Salón de Banquetes Miserable vs Restaurante de Calidad

Hoy quiero hablarte no sólo desde la experiencia como Wedding Planner, sino también desde mi percepción como invitada. Hace unos días asistí a una boda que me ha hecho reafirmarme en algo que he pensado siempre, que he recomendado y que, incluso, he practicado en primera persona.


Para mí, es preferible celebrar la recepción de la boda en un buen restaurante o, si me apuras, en tu propia casa, antes que recurrir a un salón de banquetes miserable para tener una boda tradicional y multitudinaria.

¿Flores artificiales polvorientas como centro de mesa?

Seguro que reconoces esto: jardines con ínfulas, mucho mármol, iluminación con fluorescentes, jarrones barrocos, centros de flores de plástico en las mesas, manteles raídos, numeración de las mesas impreso con plantillas y plastificado, bandejas de cóctel esquivas, menú de esos que te hace preguntarte por tu seguro médico, vinos que más bien parecen vinagre, camareros a los que los pantalones les quedan pesqueros y la chaqueta grande (y que llaman de tú a todo el mundo, incluida a la abuelita de 90 años), DJ que parece empeñado en conseguir que los invitados se recojan pronto, sí o sí... ¿te sonríes? Claro, habrás estado en alguno de estos selectos salones, igual que yo misma.


Y, normalmente, los novios que eligen este tipo de salones no lo hacen porque les gusta tirar su dinero y mortificar a sus pobres invitados; lo hacen porque tienen un presupuesto ajustado. Y que el dinero sea escaso es algo que entiende cualquiera, más aun ahora con la crisis que nos ha tocado vivir.


Pero, ¿quién dijo que este tipo de sitios resulta barato? Es cierto que ofrecen (casi) todo lo que un buen salón, pero con una calidad más que deficiente. Y, eso, amig@, sale caro, muy caro.


Mi consejo es que tú y tu pareja os preguntéis si os compensa tener un banquete así, o preferís reducir el número de invitados y/o buscar una alternativa.


Y alternativas hay muchas, tantas como restaurantes de calidad en tu localidad. Y cuando digo de calidad no quiero decir caros, sino buenos. Te puedo asegurar que un buen menú en un restaurante de comida vasca o gallega, por ejemplo, servido en un salón privado, os va a salir más barato que en uno salón como el que te he descrito antes. La comida será excelente, el servicio también y todos quedaréis encantados. Y quien dice comida vasca o gallega, dice asturiana, japonesa, mejicana, argentina...


Lo que está bien claro es que la mayoría de estos lugares no están habilitados para servir 250 comidas o cenas, por lo que tendréis que reducir la lista de invitados. Algunos os darán la posibilidad de tener barra libre y baile (DJ, disco móvil, etc.) y, cuando no sea así, siempre podéis llevar a los invitados a alguna sala con la que podáis concertar las bebidas o, incluso, reservar un privado o cerrar el local para vosotros. 


Piensa que a los restaurantes, a diferencia de los salones de banquetes que nos ocupan, les interesa que los clientes vuelvan de nuevo, por lo que es más fácil que la calidad y el trato sean mucho mejores.


Otra opción, por supuesto, es celebrar la boda en casa, tal y como te comenté en un post anterior. También requiere menos invitados y desembolso económico.

No a los salones de banquetes de mala calidad

Ojo, desde este artículo no estoy criticando a la multitud de salones y fincas magníficos que existen en nuestro país y que se desviven por los novios, algo de lo que doy fe. Sólo estoy poniendo en la picota a esos establecimientos miserables que se aprovechan de la buena fe de los novios, de su desconocimiento, de su falta de visión global del mundo nupcial y de sus carencias económicas.



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