alguna de estas personas tuviese algún tipo de necesidad especial (sillas o mesas con altura diferente, espacio extra en la mesa, etc.), debéis consultarlo con el responsable de las instalaciones donde se sirva la recepción. Lo lógico es que procuren la comodidad de todos los invitados, incluso los que tengan algún tipo de minusvalía, pero de todo hay...
      

En el lugar de la ceremonia dejad sitio libre en las primeras filas o en zonas con un buen acceso para personas que no tengan facilidad de movimientos o se desplacen en silla de ruedas. Evidentemente, hay que buscar ubicaciones donde estén cómodos y no tengan sensación de molestar o de ser el centro de atención. Por ejemplo, en la iglesia, os aconsejo que no coloquéis a alguien con silla de ruedas en el pasillo central, porque se sentirá un estorbo (aunque no lo es) durante el cortejo nupcial; en este caso mejor optar por los accesos laterales. Y si hay que sacrificar el puesto de algún familiar o amigo íntimo en las primeras filas, os aconsejo que lo hagáis en aras de la comodidad de quien tiene la minusvalía. 


En el lugar de la recepción debe estar previsto que haya sitio para que puedan desplazarse con comodidad y sin estorbos.


Y hasta aquí llega la primera parte de este artículo. En la segunda os hablaré de qué aspectos tener en cuenta si tenéis invitados invidentes, con problemas de audición o con otro tipo de dificultades.


Nos vemos pronto.




También os puede interesar:

Los Invitados Minusválidos en la Boda (II)