Creo que era muy completo, pero repasándolo, creo que faltaba algo importante: los errores a evitar para que las mesas de la boda sean realmente perfectas. Porque es fácil cometer alguna equivocación a la hora de diseñarlas y de llevarlas a la práctica.
Os invito a sentaros a la mesa para conocer estos errores...
Las mesas
Una equivocación a evitar es intentar colocar demasiados comensales en una misma mesa, porque la recepción puede convertirse en una tortura para vuestros invitados. Es necesario que cada uno de ellos disponga de un espacio apropiado (lo ideal es contar al menos con 60-70 cm. a cada lado.), así podrá sentarse y levantarse de la mesa sin problemas, así como utilizar los cubiertos sin molestar a los demás cada vez que los use. También necesitará un espacio suficiente de fondo (también otros 60 cm. como mínimo). Y, por supuesto, debe contar con un espacio tras su silla, para poderse levantar y sentar cómodamente, sobre todo si tiene una pared detrás (al menos 60 cm. también). Para que os hagáis una idea, un invitado debería de contar con un espacio de 2 m2 para estar suficientemente cómodo.
Entre mesa y mesa al menos debe haber 1,5-2 m. para que los invitados puedan sentarse y levantarse sin problemas y que los camareros puedan maniobrar durante el servicio.
En cuanto a la altura, lo habitual es que las mesas tengan 75 cm. de alto. Comprobad que tanto la altura de las mesas y las sillas es adecuada para comer en ellas.
Las sillas
Tampoco es conveniente seguir utilizando las sillas vestidas con una funda y un lazo, porque ya están desfasadas. Hay algunos proveedores que se empeñan en que los novios carguen con ellas, porque no han renovado su mobiliario para eventos, así que les imponen lo que tienen. Si es vuestro caso, siempre podéis alquilar las sillas o pedirle al proveedor que os las proporcione él.
Es fundamental que las sillas que elijáis encajen con la decoración de las mesas y el estilo de la boda. Y hay dónde elegir, porque modelos hay muchos y preciosos. La clásica silla Tiffany, la Thonet (la clásica de café), la Versalles, la isabelina, la Luis XV, la Ghost, la Phoenix, la Crossback, la Avant-Garde, la Tolix... las hay para todos los gustos y todos los estilos.
Silla "Tiffany" |
Importante: que las sillas sean cómodas, porque los invitados pasarán al menos un par de horas sentados en ellas.
Manteles
La opción más formal es utilizar manteles en las mesas de la boda, aunque cada vez es más frecuente recurrir a las mesas desnudas.
Si vais a colocar manteles, procurad que estén en buen estado, sin manchas ni quemaduras; y perfectamente planchados, por supuesto. No hay nada que desluzca más una mesa que una mantelería descuidada, pongais lo que pongais encima.
Otro detalle a tener en cuenta es que debajo del mantel haya un muletón, para evitar que los platos y cubiertos choquen contra la madera desnuda y hagan demasiado ruido al depositarlos sobre la mesa.
Si vuestra boda va a ser formal, es importante que los manteles lleguen hasta el suelo. Los manteles más cortos dan una sensación más casera y hogareña, justo lo contrario de lo que se desea transmitir en un evento formal.
Cuando hablo de que el mantel llegue al suelo, es que llegue, no que repose sobre el suelo, porque los invitados pueden tropezarse con él al sentarse o levantarse, o incluso al mover los pies durante la recepción. El que el lienzo sea muy largo y caiga sobre el suelo puede ser muy elegante, pero nada práctico, creedme.
El mantel con cubremantel es una posible elección, más formal y clásica. Si queréis un estilo más fresco y actual, poned únicamente un bonito mantel.
Los colores de la mantelería (mantel, cubremantel y servilletas) deben armonizar con la vajilla, la cristalería, los centros de mesa y el resto de la decoración de la boda.
Si vais a utilizar estampados en el mantel o el cubremantel, procurad que la vajilla o la cristalería no estén muy decoradas, o el efecto será demasiado recargado.
Si vais a optar por las mesas desnudas, es importante colocar manteles individuales y/o bajoplatos en cada puesto de mesa, por muy informal que sea la boda. Esto ayudará a que los platos, copas y cubiertos no se deslicen por la mesa y no hagan mucho ruido al depositarlos sobre ella.
Mesas desnudas, sí; sin manteles individuales o bajoplatos, mejor no |
Los caminos de mesa son una opción muy decorativa, pero hay algunos estilos que están muy vistos. Si vais a utilizarlos, os recomiendo que busquéis ideas originales y coherentes con la deco de la boda.
Las servilletas
Las servilletas no tienen que estar obligatoriamente coordinadas con el mantel o el cubremantel, pero sí que deben tener un color y un diseño coherente con ellos y con el resto de los objetos que haya sobre la mesa.
Uno de los errores más comunes es colocar las servilletas con formas complicadas y que requieren de mucha manipulación. Si para conseguir el resultado que se desea hay que doblar, desdoblar y volver a doblar la servilleta, implica que se va a tocar muchas veces con las manos desde que salió de la lavandería. Y eso repercute en la higiene de esa pieza, que luego los invitados se llevarán a la boca.
Tampoco conviene colocar la servilleta debajo del plato, como seguro que habréis visto mil veces en Pinterest. El hecho de que el invitado tenga que levantar el bajoplato y los platos que estén sobre la mesa para hacerse con su servilleta es algo bastante incómodo y muy poco elegante. Por otra parte, hay más posibilidades de que termine en el suelo, porque al invitado se le caiga al sentarse o al tomarla. Incluso que los platos sigan la misma suerte si al comensal le da por tirar bruscamente de la servilleta en lugar de levantarlos.
Evita colocar las servilletas colocadas bajo el plato |
La vajilla
Las vajillas se llevan combinadas, con distintos colores o diseños para cada tipo de plato; incluso con decoraciones diferentes para cada comensal. De hecho, hay novios que encargan su vajilla personalizada para la boda, sobre todo en las que hay pocos invitados.
Las vajillas muy coloridas o profusamente estampadas, requerirán una mantelería y una cristalería más sobrias para no recargar la mesa.
Por el contrario, si vais a elegir una mantelería estampada y una decoración potente sobre la mesa, es conveniente que la vajilla sea sencilla.
Os recomiendo que siempre pongáis bajoplatos, porque visten mucho más la mesa. Por supuesto, los materiales y colores deben encajar con el resto de los elementos de la mesa.
Es importante que cuando se siente el comensal a la mesa ya esté dispuesto el bajoplato y al menos un plato sobre él. No hay nada más triste que una mesa en la que únicamente están los cubiertos, las copas y las servilletas.
Cuando los comensales se sienten, debe haber platos sobre la mesa |
La cubertería
La cubertería debe estar perfectamente limpia y pulida, colocada con esmero junto al plato, con cada cubierto en su lugar. Lo contrario da una sensación de descuido y desluce el resto de la mesa, por no hablar de que los invitados pueden sentirse muy incómodos si van a usar un tenedor o un cuchillo y está sucio.
Es importante que si hay poco espacio disponible para cada comensal, no se cargue cada puesto con los cubiertos de postre colocados en la parte superior del plato. Es algo anticuado y que ocupa un espacio que no suele sobrar en las mesas de una boda.
Si queréis darle un plus a las mesas de vuestra boda, poned una cubertería en alguna variante de dorado o en color cobre.
La cristalería
Debe combinar con la vajilla y el resto de elementos de la mesa. Se llevan las copas y vasos de colores, aunque os recomiendo que combinéis la mayor parte de las piezas en cristal transparente y alguna colorida como contrapunto.
Un error importante es poner copas de cristal de colores para degustar el vino, puesto que para disfrutarlo se debe apreciar el aroma, el sabor... y el color del caldo. Si queréis utilizar cristalería colorida, hacedlo con la copa o el vaso del agua.
Decoración
La ornamentación no debería ser excesiva, porque la mesa de una boda no es un decorado de una superproducción hollywoodiense, sino un espacio en el que los invitados van a comer y los camareros van a servir la comida y la bebida. No hay nada más incómodo que no tener espacio para poder tomar y dejar las copas o los cubiertos. Y tampoco suele agradar a nadie tener que hacer malabarismos con el platito del pan, porque está perdido en una maraña de flores, hojas, piñas, frutas, velas, linternas, jaulas, libros y todo tipo de objetos imaginables. Este tipo de decoración queda muy bonita en Instagram o en Pinterest, pero no es práctica.
Una mesa muy abigarrada es sumamente incómoda para invitados y camareros |
Y tampoco conviene que la decoración sea excesivamente austera. Y no me refiero a un limpio y elegante minimalismo, sino a que la mesa esté dispuesta como en un restaurante corriente; con una mantelería, una cristalería y una cubertería de lo más normal; con un centro de flores de lo más vulgar; y con un número de mesa hecho con una fotocopia plastificada y sujeta con una pinza. No hace falta gastar mucho dinero para conseguir que una decoración así suba de nivel, ya que unos pequeños detalles bien escogidos y colocados puede mejorarla
Además del exceso o el defecto en la cantidad y calidad de la decoración, uno de los errores más frecuentes es que no sea coherente con el resto de la boda, en cuanto a los colores, a los motivos decorativos y al ambiente que se ha creado durante la ceremonia y el cóctel. Los invitados deben percibir que pasan de un espacio a otro, de un capítulo de la boda a otro, sin que haya transiciones bruscas y sin incoherencias. La boda debe fluir en todas sus facetas, también en la deco de las mesas.
Otra equivocación en la decoración es que la de las mesas no encajen con la arquitectura, la decoración y el ambiente del espacio en el que se celebra la recepción. Os pongo un ejemplo: imagina un antiguo granero, decorado con objetos rústicos y situado en medio del campo... ¿Os parecerían apropiadas unas mesas con una decoración marcadamente tropical, repleta de piñas, de loros y de palmeras?
Las flores
Las flores con un aroma muy potente siempre son una mala idea, porque pueden acabar arruinándoles la comida a los invitados. Es importante que los comensales puedan disfrutar tanto del sabor de la comida o del vino como de su olor, algo que les resultará imposible si hay flores que les embotan el olfato.
Tampoco es conveniente utilizar flores o elementos vegetales que puedan manchar. Si los invitados (o el personal de servicio) se rozan con ellas sin querer se pueden manchar la ropa, justo lo que no desea nadie cuando se ha vestido de gala.
Otro error muy común es colocar centros de flores que impidan que los comensales se vean las caras cuando están sentados a la mesa, o que incluso entorpezcan el hecho de tomar la copa del agua o llegar al platito del pan.
Los centros que no permiten que los comensales se vean las caras no son adedcuados |
Hablando de entorpecer el curso normal de la comida, cuidado con los caminos de mesa hechos con flores y plantas, porque si son muy grandes y no están bien diseñado pueden ser muy bonitos, pero muy muy incómodos.
Por cierto, los cactus y suculentas están ya muy vistos, así que optad por otras flores y plantas, como la Hierba o Plumero de la Pampa.
Y, por supuesto, jamás pongáis flores y plantas de plástico en las mesas. Una cosa es poner grandes flores de papel o de tela, bonitas y de calidad y otra muy distinta es recurrir a las de plástico que venden en los bazares orientales. Si tenéis un presupuesto ajustado es mejor recurrir a unas ramas o unos elementos vegetales económicos, pero naturales.
Las velas
Las velas son siempre un bonito recurso decorativo, pero es importante saber que únicamente se encienden a la caída del sol. No tiene sentido utilizar este tipo de iluminación si hay luz natural. Si vuestra boda va a tener lugar de día, disfrutando de la luz del sol hasta el final de la misma, evitad utilizar velas en la deco.
Las velas no deben encenderse hasta que no caiga el sol |
A la hora de colocarlas, es importante garantizar la seguridad de los invitados y del personal que sirva la comida en la boda. Por lo tanto, nadie debe correr el riesgo de quemarse a la hora de realizar los movimientos normales que implican comer, gesticular o servir. Y, por supuesto, no debe haber velas encendidas en la mesa infantil. Mucho cuidado con esto.
Los números de mesa
Una equivocación frecuente es utilizar un número de mesa de pequeño tamaño o poco legible, que a los invitados les cueste encontrar al entrar al recinto en el que se celebre la recepción.
También conviene evitar los número de mesa poco cuidados. Me refiero tanto a su diseño como a su presentación. Los números confeccionados en papel o cartulina con impresiones de mala calidad no son una buena idea, sobre todo si se colocan en soportes muy sencillos. Tampoco es una buena idea que estén plastificados de forma casera o descuidada. Otra equivocación que no deberíais cometer es que estén colocados al desgaire, torcidos, doblados o manchados. No es necesario gastar mucho dinero para cuidar de este detalle. Podéis recurrir al DiY o adquirir elementos bonitos para presentar los identificadores de mesa en establecimientos low cost.
¿Qué opináis vosotros? Estaré encantada de que dejéis vuestros comentarios y aportaciones.
¿Nos vemos en el próximo post?
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La primera vez que apareció el post Errores a Evitar en las Mesas de la Boda fuen en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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