13 enero, 2021

Consejos para Oficiar una Ceremonia de Boda para Amigos o Familiares

Cada vez son más las parejas que tienen una boda civil muy íntima y que luego celebran una ceremonia simbólica con el resto de los invitados. Muchas de ellas recurren a un maestro de ceremonias profesional, pero otras prefieren contar con un amigo o familiar que se encargue de oficiarla. Los motivos: la confianza, la intimidad o el ahorro en el coste, entre otros.

 

Si te han pedido a ti que ejerzas de maestro de ceremonias en la boda de unos amigos o de alguien de tu familia, quiero compartir algunos consejos que pueden serte útiles. Y si sois alguno de los novios que vais a pedir a alguien de vuestra confianza, os invito a que compartáis este post con él. 

 

Aquí están esos consejos...

 

Consejos para oficiar una ceremonia de boda para amigos o familiares

El hecho de que la pareja te haya pedido que oficies la boda no significa que tengas que hacerlo obligatoriamente. Si te sientes inseguro, si no crees que la relación que os une justifica una participación tan intensa en la boda o simplemente no te apetece hacerlo (quizás prefieras únicamente disfrutar del enlace), dales una negativa delicada, pero firme.  

 

Si aceptas, pero antes de la boda te das cuenta de que no vas a poder ejercer de oficiante (no te sientes preparado, te ha surgido un imprevisto...), es mejor que se lo comuniques lo antes posible a los novios para que busquen un sustituto. Y si puedes ser tú quien les proponga a otra persona que pueda encargarse de la ceremonia, les harás un gran favor. 

 

Pregúntales el motivo por el que te han elegido para celebrar la ceremonia. Más allá del mullido y agradable cosquilleo del ego, es importante que sepas las razones y lo que esperan de ti. No es lo mismo que te lo hayan propuesto porque has sido testigo y cómplice de su relación, que porque seas un orador excepcional, aunque no seas el más cercano a la pareja. 

 

Analiza si te sientes capacitado para oficiar la ceremonia. Porque hacerlo bien no significa solamente tener una buena voz y no atascarte al hablar. Implica transmitir emoción, no leer el texto sin más. Pero al mismo tiempo requiere controlarla, porque si te dejas llevar por ella no podrás terminar de celebrar la boda, y si tienes una relación muy estrecha con los novios es muy fácil que te ocurra. También necesitarás conocer y preparar muy bien el guion, dominar los tiempos y los silencios...  

 


En caso de que vayas a participar en la boda de forma muy activa, te recomiendo que elijas: o la ceremonia o las otras actividades y responsabilidades que tengas en la celebración. Si vas ejercer de enlace con el responsable del espacio o del catering, vas a supervisar la organización, vas a ayudar a decorar o a recibir a los invitados o vas a ejercer de padrino o madrina, es mejor que no mezcles estas tareas con la de oficiante. Todas ellas conllevan dedicación, tiempo y esfuerzo, y pretender hacer todas a la vez y bien es casi imposible.

 

Debes preparar el guion de la boda junto con los novios y con su wedding planner o con el responsable del espacio en el que tendrá lugar. Con los novios tendrás que decidir qué tipo de ceremonia desean, su estilo, su tono, su duración, si hay participación de otras personas... Con la organizadora de bodas o con la persona que se encargue del espacio tendrás que saber los tiempos, el lugar que ocuparás, si tendrás mesa o atril, si dispondrás de micro...

 

No prepares sorpresas en el guion, salvo que conozcas muy bien a los novios y sepas que esa iniciativa va a ser bien recibida. 

 

Es conveniente que sepas dosificar el humor. No que lo exhibas, pero sí que lo hagas con cierta contención. También es necesario que las bromas que hagas sean fácilmente reconocibles por la mayor parte de los invitados. Si son bromas privada entre los tres, no se entenderán y los invitados se sentirán desconcertados y excluidos. Y no pierdas el buen gusto. Es una ceremonia de boda, no una reunión con amigos delante de unas cervecitas. 

 

 

El guion debe ser emotivo y correcto en las formas, pero natural. Procura no preparar un discurso grandilocuente y pomposo, porque no es lo que se espera de un amigo que oficia una ceremonia. Y aléjate del estilo sermón, por favor.

 

Es importante que te prepares el guion. No es necesario que te lo sepas de memoria, pero sí que te lo hayas estudiado previamente. Mi consejo es que lo lleves escrito en papel y también que tengas una copia en tu smartphone o en tu tablet. Así tendrás un respaldo si te falla alguno de los soportes. Procura que el texto esté escrito con una tipografía legible desde lejos y llévate las gafas o las lentillas si las necesitas, porque probablemente lo dejes sobre la mesa o sobre el atril y eso requiere ayuda extra si no ves bien. También puedes utilizar tarjetas que vaya pasando según avanza el texto. Apunta los momentos en los que entra la música o en los que intervienen otras personas. También puede marcar silencios, énfasis y otros detalles que te ayuden a mejorar tu discurso. 

 

 

Practica, practica y practica. Hay quien piensa que esto resta naturalidad, pero no es cierto. Una ceremonia de boda no es un momento en el que funcione muy bien la improvisación. Te aportará seguridad y podrás pulir el resultado final. Hazlo con público y/ grábate. Ten en cuenta que una cosa es un momento de encantadora espontaneidad y otra muy diferente la imprevisión.

 

Si es posible, pide que te enseñen el lugar en el que tendrá lugar la ceremonia unos días antes de la boda. Así sabrás qué esperar ese día y sentirás más seguridad. 

 

 

Llega con tiempo el día de la boda para acostumbrarte al espacio, para probar el micro, para regular la altura del atril, para ponerte de acuerdo con los músicos o con el DJ...

 

Te aconsejo que no veas a los novios el mismo día de la boda. Si lo haces pueden suceder dos cosas: que tus nervios se multipliquen al ser más consciente de lo que supone ser el maestro de ceremonias, o que te relajes tanto con ellos que al final tu intervención pierda la prestancia y solemnidad que requiere.

 

Antes de comenzar, respira hondo, piensa en los novios y en el privilegio que supone que te hayan pedido que oficies su boda... ¡Y disfruta! 


Seguro que serás un maestro o maestra de ceremonias de "10".


 

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La primera vez que apareció el post Consejos para Oficiar una Ceremonia de Boda para Amigos o Familiares fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?


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