20 noviembre, 2024

Exigencias de los Novios a los Invitados: ¿Razonables o Disparatadas?

Hasta hace unos años los novios, como mucho, pedían a sus invitados dos cosas: que confirmasen la asistencia y que siguieran un cierto código de vestuario. Pero con el tiempo esas peticiones se han convertido en muchos casos en exigencias, se han multiplicado y se han vuelto cada vez más complejas.


Desde mi punto de vista esto tiene que ver con las propias bodas, que se han convertido en algunos casos en eventos muy elaborados, casi producciones cinematográficas, en los que sus participantes deben seguir el guion al pie de la letra para que todo salga como la pareja desea. También quizás tiene mucho que ver las personalidad de los propios novios. Y tampoco se puede perder de vista que hay invitados que ya no conocen (ni respetan) las reglas básicas de educación y cortesía.


Tengo que decir que algunas de estas peticiones me parecen muy razonables, mientras que otras me horrorizan, tanto desde el punto de vista personal como profesional. Y precisamente en este post quiero compartir con vosotros una recopilación de esas exigencias a los invitados por parte de los novios, unas respetables y otras realmente disparatadas, procedentes algunas de la experiencia y otras de medios de comunicación y redes sociales.


Exigencias de los novios a los invitados: ¿razonables o disparatadas?


Una pareja de Houston (EE.UU.) pidió a los invitados que abonasen una entrada de 450 dólares (unos 400 euros) para asistir a la boda. En este caso todas las personas rechazaron la invitación con el consiguiente enfado de los novios, que afirmaban que la celebración no era barata y que no entendían que fuesen capaces de gastar cantidades mayores en otros eventos como conciertos y que no quisiesen hacerlo en su boda. Aunque hay quien les ganó, porque otros tortolitos llegaron a pedir 1.000 dólares...


Muchas parejas exigen como regalo dinero en efectivo. Sólo cash, nada de regalos. Seguro que alguna vez os habéis encontrado con una petición así. 


Y siguiendo con el tema del dinero, en algunos países (México, Polonia, Portugal...) se sigue la costumbre de colocar billetes con alfileres sobre la ropa de los novios como forma de atraer la buena suerte y la abundancia al matrimonio (además de servir como apoyo económico a la pareja). Este ritual no tiene nada de malo, pero sí que extraña que una pareja haya encargado a un par de personas que verifiquen in situ que los billetes que los invitados les prenden sobre el traje son auténticos y no falsificaciones.


Billetes de euro colgados con pinzas de una cuerda

 

Unos novios en EE.UU. informaron a la familia de la fecha en la que iba a contraer matrimonio y, cuando se acercaba la fecha y los supuestos asistentes preguntaron por la invitación y el lugar y hora de celebración, les dijeron sin sonrojarse que no tenían dinero y que se iban a casar en una boda íntima en Las Vegas. Eso sí, esas personas (que ya no acudirían a la boda) recibieron un mensaje en el que les remitían a la lista de bodas, con la coletilla de que sólo querían regalos, no dinero.


En otra boda los novios crearon dos listas de invitados, los VIP y "la plebe". Los primero disfrutaron del banquete, una tarta exquisita y la barra libre. Los segundos asistieron al banquete, pero tuvieron que esperar a que los primeros terminaran de comer para hacerse con las sobras... y les sirvieron una tarta de esas que se compran en el supermercado y que se presentan en una caja de plástico. 

 

Otros novios no permiten que los invitados acudan con acompañantes, o lo si lo hacen, exigen que estén prometidos o que ya hayan contraído matrimonio, como hizo Tamara Falcó en su boda con Íñigo Onieva.  


Y también están aquellos que no permiten niños en la boda, algo que no suele ser muy popular entre los padres que tienen retoños. Es una elección, desde luego, lo curioso es que algunas parejas sí que llevan a sus propios hijos a su boda, mientras impiden que lo hagan los invitados con los suyos. 


Niña pequeña llevando los pétalos en la ceremonia

 

Una influencer venezonala pidió a los invitados a su boda que rellenasen un formulario para crear un catálogo de solteros a fin de "ayudar" a que sucediese eso de que "de una boda sale otra".  En el formulario pedía que informasen de su estado civil, de su cuenta en redes sociales, una foto y una breve descripción. Y aquí en España hubo una pareja que creó un periódico de su boda en el que había una sección de "solteros".


Una creadora de contenido en TikTok y su pareja pidieron a sus invitados que llevasen su propias bebidas alcohólicas, y lo hicieron a través de la propia invitación. Aunque sí sirvieron vino, cócteles y bebidas para los brindis, no lo hicieron en cantidad suficiente para que los asistentes acabasen embriagados. Si querían hacerlo, el gasto debía salir de su bolsillo, no del de los novios. 


Pareja de novios besándose con los invitados rodeándoles y brindando

 

He llegado a leer (con horror) que hay novios que piden a los invitados que actúen como camareros para ahorrarse el dinero del servicio. O incluso llegan a pedirles a algunos asistentes que se encarguen de cuidar y entretener a los niños.


Hay muchas parejas que impiden el uso de teléfonos móviles a sus invitados. Y no estoy hablando de aquellos que van a vender la exclusiva del evento o las que viven de la publicación de contenidos en redes. Es comprensible que no deseen que los asistentes dificulten el trabajo de los fotógrafos, el curso de la ceremonia o incluso que vulneren su propia intimidad y la del resto de los invitados, pero exigir que dejen sus dispositivos en casa o guardados en taquillas es otra cosa muy diferente. 


Invitados tomando fotos con sus móviles en la ceremonia de boda

 

Otros incluso llegan a prohibir que se compartan fotos de la boda en redes sociales o que se utilicen etiquetas. 

 

Y hablando del dress code, hay cada vez más novios que exigen a los asistentes cierto tipo de vestuario, algo que podría ser comprensible. Pero también prohíben cierto tipo de atuendos, como que las invitadas no lleven vestido blanco o de colores pastel muy claros que se confundan con él, o también que los invitados que no son el novio o el padrino lleven chaqué (si ellos no van a vestir esa prenda). Y estas dos prohibiciones son lógicas y razonables, aunque no lo son otras como evitar la falda corta (o el vestido largo), los tacones altos o incluso el maquillaje excesivo. 


Hombre con traje y corbata

 

Otro que los requisitos cada vez más habituales es pedir a los invitados que no aprovechen la boda para hacer una petición de matrimonio, anunciar una boda o un embarazo. Hacer algo así es algo muy desconsiderado para con los novios, pero es algo tan frecuente que las parejas se ven obligadas a prohibirlo de forma expresa, incluso recogiéndolo en las invitaciones.


¿Qué opináis de estas exigencias a los invitados? ¿Estáis de acuerdo o las consideráis excesivas?



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12 noviembre, 2024

Bordados con los que Personalizar el Velo de Novia

¿Has pensado en llevar velo el día de tu boda? Si es así, tendrás que elegir el más adecuado teniendo en cuenta el lugar en el que tenga lugar la ceremonia, el peinado, el vestido y, desde luego, tu propio estilo. Deberás decidir el tejido, el largo, la forma y otros detalles que son fundamentales.  


Aunque hay un detalle realmente encantador, capaz de convertir el velo en una pieza singular y con significado, pero en el que muchas novias no reparan: el bordado personalizado. 


Su diseño es totalmente único y ser bordado de forma profesional, para que el resultado sea perfecto.  


Si quieres saber más acerca del bordado personalizado para el velo de novia, no tienes más que seguir leyendo...


Bordados con los que personalizar el velo de novia


Tipos de bordados

 

Simples. Discretos, minimalistas y casi simbólicos.

 

Complejos. Con diseños más elaborados y llamativos.

 

Que estén casi escondidos en el velo. Como forma de llevar un mensaje especial, que está allí para vosotros, más que para ser vistos por los invitados.

 

Que ocupen un lugar importante o incluso buena parte del espacio. Bordados que están hechos para ser protagonistas del velo, pero también del look nupcial. 

 

En el mismo tono que el tejido del velo. Así pasarán a ser parte del velo y serán más discretos, incluso si son muy grandes.

 

En otro color o colores. De ese modo serán más visibles y tendrán más relevancia sobre el tejido. El tono o tonos elegidos, además de por estética, pueden tener un significado.


 

Texto

 

Vuestros nombres. Completos o con iniciales, e incluso apodos.

 

Los nombres de personas importantes para vosotros. De vuestros padres, hijos, abuelos, hermanos, amigos o incluso personajes a los que admiréis.

 

Palabras sueltas. Aquellas que tengan relevancia para cualquiera de vosotros, incluso aunque no tengan mucho sentido para los demás.

 

Frases completas. Citas célebres, frases de libros o de películas, fragmentos de canciones...




Números


La fecha de la boda. Tanto en números arábigos como romanos.

 

Un día importante en vuestras vidas. Dese el día que os conocisteis a la fecha de nacimiento de vuestros hijos.

 

Vuestros números favoritos o aquellos que tengan significado para ambos. Los que os traen suerte, vuestros preferidos o quizás ceros y unos si os dedicáis a la informática.


Imágenes 


Imágenes o caricaturas. Vuestras o de personas a las que queráis rendir homenaje.

 

Flores y plantas. Las que más o gusten, las que representen algo para cualquiera de vosotros, las típicas de vuestra región...

 

Vuestras mascotas. Así os podrán acompañar ese día, aunque sea en forma de bordado.

 

Animales que os agraden. Si os encantan los animales, es una forma de llevarlos con vosotros. También podéis elegir alguno que simbolice atributos o valores que os representen, casi a modo de animal totémico.


 

Mariposas, libélulas, mariquitas, abejas... Estos insectos tienen su propio simbolismo. Por ejemplo, las mariposas tienen que ver con la libertad, pero también se dice que cuando se les susurra un deseo, lo llevan al cielo para que allí sea escuchado y se cumpla. Las libélulas son portadoras de felicidad, prosperidad, buena suerte y equilibrio. Las mariquitas atraen la fortuna, el éxito, la salud y el amor. Las abejas se relacionan con la sabiduría, la armonía y la perfección.

 

Símbolos. De todo tipo, desde los que proceden de determinadas culturas a los religiosos, pasando por los de tipo esotérico.

 

Amuletos. Tréboles de cuatro hojas, herraduras, ángeles, árboles de la vida, elefantes (con la trompa levantada, claro), llaves...

 

Las constelaciones de vuestros signos zodiacales. O cualquier otra que os parezcan importantes por algún motivo. 


 

Y si tu familia tiene escudo, siempre puedes bordarlo en tu velo para que te acompañe en tu camino por el pasillo nupcial. 

 

Y un par de consejos útiles

 

A la hora de elegir el bordado debes tener en cuenta el tipo de tejido del velo, porque de ello dependerá cómo se borde, el material, el tamaño, el estilo...

 

Te recomiendo que encargues el bordado de tu velo a un profesional, porque es una tarea que requiere conocimiento y material apropiado.  


¿Qué te parece la idea de lucir un velo con bordados personalizados el día de tu boda?



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05 noviembre, 2024

Ideas y Consejos para Organizar una Boda de Estilo Ibicenco

Si sumáis los términos mediterráneo, isla, playa, sol, verano, blanco, azul, materiales naturales, hippy chic, bohemio, chill out, frescura, naturalidad, relax, alegría y fiesta, probablemente la mente os lleve automáticamente a la isla de Ibiza. 

 

No creo que sea un secreto para nadie que todas las islas Baleares son un verdadero paraíso con el que muchos sueñan (soñamos). E Ibiza, probablemente, sea la más conocida de todas ellas (para más de una generación). Así que, ¿por qué no organizar una boda de estilo ibicenco para impregnarla de ese ambiente único y de esa estética tan atractiva e icónica?


Y en este post es precisamente eso lo que vais a encontrar: cómo organizar una maravillosa boda de estilo ibicenco. Venga, poneos un traje blancos, calzaos unas espardeñas, no os olvidéis de las gafas de sol y la crema solar y acompañadme...


Ideas y consejos para organizar una boda de estilo ibicenco


El espacio

 

El lugar perfecto para una boda de estilo ibicenco es, como no podía ser de otra manera, la playa, aunque podéis celebrarla en una terraza en un acantilado, en instalaciones cerca de un puerto, en un pinar, en un jardín, alrededor de una piscina...

 

 La ceremonia la podéis llevar a cabo en una pequeña ermita, si es que deseáis que sea religiosa.  

 

 Lo más apropiado es que se lleve a cabo totalmente en el exterior. Si no es posible, al menos debéis procurar llevar ese exterior al interior de algún modo: grandes cristaleras, vegetación, elementos marinos...


 

La época

 

 Las dos mejores estaciones para una boda ibicenca son la primavera o el verano, aunque los primeros días del otoño también pueden ser adecuados. 


La decoración

 

 El estilo ibicenco es rústico, relajado, bohemio y con un punto romántico. En todo caso tiende al minimalismo más que al exceso.


 Los colores tienen un protagonista principal, que es el blanco, aunque el crudo, el arena o el gris claro funcionan a la perfección. El contrapunto lo pueden aportar otros colores más vivos como el azul (también muy típico del estilo ibicenco), el amarillo, el rosa o el lavanda.



 Los tejidos naturales como el lino y el algodón son los más apropiados.


 Hablando de textiles, las alfombras, almohadones y cojines son imprescindibles para una boda de estilo ibicenco. Las telas colgantes también son todo un acierto.

 

 El encaje, el crochet y el macramé no pueden faltar. 


 La madera natural es fundamental en el mobiliario y en el resto de la decoración. También podéis optar por la pintada con chalk paint (pintura de tiza) o la decapada.


 La rafia, el yute y el mimbre aportan calidez y un encanto natural a la decoración de una boda ibicenca. 


 

 Los metales también pueden estar presentes, aunque lo mejor es el hierro (también el pintado de blanco y con aspecto antiguo).  


 Las flores y la vegetación no pueden faltar, sobre todo las típicas de la isla. En cuanto a flores: almendro, amaranto, buganvillas, brezos, hibiscos, lantanas, manzanillas, kalanchoes, siemprevivas.. Y la vegetación: carrizos, espadañas, olivo, romero... Y, por supuesto, también podéis recurrir a otras flores y hojas que siempre encajan con cualquier decoración rústica como la lavanda o el eucalipto.



 Las conchas, caracolas, estrellas de mar y otros elementos marinos son ideales para una celebración de este estilo. 

 

 Los elementos decorativos de estilo hippy como los atrapasueños no pueden faltar.

 

 No os olvidéis de llenar el espacio de velas (blancas), farolillos, guirnaldas de luces y antorchas para iluminar la boda. 


 

 Las tumbonas, las camas balinesas, los sillones de rejilla, los puffs y los tipis siempre son una gran idea.  


 

 No puede faltar una zona chill out para que los invitado se relajen.


El menú


 Siempre es una buena idea introducir platos y alimentos típicos de la isla pitiusa, como aceite de oliva,  queso de oveja y de cabra, sobrasada, butifarra, arroces, bullit de peix (con pescados y alioli), frita de pulpo, ensalada de crostes (de pan), coca de pimientos, flaó (pastel), greixonera (una especie de pudin hecho con ensaimadas), ensaimadas, café Caleta, vino de la isla...


La música


La música y la fiesta son fundamentales para una boda ibicenca. Durante el cóctel podéis recurrir a música suave de estilo chill out. Pero durante la fiesta no puede faltar la música bailable, muy bailable. Además de temas actuales, podéis recurrir a música que nunca falla, desde los 60 hasta los primeros años 90. Sea como sea, la pista de baile debería estar llena hasta las primeras luces del día. 




Los regalos para los invitados


 Ibiza ofrece artículos típicos para regalar a los invitados como la cerámica, los productos de aseo y perfumes elaborados con aromas de la isla, espardeñas, capazos, ropa y complementos Adlib...


 Y también podéis recurrir a algo que no falla nunca: la gastronomía de la isla. Sal, licores de hierbas ibicencas, ginebra (hay una que se elabora allí), miel, ensaimadas, orelletes...


¿Qué os parece la idea de organizar una boda ibicenca? 

 

 

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30 octubre, 2024

Motivos y Consejos para Lucir una Capa el día de la Boda

Independientemente de lo bonito, elegante y espectacular que sea el vestido de novia, lo cierto es que los accesorios pueden marcar una gran diferencia, tanto para bien como para mal. Desde el velo hasta los zapatos, todos los complementos son importantes.


Y uno de esos accesorios es la capa, que hasta hace unos años era muy poco frecuente en un look nupcial, y que ahora es una tendencia imparable. No tienes más que acudir a una boda, ver las redes sociales o abrir una revista de novias para darte cuenta de ello. 

 

Por eso en este post quiero compartir contigo cuáles son los motivos para llevar una capa el día de la boda y algunos consejos para elegirla y lucirla


Motivos y consejos para lucir una capa el día de la boda


Motivos para utilizar una capa


Para protegerte del frío.

 

Para cubrir tus hombros o tu escote si tu vestido es algo atrevido y la boda es religiosa.

 

Para sustituir al velo. 

 

Para conseguir un outfit sofisticado, dramático e incluso misterioso. 

 

Como parte de un vestido desmontable, puesto que te permite tener dos looks diferentes, con el único gesto de quitarte la capa.




Cómo elegirla

 

En general, si el vestido lleva muchos adornos, encaje y brillo, la capa debería ser sencilla. Y al contrario, si el vestido es sencillo, la capa puede llevar más detalles y ser más lujosa. Aunque en algunos casos puede funcionar que ambas prendas sean algo recargadas. Y en otras el hecho de que vestido y capa sean muy sencillos es la mejor elección. 


Debes elegir la capa teniendo en cuenta el vestido. Su estilo, su escote, sus mangas, su largo, sus tejidos, sus adornos, su color o su cola importan, y mucho, a la hora de acertar. Aunque también es cierto que si has dado con una capa espectacular o que tenga valor sentimental para ti, puede que el que deba adaptarse sea el vestido a la capa. 

 

El tejido o tejidos de la capa tienen que combinar con el vestido, por su textura, su caída, su movimiento... Incluso es importante tener en cuenta que la tela de la capa no se pegue a la del vestido y forme arrugas o que impida que se mueva con naturalidad.  


 

Decide qué diseño de capa deseas. Puedes ser envolvente, de estilo Watteau, de las de mariposa...

 

En cuanto al color, puedes elegir dentro de la misma gama que la del vestido, aunque también puedes atreverte con otros tonos si lo que deseas es más contraste.



Hablando de tejidos, ten en cuenta que puedes elegir entre un amplio abanico de posibilidades: tul, gasa, seda, encaje, bambula, crepé, terciopelo, mohair...



Respecto al largo, lo ideal es que la capa sea más larga (al menos 30 cm.) que la cola del vestido. Aunque también funcionan bien las capas cortas (hasta la punta de los dedos) y capelinas.


También puedes adornar tu capa con bordados, aplicaciones, perlas, pedrería, remate de piel, botones, cierres joya para ajustarla...


Otro punto que debes decidir es si la quieres con capucha o sin ella. Esto dependerá del destilo del vestido, de la propia capa, de si te gusta o no que la lleve e incluso del peinado que hayas elegido para ese día. 


 

Elige siempre una capa con la que te sientas cómoda y que te permita caminar y moverte con facilidad. 

 

Cómo lucirla con estilo

 

Lo primordial para llevar una capa el día de la boda es hacerlo con una actitud segura, sintiéndote guapa y elegante con ella. Si no te encuentras cómoda con ella, es mejor que elijas otro accesorio con el que sí lo estés, porque tiene tanto carácter, que corres el riesgo de que te quite protagonismo o incluso que parezca un disfraz. 

 

Pídele a la modista o a la asesora de la tienda en la que la compres que te enseñe a andar con ella y a manejarla sin problemas.


 

Comprueba que la capa se puede asegurar bien (con botones, cierres, cremalleras...) y que no se va desplazar o a caer mientras la llevas puesta.

 

En caso de que tenga capucha y te la vayas a poner, es importante que puedas hacerlo sin estropear tu peinado y que se mantenga en su sitio sin resbalarse. Comenta con la persona que te vaya a peinar que vas a lucir capa con capucha el día de la boda, para que pueda adaptar el peinado y te enseñe cómo colocarte la capucha.

 

Ten en cuenta que si llueve el día de la boda y se moja, es posible que te cueste caminar con ella.

 

¿Llevarás capa el día de tu boda o prefieres otro tipo de complemento? Personalmente, te confieso que es uno de los que más me gustan.




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21 octubre, 2024

Ideas y Consejos para Organizar una Boda Ochentera

¡Ay, los años 80! Una década que nos marcó a los que la vivimos y que sigue siendo una fuente de inspiración a los que todavía no habían nacido en esos años. Los valores como la libertad, la extravagancia, la rebeldía y la tolerancia estaban en auge. La moda y la decoración eran un alarde del exceso y la audacia. La música, una mezcla de creatividad y diversidad, desde la disco a la dance, desde el pop hasta el rock, pasando por el hip hop, una época que nos dejó temas que siguen llenando pistas hoy.


Si los años 80 os fascinan, sea cual sea vuestra edad, puede que sea la temática ideal para vuestra boda, porque recurriendo a ella se puede conseguir una celebración tan espectacular e inolvidable como la propia década. 


Por si os animáis a ello, a continuación encontraréis ideas y consejos para organizar una boda ochentera de "10".


Ideas y consejos para organizar una boda ochentera

Lo básico

 

En una boda ambientada en los 80 hay dos pilares fundamentales: la decoración y la música. Y es en ambos en los que debéis poner el foco. 

 

Una boda ochentera debería ser divertida, incluso un poco alocada, pero sin perder de vista la elegancia y el buen gusto, porque la estética de la década tiende a la exageración, por lo que es fácil caer en la caricatura y el exceso.

 

Los colores y patrones

 

Los colores de una boda así deberían ser fuertes y llamativos, aunque precisamente por eso no debéis emplear demasiados. Una combinación de 2 ó 3 colores potentes sería lo ideal para crear el ambiente adecuado, pero sin que se convierta en una cumple infantil. Aunque luego podéis añadir algún otro tono neutro para matizar el efecto.  



Los colores metálicos y los metales brillantes son ideales para la deco ochentera, así que no seáis tímidos a la hora de usarlos. 


Las formas geométricas y los diseños gráficos son un acierto para este tipo de decoración, especialmente si tienen colores vivos. 


 

La decoración

 

No pueden faltar las bolas de discoteca, en todos sus tamaños. Aunque penséis que es difícil encontrarlas, las podéis comprar o alquilar sin problemas. Las tenéis desde las más grandes hasta las de tamaño mini, las que únicamente son decorativas y las que giran, tanto colgadas de estructuras o del techo o incluso situadas en el suelo. 


 

Los espejos también son perfectos para decorar una boda ochentera. Podéis crear un photocall con un mosaico de espejos, utilizarlos para el seating, colocarlos como tableros de mesa o como base para los centros de flores, incluso podéis crear macetas o floreros con espejos. 

 

Los letreros de león son casi imprescindibles en una celebración inspirada en los años 80. Los podéis alquilar o comprar, e incluso encargarlos con un texto personalizado. Si los compráis, siempre podéis utilizarlos para decorar vuestra cosa tras la boda. 

 

Las cintas de cassette y sus reproductores o los vinilos son estupendos para decorar con ellos, pero también para incluirlos en las invitaciones, en los carteles o en los detalles para los invitados. Podéis incluso utilizar una cinta de cassette con vuestras voces como invitación o como soporte para regalar a los invitados la playlist de la boda. Y no os olvidéis de las portadas de los discos, que también os pueden dar mucho juego.



Las cintas de vídeo VHS también pueden serviros como motivo decorativo o como invitación. 

 

Los carteles de películas famosas de la época son muy adecuados como decoración en la boda. Y también podéis recurrir al cine de la década para proyectar las películas más icónicas (sin sonido) durante el cóctel o la fiesta. 


Los cubos de Rubik pueden inspiraros para mil y un detalles, tanto por su patrón como por sus colores. Y, desde luego, también pueden servir como entretenimiento o como detalle para los asistentes. 


Y no os olvidéis de las cámaras Polaroid. Podéis emplearlas en la decoración, en el photocall, encima de las mesas para que los invitados hagan fotos con ellas... También es una buena idea utilizar fotos tomadas con ese tipo de cámara para el seating, como números de mesa, como marcasitios con la foto de cada invitado...


 

Incorporad expresiones propias de los años 80 en la cartelería, para que la inmersión sea casi completa.  


La música y el entretenimiento

 

La música es un ingrediente fundamental para ambientar una boda en los 80, por lo que es necesario que elijáis cuidadosamente la música y que la integréis a lo largo de toda la celebración.

 

Cread una playlist con temas conocidos de los años 80 para que todo el mundo baile. Si queréis traer esa década al presente, podéis utilizar versiones modernas o incluir algunas canciones actuales.


Los fotomatones con estética retro son ideales para animar una boda inspirada en los años 80.


Las máquinas de juegos Arcade o los videojuegos más antiguos seguro que divertirán a los invitados, grandes y pequeños. 



Las miniboleras y las pistas de minigolf seguro que serán un éxito. 


Y, por supuesto, los karaokes no fallan en una boda así.

 

¿Os gustaría tener una boda ochentera y utilizar alguna de estas ideas y consejos?



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16 octubre, 2024

Cómo y Cuándo Dedicarle Tiempo a los Invitados

Si estáis inmersos en la organización de vuestra boda os estaréis encargando de mil y un detalles: las invitaciones, el outfit nupcial, la decoración, el seating, el menú, los votos, la música, el ensayo del baile, el viaje de novios... Y seguro que estaréis imaginando cómo será ese día. 

 

Aunque probablemente haya algo en lo que no habéis reparado: en cómo prestarle atención a aquellos que os acompañarán ese día. Porque se da por supuesto que vuestras habilidades sociales innatas y la colaboración de los que os acompañan lograrán que todo sea perfecto. Y a veces se consigue, pero lo habitual es que haya personas que se quedan sin recibir unas palabras de agradecimiento y cariño por parte de los novios, incluso sin que se les salude siquiera. 


Por eso es importante saber cómo y cuándo dedicarle tiempo a los invitados de vuestra boda, para que todos ellos se sientan bienvenidos y apreciados. No en vano han dejado de hacer otros planes para compartir con vosotros un día especial, algunos incluso habrán hecho un largo viaje, habrán dedicado tiempo y dinero a su vestuario o su peinado y os habrán hecho un regalo, por lo que se merecen consideración. 

 

A continuación encontraréis consejos para demostrarles ese interés. No os lo perdáis, porque os interesa.


Cómo y cuándo dedicarle tiempo a los invitados


Cómo dedicarle tiempo a los invitados

 

Tendréis que saludar a muchas personas, por lo que es conveniente no dedicarle demasiado tiempo cada una de ellas, porque puede que haya alguna que se quede sin atención por vuestra parte. Aunque es lógico que paséis más tiempo con las personas más cercanas y menos con los compromisos. 

 

Una vez que hayáis atendido a todos los asistentes, podréis charlar más detenidamente con vuestras personas favoritas, sin que nadie se sienta ofendido.

 

Sonreíd y mantened el contacto visual con todos mientras habláis.

 

Sed naturales a la hora de hablar con los invitados, tanto con los familiares y amigos como con los menos allegados. 

 

Si les conocéis, haced alguna pregunta o comentario personal para que se sientan más apreciados y cómodos. 

 

Otra forma de comunicaros con los invitados es la palabra escrita, así que no menospreciéis el valor de una tarjeta o una carta personalizad para cada uno de ellos. 


Momentos en los que interactuar con los asistentes


En la fiesta preboda

 

Podéis aprovechar la celebración preboda para charlar con los invitados y agradecerles os acompañen el día de vuestro sí, quiero. Es un momento perfecto, porque tendréis más tiempo para dedicarles y el ambiente será más distendido que el de la propia boda. Además, podéis aprovechar ese momento para ofrecerles toda la información que puedan necesitar antes del día B: como llegar al lugar de la ceremonia y/o la recepción, si hay aparcamiento, el dress code... Aunque ya tendrán todos esos datos gracias a la invitación o la web, no está de más proporcionarles información extra o responder a sus dudas. 

 

Durante la preparación

 

Mientras os preparáis para la boda podéis aprovechar para disfrutar de una conversación, bromas y emociones con aquellos que os acompañen. Serán momentos que no olvidaréis ni ellos ni vosotros. 


Invitado sacando un selfie del novio y otros asistentes


Tras la ceremonia

 

Es muy habitual que los asistentes quieran felicitaros incluso antes de haber cruzado el pasillo nupcial de vuelta, y también hay parejas que lo permiten. Desde mi punto de vista es el peor momento de la boda para que los novios saluden y departan con los invitados. Por una parte, no os permitirán hacer una bonita salida, con el consiguiente lanzamiento de pétalos o confeti y las fotos que la acompañan. Por otro lado, si luego vais a tener una sesión de fotos larga, retrasará el resto de la marcha de la boda, lo que suele ser una pesadilla para la organización. 

 

Lo ideal es reservar los abrazos y los besos de felicitación para los padrinos, los padres y las personas más cercanas y dejar para más tarde la conversación con el resto de invitados.  

 

En el cóctel 


Si llegáis con tiempo al cóctel (en muchos casos la sesión de fotos se puede alargar en exceso), podéis saludar a los asistentes mientras están disfrutando de las bebidas y los canapés. Todos estarán deseando daros la enhorabuena tras la ceremonia y es un momento perfecto para que que lo hagan. 


Novia charlando con los invitados durante el cóctel


Durante la recepción


Otra opción es ir pasando por las mesas para saludar a todos y darles las gracias por acompañaros. Personalmente no es lo que más me agrada, porque el hecho de que todos estén sentados y vosotros de pie no es muy cómodo para nadie, además de que dependiendo de cuándo y cómo lo hagáis, puede obstaculizar el servicio de la comida.

 

En caso de que os decantéis por esta forma de interactuar con los asistentes, mi consejo es que lo hagáis después de terminar de comer (si no es así, no probaréis bocado y, creedme, lo necesitaréis), justo cuando vayan a servir los cafés. 

 

También podéis aprovechar el final de la comida o la cena para ofrecer un pequeño discurso para los asistentes, porque eso es una manera de interactuar con ellos. Si son pocos, es una buena idea que les dirijáis algunas palabras a cada uno, o al menos a cada grupo (los padres, los hermanos, los primos, los compañeros del gym, las amigas del colegio...). 


En la fiesta


Durante la fiesta podéis aprovechar para saludar a aquellos con los que no hayáis podido conversar antes y para disfrutar ya tranquilamente de las personas con las que os sintáis más a gusto. 

 

Aunque saludar a los invitados durante el baile y la barra libre puede ser una tarea arriesgada si estos han bebido más de la cuenta. 

 

No os olvidéis de bailar con aquellos más cercanos y aprovechad para intercambiar algunas palabras con ellos mientras evolucionáis por la pista. 


Con las fotografías


El hecho de haceros fotos con los invitados, ya sean las del equipo de fotografía o los selfies y fotos amateurs que hagan ellos mismos, es una forma de dedicarles tiempo y atención. Aunque es fundamental que no os saquéis las fotos de manera automática, sino que les dediquéis una sonrisa, una mirada o unas palabras, aunque sean pocas a cada uno de ellos.


Invitado sacando un selfie del novio y otros asistentes


Por escrito


Un bonito detalle es darles las gracias por acompañaros el día de la boda junto con una frase o un comentario personalizado, escrito en una tarjeta y colocado en el puesto de mesa de todos y cada uno de los invitados, o junto con el regalo que les entreguéis como recuerdo. 

 

Y me queda un último consejo. Dedicadle un tiempo, aunque sean unos pocos minutos, a la persona más importante de todas las que asistirán a la boda: a vuestra pareja. Reservad unos momentos para estar a solas y disfrutadlo al máximo, antes de volver a la vorágine de la boda.

 

 

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La primera vez que apareció el post Cómo y Cuándo Dedicarle Tiempo a los Invitados fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?


Cómo y cuándo dedicarle tiempo a los invitados by ¿Quién dijo boda? - Arancha Moreno is licensed under CC BY-NC-ND 4.0