Para que la organización de la boda no tenga un impacto negativo sobre vuestra relación, vuestra salud mental y vuestra economía hay un secreto: aprender a priorizar.
Es habitual que las parejas se vean inmersas en un torbellino que les atrapa desde el mismo momento en el que deciden casarse. Por una parte, no suelen saber exactamente lo que quieren o lo quieren todo, absolutamente todo. Por no hablar que de muchas de las personas que les rodean opinan y aconsejan de manera apremiante sobre todo lo que tenga que ver con el enlace. Y es lo peor que puede suceder, porque para que la organización de la boda no se convierta en un caos es indispensable priorizar.
Antes de nada
♥ Sentaos y, sin profundizar más allá, tomad papel y
bolígrafo y escribid cómo es la boda que os gustaría tener. Apuntad todo lo que se os ocurra sin más, sin entrar a analizarlo, porque probablemente os bloquearéis enseguida y dejaréis de escribir. Ya habrá tiempo más adelante para estudiar detenidamente cada punto. Aunque muchas de las ideas no se puedan llevar a la práctica, sí que tendréis otras que os ayudarán a diseñar una boda preciosa... y real.
♥ Y luego marcad cuáles de esas ideas os parecen prioritarias en principio. Será la base sobre la que trabajéis, pero con casi toda seguridad cambiaréis lo que habéis anotado en un principio.
♥ Tened en cuenta que las prioridades afectan a dos facetas fundamentales: el tipo de boda y el presupuesto.
Tipo de boda
♥ Es fundamental que decidáis si para vosotros es más importante la fecha o el lugar en el que celebrar la boda. En caso de que prime la fecha, primero tendréis que elegirla y, a partir de ahí, buscar espacios que estén libres el día elegido. Y, por el contrario, si lo primordial para vosotros es contraer matrimonio en un lugar concreto (tanto para la ceremonia como para la recepción), tendréis que ser más flexibles con el calendario.
♥ Otro punto sobre el que debéis poneros de acuerdo es sobre el número de invitados. ¿Preferís una boda íntima o una gran boda? ¿Os importa más la calidad o la cantidad de los asistentes y de los detalles que les podréis ofrecer?
♥ También deberíais poneros de acuerdo en cuanto al estilo de la boda: formal o informal, lujosa o sencilla, convencional u original, urbana o campestre... Quizás os importe mucho imprimir un estilo concreto a la ceremonia y el banquete, o puede que prefiráis centraros en la calidad de los detalles.
♥ Para que la boda sea la que realmente queréis, la que os podéis permitir y la que no os dé quebraderos de cabeza es necesario que sepáis en qué prefería gastaros el dinero: las invitaciones, el alquiler del espacio, el vestuario, los complementos, la fotografía, el entretenimiento, la comida, la bebida, la decoración...
Presupuesto
♥ Fijad cuál será vuestro presupuesto. Esa cantidad debe ser lo más realista posible.
♥ Si vais a ser vosotros los únicos que aportéis dinero para la boda, procurad que no afecte sustancialmente a vuestra economía. No es muy buen idea comenzar una vida en común con una deuda inmensa. El hecho de solicitar un préstamo para pagar la boda no es lo más acertado, sobre todo si es uno de esos tan rápidos y tan fáciles con los que nos bombardean constantemente en la TV. Es más inteligente optar por una boda muy íntima o incluso por posponerla hasta que vuestras finanzas mejoren.
♥ En caso de que vuestros padres u otros familiares os vayan a ayudar, es importante que tengáis claro cuánto dinero va a aportar cada uno. Esa aportación no debería tampoco socavar la economía de los familiares, por mucho que os quieran y por mucha ilusión que os haga a todos la boda. Si os prestan el dinero en lugar de regalároslo, sería conveniente que firmaseis un préstamo privado entre particulares, porque así no tendréis problemas si Hacienda os investiga. Es algo muy sencillo y merece la pena hacerlo bien.
♥ No contéis con el dinero que os regalen los invitados, porque os podéis llevar más de una sorpresa. Si antes se podía costear una boda con esos sobres y esas transferencias e incluso sobraba dinero para el viaje de novios o para algún capricho, ahora no es así. La situación económica y laboral de los invitados no siempre es la más boyante, por lo que muchos no podrán contribuir con demasiado dinero. Incluso hay cada vez más personas que prefieren volver al obsequio físico en lugar de entregar dinero. Y, por otra parte, la pandemia está recortando el número de invitados día sí y día también, por lo que os podéis encontrar con que tendréis que pagar una serie de gastos y pocos asistentes que los cubran con su regalo en dinero.
Por escrito
♥ Una vez que tengáis claras las prioridades y el presupuesto, será el momento de plasmarlo por escrito, especificando las diferentes partidas y el dinero destinado a cada una de ellas.
♥ Es esencial que sigáis ese presupuesto al pie de la letra, porque es muy fácil que los gastos extras se os vayan de las manos.
♥ Si al final decidís gastar más en una partida que no estaba prevista, tendréis que reducir otra que os importe menos para compensar y que las cuentas os cuadren.
♥ Lo ideal: un Excel o un programa de control de gastos que os ayude a llevar las cuentas al día y de forma realista.
Cómo priorizar
No negociables
● Anotad aquello de lo que no queréis prescindir en ningún caso. No deben ser caprichos, sino esos detalles sin los que no os imagináis vuestra boda, los que os harían sufrir realmente si tuvieseis que prescindir de ellos.
Lo importante
● Es necesario que después de lo no negociable, decidáis qué es lo importante para ambos.
● Hay parejas que quieren que prime la estética sobre otras cosas y se centran en el vestuario, en la decoración y en todo aquello que es altamente instagrameable.
● Otras prefieren dedicar una buena parte del presupuesto al entretenimiento, sobre todo en bodas de fin de semana.
● Cualquier decisión que toméis será acertada, aunque siempre os recomendaré que os centréis en la comida, la bebida y la diversión. Los invitados siempre recordarán esos tres puntos más que cualquier otro.
Lo prescindible
● Analizad cuáles son los elementos que son prescindibles para los dos, o aquellos en los que podéis recortar sin reparos.
● Por ejemplo, si las invitaciones no son importantes para vosotros, podéis recurrir a plantillas on-line o a diseñarlas y/o fabricarlas DiY.
Espero que estos consejos os ayuden a priorizar y que podáis disfrutar del antes, del durante y el después de la boda.
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La primera vez que apareció el post Consejos para Priorizar en la Organización de la Boda fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?
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