Pero el hecho de que cualquiera de vosotros os planteéis invitar a un ex no significa un desastre. Todo dependerá de ambos, del ex y de las circunstancias. Sigue leyendo y encontrarás qué tener en cuenta a la hora de invitar (o no) a tu anterior pareja a la boda.
La relación con el ex
No es lo mismo que la pareja anterior sea una excelente persona y seáis muy buenos amigos, que el hecho de que la ruptura fuese traumática o que tengáis una mala relación.
También influye durante cuánto tiempo estuvisteis juntos, si os conocéis desde niños, si vuestras familias han tenido relación desde siempre...
Por otra parte, debes tener en cuenta la afinidad que tu pareja actual tiene con tu ex y viceversa, porque si es tensa, sería mejor prescindir de su presencia en la boda, porque las probabilidades de que haya malas caras y problemas ese día son muy altas.
Y otro punto a tener en cuenta es la relación de tu expareja con tu familia y amigos. Aunque vuestra ruptura haya sido amistosa, puede que tu círculo más cercano no lo haya procesado muy bien y que le eche la culpa a la otra persona. Este hecho puede generar problemas malestar e incluso discusiones si se ven cara a cara el día de la boda.
También hay circunstancias en las que es difícil prescindir de la presencia de una anterior novia o novio, porque puede que ahora sea la pareja actual de un familiar o amigo que acudirá a la boda.
Analiza tus motivaciones
Lo habitual es que no haya motivos de peso para invitar a una pareja anterior, así que analiza los tuyos con sinceridad.
Si no sientas amor romántico por tu ex, pero todavía experimentas algún tipo de atracción, es mejor que te ahorres esa invitación; la única persona que merece atención y atracción es a la que vas a darle el sí quiero ese día.
Tampoco deberías invitar a tu antigua media naranja si tu intención es restregarle en las narices que te casas con otra persona. Es hecho de invitar a un ex es algo demasiado delicado (y que puede tener consecuencias negativas para algunas parejas) para que lo motive un gesto infantil de venganza.
Valora las consecuencias
Es importante que valores las consecuencias, tanto al proponer la inclusión de un ex en la lista de invitados como después de enviar la invitación.
Si prevés que puede haber discusiones con tu pareja actual, con tu familia o con tus amigos, sería mejor que evitases entregar una invitación que únicamente os traerá problemas a todos.
También deberías valorar cómo te sentirás tú y cómo lo aceptará tu ex.
Lo que opine la pareja actual
A la hora de invitar a un ex es imprescindible tener en cuenta la opinión de la pareja actual. Tanto si no está de acuerdo de forma explícita como si piensas que va a sentir enojo o humillación aunque no te diga nada, no invites a tu antigua pareja. Al fin y al cabo, la persona importante es con la que te casas, no con la que cortaste la relación amorosa.
Ante la duda, consúltaselo y pídele que te diga claramente y con toda libertad qué piensa acerca de que tu ex esté presente en vuestra boda.
La personalidad y la actitud de la anterior pareja
A la hora de enviar la invitación a tu ex deberías analizar su carácter y la actitud que podría tener durante la boda.
Hay personas encantadoras y que se saben comportar en cualquier circunstancia, otras no. En caso de que tu antigua pareja pertenezca a al primer grupo, adelante. Pero si piensas que el hecho de que te vayas a casar con otra persona le provoca celos intensos y que sepas que es una persona poco sobria en sus reacciones... mejor no le invites.
Si la ruptura es cosa tuya y sabes que la otra persona ha sufrido mucho por ello, incluso que no ha terminado de superarlo, olvídate de enviarle una invitación, porque sería cruel.
¿Y si hay hijos en común?
Si tu ex y tú tenéis hijos, el tema puede ser delicado. Mi consejo es que primero pienses tú si te apetecería que estuviese con vosotros un día tan importante para vosotros. Si piensas que su presencia sería oportuna, háblalo con tu futuro cónyuge para saber cómo se sentiría al respecto. Háblalo después con tus hijos, para saber su opinión acerca de que su madre o su padre vayan a la boda. Y en caso de que todos estéis de acuerdo, será el momento de preguntarle al ex si le gustaría recibir esa invitación o no.
Lo cierto es que, si todos estáis de acuerdo, el hecho de que los padres se lleven tan bien y sean tan civilizados y generosos como para invitar (y ser invitados) a la boda con otra persona, es algo que hará felices a los niños y les enviará un mensaje de amor y tolerancia realmente impagable.
En cualquier caso, no es obligatorio invitar a una expareja, ni tampoco lo contrario. Así que lo que vosotros dos decidáis es lo correcto, le pese a quien le pese.
Comunícaselo a tu ex
Si la relación ha sido larga, intensa y/o habéis tenido hijos en común, aunque no invites a tu expareja, deberías informarle de vuestro próximo matrimonio.
Y comunícale también a tu círculo más íntimo que haya tenido relación con tu exnovio o exnovia si acudirá a la boda, para que no haya sorpresas el día de la boda.
¿Invitarás tú a tu ex a la boda o prefieres no arriesgarte?
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La primera vez que apareció el post ¿Invito a Mi Ex a la Boda? fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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