En una boda la ceremonia es la parte más emotiva, el cóctel y la recepción son las más formales, pero la más esperada por los novios y los invitados, probablemente, sea la del baile y la barra libre. Tras los nervios y la formalidad de todo el día, es justo el momento de relajarse y divertirse hasta que amanezca... o al menos hasta que finalice el servicio que hayas contratado.
Siempre digo que en una boda hay que invertir en tres cosas para lograr una boda inolvidable: comida, bebida y entretenimiento. Al fin y al cabo es lo que los invitados van a recordar. Los invitados pueden olvidar las invitaciones, el lugar, la decoración, incluso el vestuario de los novios; pero si en la boda han comido bien y lo han pasado aún mejor, te puedo asegurar que permanecerá grabada en su memoria para siempre.
Por eso es muy importante cuidar la barra libre, aunque eso no significa gastar mucho, sino invertir bien.
A continuación encontrarás algunos consejos para conseguir la barra libre perfecta para tu boda, considerando como barra libre no sólo las bebidas, sino también la música, el baile y la decoración del espacio.
La bebida
Establece un presupuesto destinado a la barra libre. Este debería ser realista y cubrir un mínimo de horas (al menos 2). Dentro de este presupuesto también sería conveniente prever una cantidad extra por si fuese necesario ampliar la duración. En algunos casos, si los invitados están pasándoselo muy bien cuando se acerca el final del tiempo contratado, se hace necesario ampliarlo un poco más. A nadie le gusta que le agüen la fiesta...
La duración de la barra libre debe ser razonable. Dependiendo del tipo de invitados podrá ser más o menos extensa, pero según mi experiencia no debería superar las 4-5 horas. Si la boda es de mañana y la fiesta terminará pronto, es mejor trasladar la fiesta a otro local, antes de alargarla demasiadas horas en el mismo lugar.
Ten en cuenta a tus invitados antes de contratar. Si hay muchos padres con niños pequeños y muchas personas mayores, probablemente necesites menos horas de barra libre, porque es probable que la mayoría se retire pronto o no consuma alcohol en exceso. Si hay muchos jóvenes y tienen ganas de fiesta, lo recomendable sería contratar más tiempo de barra libre y música.
También es conveniente fijarse en los gustos de los invitados más cercanos, para hacer una previsión del tipo de bebidas que debería haber en la barra libre.
La mayor parte de proveedores de gastronomía y de alquiler de espacios obligan a contratar la barra libre con ellos, aunque eso no significa que tengas que aceptar su oferta estándar. Si te fijas en muchas de las propuestas, una gran parte de las bebidas no se consumirán apenas: digestivos, aperitivos, cremas de licor, etc. Pide los cambios que consideres necesario teniendo en cuenta los gustos de la mayoría de los asistentes.
Hay tres formas de contratar la barra libre: por botellas (contratas un número concreto de botellas con el proveedor), por tickets (contratas un número concreto de consumiciones, que se formalizan con un ticket que entregarás a los invitados que lo canjearán por la bebida en la barra) o por horas. La opción más habitual es la última y, aunque suele ser la que sale más cara al final, lo cierto es que es la más cómoda y la que menos problemas suele dar. La que menos me gusta de todas es la de los tickets, porque tendrás que repartirlos a los invitados y, cuando estos se terminen, tendrán que ser ellos los que paguen sus consumiciones o te cobrarán las bebidas extras a precio de oro si lo haces tú.
Infórmate de cuántos camareros servirán la barra libre. Si son pocos, los invitados terminarán esperando en la barra demasiado tiempo, con la frustración que ello conlleva. Además de suficientes, deben estar bien entrenados, para que ofrezcan un buen servicio.
Apuesta por la calidad en lugar de por la variedad. Esto es válido para las bebidas alcohólicas y no alcohólicas.
Siempre debe haber bebidas sin alcohol a disposición de los invitados: agua, refrescos y zumos. Así los abstemios y menores de edad podrán tomar algo y los que beban alcohol podrán alternarlo con bebidas más saludables.
Si vas a ofrecer cócteles, es importante que estos sean de calidad. Lo ideal es que sean 3 ó 4 como mucho, siendo al menos uno de ellos sin alcohol. Con los que siempre se acierta es con los clásicos (mojitos, margaritas o gin tonics...), aunque siempre podéis pedir que os creen uno especial para vuestra boda. Mi consejo es que quien prepare los cócteles sea un barman profesional, porque es la única manera de asegurarse una buena calidad. Un camarero de eventos, por muy buena intención que tenga, no tiene ni la formación, ni la experiencia, ni las herramientas de un coctelero profesional. Y, de hecho, si haces cuentas, te saldrá mucho más barato contratar a un profesional por tu cuenta, que aceptar lo que suele ofrecer el proveedor de restauración.
No limites la barra libre al final de la boda. ¿Qué te parece la idea de ofrecer una barra libre mini antes de la ceremonia? Si hace mucho calor, puede ser de aguas, zumos, refrescos o granizados. Si hace frío, puede ser de vino caliente con especias, infusiones, cafés, chocolate caliente o consomé.
Si quieres darles cierta autonomía a tus invitados, puedes colocar algún corner con dispensadores para que sean los propios asistentes los que se sirvan algunas bebidas.
Si has contratado muchas horas de barra libre, deberías ofrecer comida a
los invitados: recena, candy bar, chocolate con churros, una food station, todo es perfecto para que los invitados repongan fuerzas y el alcohol no haga estragos.
La decoración
La barra libre puede ser temática. Si la boda en sí ha tenido un motivo central, la barra libre y la zona de baile pueden seguirlo también; si no lo ha tenido, puedes personalizar la boda con algún leitmotiv especial. Eso sí, es recomendable hacerlo con mesura y buen gusto.
No te olvides de la presentación. Las barras y mesas deben estar bien decoradas, sencillas y con gusto. La iluminación también es importante, tanto la de ambiente como la de las zonas que se quieran resaltar.
Prepara un espacio para que las invitadas puedan dejar el calzado, así
los zapatos no estarán tirados por cualquier sitio cuando quieran olvidarse de sus tacones. Esto es
especialmente recomendable si vas a ofrecer bailarinas o alpargatas.
Puedes poner pequeños banquitos, cestas, cajas de madera...
La música
La música es tan importante como la bebida, así que es conveniente elegirla bien. Ya sea con DJ o con una banda en directo, es necesario que la música sea apta para todos los públicos. Lo ideal es mezclar temas capaces de sintonizar con la mayoría, independientemente de su edad o sus gustos musicales. Y esto no significa que deba ser vulgar, sino bien elegida.
En caso de que optes por un DJ, te recomiendo que lo elijas por su profesionalidad a la hora de pinchar y también por su capacidad para animar (con elegancia, please) a los invitados.
Pacta siempre la música que va a sonar en tu boda con el DJ, para que luego no te encuentres con sorpresas desagradables. Puedes facilitarle una lista con los temas que consideras imprescindibles y luego darle unas directrices generales acerca del resto, dejándole cierta vía libre a su experiencia y creatividad. También deberías decirle lo que no quieres que suene bajo ningún concepto.
También es conveniente que hables con él acerca de si queréis admitir peticiones de los invitados, si queréis que estos puedan tomar el micrófono y cantar, dar discursos o dedicar temas.
El baile
El tamaño de la pista de baile debería ser apropiado para el número de invitados. Al fin y al cabo, no se baila igual sobre moqueta, que sobre una buena tarima.
Si el espacio cuenta con un suelo poco adecuado para bailar, te recomiendo que alquiles una tarima para que los invitados estén más cómodos. Los enemigos del baile: los suelos con moqueta, los que son irregulares o inestables, los que resbalan demasiado o en los que no se deslizan apenas los zapatos.
Ten prevista una zona para que los invitados se puedan sentar y charlar tranquilamente, cerca de la pista de baile para que se sientan integrados en la fiesta, pero lo suficientemente alejados para permitir la conversación.
Ofrecer actividades para que los invitados se entretengan es una gran idea, aunque siempre se debe hacer con prudencia. Poner un photocall o un photo booth, o un fotomatón, o un karaoke, o la actuación de un mago o unos bailarines es una gran idea. Ofrecer todo al mismo tiempo no lo es. La atención de los invitados se dispersará demasiado y al final no apreciarán nada.
Los animadores para el baile son siempre una buena elección. Una o dos parejas de baile que saquen a bailar a los invitados o que preparen coreografías sencillas son garantía de que la pista estará siempre llena.
Más
Si la barra libre se celebra en el exterior, deberías poner a disposición de tus invitados abanicos, paypays, antimosquitos o pashminas, para que estén confortables.
No te olvides de las bailarinas, alpargatas o chanclas para que tus invitadas bailen hasta el amanecer. Siempre en varias tallas, para que todas puedan disfrutar de ellas.
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La primera vez que apareció el post Cómo Conseguir la Barra Libre Perfecta para Tu Boda fue en el blog de ¿Quién dijo boda?
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08 febrero, 2017
Cómo Conseguir la Barra Libre Perfecta para Tu Boda
Etiquetas:
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