16 noviembre, 2016

Consejos para Conservar la Calma Durante la Boda

Organizar una boda es algo potencialmente estresante, de eso no hay duda. Infinidad de detalles de los que ocuparse, decisiones complicadas, gastos inesperados, imposiciones de otras personas ajenas a la pareja... todo parece conspirar para robarnos la calma y el sueño. Aunque es eso potencialmente estresante, porque organizar una boda no tiene que ser obligatoriamente sinónimo de tensión; te digan lo que te digan. 

 
Para que puedas conservar la tranquilidad a lo largo del proceso de organización de la boda, incluso durante la celebración, a continuación quiero darte unos consejos que te ayudarán a lograrlo. 


Consejos para conservar la calma durante la boda

 
Planificación


Lo principal que debes tener en cuenta para mantener la calma durante todo el proceso es bien sencillo: no puedes controlarlo todo. Habrá circunstancias que están fuera de tu control y que, precisamente por eso, no deberían quitarte el sueño. 

 
Y para que haya el menor número de cosas que no puedes manejar en tu boda, nada mejor como contar con un plan B para cualquier imprevisto que pueda suceder. Incluso un plan C... Esto implica que tienes que ponerte en el peor de los casos y buscar una posible solución. 


Planifica tu boda hasta el más mínimo detalle. Aunque no puedas controlar todo lo que ocurrirá durante el proceso y la propia celebración, el mero hecho de tener bien organizado cada paso cada detalle, te aportará una seguridad que agradecerás. 


Cuenta con ayuda


Aprende a delegar, sí o sí. Necesitas elaborar una lista de personas que se encargarán de realizar las tareas que tú no puedes abarcar, tanto a lo largo de la organización como el mismo día de la boda: ayudarte a encargar las flores, recoger las invitaciones o el vestido, envolver los regalos para los invitados, recibir a los invitados el día de la boda y mostrarles las mesas que les han sido asignadas, abrocharte el vestido, colocarte el vestido en la ceremonia, sujetarte el ramo de novia, comprobar que los músicos llegan a tiempo, etc. Mi consejo es que sean personas con las que tengas una buena relación y que te merezcan toda la confianza. Si vas a encargarles tareas, es importante que confíes en que lo harán bien y de buena gana.


Y, por supuesto, algo que te aportará toda la seguridad y la tranquilidad: contratar a una wedding planner y a una coordinadora del día B. Es la mejor manera de que todo salga bien y que no tengas que preocuparte de nada más que de disfrutar. 


Manejar los tiempos


Prepara una checklist que recoja todos los momentos importantes de la boda, de principio a fin.


A la hora de planificar tu boda no satures tu agenda
No satures tu agenda. Es importante que no acumules citas y citas que te costará cumplir. Planifica los compromisos relacionados con la boda con cabeza, procurando que encajen con el resto de tu vida (trabajo, familia, amigos y otros intereses). Es muy común aceptar citas que les vienen bien a los proveedores nupciales, pero que descolocan nuestra agenda... y nuestros nervios. Intenta que esas visitas y pruebas os encajen a ambos. Y, por supuesto, deja espacios libres en tu calendario para poderlos dedicar a tomar un café con una amiga, a pasear toda una tarde disfrutando del atardecer o a ver una película con tus sobrinos. 

 
La actitud

 
Ten presente que no podrás complacer a todo el mundo, así que no emplees todas tus fuerzas y tus nervios para conseguirlo. Lo primero que debes tener en cuenta es lo que quieres tú y lo que quiere tu pareja, que sois quienes os casáis. Después, si es posible, procura contentar a las personas a las que realmente quieres. Y luego ten en cuenta a todos los demás... 


Practica la asertividad en los puntos más delicados de la boda: lista de invitados, niños sí/niños no, boda religiosa/civil, etc. Si tú y tu pareja no ponéis las cosas claras desde el principio, las discusiones y caras largas están garantizadas. Hay un refrán que ilustra perfectamente como exponer los temas complicados: mejor una vez colorada que ciento amarilla


Novia disfrutando de la calmaPara mantenerte tranquila durante la organización y la celebración de la boda es importante la actitud. Plantéatelo como algo irrepetible y divertido. Si te lo tomas como una obligación que sólo te causa angustia y cansancio, acabarás al borde de un ataque de nervios. 


No te satures con las distintas propuestas e ideas que verás en revistas de bodas, blogs, redes sociales o tiendas. La oferta es tan amplia que tendrás que elegir lo que más encaje con tu estilo y tu presupuesto. Te aconsejo que te hagas una especie de cuaderno o archivo en el que vayas guardando las ideas que realmente te inspiren y que puedas llevar a la práctica en tu boda.  


Los proveedores


Elige con cuidado a los proveedores. Contrasta su calidad con opiniones de otras parejas o que aparezcan en Internet. Procura que las personas con las que vayas a tener contacto directo, tengan un buen trato y sean comprensivas y flexibles. Y, por supuesto, exige que te faciliten un presupuesto detallado y un contrato de prestación de servicios.  


No agobies a tus proveedores, salvo que sea estrictamente necesario. Si los has elegido bien, no tendrás que preocuparte de que cumplan puntualmente con sus compromisos. Si estás revoloteando entre los decoradores y floristas mientras están decorando los espacios, no sólo perderás un tiempo precioso para ti el día de la boda, además se lo harás perder a ellos. Y puede ser que no terminen a tiempo o que no den el 100% precisamente porque tú no les has dejado trabajar... 


Planifica con el fotógrafo la sesión fotográfica de la boda, para que la duración no sea excesiva. Los invitados estarán esperando y que os retraséis vosotros implica que se retrasará todo lo demás: servicio de la comida, animación, baile...


Hablando de fotos, para facilitarle las cosas al fotógrafo, te recomiendo que le encargues a una o varias personas de confianza que localicen a las personas que integrarán las distintas fotos de grupo. Si tienes unas listas con los distintos nombres, será más fácil localizarles y tomar las instantáneas de forma más rápida y fluida.


Contrata un seguro de bodas. No evitará los imprevistos, pero sí que os resarcirá económicamente si ocurren. No son excesivamente caros y os darán mucha tranquilidad. 


Trucos infalibles


Si a ti o a tu pareja os provoca sudores y nauseas eso de pronunciar los votos en público, no os compliquéis la vida. Escribid los votos en una tarjeta y entregáoslos durante la ceremonia, o incluso antes de celebrarla. 


Prepara un kit de emergencia para el día de la boda. Te sacará de más de un apuro. Incluso si no llegas a necesitarlo, el mero hecho de tenerlo a mano te dará mucha tranquilidad. 

 
Novia serena
Si te vas a poner a dieta, hazlo con tiempo suficiente y con objetivos realistas. Si pasas hambre y no ingieres los nutrientes necesarios, estarás todo el tiempo nerviosa y de mal humor, además de no tener fuerzas para encarar lo que conlleva la organización de una boda. Y, por otra parte, si no consigues perder todo lo que te habías propuesto, te sentirás frustrada y nerviosa.


Haz ejercicio de forma regular, te sentirás más fuerte y relajada. Y si lo complementas con yoga o meditación, mucho mejor. También te puedes llevar a clase a tu pareja, así compartiréis algo distinto de la organización de la boda y os cuidaréis.

 
No te compres el vestido de una talla mucho menor que la que tienes actualmente, pensando en que vas a perder varios kilos antes de la boda. Si adelgazas, la modista te podrá ir adaptando el traje según vaya cambiando tu cuerpo. Si no pierdes peso o incluso engordas, el arreglo del vestido será mucho más complicado, lo que te provocará un estrés XXL. 


No renuncies a las pruebas de vestido, peinado y maquillaje. Saber cómo será tu outfit nupcial al completo te aportará mucha seguridad... y evitará desagradables sorpresas de última hora. 

 
Olvídate del móvil el día de la boda. Ese día debes dedicarte a cosas más importantes que atender llamadas, enviar mensajes por WhatsApp o enviar fotos a las compañeras de trabajo. Te quitarán mucho tiempo y contribuirán a ponerte más nerviosa. Si no te quieres perder nada, dale el teléfono a alguien de confianza y que se encargue de responder llamadas o mensajes en tu nombre, y que a ti sólo te mantenga informada de lo más importante. 

 
Y lo más importante: no permitas que nadie te arruine ese día. Si alguien hace un comentario desafortunado, pone una mala cara o tiene ganas de discutir... no le hagas ni caso. Si te tienes que enfadar, déjalo para el día siguiente. 






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La primera vez que apareció el post Consejos para Conservar la Calma Durante la Boda fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda? 


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