El día de la boda suceden muchas cosas y participan muchas personas, y todo ello en un corto período de tiempo. Eso significa que es necesario controlar que todo ocurre cómo y cuándo está previsto y que cada uno de los implicados hace lo que debe.
Y todo eso requiere trabajo, mucho trabajo. Aunque no es fácil percibir esa necesidad de dedicación y esfuerzo en un primer momento, por lo que se suele dar por hecho que todo saldrá bien sin preocuparse de nada. O, en el mejor de los casos, se suele delegar en el proveedor de la restauración o en una persona cercana este tipo de tareas.
Dar por sentado que todo irá como la seda, es una mala política, porque son muchas cosas y muchas personas implicadas en una boda. Y si no hay supervisión y control, es fácil que comiencen a surgir problemas y retrasos de todo tipo. Desde que el florista se equivoque de hora de entrega (todos somos humanos), hasta que un DJ poco responsable se tome más de una copita durante su trabajo.
Si se encarga la coordinación del día de la boda al proveedor de la restauración (fincas, restaurantes, etc.), es fácil que no os puedan prestar toda la atención que les gustaría; sobre todo si es temporada alta de bodas y tengan la agenda repleta. Por no hablar de que muchos de estos proveedores sólo pueden prestar servicio dentro de sus instalaciones, por lo que no se podrían ocupar de la coordinación de una ceremonia celebrada fuera de ellas.
Y si le pides a una persona de confianza que se encargue de toda la coordinación del día de la boda, le estarás impidiendo que disfrute del evento. Porque no se puede estar lidiando con todas las tareas que implica la coordinación de una boda y vivirla como una invitada más.
Por todo esto, te recomiendo que contrates los servicios de de coordinacion nupcial. Si quieres saber más acerca de lo que hace una coordinadora del día de la boda, sigue leyendo...
Qué hace una coordinadora del día de la boda
Será la coordinadora de los proveedores el día de la boda
Esto es un asunto realmente importante, porque el día de la boda habrá muchos proveedores que tendrán que hacer entregas y realizar servicios: peluqueros, maquilladores, floristas, decoradores, músicos, DJ, animadores, catering, maestro de ceremonias, chófer...
Eso significa que será necesario comprobar que cada uno de los proveedores llega a su hora y hace lo que se espera de él.
Se encargará de que todo suceda como debe
La coordinadora y su equipo se preocupará de que todo salga según lo planificado. Y eso es una tarea importante, créeme.
Te comento algunas para que te hagas una idea: ocuparse de colocar los abanicos y el programa en el lugar de la ceremonia, cerciorarse de que la decoración floral llega completa y se ubica según lo planeado, verificar que los músicos llegan a tiempo a la boda y que tienen todo lo que necesitan, comprobar que el seating se corresponde con los puestos en las mesas, cerciorarse que la decoración y números de las mesas están perfectas, colocar los dulces en la candy bar, verificar con el DJ que la iluminación, el sonido y la música que sonará en la zona del baile son los elegidos por los novios...
Como puedes comprobar, son muchas tareas, pero de las que los novios no deberían preocuparse bajo ningún concepto.
Aunque muchos proveedores de restauración intentan ocuparse de todas estas tareas, no siempre es posible que puedan abarcarlas todas; sobre todo teniendo en cuenta que deben atender varias bodas en un corto período de tiempo.
Se ocupará de que se cumpla el timing de la boda
Precisamente por la cantidad de personas y acciones que intervienen en una boda, que se celebra durante un tiempo limitado, es imprescindible que todo suceda cuándo debe. Para ello se debe elaborar un timing en el que se especifique claramente el qué, el quién y, sobre todo, el cuándo.
Piensa que todas las cosas que ocurren en la boda están conectadas, por lo que es importante que sigan un orden, si no se quieren resultados poco agradables, claro está.
Por ejemplo, si la novia llega muy tarde a la boda, la ceremonia puede sufrir las consecuencias: acortarse, acelerarse o, en el peor de los casos, posponerse.
O si los novios llegan tarde a la recepción, pongamos por caso, por una sesión fotográfica postboda eterna, la comida o la cena se retrasará. Y ese tipo de demoras suele redundar en que los invitados se incomodan, la calidad de la comida (que no se ha servido a su hora) se resiente, el DJ puede tener otro compromiso después y se verá obligado a acortar su actuación...
Y para eso está la coordinadora del día de la boda, para que el timing se cumpla a rajatabla.
Coordinará el protocolo de la boda
La coordinadora del día de la boda y su equipo de ocuparán de que, en caso de que lo desees, se reserven algunos asientos de la primera fila para los invitados más cercanos. Algo que recomiendo siempre, porque no siempre se respeta que los primeros asientos deben ser para los más allegados. Un ejemplo: no será la primera vez que esa vecina de tus padres de toda la vida y sus cuatro hijos ocupen el primer banco, porque se creen con más derecho a estar ahí que tu abuelo o tu mejor amiga.
También se encargará de ayudaros con el orden de entrada y salida del cortejo nupcial o de que los asistentes que vayan a leer en la ceremonia lo hagan según el guión.
Otra de sus labores es invitar a los asistentes a que entren en el lugar donde se celebre la ceremonia, porque suelen remolonear para ver llegar a la novia y ésta acaba entrando sola en el juzgado o la iglesia.
En caso de que los invitados vayan a desplazarse en autocar desde el lugar de la ceremonia al del banquete, también se ocupará de reunirlos y de que vayan subiendo a él, para no demorar la llegada a la comida o la cena.
Y, por supuesto, ayudará a los invitados a que encuentren sus sitios en el lugar donde se celebre la recepción. Por muy bien elaborado que esté el panel donde se muestre el seating de la boda, siempre es de agradecer que una persona pueda resolver dudas o acompañar a las personas más mayores a sus asientos.
Supervisará los traslados de los invitados
Otra de las tareas importantes es ocuparse de que los invitados puedan llegar o marcharse sin dificultades de los distintos lugares donde se celebre la boda.
Si se alquila un autocar para trasladar a los invitados, la coordinadora se encargará de que se recoja a todos los invitados según el plan preestablecido y de que se llega a tiempo a la ceremonia y a la recepción. También se ocupará de que el autocar se lleve de vuelta a los invitados según los turnos que se hayan marcado de antemano.
En caso de que los invitados vayan con su propio vehículo, se ocupará de facilitar instrucciones si los invitados se pierden o de informar de los lugares donde se puede aparcar. Aunque estos datos deberían estar en el plano que se envía con la invitación, siempre puede surgir alguna duda de última hora.
Y si hay invitados que necesiten un taxi para desplazarse, se encargará de llamar a tantos como sean necesarios con tiempo suficiente.
Se encargará de los pagos a los proveedores
Otra de las funciones que puede realizar la coordinadora, es realizar los pagos a los proveedores que los novios estimen oportuno.
Aunque la mayoría de esos proveedores habrá cobrado ya por adelantado o, en caso de que quede algún pago pendiente, lo cobrarán mediante transferencia; hay algunos profesionales que prefieren cobrar en efectivo ese mismo día al terminar su trabajo.
Para que los novios no tengan que encargarse de esa tarea, pueden facilitarle sobres con dinero en efectivo o cheques, que luego entregará a los proveedores, despues de hacerles firmar un recibo (que luego dará a los novios) y pedirles la correspondiente factura.
Retirará los objetos y detalles que quieras conservar
Algo muy habitual en las bodas es olvidarse de retirar ciertos recuerdos y detalles de la decoración, que luego se acaban perdiendo.
El programa, uno de los detalles de la decoración del pasillo nupcial, las tarjetas del seating, la guirnalda de Mr&Mrs de vuestra mesa, los objetos decorativos que habéis comprado para la ceremonia o la recepción, incluso el libro de firmar... todas esas cosas no se suelen recoger el día de la boda, y se acaban perdiendo.
Y esa es una de las tareas que puede realizar la coordinadora, que os entregará después de la boda una caja con todos esos detalles y recuerdos, que tanta ilusión hace conservar.
Solucionará los problemas que puedan surgir, sin que sea necesario molestaros
No te voy a engañar, por muy bien planificada que esté una boda, pueden surgir imprevistos y problemas. Y, si no hay nadie allí para solucionarlos, os tendréis que ocupar de esos inconvenientes vosotros mismos.
Una persona acostumbrada a organizar y coordinar bodas, tiene en la manga varios ases para solucionar (casi) todo lo que pueda surgir, porque está acostumbrada a lidiar con todo tipo de sorpresas de última hora.
De hecho, si la coordinadora es profesional, para vosotros y para los invitados la boda debería ir como la seda, aunque haya ocurrido una verdadera hecatombe. Si los problemas, por muy grandes que sean, se detectan a tiempo y se solucionan correctamente, nadie ajeno a la organización deberían percibirlos siquiera.
Aportará tranquilidad... y mucha
Saber que hay un equipo de personas velando porque la boda sea perfecta, es un plus de tranquilidad para vosotros dos, que os podréis dedicar a lo importante: a disfrutar de un día tan especial como vuestra boda.
Cómo contratar el servicio de coordinación
Te recomiendo que contrates a una coordinadora profesional, que esté acostumbrada a este tipo de trabajo. Muchas wedding planner profesionales ofrecemos también este servicio, además del de diseño y planificación de la boda.
Una coordinadora profesional siempre te pasará un presupuesto formal por sus servicios para tu aprobación. Cerciórate de que en el presupuesto aparecen todos los conceptos de los que habéis hablado, así te evitarás extras de última hora.
Comprueba que las personas que van a trabajar en la coordinación el día de la boda están aseguradas (autónomas o contratadas), porque si tienen algún accidente, te evitarás muchos problemas. Si la coordinadora es profesional, trabajará como empresa o como autónoma, por lo que se encargará de que su equipo trabaje en las condiciones adecuadas.
Te aconsejo que pidas factura también por este servicio. Aunque pagar impuestos no sea algo agradable, es la única forma de reclamar, en caso de que haya algún desencuentro. Por otra parte, un profesional que insiste en trabajar con factura, debería darte más garantías que uno que no lo hace, porque suele ser señal de seriedad y de confianza en su propio trabajo.
El trabajo de una coordinadora no se limita sólo al día de la boda,
debes reunirte con ella con antelación para que sepa cuál es la
planificación del evento, para facilitarle los contactos de los
proveedores y los implicados y el timing de la boda. Piensa que necesita
conocer cada detalle para poderlo poner en práctica el "día B".
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30 septiembre, 2015
23 septiembre, 2015
El "Plan B" en las Bodas: Imprescindible
Planificar una boda sin tener un "plan B", es una como jugar a la ruleta rusa. La lluvia, el viento, la nieve, que el lugar donde se llevará a cabo la ceremonia se inunde, que no aparezca el padrino, que el niño que lleva las arras sufra un ataque severo de timidez... pueden resultar una verdadera hecatombe si no se tiene prevista una solución de antemano.
Quizás parezca paranoico, incluso algo agorero, pero es imprescindible tener diseñado un plan de contingencia por si surge algún imprevisto. Vuestra boda sólo se va a celebrar una vez en la vida y no hay posibilidad de rebobinar y volver a empezar si surge un problema.
Para que podáis hacer frente a los posible inconvenientes que puedan surgir en la boda, aquí tenéis algunos ejemplos de "plan B" en una boda.
Wedding planner
El mejor plan alternativo que podéis tener en la boda es contar con una wedding planner que os ayude en el diseño, planificación y coordinación de la boda, porque ella es un "plan B" en sí misma.
Una verdadera profesional de la organización de bodas tendrá previstos todos los posibles inconvenientes que puedan surgir, así como sus soluciones.
De hecho, una wedding planner no tiene sólo un "plan B", tiene un "plan C", un "plan D"... porque la experiencia, la costumbre de esperar lo mejor y prepararse para lo peor y la capacidad de buscar soluciones creativas a cualquier situación es lo suyo.
Ceremonia y recepción
Puede que el lugar donde vais a celebrar la ceremonia y la recepción sea encantador, pero debéis tener en cuenta que puede transformarse (y mucho) si cambia la estación del año o las condiciones climatológicas.
Mi consejo es que lo visitéis en diferentes ocasiones, para ver cómo va cambiando según las circunstancias. Sobre todo es importante, siempre que sea posible, visitarlo en la misma fecha y hora en la que está previsto celebrar la boda. Aunque el tiempo pueda variar, la luz, la temperatura y el viento, pueden servir de orientación para lo que se puede esperar el día en que os vais a casar. Por otra parte, la hora en la que anochece sí será la misma, por lo que en las bodas de tarde-noche sabréis a qué ateneros si vais a realizar la ceremonia o el cóctel en el exterior.
Antes de contratar con el proveedor de la restauración, consultad qué planes alternativos os puede ofrecer en caso de que el tiempo u otras circunstancias no os permitan llevar a cabo la celebración en el espacio elegido. Si no tienen un buen "plan B" o no os convence el que os propone, es mejor que busquéis otro proveedor. Porque, sorprendentemente, hay proveedores que no tienen ninguna opción para hacer frente a un día de lluvia, por ejemplo.
Es fundamental que os permitan visitar el espacio cuando esté montado con un plan alternativo para otro evento. Es decir, si el cóctel que estaba previsto servir en el jardín, se va a a servir finalmente en una carpa, que os permitan verlo en persona. Así podréis comprobar cómo queda el montaje, la decoración, la climatización, la luz, etc.
Es importante también tener previstos elementos que puedan proteger a los invitados del sol, el frío o la lluvia, dependiendo de la época del año en que nos encontremos. Por si acaso.
Comida y bebida
En el caso de que, por la razón que fuese, no se pudiese servir la comida y la bebida, no está de más tener un plan gastronómico alternativo. Por ejemplo, tener los teléfonos de las hamburgueserías, pizzerías y bocaterías más cercanas al lugar de celebración, por si fuese necesario recurrir a ellos para dar de comer a los invitados. También de servicios de reparto de bebidas a domicilio.
Decoración
Es importante tener un "plan B" también en la decoración, sobre todo si hablamos del exterior. Eso no quiere decir que haya que comprar otros elementos decorativos extras, sino una alternativa planeada para colocar esa decoración en un espacio interior si llueve o hace viento, o si no se puede disponer de la forma inicial por cualquier otro motivo.
También es necesario prever qué elementos decorativos se deberían retirar si hace lluvia o viento, para evitar que se estropeen con la humedad o salgan volando, con el consiguiente peligro para los invitados y el desastre decorativo que puede suponer.
Anillos y arras
Si hay alguna damita o pajecillo que se va a encargar de las alianzas o las arras y se arrepiente en el último momento, debéis tener a una persona de reserva, niño o adulto, que se pueda encargar de esa tarea. Si ocurre algo así y no habéis previsto un "plan B", algo tan nimio en la teoría, puede resultar un verdadero desastre en la práctica, por los nervios y la intensidad del momento.
Y hablando de niños, es importante tener a dos adultos que estén pendientes de los peques que vayan a participar en la ceremonia, para evitar que se distraigan y poderles ayudar si se ponen nerviosos o se les olvida qué deben hacer.
Otro pequeño inconveniente que puede surgir es que se pierdan las alianzas. Si eso ocurre, hay solución. Tened localizadas a dos personas que os puedan prestar sus alianzas para ese momento. Luego ya buscaréis y recuperaréis las vuestras.
Si lo que se extravía son las arras, tranquilos, sólo hay que juntar 13 monedas del mismo valor entre todos los invitados y listo.
Vestuario
Para la novia
Os aconsejo que tengáis previsto un vestido de repuesto, por si hubiese algún inconveniente con el de novia. Si habéis encargado un segundo traje, ya tenéis la solución. Si no es así, una buena idea es tener algún vestido de fiesta seleccionado, por si acaso. Si hay cualquier desastre inoportuno, por lo menos podréis tener un vestido bonito y digno con el que hacer frente a la situación sin sentir que la tierra cede bajo vuestros pies.
También es recomendable tener un segundo par de zapatos, por si el oficial es demasiado incómodo, se rompe un tacón o una hebilla, etc. No hace falta que os compréis dos pares, pero sí que tengáis localizado otro, bonito y que encaje con el vestido. Además, ahora con la tendencia de llevar zapatos de color, eso no tendría que suponer ningún problema. Incluso os recomendaría un tercero, ya para el baile, mucho más cómodo; como unas cuñas o unas bailarinas de novia.
Para el novio
Igual que en el caso de la novia, no está de más tener un segundo traje localizado.
También una camisa, una corbata y un par de zapatos de recambio.
Para el padrino y la madrina
Es recomendable que tengan preparado un atuendo extra, por si hubiese algún imprevisto.
Participantes "desaparecidos"
Puede ser que el padrino, la madrina, los testigos, las personas que van a a leer en la boda o incluso el maestro de ceremonias, no puedan asistir en el último momento por diferentes motivos (enfermedades, viajes imprevistos, trabajo...). Para que eso no suponga un caos, es importante tener a algún suplente en el banquillo.
En el caso de las ceremonias civiles y los padrinos, no hay ningún inconveniente, puesto que los dos testigos que firman cuando se tramita el expediente matrimonial, no tienen que ser los mismos que el día de la boda. En el caso de las bodas religiosas, es el párroco el que deberá aceptar al reserva, puesto que los padrinos de boda deben cumplir con los requisitos que exige el derecho canónico.
En el caso de que el que desaparezca sea el maestro de ceremonias o el sacerdote, mi consejo es que busquéis a una persona de confianza (y con capacidad de comunicación) que oficie una ceremonia de carácter simbólico en ese mismo momento. Si se trata de una ceremonia civil, la de valor legal se habrá celebrado (o se irá a celebrar) en las dependencias de marca la Ley, por lo que el maestro de ceremonias no es indispensable. Y en el caso de la religiosa, tras la ceremonia simbólica, os podréis casar en otro momento, aunque sea una boda íntima.
Problemas con el ramo de novia
En caso de que el ramo no haya llegado a tiempo o se haya extraviado, la solución más sencilla es hacerse con una sola flor y adornarla con una cinta. También se puede comprar un ramo en una floristería en el último momento y hacer una composición sencilla. O reutilizar algunas flores de los arreglos de la ceremonia, por qué no.
El coche nupcial se estropea
No es habitual, pero el vehículo nupcial (o el bus para los invitados) se puede averiar o tener algún pequeño accidente. Si es alquilado, no hay mucho problema, porque sólo habrá que llamar a la agencia y pedir otro con urgencia. Ojo, que es importante tener el telefono de la agencia guardado en el móvil.
Si vais a utilizar vuestro propio vehículo, os sugiero que tengáis a mano el teléfono de algún invitado para que pueda hacer de chófer improvisado. Y en un caso extremo, siempre podéis llamar a un taxi; no es un transporte muy elegante para llegar a la ceremonia, pero es eficaz.
Sin música
Si los músicos o el DJ no aparecen (ocurre, de veras), es importante tener unas cuantas alternativas en el móvil, por si alguno pudiese hacer de músico o DJ de guardia.
También sería interesante tener la lista de reproducción de la música que queréis que suene en la boda en el teléfono móvil o en el iPod. Con unos altavoces y vuestra propia música será más fácil salir del paso.
Y, por supuesto, no puede faltar un kit de emergencia para novias, que os sacará de más de un apuro.
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Quizás parezca paranoico, incluso algo agorero, pero es imprescindible tener diseñado un plan de contingencia por si surge algún imprevisto. Vuestra boda sólo se va a celebrar una vez en la vida y no hay posibilidad de rebobinar y volver a empezar si surge un problema.
Para que podáis hacer frente a los posible inconvenientes que puedan surgir en la boda, aquí tenéis algunos ejemplos de "plan B" en una boda.
Wedding planner
El mejor plan alternativo que podéis tener en la boda es contar con una wedding planner que os ayude en el diseño, planificación y coordinación de la boda, porque ella es un "plan B" en sí misma.
Una verdadera profesional de la organización de bodas tendrá previstos todos los posibles inconvenientes que puedan surgir, así como sus soluciones.
De hecho, una wedding planner no tiene sólo un "plan B", tiene un "plan C", un "plan D"... porque la experiencia, la costumbre de esperar lo mejor y prepararse para lo peor y la capacidad de buscar soluciones creativas a cualquier situación es lo suyo.
Ceremonia y recepción
Puede que el lugar donde vais a celebrar la ceremonia y la recepción sea encantador, pero debéis tener en cuenta que puede transformarse (y mucho) si cambia la estación del año o las condiciones climatológicas.
Mi consejo es que lo visitéis en diferentes ocasiones, para ver cómo va cambiando según las circunstancias. Sobre todo es importante, siempre que sea posible, visitarlo en la misma fecha y hora en la que está previsto celebrar la boda. Aunque el tiempo pueda variar, la luz, la temperatura y el viento, pueden servir de orientación para lo que se puede esperar el día en que os vais a casar. Por otra parte, la hora en la que anochece sí será la misma, por lo que en las bodas de tarde-noche sabréis a qué ateneros si vais a realizar la ceremonia o el cóctel en el exterior.
Antes de contratar con el proveedor de la restauración, consultad qué planes alternativos os puede ofrecer en caso de que el tiempo u otras circunstancias no os permitan llevar a cabo la celebración en el espacio elegido. Si no tienen un buen "plan B" o no os convence el que os propone, es mejor que busquéis otro proveedor. Porque, sorprendentemente, hay proveedores que no tienen ninguna opción para hacer frente a un día de lluvia, por ejemplo.
Es fundamental que os permitan visitar el espacio cuando esté montado con un plan alternativo para otro evento. Es decir, si el cóctel que estaba previsto servir en el jardín, se va a a servir finalmente en una carpa, que os permitan verlo en persona. Así podréis comprobar cómo queda el montaje, la decoración, la climatización, la luz, etc.
Es importante también tener previstos elementos que puedan proteger a los invitados del sol, el frío o la lluvia, dependiendo de la época del año en que nos encontremos. Por si acaso.
Comida y bebida
En el caso de que, por la razón que fuese, no se pudiese servir la comida y la bebida, no está de más tener un plan gastronómico alternativo. Por ejemplo, tener los teléfonos de las hamburgueserías, pizzerías y bocaterías más cercanas al lugar de celebración, por si fuese necesario recurrir a ellos para dar de comer a los invitados. También de servicios de reparto de bebidas a domicilio.
Decoración
Es importante tener un "plan B" también en la decoración, sobre todo si hablamos del exterior. Eso no quiere decir que haya que comprar otros elementos decorativos extras, sino una alternativa planeada para colocar esa decoración en un espacio interior si llueve o hace viento, o si no se puede disponer de la forma inicial por cualquier otro motivo.
También es necesario prever qué elementos decorativos se deberían retirar si hace lluvia o viento, para evitar que se estropeen con la humedad o salgan volando, con el consiguiente peligro para los invitados y el desastre decorativo que puede suponer.
Anillos y arras
Si hay alguna damita o pajecillo que se va a encargar de las alianzas o las arras y se arrepiente en el último momento, debéis tener a una persona de reserva, niño o adulto, que se pueda encargar de esa tarea. Si ocurre algo así y no habéis previsto un "plan B", algo tan nimio en la teoría, puede resultar un verdadero desastre en la práctica, por los nervios y la intensidad del momento.
Y hablando de niños, es importante tener a dos adultos que estén pendientes de los peques que vayan a participar en la ceremonia, para evitar que se distraigan y poderles ayudar si se ponen nerviosos o se les olvida qué deben hacer.
Otro pequeño inconveniente que puede surgir es que se pierdan las alianzas. Si eso ocurre, hay solución. Tened localizadas a dos personas que os puedan prestar sus alianzas para ese momento. Luego ya buscaréis y recuperaréis las vuestras.
Si lo que se extravía son las arras, tranquilos, sólo hay que juntar 13 monedas del mismo valor entre todos los invitados y listo.
Vestuario
Para la novia
Os aconsejo que tengáis previsto un vestido de repuesto, por si hubiese algún inconveniente con el de novia. Si habéis encargado un segundo traje, ya tenéis la solución. Si no es así, una buena idea es tener algún vestido de fiesta seleccionado, por si acaso. Si hay cualquier desastre inoportuno, por lo menos podréis tener un vestido bonito y digno con el que hacer frente a la situación sin sentir que la tierra cede bajo vuestros pies.
También es recomendable tener un segundo par de zapatos, por si el oficial es demasiado incómodo, se rompe un tacón o una hebilla, etc. No hace falta que os compréis dos pares, pero sí que tengáis localizado otro, bonito y que encaje con el vestido. Además, ahora con la tendencia de llevar zapatos de color, eso no tendría que suponer ningún problema. Incluso os recomendaría un tercero, ya para el baile, mucho más cómodo; como unas cuñas o unas bailarinas de novia.
Para el novio
Igual que en el caso de la novia, no está de más tener un segundo traje localizado.
También una camisa, una corbata y un par de zapatos de recambio.
Para el padrino y la madrina
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Puede ser que el padrino, la madrina, los testigos, las personas que van a a leer en la boda o incluso el maestro de ceremonias, no puedan asistir en el último momento por diferentes motivos (enfermedades, viajes imprevistos, trabajo...). Para que eso no suponga un caos, es importante tener a algún suplente en el banquillo.
En el caso de las ceremonias civiles y los padrinos, no hay ningún inconveniente, puesto que los dos testigos que firman cuando se tramita el expediente matrimonial, no tienen que ser los mismos que el día de la boda. En el caso de las bodas religiosas, es el párroco el que deberá aceptar al reserva, puesto que los padrinos de boda deben cumplir con los requisitos que exige el derecho canónico.
En el caso de que el que desaparezca sea el maestro de ceremonias o el sacerdote, mi consejo es que busquéis a una persona de confianza (y con capacidad de comunicación) que oficie una ceremonia de carácter simbólico en ese mismo momento. Si se trata de una ceremonia civil, la de valor legal se habrá celebrado (o se irá a celebrar) en las dependencias de marca la Ley, por lo que el maestro de ceremonias no es indispensable. Y en el caso de la religiosa, tras la ceremonia simbólica, os podréis casar en otro momento, aunque sea una boda íntima.
Problemas con el ramo de novia
En caso de que el ramo no haya llegado a tiempo o se haya extraviado, la solución más sencilla es hacerse con una sola flor y adornarla con una cinta. También se puede comprar un ramo en una floristería en el último momento y hacer una composición sencilla. O reutilizar algunas flores de los arreglos de la ceremonia, por qué no.
El coche nupcial se estropea
No es habitual, pero el vehículo nupcial (o el bus para los invitados) se puede averiar o tener algún pequeño accidente. Si es alquilado, no hay mucho problema, porque sólo habrá que llamar a la agencia y pedir otro con urgencia. Ojo, que es importante tener el telefono de la agencia guardado en el móvil.
Si vais a utilizar vuestro propio vehículo, os sugiero que tengáis a mano el teléfono de algún invitado para que pueda hacer de chófer improvisado. Y en un caso extremo, siempre podéis llamar a un taxi; no es un transporte muy elegante para llegar a la ceremonia, pero es eficaz.
Sin música
Si los músicos o el DJ no aparecen (ocurre, de veras), es importante tener unas cuantas alternativas en el móvil, por si alguno pudiese hacer de músico o DJ de guardia.
También sería interesante tener la lista de reproducción de la música que queréis que suene en la boda en el teléfono móvil o en el iPod. Con unos altavoces y vuestra propia música será más fácil salir del paso.
Y, por supuesto, no puede faltar un kit de emergencia para novias, que os sacará de más de un apuro.
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16 septiembre, 2015
Consejos para una Barra de Cócteles "10" en la Boda
¿Tienes pensado poner una barra de cócteles en la boda? Si la respuesta es sí, alabo tu elección, porque es un detalle muy atractivo y que los invitados aprecian mucho.
Si quieres que en tu boda haya una barra de cócteles de "10", aquí tienes algunos consejos que te pueden ser útiles...
Barra libre vs barra de cócteles
La barra libre no tiene que ver con la barra de cócteles, o al menos no debería. La barra libre está para ofrecer a los invitados bebidas y combinados, con o sin alcohol, con preparaciones sencillas. El servicio de coctelería es más especializado y exclusivo.
La barra de cócteles es algo singular y que aporta glamour, sin embargo la barra libre es casi obligatoria para cualquier boda, sea de día o de noche.
Cómo elegir al barman
Busca un barman profesional para que prepare tus cócteles, porque eso te garantizará el éxito... y el rendimiento de tu dinero.
Busca opiniones y referencias entre tus conocidos y en Internet para comprobar si realmente es el profesional adecuado.
Si tiene web o perfil en redes sociales visítalas para ver cómo trabaja. Así verás cómo monta la barra, fotos de algunos de sus cócteles, etc.
Un consejo: algunos de los barman que suelen proponer los proveedores de restauración (fincas, restaurantes y hoteles) no son cocteleros profesionales, aunque por el precio sí lo parezcan. Suelen ser camareros a los que han enseñado a elaborar algunos cócteles básicos, pero que no tienen formacion y experiencia en coctelería profesional. Pregunta a tu proveedor por la formación del barman de la barra de cócteles que te ofrecen ellos y, si no te garantiza unos mínimos de calidad, consulta si te permiten contratarlo por tu cuenta. Para que te hagas una idea, en uno de nuestros últimos trabajos, el catering nos cobraba el doble por la barra de cócteles servida por un camarero normal, que un barman profesional externo, premiado y reconocido a nivel nacional.
No te dejes llevar sólo por las acrobacias y la parafernalia que pueda llevar el coctelero, es mejor que te centres más en la calidad de los cócteles.
A la hora de seleccionarlo, lo ideal es que, además de buen coctelero, sea elegante, amable y discreto. Al fin y al cabo estará cara al público y en un ambiente festivo.
Importante: que lleve un vestuario adecuado para el servicio que va a prestar.
Si el barman trabaja de forma habitual en algún local abierto al público, vete a tomar algún cóctel para comprobar su calidad en primera persona.
El presupuesto
Márcate un presupuesto para la barra de cócteles. Procura que sea equilibrado y acorde a la comida y a la barra libre que tengas prevista. Es decir, no eches la casa por la ventana con la coctelería y luego les pongas croquetas congeladas y varitas de surimi a los invitados, porque no te queda presupuesto para el catering.
La planificación
Reúnete con el barman para planificar qué cócteles quieres que se sirvan en la boda. Explícale tus gustos, los de tu pareja y los de la mayoría de los invitados que importan. Después de escucharte, él (o ella, que también las hay excelentes) te aconsejará si tus propuestas son adecuadas, te hará sugerencias para mejorarlas... Así podréis diseñar la barra de cócteles perfecta para la boda.
La duración debe ser suficiente. Dos horas de coctelería es más que suficiente para que los invitados queden encantados, tres horas como máximo. Pregúntale a la hora de contratar si es posible alargar el servicio en caso de ser necesario, quizás merezca la pena si la cosa se anima. Puede comenzar al mismo tiempo que la barra libre, o que sólo se solapen en algún punto, tanto antes como después.
Consulta con el barman si llevará él la barra o tienes que proporcionársela tú. Algunos profesionales llevan una barra estándar (rectangular y vestida con un mantel o cobertor) y, si se quiere una retroiluminada o con características especiales, cobran un extra.
Pregunta al proveedor de restauración dónde podréis poner la barra libre y el espacio que cederán para ello. Y transmíteselo al coctelero, para que pueda organizarse. Envíale una foto y un plano, si es que no ha acudido al lugar antes para echarle un vistazo.
Consulta si necesitará suministro eléctrico a la hora de planificar su ubicación. Tener que mover la ubicación de la barra en el último momento puede ser un verdadero problema, eso siempre y cuando haya la posibilidad de cambiarla de sitio, claro.
Pídele que te indique las marcas de alcohol y refrescos que llevará, por si quieses cambiar alguno. Los barman suelen trabajar con determinadas marcas y, en ocasiones, cobrarán un extra si se desean otras distintas.
Infórmate acerca de si llevará todo el material necesario para la barra de cócteles: mantel, copas, vasos, mezcladores, etc. Los profesionales suelen llevarlo, si no es así, pregunta al proveedor de restauración si lo puede proporcionar. Eso sí, siempre tendrá un coste añadido. Otra opción es alquilarlo.
Consulta con el coctelero la decoración que suele tener su barra de cócteles, para que encaje con el resto de la ambientación de la boda.
Necesitará hielo, pregúntale si lo llevará él o si hay que proporcionárselo. Si lo lleva él, consúltale dónde lo almacenará y si necesitará alguna nevera externa, para pedirle permiso al responsable del espacio para usarla.
Si vas a poner una candy bar, pregúntale si hay alguna golosina que vaya bien con cada uno de los cócteles que va a servir y coloca un cartelito sugiriendo el maridaje.
Los cócteles
Procura que haya cócteles clásicos, alguno más moderno y, por supuesto, alguno sin alcohol.
La variedad de cócteles no debe ser muy grande, porque no es la mejor opción. Con unos pocos y bien escogidos es más que suficiente. Si no se restringe la variedad, complicarás mucho el trabajo del barman, encarecerás el presupuesto (tendrá que llevar mucho más material... que te cobrará) y desconcertarás a los invitados, que no sabrán que pedir.
Indica en un cartel o una pizarra los cócteles que se servirán, así los invitados sabrán a qué atenerse. Y no te preocupes, si algún invitado quiere otro tipo de bebida (un combinado, por ejemplo), se lo servirán en la barra libre.
Cerciórate de que el alcohol será de calidad. Es mejor que haya menos variedad, pero que los productos sean excelentes.
Pídele al barman que os haga un cóctel personalizado para la boda. No os costará mucho más y será un detalle realmente encantador para vuestros invitados.
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Cómo Conseguir una Candy Bar Perfecta
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Si quieres que en tu boda haya una barra de cócteles de "10", aquí tienes algunos consejos que te pueden ser útiles...
Barra libre vs barra de cócteles
La barra libre no tiene que ver con la barra de cócteles, o al menos no debería. La barra libre está para ofrecer a los invitados bebidas y combinados, con o sin alcohol, con preparaciones sencillas. El servicio de coctelería es más especializado y exclusivo.
La barra de cócteles es algo singular y que aporta glamour, sin embargo la barra libre es casi obligatoria para cualquier boda, sea de día o de noche.
Cómo elegir al barman
Busca un barman profesional para que prepare tus cócteles, porque eso te garantizará el éxito... y el rendimiento de tu dinero.
Busca opiniones y referencias entre tus conocidos y en Internet para comprobar si realmente es el profesional adecuado.
Si tiene web o perfil en redes sociales visítalas para ver cómo trabaja. Así verás cómo monta la barra, fotos de algunos de sus cócteles, etc.
Un consejo: algunos de los barman que suelen proponer los proveedores de restauración (fincas, restaurantes y hoteles) no son cocteleros profesionales, aunque por el precio sí lo parezcan. Suelen ser camareros a los que han enseñado a elaborar algunos cócteles básicos, pero que no tienen formacion y experiencia en coctelería profesional. Pregunta a tu proveedor por la formación del barman de la barra de cócteles que te ofrecen ellos y, si no te garantiza unos mínimos de calidad, consulta si te permiten contratarlo por tu cuenta. Para que te hagas una idea, en uno de nuestros últimos trabajos, el catering nos cobraba el doble por la barra de cócteles servida por un camarero normal, que un barman profesional externo, premiado y reconocido a nivel nacional.
No te dejes llevar sólo por las acrobacias y la parafernalia que pueda llevar el coctelero, es mejor que te centres más en la calidad de los cócteles.
A la hora de seleccionarlo, lo ideal es que, además de buen coctelero, sea elegante, amable y discreto. Al fin y al cabo estará cara al público y en un ambiente festivo.
Importante: que lleve un vestuario adecuado para el servicio que va a prestar.
Si el barman trabaja de forma habitual en algún local abierto al público, vete a tomar algún cóctel para comprobar su calidad en primera persona.
El presupuesto
Márcate un presupuesto para la barra de cócteles. Procura que sea equilibrado y acorde a la comida y a la barra libre que tengas prevista. Es decir, no eches la casa por la ventana con la coctelería y luego les pongas croquetas congeladas y varitas de surimi a los invitados, porque no te queda presupuesto para el catering.
La planificación
Reúnete con el barman para planificar qué cócteles quieres que se sirvan en la boda. Explícale tus gustos, los de tu pareja y los de la mayoría de los invitados que importan. Después de escucharte, él (o ella, que también las hay excelentes) te aconsejará si tus propuestas son adecuadas, te hará sugerencias para mejorarlas... Así podréis diseñar la barra de cócteles perfecta para la boda.
La duración debe ser suficiente. Dos horas de coctelería es más que suficiente para que los invitados queden encantados, tres horas como máximo. Pregúntale a la hora de contratar si es posible alargar el servicio en caso de ser necesario, quizás merezca la pena si la cosa se anima. Puede comenzar al mismo tiempo que la barra libre, o que sólo se solapen en algún punto, tanto antes como después.
Consulta con el barman si llevará él la barra o tienes que proporcionársela tú. Algunos profesionales llevan una barra estándar (rectangular y vestida con un mantel o cobertor) y, si se quiere una retroiluminada o con características especiales, cobran un extra.
Pregunta al proveedor de restauración dónde podréis poner la barra libre y el espacio que cederán para ello. Y transmíteselo al coctelero, para que pueda organizarse. Envíale una foto y un plano, si es que no ha acudido al lugar antes para echarle un vistazo.
Consulta si necesitará suministro eléctrico a la hora de planificar su ubicación. Tener que mover la ubicación de la barra en el último momento puede ser un verdadero problema, eso siempre y cuando haya la posibilidad de cambiarla de sitio, claro.
Pídele que te indique las marcas de alcohol y refrescos que llevará, por si quieses cambiar alguno. Los barman suelen trabajar con determinadas marcas y, en ocasiones, cobrarán un extra si se desean otras distintas.
Infórmate acerca de si llevará todo el material necesario para la barra de cócteles: mantel, copas, vasos, mezcladores, etc. Los profesionales suelen llevarlo, si no es así, pregunta al proveedor de restauración si lo puede proporcionar. Eso sí, siempre tendrá un coste añadido. Otra opción es alquilarlo.
Consulta con el coctelero la decoración que suele tener su barra de cócteles, para que encaje con el resto de la ambientación de la boda.
Necesitará hielo, pregúntale si lo llevará él o si hay que proporcionárselo. Si lo lleva él, consúltale dónde lo almacenará y si necesitará alguna nevera externa, para pedirle permiso al responsable del espacio para usarla.
Si vas a poner una candy bar, pregúntale si hay alguna golosina que vaya bien con cada uno de los cócteles que va a servir y coloca un cartelito sugiriendo el maridaje.
Los cócteles
Procura que haya cócteles clásicos, alguno más moderno y, por supuesto, alguno sin alcohol.
La variedad de cócteles no debe ser muy grande, porque no es la mejor opción. Con unos pocos y bien escogidos es más que suficiente. Si no se restringe la variedad, complicarás mucho el trabajo del barman, encarecerás el presupuesto (tendrá que llevar mucho más material... que te cobrará) y desconcertarás a los invitados, que no sabrán que pedir.
Indica en un cartel o una pizarra los cócteles que se servirán, así los invitados sabrán a qué atenerse. Y no te preocupes, si algún invitado quiere otro tipo de bebida (un combinado, por ejemplo), se lo servirán en la barra libre.
Cerciórate de que el alcohol será de calidad. Es mejor que haya menos variedad, pero que los productos sean excelentes.
Pídele al barman que os haga un cóctel personalizado para la boda. No os costará mucho más y será un detalle realmente encantador para vuestros invitados.
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Cómo Conseguir una Candy Bar Perfecta
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09 septiembre, 2015
Como Conseguir una Candy Bar Perfecta
Una candy bar es ya todo un clásico que no puede faltar en una boda. La clave de su éxito está clara: a nadie le amarga un dulce.
Porque, no nos engañemos, el azúcar a discreción es un combustible perfecto para bailar sin parar... o para acompañar el alcohol.
Si tienes decicido poner una mesa de chucherías en tu boda, en este post encontrarás algunos consejos para que sea perfecta.
Vamos allá...
El presupuesto
Márcate un presupuesto para gastar en la mesa de chucherías. Esto es importante, puesto que es fácil perder la cabeza a la hora de montar una candy bar.
Los caramelos y gominolas suelen ser baratos y puede parecer a simple vista que no afectará al presupuesto total de la boda, pero una candy bar no son sólo caramelos... también son gominolas, bombones, nubes, piruletas, recipientes, bandejas, decoración, cobertores, etc.
El tamaño
Procura que el tamaño de tu candy bar sea suficiente para el número de invitados de la boda. Eso quiere decir que no debe ser escasa, pero tampoco excesiva. Es un detalle para los asistentes, no una invitación al coma diabético.
La mesa (o mesas) debe ser capaz de albergar todos los dulces con sus correspondientes recipientes, así como la decoración. Si es demasiado pequeña quedará abarrotada y, además, es fácil que los invitados tiren algún recipiente al intentar acceder a las golosinas. Si es demasiado grande, los dulces parecerán huérfanos al quedar mucho espacio vacío.
La decoración
La temática y decoración debe encajar con el resto de la boda. Eso no quiere decir que tenga el mismo diseño y estética, pero sí que tenga una coherencia. Una boda es como un libro, cada capítulo es diferente, pero todos ellos forman parte de una misma historia. Y la candy bar es un capítulo de la historia de tu boda, muy dulce, eso sí.
Elige una paleta de color para tu candy bar. Lo ideal es que tenga una coherencia con el resto de los colores que has escogido para la decoración de la boda y también con el lugar en el que la vayas a ubicar.
Los colores elegidos, dos o tres como máximo, serán para la decoración de la mesa (estructura, cobertor, elementos decorativos, recipientes...), aunque si quieres rizar el rizo, puedes emplear esos tonos también para los dulces.
También puedes emplear un sólo color en la decoración y los dulces, aunque no te lo recomiendo, porque suele ser más difícil (y mucho más caro) encontrar caramelos, nubes, gominolas, bombones y otros dulces en determinados colores.
A la hora de buscar recipientes y bandejas para las golosinas, te recomiendo que vayas a almacenes con precios económicos. Lugares como Ikea, Jysk, Zara Home o cualquier gran superficie, tienen una oferta amplia de este tipo de artículos y a precios muy razonables.
Cuando dispongas los recipientes en la mesa, procura alternar distintas alturas para crear volumen. Procura que los más altos queden al fondo, para que no estorben a la hora de acceder a los dulces.
Facilita las cosas a los invitados
Simplifica el acceso a los dulces, no lo conviertas en un salto de obstáculos.
Pon pinzas, paletas y cazos para poder servirse las golosinas sin necesidad de tocarlos con las manos. Por higiene y por comodidad.
Coloca señalizadores para indicar qué es cada golosina, sobre todo las que no sean muy conocidas por la mayoría de los asistentes. Adhesivos, pinzas con pizarras, con peanas... la oferta es amplísima.
Lo que debe contener
Tu candy bar debe ser bonita, of course, pero también rica. Busca golosinas que tengan calidad, buen sabor y buena presencia. Recuerda que son para comer, no sólo para ver.
Lo ideal si vas a poner una mesa de dulces es que acudas a un mayorista, porque te será mucho más económico. Tanto on-line como off-line encontrarás proveedores de confianza. Eso sí, procura que cumplan con la normativa sanitaria europea y que ofrezcan todas las garantías.
Tu candy bar debería contener como mínimo:
Y si le quieres dar un plus de dulzura, puedes ofrecer alguna de estas delicias:
También deberías tener en cuenta si hay invitados con necesidades especiales (celíacos, diabéticos, etc.) y poner algunos dulces que ellos puedan comer.
Ensayo general
Ensaya cómo será la distribución y decoración de tu candy bar antes de montarla en el lugar definitivo, así no te llevarás sorpresas el día de la boda. Coloca los recipientes y bandejas tal y como irán definitivamente y hazle una foto, así luego será más fácil montarlo en el lugar de la recepción tal y como lo has diseñado.
Quién debe encargarse
La candy bar puede ser DiY, siempre que tengas tiempo y maña para ello. En ese caso, debes diseñarla tú, pero debes encargarle el montaje de la mesa a alguien de tu confianza el "día B", porque ese día tú no debes dedicarte a esos menesteres.
También puedes confiar en un profesional de la repostería que se encargue de su diseño y montaje, que les hay que hacer verdaderas obras de arte con las mesas de dulces.
O puedes encargarle la candy bar a tu wedding planner y ella se encargará de todo.
Un consejo plus
Pon a disposición de tus invitados bolsas o cajas en las que puedan servirse los dulces que quieran, sin necesidad de tener que estar pasando constantemente por la mesa. Esto es muy interesante especialmente si hay muchos invitados, así evitarás aglomeraciones en esa zona.
Y, además, servirá para que los asistentes puedan llevarse un dulce recuerdo cuando se marchen de la celebración.
Puedes personalizar las bolsas con vuestros nombres y la fecha, todo un detalle.
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Porque, no nos engañemos, el azúcar a discreción es un combustible perfecto para bailar sin parar... o para acompañar el alcohol.
Si tienes decicido poner una mesa de chucherías en tu boda, en este post encontrarás algunos consejos para que sea perfecta.
Vamos allá...
El presupuesto
Márcate un presupuesto para gastar en la mesa de chucherías. Esto es importante, puesto que es fácil perder la cabeza a la hora de montar una candy bar.
Los caramelos y gominolas suelen ser baratos y puede parecer a simple vista que no afectará al presupuesto total de la boda, pero una candy bar no son sólo caramelos... también son gominolas, bombones, nubes, piruletas, recipientes, bandejas, decoración, cobertores, etc.
El tamaño
Procura que el tamaño de tu candy bar sea suficiente para el número de invitados de la boda. Eso quiere decir que no debe ser escasa, pero tampoco excesiva. Es un detalle para los asistentes, no una invitación al coma diabético.
La mesa (o mesas) debe ser capaz de albergar todos los dulces con sus correspondientes recipientes, así como la decoración. Si es demasiado pequeña quedará abarrotada y, además, es fácil que los invitados tiren algún recipiente al intentar acceder a las golosinas. Si es demasiado grande, los dulces parecerán huérfanos al quedar mucho espacio vacío.
La decoración
La temática y decoración debe encajar con el resto de la boda. Eso no quiere decir que tenga el mismo diseño y estética, pero sí que tenga una coherencia. Una boda es como un libro, cada capítulo es diferente, pero todos ellos forman parte de una misma historia. Y la candy bar es un capítulo de la historia de tu boda, muy dulce, eso sí.
Elige una paleta de color para tu candy bar. Lo ideal es que tenga una coherencia con el resto de los colores que has escogido para la decoración de la boda y también con el lugar en el que la vayas a ubicar.
Los colores elegidos, dos o tres como máximo, serán para la decoración de la mesa (estructura, cobertor, elementos decorativos, recipientes...), aunque si quieres rizar el rizo, puedes emplear esos tonos también para los dulces.
También puedes emplear un sólo color en la decoración y los dulces, aunque no te lo recomiendo, porque suele ser más difícil (y mucho más caro) encontrar caramelos, nubes, gominolas, bombones y otros dulces en determinados colores.
A la hora de buscar recipientes y bandejas para las golosinas, te recomiendo que vayas a almacenes con precios económicos. Lugares como Ikea, Jysk, Zara Home o cualquier gran superficie, tienen una oferta amplia de este tipo de artículos y a precios muy razonables.
Cuando dispongas los recipientes en la mesa, procura alternar distintas alturas para crear volumen. Procura que los más altos queden al fondo, para que no estorben a la hora de acceder a los dulces.
Facilita las cosas a los invitados
Simplifica el acceso a los dulces, no lo conviertas en un salto de obstáculos.
Pon pinzas, paletas y cazos para poder servirse las golosinas sin necesidad de tocarlos con las manos. Por higiene y por comodidad.
Coloca señalizadores para indicar qué es cada golosina, sobre todo las que no sean muy conocidas por la mayoría de los asistentes. Adhesivos, pinzas con pizarras, con peanas... la oferta es amplísima.
Lo que debe contener
Tu candy bar debe ser bonita, of course, pero también rica. Busca golosinas que tengan calidad, buen sabor y buena presencia. Recuerda que son para comer, no sólo para ver.
Lo ideal si vas a poner una mesa de dulces es que acudas a un mayorista, porque te será mucho más económico. Tanto on-line como off-line encontrarás proveedores de confianza. Eso sí, procura que cumplan con la normativa sanitaria europea y que ofrezcan todas las garantías.
Tu candy bar debería contener como mínimo:
- Caramelos con azúcar
- Gominolas
- Nubes
- Chicles
- Chocolates y bombones
El chocolate no puede faltar en tu candy bar |
Y si le quieres dar un plus de dulzura, puedes ofrecer alguna de estas delicias:
- Cupcakes
- Cake pops
- Galletas
- Oreos
- Barquillos
- Donuts
- Manzanas dulces
- Frutos secos caramelizados
- Pétalos de flores caramelizadas
- Flashes
- Polos
- Helados
- Minifondue de chocolate
- Brochetas de frutas
También deberías tener en cuenta si hay invitados con necesidades especiales (celíacos, diabéticos, etc.) y poner algunos dulces que ellos puedan comer.
Ensayo general
Ensaya cómo será la distribución y decoración de tu candy bar antes de montarla en el lugar definitivo, así no te llevarás sorpresas el día de la boda. Coloca los recipientes y bandejas tal y como irán definitivamente y hazle una foto, así luego será más fácil montarlo en el lugar de la recepción tal y como lo has diseñado.
Quién debe encargarse
La candy bar puede ser DiY, siempre que tengas tiempo y maña para ello. En ese caso, debes diseñarla tú, pero debes encargarle el montaje de la mesa a alguien de tu confianza el "día B", porque ese día tú no debes dedicarte a esos menesteres.
También puedes confiar en un profesional de la repostería que se encargue de su diseño y montaje, que les hay que hacer verdaderas obras de arte con las mesas de dulces.
O puedes encargarle la candy bar a tu wedding planner y ella se encargará de todo.
Un consejo plus
Pon a disposición de tus invitados bolsas o cajas en las que puedan servirse los dulces que quieran, sin necesidad de tener que estar pasando constantemente por la mesa. Esto es muy interesante especialmente si hay muchos invitados, así evitarás aglomeraciones en esa zona.
Y, además, servirá para que los asistentes puedan llevarse un dulce recuerdo cuando se marchen de la celebración.
Puedes personalizar las bolsas con vuestros nombres y la fecha, todo un detalle.
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Etiquetas:
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cena,
comida,
dulces,
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02 septiembre, 2015
Cómo Acertar con el Velo de Novia
¿Velo sí o velo no? Una pregunta constante para todas las novias. Si la respuesta es sí, lo más seguro es que te enfrentes a la elección del velo perfecto.
Para que aciertes con tu velo de novia, en este post te doy algunos consejos:
En general
Debe complementar al vestido, no al contrario. Por eso te recomiendo que compres antes tu vestido que tu velo. O al menos, hazlo al tiempo.
El velo sirve para resaltar las partes más destacadas de tu vestido o tus complementos, no para esconderlas.
El estilo del velo siempre debe ir en consonancia con el del vestido. Aunque sea sencillo, siempre tiene que ver con el diseño y la confección del traje de novia.
A la hora de elegir el velo es importante tener en cuenta el tejido y acabado del vestido.
Si tu vestido es de estilo princesa, un velo de encaje o con bordados y pedrería será perfecto.
Si se trata de un traje muy moderno, el velo debería ser sencillo y sin complicaciones.
Si es muy elaborado, opta por un velo sencillo. Si es un traje muy simple, busca darle un toque espectacular con un velo más complejo.
Pide una muestra de tela de tu vestido para llevarlo cuando compres el velo, si es que no lo adquieres en el mismo establecimiento y al mismo tiempo. También te aconsejo que lleves una foto del traje, para que te puedan aconsejar adecuadamente en la tienda.
Las capas
Los velos pueden tener una o varias capas. Eso lo dictará el estilo del vestido, de tu fisionomía y de cómo vayas a llevar el velo.
Por ejemplo, si tienes algún kilo de más evita un exceso de capas de tul, porque te engordarán visualmente.
Si el peinado y el vestido es sencillo, deberías elegir un velo con más de una capa, para darle más esplendor al resultado final.
Y si llevas un traje de novia muy elaborado, lo mejor es buscar un velo de una sola capa y muy sencillo.
El ancho
Los velos estrechos cuelgan detrás de los hombros, así que son perfectos para resaltar cualquier detalle de tu vestido, también para las mangas largas.
Los de anchura media cubren ligeramente los hombros y los brazos, por lo que son apropiados para los vestidos con mangas cortas, sin mangas, con tirantes y de estilo romántico.
Los velos anchos cubren totalmente los brazos, por lo que son ideales para vestidos palabra de honor o con tirantes y para estilos sencillos. En cualquier caso, es el vestido el que pide un tipo de velo u otro.
Otra máxima que debes tener en cuenta es que cuanto más ceñido sea el vestido, más amplio debe ser el velo. Todo es cuestión de proporciones.
El largo
El largo del velo sirve para centrar la atención de la mirada. Por ejemplo, si quieres centrar la atención en una gargantilla, tienes dos opciones. Una es que el velo no sobrepase la barbilla, puesto que el final del velo centrará la atención en su final. Otra es que el velo sea largo y estrecho, porque al estar retirado del rostro, no quitará protagonismo al complemento que quieres mostrar.
Estos son algunos de los largos de velos que te puedes encontrar:
Si no tienes pensado quitarte el velo en la recepción y el baile, te doy un consejo: no elijas un velo muy largo (tipo capilla o catedral), porque te será sumamente incómodo.
Los acabados
Ten cuidado con el acabado del velo, porque los hay con terminación brillo o mate, así que procura que el acabado encaje con el estilo de tu vestido.
No pierdas de vista el color del vestido a la hora de elegir el velo, porque deben combinar con éste y con los complementos. No significa que no le puedas poner otro tono, pero tiene que tener coherencia con el resto del look. Es decir, si llevas un vestido con un cinturón y adornos en negro, nada te impide ponerte un tapafeas en ese mismo color; aunque el traje sea en color marfil.
Los detalles marcan la diferencia del velo. Puedes elegir entre un remate sencillo, cintas de distintos materiales, encajes, bordados, pedrería. Elige esos detalles en función del estilo de tu vestido. Pero procura no recargar demasiado el outfit.
La elección del velo según la fisionomía
Espero haberte des-velado algunas de las claves para elegir tu velo de novia.
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En general
Debe complementar al vestido, no al contrario. Por eso te recomiendo que compres antes tu vestido que tu velo. O al menos, hazlo al tiempo.
El velo sirve para resaltar las partes más destacadas de tu vestido o tus complementos, no para esconderlas.
El estilo del velo siempre debe ir en consonancia con el del vestido. Aunque sea sencillo, siempre tiene que ver con el diseño y la confección del traje de novia.
A la hora de elegir el velo es importante tener en cuenta el tejido y acabado del vestido.
Si tu vestido es de estilo princesa, un velo de encaje o con bordados y pedrería será perfecto.
Si se trata de un traje muy moderno, el velo debería ser sencillo y sin complicaciones.
Si es muy elaborado, opta por un velo sencillo. Si es un traje muy simple, busca darle un toque espectacular con un velo más complejo.
Pide una muestra de tela de tu vestido para llevarlo cuando compres el velo, si es que no lo adquieres en el mismo establecimiento y al mismo tiempo. También te aconsejo que lleves una foto del traje, para que te puedan aconsejar adecuadamente en la tienda.
Las capas
Los velos pueden tener una o varias capas. Eso lo dictará el estilo del vestido, de tu fisionomía y de cómo vayas a llevar el velo.
Por ejemplo, si tienes algún kilo de más evita un exceso de capas de tul, porque te engordarán visualmente.
Si el peinado y el vestido es sencillo, deberías elegir un velo con más de una capa, para darle más esplendor al resultado final.
Y si llevas un traje de novia muy elaborado, lo mejor es buscar un velo de una sola capa y muy sencillo.
El ancho
Si le preguntas al fotógrafo, te dirá que sí al velo |
Los de anchura media cubren ligeramente los hombros y los brazos, por lo que son apropiados para los vestidos con mangas cortas, sin mangas, con tirantes y de estilo romántico.
Los velos anchos cubren totalmente los brazos, por lo que son ideales para vestidos palabra de honor o con tirantes y para estilos sencillos. En cualquier caso, es el vestido el que pide un tipo de velo u otro.
Otra máxima que debes tener en cuenta es que cuanto más ceñido sea el vestido, más amplio debe ser el velo. Todo es cuestión de proporciones.
El largo
El largo del velo sirve para centrar la atención de la mirada. Por ejemplo, si quieres centrar la atención en una gargantilla, tienes dos opciones. Una es que el velo no sobrepase la barbilla, puesto que el final del velo centrará la atención en su final. Otra es que el velo sea largo y estrecho, porque al estar retirado del rostro, no quitará protagonismo al complemento que quieres mostrar.
Estos son algunos de los largos de velos que te puedes encontrar:
- Tapafeas, birdcage o tipo visera. Son velos cortos que llevan hasta la zona de la barbilla. Son ideales para vestidos y novias poco convencionales.
- Al hombro. Llegan hasta la zona de los hombros y son perfectos si quieres llamar la atención en algún detalle del vestido o alguna joya.
- Al codo. Llegan justo hasta la cintura. Son muy versátiles y quedan bien con casi todos los vestidos, salvo los muy formales y recargados.
- Medio o hasta la punta de los dedos. Se mide el largo del velo hasta la punta de los dedos de la novia con los brazos y manos estirados. Son muy populares y encajan con casi todos los estilos, menos los vestidos cortos y los tea length (los que llegan a la pantorrilla).
- Capilla. Es uno de los más formales y lucidos. Llega hasta el suelo y son un poco más largos que la falda del vestido. Quedan muy bien con vestidos con algo de cola y tipo princesa.
- Catedral. Son los más lujosos y protocolarios. Son adecuados para vestidos muy formales, con cola y para lucir en iglesias y catedrales (como su propio nombre indica). Lo suyo son los vestidos princesa y algunos tipo sirena. La cola puede llegar hasta los 2 m., incluso más si se trata de una boda de la realeza.
Si no tienes pensado quitarte el velo en la recepción y el baile, te doy un consejo: no elijas un velo muy largo (tipo capilla o catedral), porque te será sumamente incómodo.
Los acabados
Ten cuidado con el acabado del velo, porque los hay con terminación brillo o mate, así que procura que el acabado encaje con el estilo de tu vestido.
No pierdas de vista el color del vestido a la hora de elegir el velo, porque deben combinar con éste y con los complementos. No significa que no le puedas poner otro tono, pero tiene que tener coherencia con el resto del look. Es decir, si llevas un vestido con un cinturón y adornos en negro, nada te impide ponerte un tapafeas en ese mismo color; aunque el traje sea en color marfil.
Los detalles marcan la diferencia del velo. Puedes elegir entre un remate sencillo, cintas de distintos materiales, encajes, bordados, pedrería. Elige esos detalles en función del estilo de tu vestido. Pero procura no recargar demasiado el outfit.
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La elección del velo según el peinado
Espero haberte des-velado algunas de las claves para elegir tu velo de novia.
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