Consejos para que No Pases Frío en Tu Boda

¿Te casas en invierno? ¡Enhorabuena! Es una época preciosa para celebrar una boda, de eso no hay duda. Aunque la primavera y el verano eran las estaciones nupciales por excelencia, lo cierto es que el otoño y el invierno atraen a cada vez más parejas.


Las ventajas son muchas. Es una elección diferente y con mucha personalidad. La luz tiene unos matices preciosos, más íntimos y románticos. El paisaje es más sobrio, pero con una belleza contenida que enamora. Los costes son menores. Es más fácil recortar la lista de invitados.


Aunque casarse en invierno tiene algunas desventajas, entre ellas el frío. Algo a tener muy en cuenta cuando una se viste de novia. Porque en el día a día, incluso si te vistes de fiesta, te pones un abrigo bien grueso, hasta sobre prendas livianas, y adiós a la tiritona. ¿Y qué ocurre si en lugar de vestirte para ir a trabajar un helado día de enero lo que te vas a poner encima es tu traje de novia?


Las dudas están servidas para la mayor parte de las novias de invierno. ¿Tengo que renunciar al vestido que me gusta? ¿No me podré poner ninguna prenda de abrigo, porque no luciré el vestido? ¿Tengo que pasar frío sí o sí? ¿Acabaré con una pulmonía? ¿Saldré de color azul en las fotos?


Pues la respuesta a todas ellas es no. Puedes lucir un outfit nupcial impecable en invierno sin tener que pasar frío, créeme. Si sigues leyendo el post, te cuento cómo conseguirlo...

Lo básico


A la hora de comprar tu vestido ten en cuenta la época del año en que tendrá lugar la boda y la meteorología habitual de la zona.


Sé realista. Si te casas en invierno, vas a pasar frío. No te hagas falsas ilusiones y sé previsora.


La previsión


Ten presente los lugares en los que estarás expuesta al aire libre y durante cuánto tiempo lo estarás. Prevé cuántos trayectos tendrás que cubrir en el exterior, el lugar en el que os harán las fotos, si alguno de los momentos principales de la boda tendrá lugar al raso, etc. Cuanto más tiempo pases sin estar a cubierto, más abrigada tendrás que estar.


Cuando visites los espacios, comprueba las temperaturas que suelen tener; tanto para la ceremonia como para la recepción. En muchos casos la temperatura interior e interior varían muchísimo, lo que te obligará a llevar un vestido más liviano, aunque luego te pongas prendas de abrigo sobre él. 


A la hora de planificar la boda, procura evitar trayectos al aire libre. Así estarás a la intemperie el menor tiempo posible. 


Pide que la calefacción del coche nupcial sea adecuada a la temperatura exterior y a tu vestuario. 

El vestido


Antes de escoger tu vestido, coméntale a tu modista o a tu asesora la época y el lugar en el que tendrá lugar la boda, así como cualquier detalle importante en cuanto a las temperaturas y la meteorología. 


Si vas a estar mucho tiempo en el exterior y las temperaturas de los espacios de la ceremonia y la recepción no son muy altas, opta por tejidos que te abriguen, por mangas largas y/o por cuellos altos. 

Si el tiempo es frío, a la hora de escoger escote, es mejor decantarse por uno en la espalda que en la zona delantera. 


Elige prendas y complementos que puedas irte quitando según vayas teniendo más calor. Vestirse a capas es lo más cómodo y eficiente en el invierno, así no pasarás ni calor ni frío. 


Una forma de ir más abrigada y diferenciar el momento de la ceremonia y de la recepción es llevar en la primera una falda desmontable en un tejido rico y con algo de volumen.


Si quieres llevar un vestido más ligero, pero no quieres pasar frío, puedes utilizar prendas como abrigos o capas largas para el exterior.


Si no hace mucho frío, pero sí necesitas algo de abrigo, puedes recurrir a las chaquetas, rebecas, jerséis, capelinas o las estolas. 

Los complementos


Los complementos que elijas para protegerte del frío deben encajar con el estilo de tu vestido, con tu peinado y tu maquillaje.


El velo puede ser una buena idea, porque aunque es liviano, ayuda a mantener algo más de calor en la zona que cubre.  

Para mantener tus manos a salvo del frío puedes utilizar manguitos, guantes o mitones en el exterior. Ten en cuenta que si tienes las manos heladas, no podrás ponerle el anillo a tu pareja durante la ceremonia, porque los dedos no te responderán. 


También puedes recurrir a las socorridas bufandas. Las hay preciosas, con colores y tejidos de lo más nupcial. Si las llevas colocadas con estilo, pueden hacer subir muchos puntos a tu outfit nupcial.


Las medias son una gran elección en bodas de invierno, porque mantendrán tus piernas más calentitas.  


Los zapatos, mejor cerrados, aunque a todas nos gusten mucho las sandalias. En invierno tu calzado debe ser tan bonito como práctico. 

Otro tipo de calzado a tener en cuenta en invierno son las botas y botines. En el mercado los puedes encontrar con diseños muy apropiados para una novia y serán de lo más confortable.


Otro truco que te puede ayudar a mantenerte más calentita en tu boda invernal es lucir el cabello suelto, sobre todo si tienes la melena larga y abundante. 


Un truco especial...


Y por último un remedio de lo más casero y eficaz que utilizan algunas celebrities en la alfombra roja durante eventos de invierno: friegas de alcohol de romero antes de ponerte tu vestido. Este alcohol genera calor, lo que te mantendrá a salvo del frío, al menos rato.





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Pétalos, Arroz y Confetti: Manual de Uso

Una ceremonia que no finaliza con los novios pasando a través de una nube de pétalos, de arroz o de confetti casi no parece una boda. Es uno de esos pequeños detalles que diferencian a una ceremonia nupcial de otro evento cualquiera, como el ramo de novia o los anillos.

 
Y como todos los detalles, pequeños pero importantes, deben cuidarse mucho. Así que en este post vas a encontrar un manual de uso para los pétalos, el arroz, el confetti o cualquier otro elemento que vayan a arrojaros cuando abandonéis el espacio del enlace.

 
Te invito a que sigas leyendo...

 
1.- No dejes que los invitados tomen la iniciativa. Si no pones a su disposición unas bolsitas con arroz, unos conos con confetti o unas cajas con pétalos en una zona bien visible, por ejemplo, puede que los asistentes se animen por su cuenta y riesgo a lanzaros cualquier cosa a la salida de la ceremonia: garbanzos, judías, monedas de céntimo... Y no estoy exagerando. 


Si ya hay algo que sirva para festejar vuestra salida, bonito y bien presentado, es más difícil que se atrevan a utilizar lo que hayan llevado de casa como broma. Por otra parte, el no permitir que los asistentes sean espontáneos en este sentido, os puede ahorrar más de un disgusto, puesto que hay espacios que prohíben expresamente que se lance arroz o confetti, entre otros, porque ensucian bastante; o que incluso obligan a pagar la limpieza a los novios.

 
2.- Elige elementos que no manchen el espacio o a los invitados. Algunos de los que deberías evitar: pétalos que tinten (investiga cuáles son las flores que manchan), arroz teñido (si no está coloreado adecuadamente), purpurina, pompas (hay jabones que manchan las telas delicadas)...


3.- Escoge elementos y contenedores que tengan que ver con el estilo, decoración y temática de la boda.

 
4.- Procura evitar los que sean vulgares y sin personalidad, porque aunque sea un detalle menor puede deslucir la ceremonia. Y que sean bonitos y personales no implica gastar mucho dinero, porque tienes opciones DiY o con un bajo coste a tu disposición. Todo está en los pequeños detalles. 

 
5.- El arroz es todo un clásico, aunque tienes muchas otras posibilidades: pétalos, flores secas, confetti, minipompones, palomitas de maíz (sin mantequilla ni azúcar), mariposas de papel de seda, serpentinas... Incluso puedes recurrir a elementos que no se lanzan, como las wedding wands, los globos o las bengalas.

   

6.- Si vas a enviar bolsitas o recipientes con pétalos, arroz o confetti junto con las invitaciones de boda, no te creas que podrás olvidarte de ellos, porque la mayor parte de los invitados no se acordarán de llevarlos el día de la boda. Así que planifica la misma cantidad que si no hubieses enviado nada con las invitaciones, salvo que quieras que no os lancen nada al final de la ceremonia.

 
7.- Ten previstos contenedores: conos, bolsitas, moldes de muffin, cajas... La idea de poner cestas o cajas para que los invitados tomen un puñado no es la mejor. Los primeros tomarán mucha cantidad y los últimos no podrán hacerse ni con un pellizquito de pétalos o de confetti. Por no hablar de que una gran parte terminará en el suelo, incluso se corre peligro de que la cesta o la caja termine en el suelo antes de que todos hayan tomado su puñadito. 

Confetti en bolsas de celofán

Otro ejemplo de contenedor: un molde de muffin o magdalena

Una elección sencilla y económica: una bolsita de organza

Y todo un clásico: en cono o cucurucho de papel. En este caso se ha utilizado papel handmade

   

8.- Puedes situar los contenedores en cestas o cajas, pero también puedes ponerlos en las sillas en las que se sienten. En el caso de las cestas y cajas, te aconsejo que las sitúes sobre una superficie lisa y suficientemente grande para evitar que se vuelquen; y siempre cerca de la zona de la ceremonia y bien a la vista de los invitados. Si los vas a poner en las sillas, puedes colgarlos o colocarlos sobre el asiento.

 
9.- Coloca algún tipo de señalización que indique qué queréis que los invitados hagan con ello. Esto es especialmente importante cuando se trata de elementos poco comunes. Todo el mundo sabe qué se hace con el arroz, que siempre se lanza al final de la ceremonia, pero puede que los asistentes se despisten si colocas flores secas o palomitas, porque muchos no sabrán para qué están ahí.


10.- Pídele a alguien de confianza que se encargue de entregar los contenedores y de supervisar a los invitados a la hora de lanzároslo. Te va a facilitar mucho las cosas. Si hay muchos invitados tendrás que pedirle ayuda a varias personas... o contratar el servicio de wedding planner o coordinación de bodas.

 
11.- Pide permiso al responsable del espacio. En algunos casos prohíben terminantemente que se lance cualquier cosa que pueda ensuciar la zona de la ceremonia y en otros ponen restricciones a determinados elementos como el arroz, el confetti o las bengalas. Pregunta antes de tener un problema el día de la boda.

 
12.- Consulta acerca de la limpieza posterior. En ciertos lugares pueden exigirte que seas tú quien se encargue de la limpieza o pueden pedirte una cantidad por ese concepto, que en algunos casos puede alcanzar varios cientos de euros, doy fe de ello. 


En caso de que seas tú quien debe ocuparse de la limpieza, como evidentemente no podrás hacerlo tú ese día, tendrás que pedirle a alguien que lo haga.

   

13.- Delimita una zona para lanzar los pétalos el arroz o en confetti. Es importante que los invitados sepan dónde se arrojan estos elementos y dónde no, puesto que conviene que esa tormenta de arroz o confetti esté acotada para que sea más lucida, para que las fotos sean más espectaculares y para que el espacio se manche lo menos posible. 

   

14.- Explícale al fotógrafo dónde se lanzarán esos elementos, para que pueda prepararse para las fotos. Este detalle, que parece una nimiedad puede ayudar al profesional a que obtenga fotografías más especaculares, puesto que esas tormentas de color son más efectistas cuanto más densas son.

 
¿Qué lanzarán en tu boda?





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Ventajas e Inconvenientes de Casarse en una Finca

Muchas parejas que comienzan a organizar su boda se plantean el tipo de lugar en el que celebrarla. ¿Finca o espacio urbano? Lo cierto es que es difícil elegir. Hace unas pocas décadas no había más opciones que el salón de bodas, el restaurante o el hotel. Ahora lo que sobran son posibilidades, porque además de todas las anteriores, los novios pueden decantarse por casas rurales, lofts, salas de museos, palacetes, castillos, antiguas iglesias o monasterios... y fincas.


Porque las fincas son unos de los espacios preferidos de muchas parejas.


Para ayudaros a elegir, en este post quiero contaros cuáles son ventajas e inconvenientes de celebrar la boda en una finca. Una vez que las conozcáis os aconsejo que analicéis vuestros gustos, vuestras necesidades, el número y tipo de invitados que asistirán y el estilo de boda que queréis; así podréis saber si las fincas son adecuadas para vosotros o no.


No doy más rodeos y os cuento las ventajas e incovenientes de estos espacios...

Ventajas

• Están alejadas de la gran ciudad, lo que proporciona tranquilidad y privacidad.

• En la mayoría de los casos es más fácil conseguir la exclusividad de las instalaciones.

• Los espacios, en general, suelen ser más grandes que en los que se encuentran en las zonas urbanas.

• Las fincas tienen espacios en interior y en exterior, por lo que son muy versátiles a la hora de organizar la boda, decorarla y adaptarse en caso de que sea necesario un "plan B".

• Son perfectas si se quiere celebrar la ceremonia en el exterior.

• Suele haber zonas habilitadas para que los invitados puedan aparcar sus vehículos particulares. Algo a tener en cuenta también si habéis previsto autobuses para trasladarles, puesto que en las calles pequeñas de la ciudad suele ser complicado que paren para que suban y bajen los invitados o para que los conductores puedan estacionar con facilidad.

• Es más fácil que se permita la personalización casi completa de la boda, tanto en ubicación de los distintos escenarios como en la decoración.

• La naturaleza, los espacios exteriores y las edificaciones con un cierto aire rural permiten crear ambientes diferentes a los de los espacios urbanos. 

• Si no tiene zona urbana cerca, no es necesario preocuparse por el volumen de la música ni por la hora de finalización, más allá de la que imponga la dirección de la finca.

• Si va a haber niños invitados a la boda, una finca es un espacio mucho más amigable para ellos, puesto que pueden jugar y correr con mayor libertad. También es posible instalar animaciones de gran tamaño como castillos hinchables, organizar gincanas, ofrecerles minidiscotectas...

• Las fotografías de exterior de la boda pueden ser magníficas al tener la naturaleza y los edificios singulares y rústicos como escenario.

Inconvenientes

• La distancia puede convertirse en un inconveniente para los invitados, si deben hacer un viaje de muchos kilómetros hasta la finca. Esto es aún más negativo si la ceremonia se celebra en otro lugar, lo que implica un viaje más. A muchos invitados no les termina de gustar tener que pasar demasiado tiempo sentados en el coche vestidos con sus mejores galas. Por no hablar de que luego deben volver a la ciudad una vez que haya terminado la boda, ya cansados.

• Las fincas están lejos de las zonas pobladas, lo que implica que es más difícil responder a los imprevistos, desde encontrar una mercería para comprar unas medias de repuesto a encontrar un centro de salud para una urgencia.

• El suelo, en muchos casos, puede tener unas condiciones poco adecuadas para caminar sobre él. En las fincas es muy frecuente encontrarse con suelos de tierra, grava, césped, arena o adoquines, lo que dificulta mucho el tránsito por ellos, sobre todo para invitadas con tacones de vértigo. En este caso se imponen los protectores de tacones o tarimas.

• En ciertos casos os encontraréis con problemas de acondicionamiento: falta de aseos, necesidad de contratar generadores eléctricos, ausencia de aire acondicionado o calefacción en las zonas interiores... Esto supone que tendréis que prever todos estos detalles... y pagarlos.

• La pista de baile puede ser un problema, porque no todas las fincas disponen de ella o no tiene unas condiciones mínimas de uso. Esto implica que tendréis que contratar una tarima, lo que significa un buen pellizco para el presupuesto.

• Algunas fincas no disponen de cocina propia, incluso no tienen unas instalaciones adecuadas para que pueda trabajar el catering.

• Si la finca tiene espacios interiores pequeños, os obligará a utilizar el exterior si los invitados son numerosos, por lo que estaréis a merced de la meteorología. El mal tiempo también puede complicar las cosas si el trayecto desde el aparcamiento a las instalaciones de la finca es largo y no está en buenas condiciones (barro, césped...). Mi consejo es que, según la época del año o si la zona es lluviosa tengáis prevista una carpa si una buena parte de la boda tendrá lugar en el exterior.

• El calor, el frío y la lluvia tienen más peso en la organización de la boda, puesto que la climatización de los espacios es más compleja. Es necesario tener previstos los cambios de temperatura entre el día y la noche, sobre todo en zonas de montaña o que están cerca de ríos y embalses. Y también hay que prever cómo luchar contra los elementos, por si acaso, que variarán según la zona geográfica y la época del año: parasoles, gafas de sol, abanicos, sombreros, mantitas, estufas tipo seta, etc.

• Los insectos pueden incomodaros, tanto a vosotros como a los invitados. Esto ocurre sobre todo en zonas muy agrestes o que estén cerca del agua.

• Y por último y no por eso menos importante, hay fincas que están celebrando bodas y que no cuentan con licencia para esta actividad, lo que puede suponer un problema grave si la administración decide cerrar las instalaciones sin previo aviso. No será la primera pareja que se queda sin el dinero pagado de antemano... y sin celebración a pocos días de su enlace.

¿Elegiréis una finca para vuestra boda?






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Cómo Caminar por el Pasillo Nupcial

¿Os habéis imaginado cómo será el momento de caminar por el pasillo nupcial? ¿Y os habéis preguntado cuál es la forma de acceder a él, de caminar o con quién entrar?


Y es que es un momento que impone, no nos vamos a engañar. Entre los nervios porque se acerca el momento de la ceremonia, no saber qué es lo que se hace en ese caso, el miedo escénico por tener a tanta gente pendiente de vosotros y el pánico por la posibilidad de tropezar, el camino por el pasillo nupcial puede ser estresante.


Por eso, a continuación encontraréis algunos consejos que os harán más fácil caminar hacia el altar.

Cómo entrar en la zona de la ceremonia


Si hay dos bloques de asientos para invitados y un solo pasillo nupcial, los novios accederán siempre por este. Primero accederá el novio con la madrina y después la novia con el padrino. En caso de que el cortejo nupcial incluya a damas de honor, damitas y pajecillos, os aconsejo que leáis nuestro post sobre el protocolo a la entrada y salida de la iglesia o juzgado.


Si no se puede hacer un pasillo y sólo hay un bloque de sillas frente a la mesa de ceremonias, tendréis que entrar cada uno por un lateral hasta llegar a la zona de la ceremonia.

Si hay 3 columnas de sillas y dos pasillos nupciales, porque el número de invitados o la disposición del espacio lo imponen, es importante que cada uno de los dos elijáis para entrar el pasillo más cercano a la silla en la que os vayáis a sentar en la ceremonia. El protocolo dice que la novia se sienta en la zona izquierda y el novio a la derecha (según se mira hacia el altar o mesa de ceremonias).

Cómo caminar por el pasillo


Procurad caminar con la espalda recta, la cabeza alta y sin mirar hacia abajo constantemente. Para no tropezar podéis dirigir la mirada de vez en cuando al suelo, pero moviendo únicamente los ojos, no la cabeza.


Dirigid la mirada alternativamente al frente y a los invitados que os esperan en sus asientos y sonreídles, al fin y al cabo están allí por vosotros.


Pedidle al coordinador del espacio o a vuestra wedding planner que compruebe que la alfombra, la moqueta o la tarima estén en buen estado, que no tengan desniveles ni bordes levantados, es la mejor forma de no tropezar.

También es conveniente que la decoración del  pasillo nupcial no estorbe el paso de ningún integrante del cortejo nupcial. 


Para las novias: aseguraos de que la modista o la asesora de la tienda de novias os enseña cómo caminar con el vestido para no dar ningún traspié.


Con quién entrar


Con la madrina o el padrino. La opción más tradicional. En las bodas católicas prácticamente es imposible hacerlo de otro modo.


Del brazo de una persona importante que no sea ni la madrina ni el padrino. Es una elección que tiene más en cuenta las emociones que el protocolo. Por ejemplo, si el padre de uno de los dos va a actuar como padrino, pero el padrastro es alguien a quien también queréis y respetáis, podéis pedirle a éste último que os lleve al altar y al padre que ejerza de padrino. En vuestra boda, al fin y al cabo, sólo hay dos personas que deciden: vosotros dos.


Del brazo de ambos padres, con la novia o el novio en medio. Tampoco es una forma convencional de andar por el pasillo nupcial, pero así no tendréis que renunciar ni a vuestro padre ni a vuestra madre en un momento tan especial.


La novia y el novio solos y por separado. Una elección para valientes, que es perfecta si no os gusta mucho la idea de que os entreguen en el altar, porque os consideráis muy independientes, o si tenéis problemas a la hora de encontrar una madrina o un padrino.


La novia y el novio juntos. No es algo frecuente, pero es una bonita opción. Podéis encontraros en la puerta de acceso al lugar de la ceremonia para mantener el misterio y entrar del brazo. Por cierto, esta fue mi elección el día de mi boda. No soy supersticiosa ni tradicional, como podéis imaginar...

Cómo salir


Debéis salir siempre por el pasillo nupcial. Aunque los invitados insistan en felicitaros al finalizar la ceremonia, deben permitiros caminar por el hasta la salida como matrimonio. Es importante que os luzcáis al entrar y también al salir.   

 
Os deseo que el camino por el pasillo nupcial sea una experiencia maravillosa, porque es un viaje muy corto para llegar al destino más grande de todos: la pareja que os espera para daros el sí, quiero.




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Consejos para Señalizar la Boda

Una boda ya no se entiende sin su correspondiente señalización. Si haces memoria, no habrás asistido a una boda últimamente en la que no haya habido por doquier pizarras, carteles, señales o banderas con todo tipo de información y otros contenidos.


Y lo cierto es que, al margen de las modas nupciales, la señalización es básica para la organización de cualquier tipo de evento, puesto que sirve para transmitir información a los invitados, desde darles la bienvenida a la situación de los diferentes espacios.


Aunque en algunas bodas, incomprensiblemente, se utiliza únicamente para decorar, sin ninguna finalidad. Esto se debe probablemente a que no están organizadas por alguien con experiencia en eventos en general, que enfoca la señalización hacia la estética (y no siempre con éxito) en lugar de a la utilidad. Y es que a muchos niveles y salvando las distancias, una boda se organiza casi como un evento de empresa.


Para que utilices la señalización con éxito en tu boda, aquí tienes algunos consejos útiles que te invito a leer.

Consejos básicos

• Es importante tener presente que, antes que decorativa, la señalización debe ser práctica. La finalidad de los carteles y mensajes en una boda es informar y transmitir mensajes de forma general a los invitados. Y si son bonitos, mucho mejor.

• Los carteles y señales deben ser legibles. Para esto es imprescindible escoger el tamaño y la tipografía adecuados. Recuerda que debe primar la utilidad sobre la estética, aunque lo ideal es aunar las dos.

• Tienen que estar situados en un lugar visible. Es importante que las señales y los carteles estén colocados en zonas de paso para los invitados, a una distancia apropiada y sin nada que los tape. Ante la duda, camina por el mismo lugar que pasarán los invitados para comprobar si se ven sin problemas.

• Es fundamental que sean suficientemente resistentes y estables. Utiliza soportes y materiales que permitan que la señalización se mantiene en su lugar y en perfecto estado hasta el final de la celebración. Ojo a la meteorología, porque si llueve o hacer viento tendrás que redoblar las medidas de sujeción y seguridad.

• Deben tener un diseño que armonice con la decoración y con el entorno. Es importante que el estilo encaje con el ambiente general que quieres crear. 

• Procura que los materiales, las texturas, los colores y los tipos de letra sigan la misma pauta que el resto de la decoración de la boda, o al menos que no sean discordantes.

• Es importante emplearlos en la cantidad adecuada. Como te he comentado antes, la señalización tiene que ser práctica, por eso no debe ser excesiva ni quedarse corta. Si hay muchos carteles y la mayor parte de ellos son inútiles, los invitados terminarán por ignorarlos, con lo que tus esfuerzos (y tu dinero) no  habrán servido para nada. Por no hablar de que muchos de los asistentes pueden tener la sensación de que les estáis tratando como si fuesen torpes. Y si no son suficientes, pueden sentirse perdidos.

Dónde emplear la señalización


Aquí tienes algunas sugerencias para utilizar la señalización. Dependiendo del espacio, de si vas a celebrar la ceremonia y la recepción en el mismo lugar o no, de la época del año, del número de invitados o de la complejidad del evento, necesitarás utilizar algunos de ellos... o casi todos.

• En la entrada al recinto en el que se va a celebrar la boda. Puedes utilizar un cartel colgante o de pie, un atril o un marco grande, por ejemplo. Si tendrá lugar en una finca, conviene poner dos carteles, uno que se vea desde la carretera y otro en la entrada interior del recinto. El el caso de la señalización exterior es vital que se visible desde cierta distancia. Por cierto, si lo colocas en la carreteras ten cuidado de no tapar señales de tráfico, indicaciones existentes o publicidad. Y retíralos según termine la boda, por supuesto.

• Para indicar la zona de aparcamiento. Si se trata de un recinto grande o en el que se celebren varias bodas al mismo tiempo, es conveniente señalar la zona donde pueden estacionar los invitados.

• Como bienvenida. Puedes poner un cartel de bienvenida en la entrada, como cortesía para los asistentes.

• Cómo programa general de la boda. Puedes colocar un cartel con el programa en una zona visible y en la zona de acceso para los invitados. Así te ahorrarás el programa de mano y podrás utilizarlo como elemento decorativo. Puedes utilizar pizarras, tablas de madera pintada, ventanas antiguas recicladas, espejos, marcos de madera, etc.

• Para señalar las zonas en las que tendrán lugar los diferentes momentos de la boda. Si ceremonia, cóctel, recepción y fiesta tendrá lugar dentro de un mismo recinto, es recomendable informar mediante señales y carteles dónde tendrá lugar cada uno.

• A modo de programa de la ceremonia. Antes me he referido al programa general, aunque si prescindes de él, puedes colocar un programa específico para la ceremonia. Esto es interesante si la música está muy cuidada, si va a haber muchas intervenciones o si va a tener lugar una ceremonia simbólica.

• A la entrada de la ceremonia. Como indicación de que se está entrando en la zona de la ceremonia. También se puede sustituir por un cartel o banda al comienzo del pasillo nupcial, con alguna frase del estilo de "aquí comienza todo", "éste es el principio de nuestra vida en común".

• En los asientos reservados. Si vas a reservar sitio para los familiares o amigos más cercanos, puedes colocar marcos o tablillas con el nombre del invitado o la palabra "reservado".

• En la zona en la que se coloque el arroz, el confetti, los pétalos o los pañuelos para las lágrimas de felicidad. Si quieres colocar las bolsitas o conos con el arroz en una mesa o cesta para que cada invitado tome uno y pueda arrojarlos tras la ceremonia, debes colocar un cartel que indique claramente dónde está y lo que quieres que hagan con ello. Lo mismo para los pañuelos.

• Para la llegada de la novia, los anillos o las arras. Puedes preparar carteles para que los lleven los niños con las frases: "aquí viene la novia", "aquí viene el amor de tu vida", "corre, todavía estás a tiempo...", "ya llega el novio", "aquí están los anillos"...

• Para indicar el hastag que se ha escogido para la boda y las redes sociales en que compartir fotos y comentarios. Es una manera estupenda de fomentar la participación de los invitados y de filtrar (un poco) lo que se va a compartir.

• Para señalar cuál es la zona en la que se celebrará el cóctel y/o la recepción. Sólo si el acceso no es directo, si se celebran varias bodas en el mismo recinto o si la zona del cóctel y la del banquete están muy alejadas.

• Para el seating. Tus invitados deben saber dónde se sentarán dentro del salón, así que es imprescindible que coloques un cartel u otro tipo de soporte en el que lo puedan ver claramente.

• Para marcar las mesas. Aunque coloques el seating visible, también tendrás que identificar las mesas para que los asistentes puedan encontrar la suya.

• En la zona de los corners y barras. Puedes poner carteles para identificar las distintas estaciones de comida o alimentos poco conocidos. También para dar instrucciones o recomendaciones acerca de los diferentes platos.

• Para indicar dónde se celebrará el baile y la barra libre. Únicamente si están alejados de la zona de la recepción.

• Para señalar la zona del photocall o el photo booth o de la animación. Y también puedes añadir instrucciones acerca de cómo usarlos o dónde están los complementos.

• Para indicar dónde estará la zona lounge, si es que la has previsto, sobre todo si el acceso no es sencillo.

• En las zonas en las que se colocarán los detalles para los invitados. Si vas a poner abanicos, sombrillas, sombreros, gafas de sol, pashminas, mantitas, protector solar, bailarinas u otros detalles a disposición de tus invitados, indícalos. Esto también válido si vas colocar los regalos para los asistentes en mesas o cestas y para los kits de cortesía para los baños.

• Para señalar los aseos. Si los baños no están muy cerca de los diferentes espacios, coloca señales en la zona de acceso y en la misma puerta si es necesario.

• Para transmitir cualquier mensaje a los invitados. Si quieres darles las gracias por su asistencia, si te apetece compartir con ellos alguna frase o algún pensamiento, puedes emplear algún cartel o marco para ello.

¿Pondrás carteles y otro tipo de señalización en tu boda? ¿Cómo será?





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Motivos para Celebrar una Boda Pequeña

Me encantan las bodas pequeñas, no puedo evitarlo. Me gusta organizarlas para otros, incluso la mía también fue una boda íntima, con poco más de 30 invitados.


Como wedding planner me atrae la facilidad para personalizarlas, la emotividad de la ceremonia, la implicación de los invitados y la posibilidad de centrarme en la calidad en lugar de en la cantidad.


De hecho, la mayor parte de las bodas que he organizado en los últimos años han tenido un número reducido de invitados, rondando los 70 de media.


Si os estáis planteando cómo será vuestra boda, a continuación quiero daros algunos motivos para celebrar una boda pequeña que quizás os convenzan.

La organización


Aunque la organización de una boda es un asunto complejo de por sí, si se trata de una boda pequeña, el estrés y el trabajo se reduce en cierta medida.


Podréis preparar la boda con menos antelación que en el caso de las celebraciones más numerosas.


Podréis centraros en lo realmente importante. Una boda con muchos invitados requiere mucho trabajo y es muy fácil perderse en los detalles, en lugar de poner el foco en lo primordial: compartir vuestro compromiso mutuo con familia y amigos, agradeciéndoles su presencia con una fiesta. Es más importante saludar y charlar un rato con cada uno de los invitados, que perder el sueño porque no encontráis servilletas de lino en el mismo tono rosa lavanda que las flores de los centros de mesa.


Si queréis casaros fuera de vuestro lugar de residencia (destination weddings), una boda pequeña es la solución. La propia organización, los traslados y el alojamiento se organizan mejor para un número limitado de invitados.

El ahorro


Ahorraréis dinero, puesto que al reducirse el número de asistentes también se reduce el presupuesto. Aunque si no tenéis problemas en ese sentido, el hecho de recortar la lista de invitados os permitirá gastar más en la calidad y cantidad de los detalles y la personalización. O podréis invertir más dinero en la Luna de Miel, algo a tener en cuenta.  


Los invitados


Os obligaréis a elegir cuidadosamente a los invitados, eliminando compromisos y personas con las que no tengáis una relación estrecha.


Al restringir el número de invitados compartiréis ese día sólo con las personas que realmente os importan, lo que convertirá la boda en un momento realmente emotivo y especial.


Vuestros invitados se sentirán más cómodos, puesto que estarán en confianza. Incluso si algunos no se conocen entre sí, es más fácil que interaccionen en un grupo reducido que en uno muy grande. 


Podréis relajar el dress code de los invitados. O incluso pedirles que lleven un vestuario poco convencional: que vayan todos vestidos de un mismo color, que lleven trajes relacionados con la temática de la boda... Si hay muchos asistentes, es más difícil rebajar la formalidad  o imponer un código de vestuario fuera de lo normal.


Los invitados podrán participar en la boda, o al menos la mayoría de ellos. En la organización, leyendo en la ceremonia, participando en la ceremonia simbólica, en la animación...

La ceremonia y la recepción


A la hora de encontrar el lugar para celebrar la ceremonia y la recepción podréis acceder a espacios originales y sorprendentes. Un número reducido de asistentes abre todo un mundo de posibilidades para encontrar lugares perfectos para la boda: la casa familiar, un chalet de alquiler, un loft, una casa rural, un jardín, un reservado en un restaurante, una pequeña bodega, un molino, una ermita, una sala en un pequeño ayuntamiento... Si bien es cierto que, si la boda es muy pequeña, no interesaréis como clientes en los espacios estándar en hoteles y fincas, que suelen estar diseñados para bodas con más invitados.
 

Encontrar fecha libre en los espacios pequeños y diferentes es más fácil que si se trata de los lugares más convencionales, puesto que suelen estar muy solicitados.


La ceremonia es más personal y emotiva. Las razones: si la relación con todos los invitados es cercana os será más fácil mostrar vuestros sentimientos, os sentiréis menos cohibidos a la hora de pronunciar los votos, las personas que participen durante la boda se sentirán más cómodas al hablar ante un público reducido y las ceremonias simbólicas tendrán más sentido.


La comida y bebida en la recepción podrá ser más creativa y de más calidad, incluso aunque no dediquéis mucho dinero a cada cubierto. Si en una finca con salones para 200 personas sugerís que os cambien un plato del menú, probablemente se muestren reacios; si le pedís lo mismo a una empresa de catering, para 50 en lugar de para 200, no tendréis ningún problema en personalizar el menú en todo o en parte. 

 

La decoración


Podréis crear decoraciones muy especiales. Como los espacios serán más pequeños, podréis dedicarle más tiempo y recursos a la decoración. Y, por otra parte, en lugares que no suelen celebrar demasiadas bodas, son más flexibles a la hora de permitir una decoración más elaborada. 


Si queréis una boda DiY os será más fácil dedicarle trabajo y tiempo a todos vuestros proyectos. Si la boda es muy grande os será materialmente imposible dedicaros al handmade bodil.

Las fotos


El fotógrafo podrá hacer fotos más creativas y emotivas, puesto que no estará obligado a perder tiempo (y paciencia) en mil y una fotos de grupo. Y como vosotros os sentiréis más cómodos que en una boda multitudinaria, las fotografías reflejarán ese estado y serán increíbles.


Y más...


La boda será más divertida, porque al estar en confianza todos estaréis más relajados y con ganas de fiesta. Incluso es más fácil preparar sorpresas y animación para todos.


Os será más fácil pasar tiempo juntos ese día, puesto que no tendréis que estar saludando a decenas de personas y preocupándoos de que todo esté en orden.


¿Cómo será vuestra boda? ¿Íntima o al más puro estilo boda de la realeza?





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La primera vez que apareció el post Motivos para Celebrar una Boda Pequeña fue en el blog de ¿Quien Dijo Boda?



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